Totalmente dedicado a Gemma por ser una loca obsesiva con el Naki igual que yo xDD

Y entras, con tus ojos claros dilatados por la ira y con una jeringa en la mano, increíble que esas pequeñas y delicadas manos hayan roto la puerta.
Te acercas a mí (aunque en realidad quieres ir por Bob) pareces como en un trance, hipnotizada, apretando los dientes con furia y sin mirar atrás.
Te detengo y te tomó por los brazos, te sostienes de mi cuello y miras a Bob, diciendo algo de DL o Maury…
Pero yo no me doy cuenta.
Bob te habla, o eso creo, yo sólo estoy perdido en tu mirada azulada, observo tu rostro furioso, tus hermosos ojos brillan, pareciera que vas a llorar.
Aunque sea sólo para sostenerte disfruto de nuestro contacto, hace tanto que no te tenía cerca…te extrañaba tanto, Niki...
Trato de decirte que salgas, que detengas la pesadilla, sabía que eras fuerte, sabía que lo ibas a lograr.
Tu bella cara angelical ahora denota confusión, la ira no se va, pero tenías dudas, serias dudas.
No puedo creer que seas tan perfecta… (Realmente, no sirvo para los casos de crisis, sólo balbuceaba palabras mientras miraba embobado tus delicadas facciones).
Sé lo que más te importa, sé cuánto amas a tu hijo, uso eso y logro calmarte, por lo menos un poco.
Me miras, miras a Bob, no sabes que hacer, como me encantaría haberte consolado en ese momento, estrecharte entre mis brazos y olvidar todo lo demás...
Pero tú me tomas por sorpresa, te inyectas el virus, te vuelves débil, te caes de rodillas, y yo te sigo.
Y me miras, por fin te fijas plenamente en mí, tus ojos fijos sobre los míos queman mi mirada, el momento es tan intenso, que me hubiera encantado que no acabara nunca…
Y lloras, las lágrimas caen por tus perfectas mejillas…
Personas como tú no deben llorar, no merecen sufrir, personas tan especiales y bondadosas no deberían tener dolor en sus vidas…sólo plenitud y felicidad.
Te acomodo un mechón de cabello con delicadeza y te aferro entre mis brazos, tan pequeña, tan delicada, mi Niki…no importaba qué sucedería a partir de ese momento. Sólo ese instante de tiempo perfecto en el que estábamos juntos, y el cual siempre recordaré.