Twilight no me pertecene, si no a Sthepenie Meyer.
Descripción: Bella Swan tiene una buena vida, buenos amigos, buena reputación… ¡Pero tiene malas notas! ¿Qué pasara cuando su tutor, un playboy de la escuela, este mas interesado en su cuerpo que ayudarle a pasar el periodo?
Aclaraciones: Esta historia originalmente esta basada en un comic que estoy realizando, actualmente llevo 10 capítulos, y dos temporadas. Decidí escribirla, y que mas maravilloso que con los personajes de Twiligth. Pero deben saber que Edward no será el mismo lindo y tierno personaje que conocen. Mis más honestas disculpas si no les va gustando la adaptación.
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El Juego del Amor
1er Juego: Tutoría.
Pov Bella.
Ring Ring.
Estire mi mano hacia ese odioso despertador el cual marcaba las 9 am. Me incorpore lentamente en la cama, y después de unos veinte segundos, estuve sentada finalmente. Di un gran y pesado bostezo, y me talle levemente el ojo derecho. Aun estaba algo adormilada, por lo que decidí volver a tumbarme en el cómodo colchón, no estuve ni un segundo recostada, cuando me llamaron.
-¡Bella! –Llamó mi mama, Renée- El desayuno estará listo en media hora, baja por favor, cariño.
-Ya voy- Trate de que mi voz sonara despierta, no lo logre.
¡Vaya sueño! Aun predominaba en mí, incitándome a volverme a dormir.
Hoy empezaba el segundo semestre, tenia que sacar buenas notas y aprobar esta vez, el semestre anterior no me había ido muy bien.
Me digne a levantarme una vez más. Me estire por un rato. Después de unos segundos de vagancia, hice mi cama, acto seguido de terminar, entre al baño a darme una tibia ducha, eso seguro me despertaría. Me gustaba sentir el agua cayendo por mi espalda, era relajante. Mi baño no duro más que unos quince minutos. Al salir del baño, el cual ahora era como una cámara de vapor, tome mi ropa para la escuela, era una falda azul marino tableada que me llegaba a unos tres centímetros arriba de la rodilla y una blusa blanca con una pequeña pañoleta del mismo color que la falda, pero mas bien, parecía una corbata.
No me importaba mucho que aun tuviera que usar un uniforme, al menos así no pasaría la noche anterior viendo que ponerme al día siguiente.
Mi cabello lo deje suelto, mire por la ventana, seguía nublado, como siempre.
Forks, Washintong, era el condado mas nubloso de todo Estados Unidos, a mi me gustaba el sol, pero Renée había decidido volver con Charlie, mi papa, por lo que ahora todos vivíamos aquí, siendo la feliz familia que se supone debíamos ser...
No pensé que me preocuparía tanto, me agradaba mi padre, y sabia que Renée estaria feliz. Volviendo al tema del uniforme...No me importo, si no que fue hasta que vi la falda escolar, y la blusa sin su respectivo suéter.
De solo pensar en las frías mañanas… Me daban ganas de quedarme en casa, donde seguro estaria calido. Aunque por una parte, la escuela nos dejaba llevar abrigos y adentro estaba calientito por la calefacción.
Ya estaba algo acostumbrada, ahora no tenía que preocuparme por eso.
Por ultimo, tome un par de calcetas que llegaban casi a la rodilla, y unos zapatos negros. Me los puse rápidamente y baje a desayunar con mis padres.
Al llegar al comedor, papa estaba sentado leyendo el periódico y mama terminando de hacer el desayuno. Me senté al lado de Charlie con una silla de diferencia.
-Buenos días- Salude a los dos con la mano, quienes me miraban con autosuficiencia.
-Buenos días, cariño –Comenzó Renée poniendo un plato con huevos en mi lugar- ¿Dormiste bien?
-Sí- Le fui honesta, mientras ella colocaba el desayuno en el lugar de Charlie.
-Bella- Ahora, mi padre fue quien hablo- Recuerda que tienes que subir tus notas.
-Sí… Lo sé.
Desayunamos en silencio, yo no era muy comunicativa con mi papa. Mi mama si lo era, entonces me apresure a terminar para darles privacidad.
Finalizando, lleve mi plato al lavadero, fui a lavarme los dientes y después me puse un abrigo.
-Me voy a la escuela, nos vemos después-Anuncie, y después, salí de casa.
Camine hacia la escuela de Forks, me gustaba ir ahí; tenia buenos amigos; Ángela y Jessica, mis mejores amigas, y Jacob y Mike, mis mejores amigos. También tenía buena reputación, le agradaba a la mayoría, y creo que además de que no tenía buenas notas, me consideraba una chica que no se metían en problemas.
Pareciera que mi vida era perfecta….
… Pero no lo era.
-¡No puede ser! –Bramé mientras vi mi examen de historia, había sacado la máxima calificación reprobatoria.- ¡Y había estudiado!
-Srita. Swan- Me miro la profesora Clear, la correspondiente a la materia. Tendrá que acudir con un tutor.
-¿Un tutor? –Dije impresionada- No puede mandarme con un tutor, prometo que mis notas mejoraran.-Le dije totalmente sincera, sabia que podia mejorar, debia mejorar.
-No lo creo, este es el primero de siete exámenes que réprobo-En su expresion habia satisfaccion... Comenze a pensar que yo no le agradaba a la Profesora de Historia.
Bufe.
-¡Puedo mejorar! ¡Lo prometo!
La profesora Clear me miro entrecerrando un poco los ojos, y frunció el ceño.
-Srita Swan –Pareció como si su voz fuera perdiendo paciencia. Supuse que su tolerancia iba a terminar- Vaya con el Sr. Cullen, el le dará tutoría en la materia de Historia y algunas otras; como Física o Literatura. Es un alumno ejemplar y es muy bueno enseñando. Lo encontrará en el salón 516.
Fruncí el ceño al saber que la profesora no cambiaria de idea.
Salí enfurecida del aula. ¿Tutoría? Puede que este mal con mis materias, pero no era tan necesario… ¿O sí?
Camine por los pasillos meditando, y dramatice: ¿Ir o no ir? E ahí el dilema.
Al final me decidí por ir, además había prometido pasar el periodo escolar, por lo que tenia que ponerle entusiasmo.
Mis clases pasaron normales, sin ningún incidente, mis pensamientos se direccionaron al Sr. Cullen. Había escuchado de el, pero siempre oí decir que era un playboy o que jugaba con las chicas… Pero si era un alumno ejemplar, ¿Cómo podía hacer eso?
No le di mucha importancia, puede que solo sean simples rumores… Sobre todo, ¿Quien no hacia un chisme en toda su vida?
Unas cuantas horas después, las clases terminaron y me dirigí al salón 516 para ir con el susodicho Sr. Cullen.
La respectiva aula estaba en el tercer piso, mire cadapared buscando los números: quinientos dieciséis. No me tomo mucho, pase cinco salones, y lo logre encontrar. Respire profundamente, esta era la primera ves que iria a un tutoría. Estaba nerviosa. La puerta estaba abierta. Entre algo cautelosa, no había nadie dentro. Quizá había llegado tarde y ya todos se habian ido a sus casas. Vi una sombra mirando por la ventana, y por su semblante, me di cuenta de que era un varón.
-¿Sr. Cullen?-Pregunte tímidamente, algo en el me intimidaba…
Hubo unos segundos de silencio. Hasta que la figura masculina se volteo a mirarme. Era un chico verdaderamente apuesto, por la poca luz que había, a las cinco y treinta de la tarde, pude notar que su piel era blanca, pálida, su cabello de un color bronce extraño, pero hermoso, y unos ojos esmeraldas hinopticos.
- Así es como me llaman algunos- Me miro fijamente, avance unos pasos.- Um… La maestra Clear, de Historia...-Puso atención. No pude evitar verle por completo, y mas porque estaba un poco mas cerca. El uniforme escolar para chicos, que era una blusa blanca y un pantalón azul marino; lo que era una simplicidad, este chico, el Sr. Cullen, lo hacia ver tan bien. Como si fuera una ropa de pasarela, ajustandose perfectamente a su cuerpo. -..Ella… Me ha enviado con usted –No pude evitar sentirme extraña al llamar usted a alguien que no fuera un maestro o autoridad- Dice que me dará tutoría.
Estudio mi expresión. Y al juzgar por su mirada, pareció que el me notaba asustada… O indefensa.
-Me pregunto que clase de tutoría será… -Vacilo por un segundo. La afirmacion que hizo, mas bien sono como pregunta, con un tono que me proboco escalofrios. Lo mire confusa.
-¿Ah? ¿A que te refieres…?
Su mirada se torno… Malévola. Me empezó a asustar.
-Ven y dímelo tú –Se acerco más, solo habían escasos centímetros entre nosotros, pero no tan pocos como para sentir su aliento.
-Pues… Quería que me…-Sus ojos penetrantes me intimidaban mas- …ayudaras.
Coloco su mano derecha en mi barbilla, obligándome a mirarlo.
-¿Qué haces…? –Extrañada, me aventure a preguntarle…No debí hacerlo.
-De acuerdo. Eres muy bonita, empecemos con la tutoría…- Me tomo por la cintura, comenzando a acorralarme entre la pared y él.
Se acerco mucho más.
Ahora podía sentir su respiración cerca de mi, empezaba a sentir calor en mis mejillas. Él no fue directo a mi boca, si no que bajo a mi cuello, empezó a besarlo. Mi interior ardia. Sentí extraño, como un cosquilleo.
¡Con que a ésta clase de tutoría se refería!...
... Le di un puñetazo en el estomago.
-¡Suéltame! ¡No es esa tutoría! –Le grite, tratando de alejarlo de mi cuerpo. Oí un pequeño "Ouch" en un murmullo.
-¡Calma! –Me pidió, algo impresionado ante mi reacción. Se alejo unos centímetros rompiendo mi "prisión".
-¡Depravado! –Le bramé, mientras salía de aquel salón.- Espera a que le diga a la maestra-
-¿Qué le digas qué, a quien? –Me cortó. Pare en seco- Después de todo, nadie te va a creer.
-¿Eh? –Fue lo único que pude decir- ¿Por…que?-Odie tanto como mi voz sono insegura y asustada, yo queria parecer fria y seria.
Me volvió a mirar con malicia.
-Y… Además-Ignoro mi comentario, o mas bien, mi pregunta- Soy tu tutor.-Enfatizo la palabra, Tu.
Lo mire perpleja y confundida.
-Iré a tu casa mañana después de clases… ¡Y descuida, Bella, tarde o temprano, serás mía!
Y pude sentir, como mis ojos se abrían en un instante de shock, y como mi mandíbula cayo.
Aqui termina el capitulo uno, espero que les haya gustado. El domingo actualizare mi otra historia, Error del Destino.
Um... Creo que ya n.n
¡Saludos!
Oh, es verdad! Repito, la historia esta originalmente basada en un comic que hago, estoy cambiando cosas para hacer una buena adaptacion, si no les va gustando... ¡En serio, lo siento demasiado!... Hago mi mejor esfuerzo.
