Esto va dedicado a Gemma, por soportar todas las locuras y desvarios que digo en el msn xDD a ver si me podes odiar despues de esto :O
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Por fin.
Después de tanto tiempo, tanto sufrimiento, angustia, dolor, pena, incertidumbre, miedo…por fin estoy en paz conmigo mismo.
Por fin puedo ver mi reflejo y saber a quién estoy viendo, por fin me reconozco a mi mismo. Ya sé quién soy, ya soy plenamente feliz.
Mi hermano da su conferencia, todos parecen muy interesados. Gracias a él lo logré.
Si no fuera por Nathan, seguiría con la memoria borrada, seguiría creyendo que el bien es el mal…si no fuera por él…tal vez hasta habría causado la destrucción mundial.
El recordar lo que había vivido ese tiempo, estar encerrado en la compañía, sin tener contacto con el mundo exterior…sólo yo, teniéndome a mí mismo de único acompañante.
Sabiendo que afuera Nathan podría estar muerto, después de que él arriesgó su vida y explotó en el cielo conmigo…Él está ahí para mí hasta en los momentos más difíciles de mi vida.
Y luego…el estar sin memoria, el mirarte al espejo y la persona que te devuelva la mirada sea un completo desconocido.
Sin saber si soy un asesino, si soy un villano, si soy un héroe…sin saber ni siquiera mí apellido…el vivir en la incertidumbre…el miedo a lo desconocido.
Pero ya se había acabado, los momentos oscuros y difíciles habían finalizado y por fin podría vivir plenamente de nuevo.
Nathan estaba a punto de decirlo, por fin el mundo sabría sobre nosotros, ganaríamos más libertad, no tendríamos miedo a utilizar nuestros poderes.
Ya no seríamos fenómenos, seríamos héroes.
Cuando de repente, sin previo aviso, sorprendiéndome completamente y paralizando todos mis sentidos…dos balas lo atraviesan.
Y él cae, yéndose junto a él toda la seguridad y protección que sentía, ahora estaba vulnerable, atrapado, sentía que el aire salía de mis pulmones.
Lo atrapé antes de que cayera al suelo, él trata de hablar, pero las palabras nunca se oyen.
Grito su nombre, desesperado, no quería volver a la oscuridad, al olvido, a la soledad, ahora que había sido salvado, no iba a permitirme volver a ser encarcelado.
Y él no responde, sólo se queda ahí, inmóvil, cuando siempre lo vi como el hermano mayor, protector, el que siempre solucionaba cualquier situación, por más difícil o grave que sea…y ahora verlo así, tan indefenso, insignificante, desangrándose entre mis brazos.
Y los recuerdos regresan, y el dolor, y la angustia, y todo lo anterior cargado con una enorme desesperación que los aloja a todos…
Mi hermano, mi guía, mi amigo, mi sangre…
Aunque no lo quiera, aunque luche por evitarlo, haga lo que haga…la mayoría del tiempo las cosas no salen como uno quiere.
Y él cierra los ojos, y todo a mí alrededor se derrumba.
Vuelvo a caer en la oscuridad, a ése precipicio profundo e interminable al que no había vuelto a entrar desde que recuperé la memoria.
Y en ése momento… ¿Qué importaba que los de la prensa gritaran? ¿Qué importaba que mis manos estuvieran cubiertas de la sangre de mi hermano y que mis ojos tuvieran que retener violentamente las lágrimas? ¿Qué importancia podía tener cualquier cosa que sucediera alrededor…si él ya no estaba?
Mi otra mitad se había ido, ya nada importaba, el tiempo se había detenido y nada tenía sentido…
Lo miro de nuevo, estaba muerto.
Y, en el fondo de sus ojos oscuros abiertos e inexpresivos, también murió gran parte de mí. Me fuí contigo, lo quiera o no...
