Advertencia:, slash moderado aunque no es nada grave xP

Disclaimer: todo pertenece a rumiko Takahashi.

"maldito"

Maldito, sicópata, raro, infantil, idiota, confiado, ssádico, enfermo, impuro, perverso, cruel, maldito, maldito, ¡maldito!.

¿Por qué?. No sabía. Y para el gran Bankotsu, líder de los siete guerreros era difícil, era imposible no saber algo. ¡pero cómo mierda se suponía que tenía que saber!. No tenía control de lo que estaba haciendo, ni cuando había dejado a Banryuu olvidada sobre el suelo. Lo que sí sabía era que deseaba partirse con ella la cabeza.

-Tarado.-

-Oh, eso ya lo dijo. Y no sabes cuánto me fascina que lo repitas. Se me eriza la piel...-

El joven de la larga trenza frunció los labios mientras le lanzaba una mirada fulminante. No se dejaron de mirar mientras se iban acercando.-Tarado.-Repitió, esta vez con convicción en cada letra.

-Hermanito Bankochu no me mire así... me derrito.-

-¡cállate!.-Tuvo el valor de gritar, algo asustado. Fue consciente de que era la primera vez que lo hacía con él. Nunca se quejó de su extraño comportamiento, porque su forma de matar era asombrosa. Terriblemente letal. Como la de una serpiente. Así que sus extraños gustos ¿Qué le importaban?.

Hasta que le importaron, y no sólo eso, si no que le hizo una extraña escena frente al grupito del chico perro. Y desde entonces... Jakotsu no dejaba de molestarlo. –estás celoso-Había dicho, y él, como buen hombre que era lo había negado. El problema era que el joven de los labios rojos y ojos verdosos era demasiado insistente. Muy insistente para su gusto.

Pudo ver que se alejaba de golpe y se escondía. Genial, le seguía temiendo. Por un lado eso era bueno… ¿pero por qué sintió ese vacío en el estómago?.

-Jako, vete a molestar a tu querido inu-chan.-escupió Bankotsu con desprecio, recogiendo a Banryu con una sola mano.

-wow.. esos músculos son impresionantes, hermano-Musitó con una sonrisa el mas alto. Bankotsu dejó caer nuevamente la alabarda mientras empotraba a Jakotsu contra la pared.

-Deja de hacer esos comentarios sobre mi, escucha. A mi no me gustan los...-

-¿en serio?. Vamos, hermanito Bako, si sabes que yo…-si era un maldito, porque sabía que ese acento lo desconcentraba. Era un idiota, porque se aprovechaba de su confianza. Era un...

Y sus labios rojizos, moviéndose lentamente con cada palabra. Su mirada tierna y suave, que ni siquiera con InuYasha empleaba y ese aliento a vino y hiervas. Era un maldito, pero más maldito era Bankotsu por callar a su guerrero favorito con un beso. Sus labios eran suaves y pegajosos, y en seguida se adueñaron de los suyos, correspondiendo al beso. Sus bocas unidas y Jakotsu tratando de introducir su lengua, para saborear el interior de su líder. ¿Cómo sería?. En pocos segundos dejó de ser un misterio, porque el joven shichinintai abrió su boca, dejando que los escalofríos tomaran posesión de su cuerpo.

Los dientes del mayor se enterraron en el labio pálido de Bankotsu, causando una herida que sangraba. Eso deseaba, eso quería. Probar su sangre, su saliva. Y él lo sabía, porque su hermano era un sádico, sicótico, pero sobretodo predesible, y deliciosamente maldito.

Fin.

nnU ya, se que es corto, pero prometo escribir algo más sobre estos hermanitos xP

o si no, un ren/gin (LL) me fascinan.