TITULO: Pueblo chico, infierno grande
CAPITULO I: Camino al pueblo
Autoras: Arcasdrea y Aiko1504
El camino era de ripio, por lo que el roce rápido de los neumáticos hacia que piedrecillas se volvieran verdaderos proyectiles contra el tubo de escape de su camioneta. Ella sin embargo no se daba cuenta, pues el volumen de la canción en su radio era más fuerte que el constante chocar de las piedras contra el metal.
Megumi cantaba a todo pulmón Rapsodia Bohemia de Queen, con una mano en el manubrio y la otra apoyada en el borde de la ventana, por donde el viento entraba golpeándola de lleno en la cara.
La carretera estaba rodeada de una densa vegetación, pero tras estas se veían cerros y cerros ya sea de bosques, terrenos de variados cultivos, hectáreas de pastoreo (vacunos, bovinos, etc.) y viñedos. De vez en cuando se asomaba una casa, arrojando humo blanco por la chimenea, con el típico caballo comiendo pasto del antejardín o los pollos corriendo detrás de la gallina. Ese seria su hogar desde ahora. El campo. Y todo por culpa de Tsuna, su novio.
Flash back
Una multitud aplaudía frente a la recién graduada clase del 2005, inmediatamente después un grupo de alrededor de 100 jóvenes entre hombres y mujeres lanzaban con notorio entusiasmo sus birretes hacia el aire. Una muchacha de cabellos negros elevo la mirada, le pareció ver todo en cámara lenta, finalmente se había graduado… aquellos años en la universidad habían terminado, sonrió con satisfacción, seguía en medio de sus pensamientos cuando un peso sobre sus hombros y un flash sobre su rostro la tomaron por sorpresa
-DI WHYYYSKI! –fue lo q escucho antes de aquella luz blanca diera de lleno sobre su rostro
- Akariiii! – exclamo sorprendida – ni siquiera me diste tiempo de posar- acomodándose su larga cabellera q debido al efusivo abrazo de su amiga había perdido su forma
- Jajaja ese es el chiste de las fotos q sean espontáneas, además no saliste tan mal Takani –le dio la cámara donde la morocha vio la imagen de dos chicas una con una sonrisa de oreja a oreja y la otra como si un pitbull la estuviera atacando
- Ella nunca sale mal en las fotos…. Uno de sus tantos encantos –una voz la obligo a quitar la mirada del aparato.
Un muchacho de cabellos oscuros y largo se encontraba frente a ella, de rostro delgado y unos profundos ojos negros. Vestía una camisa con pantalón elegante y sus manos en los bolsillos.
- ¡Tsuna! –corrió hacia el y se colgó de su cuello
- Felicitaciones profesora Takani –el muchacho le sonrió alejándose un poco de ella para luego estamparle un tierno beso en los labios.
- Me da mucho gusto q hayas podido venir…. –sintió un nerviosismo poco común en ella – eso quiere decir q…- suspiro emocionada – no me digas q…
Su novio asintió sin quitar la sonrisa
- Si… el puesto tuyo empiezas a trabajar a comienzos de otoño.
Fin flash back
Tsuna, su novio, le había conseguido el puesto de profesora en la escuela primaria del pueblo donde él trabajaba como doctor. Pero, a pesar de dejar las comodidades de una ciudad, Megumi estaba feliz, uno de sus sueños era realizarse como profesora rural. Ahora mas que nunca debía aprovechar, sobre todo cuando (aun) se es soltera y sin hijos.
Tan ensimismada en sus recuerdos iba, que ni cuenta se dio de un grupo de vacas, bueyes, terneros y terneras que paseaba libremente por medio de la carretera. De un momento a otro, los vacunos rodearon a la camioneta, obligándola a detenerse de manera abrupta.
-"maldita sea" pensó la muchacha cerrando rápidamente la ventana, cuando un mugido en su oreja casi le rompe el tímpano "ahora como salgo de aquí". Miraba desesperada en todas direcciones, pero solo veía manchas negras en fondo blanco.
De repente, desde la parte trasera siente un silbido que hace que las vacas y demases se comiencen a mover. Megumi se para sobre el asiento del conductor y asoma la mitad del cuerpo por la ventanilla del techo de su vehículo, para ver mejor al pastor de ese "maldito" rebaño.
- oye tu desgraciado… - grito apuntando amenazadoramente al jinete que montaba un caballo negro - quita a tus malditas vacas del camino, si no quiere que las mate con mi camioneta.
El hombre, como si no la hubiera escuchado, pasó a su lado tranquilamente arriando a su rebaño, pero más que hacerlas a un lado las vacas se cerraban más alrededor de la camioneta.
- Imbécil, si un cuerno llega a tocar la carrocería… juro que te… - gruño Megumi, pero no pudo terminar la frase, pues un violento balanceo del vehículo la obligo a mirar hacia atrás. Una vaca había corneado el lado del copiloto, cerca de la entrada del tanque de combustible – aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh… mierdaaaa… grandísimo estúpido mueve a tus vacas de una vez …
- Que señorita mas fina – una voz burlona la distrajo de su blanco de insultos. Era otro jinete, pero mucho más pequeño que el anterior, específicamente un chiquillo de no mas de 15 años, de sonrisa amplia y vivaces ojos negros ocultos bajo un sombrero vaquero – no se preocupe, es que son muchas cabezas de ganado por eso demoran en pasar. Solo nos llevara algunos minutos.
- Pero no puedo esperar más. Necesito salir de aquí.
- Ya le dijo mi hermano que esperara… - le habló de manera seca el primer jinete que se acercaba lentamente hasta la camioneta.
Megumi pudo observarlo mejor. Aunque iba montado pudo calcular que ya en el suelo seria más alto que su prometido Tsuna. En cuanto a edad no superaría los 25 años, su piel bronceada daba cuenta de las largas jornadas de siembra o cosecha bajo el sol, sus ojos color ámbar estaban ocultos bajo las alas de un sombrero estilo vaquero, por el mismo asomaba algunos mechones de cabello castaño, seco y polvoriento. Era un típico campesino, pero muy atractivo, la camisa de mezclilla abierta en los primeros tres botones, mostraba su tonificado pecho y los jeans gastados hacían lo suyo con la musculatura de las piernas bajo la tela. "Bendita tela"…"q estas pensando Megumi tu eres una mujer comprometida"…"mala, mala, mala, mala"…
- listo!... puede sacar su camioneta!
- Eh? – Megumi despertó de su embobamiento
- Le he dicho q mi onisan ya se ha llevado las vacas, así que puede seguir con su camino – le saludo el muchachito de quince años, haciendo una venia con su cabeza y tomando el ala de su sombrero a modo de saludo.
- Oh!... pues muchas gracias… eres muy amable…- y mirando a lo lejos, hacia la silueta a contra sol del hermano del muchacho agrego – no como tu O N I S A N.
- Ah! si… disculpe a mi hermano…- agrego el chiquillo con una gotita en la cabeza - mi nombre es Yahiko, mucho gusto.
- Yo soy Megumi Takani, el placer es mío.
- Usted no es de por aquí?
- No, soy de la ciudad, pero he venido a trabajar acá.
- Vaya, y a dónde viene a trabajar… sino es mucha la intromisión.
- Soy profesora… seré la profesora de la escuela por este año.
- Así que usted es la prometida del doctor Tsukioka. Es mas linda de lo que pensaba…
- YAHIKO NO TE DISTRAIGAS CON TONTERAS Y VEN A AYUDARME!
- "tonteras?" …" que se cree este campesino imbécil"- pensaba Megumi sin ocultar su disgusto por las palabras gritadas desde lejos por el hermano de Yahiko.
- YA VOOOYYY – se dirigió a Megumi nuevamente – disculpe una vez mas a mi hermano… es un bruto antisocial…- la morocha sonrió por estas palabras - pues bien señorita Takani, ojala que nuestro pueblo le guste y desee quedarse por mas que un año. Hasta luego – y espoleando a los costados de su corcel apache galopó a reunirse con el "estúpido campesino".
- Hasta pronto Yahiko…"Si la gente es tan desagradable como ese imbécil dudo que dure un mes en este pueblo" - y prendiendo nuevamente el motor de la camioneta, aceleró hacia la entrada del pueblo, unos dos kilómetros mas adelante.
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- ¡CAMIINAAAR!... – un escandaloso grito resonó en el silencio de un camino - oiga usted esta loco o q… si ni siquiera puedo ver donde esta el condenado pueblo!
- Ese no es problema mío señorita… ya le dije q no le cobrare… esta maldita carcocha se malogro…-dijo un desaseado anciano al tiempo q le daba una patada a un viejo y sucio neumático – aquí tiene – pasándole una valija fucsia con rueditas
Maldiciendo su mala suerte, maldiciendo al viejo acusete director de su escuela, maldiciendo a su padre que la había enviado al maldito campo a vivir con su tío y maldiciendo aquella trecha q atravesaba arrastrando su maleta decidió continuar su camino a pie.
El sol no fue su cómplice, pues irradiaba un calor insoportable, por enésima vez retiro el sudor de su frente, miro al frente, todo el paisaje se veía ondeante, como si hubiera agua al frente… obviamente una ilusión creada por el astro rey. Saco una botella de agua mineral y la llevo hacia su boca, desagradable fue su sorpresa al notar q su sedienta lengua solo recibió un par de gotas q la dejaron insatisfecha…. sus ojos se llenaron de lagrimas hasta el tope y el llanto ni el berrinche pudieron esperar…
- ¡ PORQUE ME HACES ESTO OTO-SAAAN!
- Si quiere agua hay un riachuelo cerca – una tímida voz detuvo su ruidosa protesta. La chica de los ojos azules volteo para solo toparse con un delgado pelirrojo de ojos violetas.
Aquel muchachito la condujo hacia el lugar, no tuvo q caminar mucho, pero no paro de quejarse mientras lo hacia, de paso aprovecho para preguntar si conocía el pueblo a donde ella se dirigía, el chico le dijo q el también vivía ahí, a Kaoru le llamo la atención ver q el chico llevaba una cubeta, la citadina chica supuso q seria para recolectar agua.
- Aquí esta… - se detuvo de pronto y Kaoru solo pudo ver un surco de agua con con piedras lisas.
- Ahiii excelente – exclamo tirando su maleta a un costado y corriendo hacia el riachuelo, con su mano usándola como cuenco se dispuso a beber… pero un par de peculiares ojos se quedaron observándola
- CRRROAAAC!
- Ahh encontraste una…. Excelente – el chico se acerco a ella y Kaoru pudo notar la delicadeza de las facciones de aquel jovencito al tenerlo mas cerca. Tenía una mirada bastante dulce, una nariz fina y unos labios q a pesar de ser delgados era sumamente tentadores y para asombro de la chica emanaba un olor agradable.
- Coleccionas esas cosas ¿o q? – dijo mirando a Kenshin acercarse con cautela hacia la rana
- Jajaja digamos q algo por el estilo – y le sonrió afablemente antes de alejarse en busca de la rana q había saltado a una prudente distancia de ellos
Kaoru solo parpadeo rápidamente dándole un ultimo vistazo analizador a aquel chico, no pudo evitar notar lo gastado de sus jeans así como aquella en su opinión horrenda camisa de cuadros rojos y negros q usaba encima de un polo blanco.
De pronto sintió algo viscoso sobre su mano y miro con horror y asco aquel brillante y baboso animal mirándola fijamente
- Ahhh! Aléjate bicho feo… - poniéndose de pie de inmediato, pero al parecer la rana se había encariñado pues salto esta vez en dirección a su hombro
- Vaya esta quiere hacerse la difícil –dijo Kenshin lanzando un suspiro de resignación al ver q su presa estaba provocando un ataque de histeria en aquella señorita.
- KYAAA! QUITAAALA QUIIITAAALA…. – no dejaba de dar saltitos agitando sus manos como gallina pretendiendo volar
- Si no se queda quieta no podré hacer nada – el jovencito pelirrojo trataba con su mano de retirar el escurridizo animal q ahora saltaba del hombro de Kaoru hacia su pecho –AJAA! YA LA TENGO…ahí noo–siguiendo con una mirada desilusionada al animalito q ahora se posaba en el otro hombro de la ojiazul, de pronto sintió una apenas perceptible superficie blanda debajo de su mano
- K…k…QUE CREES Q HACES! ENFEEERMOOO….!– su rostro se prendió como semáforo en luz roja y una mirada asesina acompañada de una bofetada no tardo en aparecer
- ¿Oro?... –miro hacia donde estaba su mano -AAAAAAAAAAAH Q ES ESSTOOOO! – retirando sus dedos velozmente de donde estaban -q... qu… que sensación tan rara – observando con terror su mano al tiempo q sus dedos se encorvaban como si aun hubiera algo debajo de ellos.
- ¡Tampoco te emociones eh¡¡APROVECHADO! – al ver aquel gesto y con un abanico q quien sabe de donde diablos apareció golpeo nuevamente el campesino con furia, provocando una caída estrepitosa y un chichón decorando la roja melena
CRROOOAC! –el ágil animalito nuevamente salto esta vez y para desagrado de la ojiazul en su parte trasera, Kenshin se levanto de su temporal noqueo y extendió su mano hacia al final de la espalda de la chica en un intento de ayudarla.
- ¡AAH NO¡NI TE ATREEEVAS! PONES UNA MANO AHÍ Y TE MAAATO! – sujetándolo del cuello de su polo blanco y sacudiéndolo frenéticamente
Kenshin sentía q si aquel movimiento seguía remeciendo su cuerpo pronto la muchacha se enteraría de lo q había desayunado aquella mañana, pero al ver la rana ahora sobre la cabeza de Kaoru tomo las manos de la chica deteniendo las sacudidas y sin querer acercándose peligrosamente a su rostro.
- Oye... –susurro al ver la cercanía entre sus rostros y q la mano de el tomaba las suyas – no...no te atrevas
- Ya esta – volvió a sonreír amablemente y mostrándole a la rana q finalmente había logrado capturar – oye… -sus ojos se abrieron un poco mas de lo normal y estudio la expresión de la jovencita – tu cara esta roja…
La chica no demoro en alejarse de el y darle la espalda para ocultar su sonrojo
- Es por el sol – dijo para luego lanzar un bufido de indignación
- Es cierto… no me he presentado me llamo Kenshin, Kenshin Himura – coloco la rana en un bolsillo y limpio su mano sobre sus jeans para luego extenderla a una aun confundida Kaoru
- Kaoru… Kaoru Kamiya –estrechando la mano del pelirrojo
- Pues mucho gusto Kaoru – con aquella sonrisa q por alguna extraña razón causaba un cosquilleo en la adolescente
Un ruido q se sentía lejos irrumpió su presentación y de pronto los cascos y una tremenda polvareda apareció cerca de ellos
- Kaoru… ¿KAORU ERES TU? – una voz potente se escucho y la aludida casi lloro al ver finalmente un rostro familiar en aquel desconocido y hasta entonces nefasto lugar.
- ¡Tío Sanosuke!... –junto sus manos y sus ojos brillaron -por fin señales de vida inteligente en este pueblo – T.T
- Eh… q insinúas con eso – con voz nerviosa intervino Kenshin n.ñ
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- Buenas tardes! El doctor Tsukioka se encontrara?
La mujer de la ventanilla, observo de arriba a bajo por sobre sus lentes de lectura la cara de la pelinegra q se inclinaba sobre ella.
- de parte de quién?
- De Megumi Takani, por favor.
- Ahhhhhhhhhhhhhh – el grito se escucho a través de las cinco provincias que conformaban la región, bueno sabemos que es exagerado, pero sinceramente el grito pudo haberlo escuchado una ballena en la antártica con mucha claridad. Volvamos a lo que nos compete – usted es la prometida del doctor Tsuna, le informare inmediatamente q ha llegado – y con asombro Megumi observó como la mujer corrió por unos pasillos, para volver jalando del brazo a un hombre de bata blanca que reconoció como su novio.
- Megumi? – exclamó con asombro Tsuna, por lo que se deduce que la mujer solo lo saco de la habitación sin darles explicaciones de quién preguntaba por él.
- Hola, amor – pero se contuvo de darle un beso, pues la mujer los observaba con ojos desorbitados y húmedos.
- Ehhhh…Tae, debemos hablar a solas.
- Ahhh … - Tae sacudió la cabeza como despertando de un letargo – y su novia señor? La dejara aquí?
- Contigo no Tae, con Megumi – dijo Tsuna con una gota en la nuca.
- Oh, ya entendí, claro señor. Pueden ir al despacho. Me encargare de que nadie los moleste. Un placer conocerla señorita.
- Para mi también fue un placer. "Aunque muy extraño" pensó para si misma Megumi con una demostrativa mueca de que estaba a punto de estallar de la risa.
Tomándola por la cintura, Tsuna, la condujo hasta el dichoso despacho, donde luego de besarse (no indicare tiempo) pudieron conversar sin preocupaciones y ojos curiosos.
- Para estas alturas todo el pueblo debe saber q has llegado.
- Tae es el periódico del pueblo?
- Digamos que su verdadera vocación es de periodista. Pero lo de enfermera le queda bien – rió ampliamente Tsuna acercando una silla a su prometida y sentándose junto a ella – pero cuéntame ¿que tal el viaje?
- Ni me lo recuerdes. Casi me mata un rebaño de vacas asesinas.
- Cómo es eso? – dijo Tsuna aguantando la risa por la cara de tragedia de su prometida. Ella acostumbraba a exagerar las cosas dramáticamente.
- Pues me hallé rodeadas por un rebaño de ellas en el camino, pero lo peor fue conocer al vaquero q las arriaba. Un huaso bruto como les dice papá. Un hombre grosero, antipático, sin modales, lo contrario a su hermano que era un amor de persona.
- Vaya bienvenida a nuestro pueblo.
- No te burles. Una de esas vacas abolló la pintura cerca de la entrada del estanque de combustible.
- No te preocupes, Hiko lo arreglara.
- Quién?
El mecánico del pueblo.
- Ah! – dijo ella rodando los ojos – ojala lo pueda reparar. Es nueva. Mi regalo de graduación.
- No te preocupes, iremos de inmediato. Mi turno acabo hace media hora. Pasaremos a la casa y de ahí iremos a la escuela. Te parece bien?
- Excelente.
- Vamos entonces, amor.
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- Kaoru – decia el alto hombre descendiendo ágilmente desde la montura de su caballo.
- Tío Sanosuke – la muchacha se arrojo a abrazar la cintura del hombre, que no respondió al gesto de cariño, sino que la alejo tomándola con brusquedad de los hombros.
- estas bien - dijo él examinándola rápidamente con la vista – hallé a Nobu y su carcacha en el camino, era una pana de carburador.
- para la otra tío me envías una carreta o una yunta de bueyes – dijo Kaoru recordando su enfado y poniendo sus brazos en la cintura formando las asas de una jarra.
- vamos a casa – dijo el castaño tomando la maleta fucsia de su sobrina – Yahiko nos espera – pero recién aquí vino a percatarse de un delgado pelirrojo que lo miraba con grandes ojos grises – qué haces aquí Himura! – su voz era muy similar a la de un gruñido, por lo que el muchacho retrocedió unos pasos, metiendo sus pies en el riachuelo y mojando sus zapatillas, cosa q hizo reír a Kaoru, pero no así a su tío, que miraba fijamente a Kenshin – que haces aquí Himura!
- es…esta…ba a…trapando ranas, señor Sa…gara.
- vete a la casa, ya es hora de la cena – dijo el hombre sin dirigirle la mirada, mientras ayudaba a montar a su sobrina en su caballo.
Así obedeció Kenshin, se alejo rápidamente por el lado contrario del camino que tomara Kaoru y su tío. La pelinegra lo observo irse por sobre el hombro de Sanosuke, a pesar de lo pueblerino y sucio q pudiera ser realmente el chico le había agradado y en el fondo de su corazón deseaba volver a verlo.
- Es Kenshin Himura, su madre es la veterinaria y su padre es el mecánico y si no me equivoco será tu compañero de escuela. Si… ahora sujétate – dijo este espoleando a su caballo, por lo que Kaoru desesperada se agarra de la cintura de su tío para no soltarse hasta llegar a casa y pisar tierra firme.
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Dos hombres arriba de una ladera observan desde lejos como Sanosuke y su sobrina a galope tendido se desplazan por uno de los tantos caminos de ripio y tierra.
- Con q ese es Sagara - dijo una gruesa voz alejando sus ojos de los primasticos- y como es q no sabe lo de los cultivos en su tierra
- Al parecer su capataz encubre bastante bien a los cocaleros – intervino una segunda voz mas joven.
- Es un típico niño rico con muchas tierras y poca experiencia, su capataz le mete el dedo en la boca. – hablo una tercera voz luego de lanzar una bocanada de humo
- Me importa poco su vida lo único q quiero son sus tierras... ya hay suficientes cultivos de coca como para instalar talleres de procesamiento y refinamiento –repuso el primer hombre
- No se preocupe ya falta poco para que sus tierras sean nuestras...pronto tendremos hectáreas y hectáreas de coca.
He aquí las fastidiosas, impertinentes pero importantes notas de autora… weno de autoras:
Aiko: Tu priimero... tu primero... las mayores primero Arcasdrea
Arcasdrea: Eh…eh… cof cof… esto parece presentación para miss universo -.-
Aiko: Pues obvioo si yo parezco candidata n.n … ok…ok dejen esos tomates... –mirando preocupada al publico
Arcasdrea: Déjame presentarme de una vez…
Aiko: Bueno bueeeno... tons hágalo de una vez sensei q ya me toi soltando
Arcasdrea: Pues bien este fic es una idea q me daba vueltas en la cabeza hace tiempo y que un día se lo comente a mi discípula… ella me contó sobre lo de los cocaleros y cómo ellos se aprovechan de la gente humilde del campo. Es un tema interesante de tratar y por eso lo hemos introducido como telón de fondo para esta historia q esperamos sea de su agrado
Aiko: Si... eso es lo mas importante… q la historia les guste y los enganche, de por si el tema es delicado, pero tratamos de balancearlo con un juego de edades y personalidades q hemos hecho en los personajes
Arcasdrea: Yo estoy reentretenida manipulando a los personajes con sus nuevas personalidades
Aiko: Y yo tratando de seguirle los pasos a mi sensei
Arcasdrea: Por eso estamos grabando todos los capi de la telenovela "la Tormenta" para ver si se nos ocurren mas ideas.
Aiko: SIIIIIIIIIII exaaacto! Exaacto! SANTOS ES MASO, UNA IDEA DE COMO TENEMOS EN MENTE A SANO EN EL CAMPO...
Arcasdrea: Ustedes sabrán q el personaje favorito de Aiko1504 y mío es Sanosuke "churrito" Sagara
Aiko: (suspira...babea...se desmaya...se derrite y se vuelve a solidificar)... si es ... SOLO NUESTRO NADIE MAS LO MIRE - saca un arma de quien diablos sabe donde
Arcasdrea: Así q advierto q las descripciones q leerán de él no son apta para cardiacas y hipertensas, pero como somos buenitas de dentro y con ganas, también daremos paso a las parejas de KxK y MxA, sin embargo, no se entusiasmen q el principal será Sanosuke (Aiko y Arcasdrea se postran ante un altar con una estatua del luchador callejero con el kanji aku en su espalda)
Aiko: Muuuy cierto sensei... bueno pa no hacerla larga... solo nos queda decirle q estamos poniendo alma y corazón en esta historia y esperamos su apoyo
Arcasdrea: Dejen un review please
Aiko: Y pues eso seria todo, un saludote acompañado de un abrazote a nuestras compañeras de Kazuko y gracias desde ya por leer el fic y el diálogo loco de sus autoras, cuídense mucho y esperamos sus opiniones, criticas, bombazos, demandas etc.
Arcasdrea: Pifias, ovaciones de pie, tomatazos, escupitajos, reproches, berrinches, caras largas, etc… aquí todo es válido.
