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hey ¡ esta pobre historia esta mas olvidada que la serie de la niñera :V , en fin espero que les guste


—Al tiempo no le importa que tanto disfrutes su paso, el seguirá su camino–Era la frase que seguido escuchaba mi corazón cuando estaba cerca de él.
Pero en esos días sentía tantas emociones nuevas y diferentes que ignoraba a veces esas palabras, por ello al recordar cada parte de mi vida escolar siento mi pecho tibio y aquellas latosas mariposas en mi vientre regresan y se transforman en remolinos que traen tu sonrisa de verano pegándome en la memoria...

A decir verdad, cuando él estaba a mi lado el verano estaba presente con ciento veces quisiera que volvieran una vez más, por curiosidad.

Camine con paso lento a mi nueva escuela, mis lágrimas ya estaban secas cuando entre por la entrada, era inicio de primavera, las aves cantaban alegres y las flores de cerezo estaban totalmente abiertas, pero para mí era el invierno de mi vida escolar.
Me quede quieta por varios minutos, no deseaba entrar, agache la mirada con tristeza pues la sonrisa de Levi me venía a la cabeza–Animo la-chan–No, si empezaba a llorar ahora no podría ver a la cara a mi mejor amiga.

–Oí, eres nueva, ¿verdad?–Una voz alegre me saco de mis pensamientos, al girar me apareció ante mí un chico con la sonrisa tibia de la tarde, por inercia sonríe sin querer —Si—me miraba alegre, su uniforme estaba un poco desalineado me daba la sensación de no ser tan buena influencia.
La voz de mi madre sonó como fantasma en mi cabeza—No te juntes con ese niño, es malo muy malo—Sacudí un poco mi cabeza alejando la voz preocupada de mi mamá No atine a decir mucho pues ya me había pues aquel chico rubio me había tomado de la mano para llevarme dentro de la escuela, su cabello resplandecía con los destellos del sol que se colaban entre los árboles.
—Espera, ¡hey!—Él no me prestó atención...
Mis lágrimas fueron cosa del pasado aquella tarde, pero no serían las ultimas de mi vida, aunque las lágrimas que siguieron en esos tres años fueron las más dulces que he tenido, porque después de todo...

El las causo

mariposas nuevas para inquietar mi vida.