Sepelio

"En la acera me he sentado,

ha esperar la primavera...

primavera que no llega,

primavera que no llega."

Ni siquiera sé qué hago aquí, la gente me mira de reojo, me juzga...como siempre; me he quedado parado lejos, es lo mejor, para no incomodar mucho; recuerdo todavía cuando llegué a aquella montaña a avisar a Dumbledore, habría dado cualquier cosa por que él hubiera llegado a tiempo, habría matado yo mismo a Voldemort de haber podido, si tan solo...

Se retiran lentamente, ha venido mucha gente, ¿sabes?, incluso está por ahí Lupin, he visto también a los Weasleys, parece que tienen un pequeño de la edad del tuyo, por cierto, no lo han traído...Hagrid se paseó por ahí con el pañuelo en la nariz, McGonagall ha dicho unas lindas palabras, mencionó la clase en que lograste, a pesar de ser de segundo curso, convertir una paloma en una jarra de cristal cortado al primer intento, ha llorado y se ha quitado las gafas, de pronto fue como si le cayeran muchos años encima ¿sabes?, todos lucían realmente tristes; recuerdo ahora, no sé porqué, uno de los veranos que pasé mirándote a escondidas, luego ya que te volviste novia de Potter, solía sentarme a verlos de lejos, soñando que era yo él...¡qué curioso!...ya no duele como antes.

Será que te has ido Lily...será...sí, tal vez será...me he quedado un poco más, todos se han ido según creo...¡no!, Dumbledore aún está ahí, pero quiero acercarme a ti, no importa si está ahí, sólo espero que se quede como yo he estado todo el tiempo, callado.

-Severus...no se ha acercado antes...-Susurró con sus ojos azules clavados en las lápidas, si mirara, creo que sacaría la varita y le mataría aquí mismo sin pensarlo.

-No he querido que me vean. –Susurro sin saber ni por qué, quisiera sólo estar contigo, ignorarlo a él y a las personas que ahora que me doy cuenta, están en los alrededores mirando.

-Te han visto de todas formas. –Sonríe mirándome, ¿porqué no puede simplemente largarse y dejarme contigo?, ¿le cuesta mucho entenderme?

-No importa... –Me vuelvo a ti, o a la lápida, o a la tierra que te cubre, no lo sé.

-Harry está con sus tíos... –Susurra sonriente, frunzo el ceño, a mí qué carajo me interesa el hijo de Potter.

-Ah sí... –Contestó para parecer cortés, ahora que lo pienso, es mejor llevar la fiesta en paz, quisiera abrir la tierra y sacarte, apretarte entre mis brazos y llorarte todo lo que sufro, ¡Dios Lily si pudiera hacerlo!

-Ellos lo cuidarán lejos de la fama que ahora tiene... –Sigue hablando, sonríe incluso, se lleva la mano a la bolsa de la túnica, ¿qué diablos es eso?...¡caramelos!

-Eso es bueno... –Murmuro, me ofrece un caramelo...¿qué no se da cuenta que lo único dulce de mi vida está enterrado bajo esa lápida? -...no, gracias. –El hombre más listo de la historia es igualmente el más idiota de todos.

-Crecerá lejos de lo que lo pueda dañar...por ahora, debe ser normal... –Dumbledore me pone la mano en el hombro, ojalá no me sintiera tan mal, de buena gana le echaría en cara todo mi dolor.



-Claro...normal. –Idiota...como se nota que no conoce a tu hermana Petunia, tonto, pero me alegra, bonita vida le espera a ese pequeño, merecido se lo tiene James, sufrirá todo lo que yo sufrí en su hijo, y yo reiré contento.

-¿Sabías que Harry tiene los ojos de Lily? –Dumbledore me mira fijamente, debe estar muy contento mirándome, por alguna razón Lily, empiezo a tenerle aprecio a tu muchacho.