¿Saben qué? Realmente no me gusta esto de volver al colegio. Aunque en realidad no vuelvo, si no que voy. Gracias al trabajo de mi padre en el ministerio, me vi obligada a viajar con mi familia por muchos años. El lugar en que más tiempo estuve fue en París, por varios años. La cosa es que, gracias a eso perdí mi ingreso al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Sí, adivinaron. Soy bruja. Lo frustrante, que perdí varios años en el colegio. Por suerte, hice varios cursos en otros lugares pero el año anterior fue sabático para mí, así que este año tengo que hacer sexto año. Eso quiere decir que voy a ir con gente un año menor que yo. Todo gracias a que Dumbledore me conoce desde pequeña y me ve como su hija, por eso me dejó entrar a Hogwarts.
Aunque piensen que debería ser una bruja como corresponde, me crié como muggle. Me enteré del trabajo de mi padre y todo lo relacionado al mundo mágico a los 10 años. Porque mi padre pensaba que, como buena niña, no iba a ser capaz de guardar el secreto y decir eso en un vecindario muggle no es bueno. Ahí está la explicación de mi afición por la música muggle, el PC y otras cosas más.
Llegué a la estación King Cross diez minutos antes de las 11 y era un caos. Por suerte encontré un compartimiento vacío. Realmente no estoy de animo para conversar con alguien. Esto de irme al colegio no me causa mucha gracia. Saqué una revista de esas que mi madre jura que yo leo, de esas de adolescentes.¡ Vamos! Mi cerebro da para más. El tren se empezó a mover, así que encendí mi Discman. En estos instantes doy gracias que mi padre me comprende y hechiza mis cosas para que funcionen en cualquier lado.
Creo que pasaron un par de horas desde eso hasta que entró la chica esa. Tenía el pelo castaño y muy enredado, a mi madre le hubiera dado un ataque ahí mismo.
- ¿Me puedo sentar acá?- me pregunt
- Sí, el vagón no es de nadie.
- Gracias. Soy Hermione Granger
- Ravyn Pratt.
- ¿Eres nueva?
- Si
- ¿A que año vas a entrar?
- A sexto.
- Yo voy en sexto. ¿ Por qué entras a sexto? Si se puede saber, claro.
- Por asuntos del trabajo de mis padres hice varios cursos en otros países en vez de acá, pero el año pasado no entré al colegio, así que me atrasé un año. Debería ir a séptimo, pero me dejaron en sexto
- Ah, ya veo.
- Veo que todo el mundo anda con sus amigos.- comenté al ver pasar a un par de chicos corriendo- ¿ Y tú?
- Están en otro vagón, se reunió el equipo de Quidditch y realmente no me interesa estar allí.
- ¿ Y cómo son?
- Uno es un chico pelirrojo, de ojos azules, se llama Ron Weasley. El otro es de pelo negro, ojos verdes, no muy alto. Es Harry Potter.
- ¿ EL Harry Potter?
- Si
- Guau.
- Jajaja, no te preocupes. Una vez que lo conozcas verás que el la persona más normal del mundo.
Y así continuó el viaje. Hermione y yo nos fuimos conversando de muchas cosas. Me explicó unas cuantas cosas del colegio, todo el asunto de las casas y eso. Dijo que de verdad le gustaría que yo quedara en Gryffindor, dijo algo de ser buen material para eso. Después charlamos de cosas muggles, ya que ella es hija de muggles. Es agradable. Y al parecer muy responsable.
Pronto dos chicos se asomaron al interior del vagón. Gracias a la descripción de Hermione, acerté a que eran sus amigos.
- Hola- dijo el pelirrojo.
- Hola- le respondí.
- Ravyn, él es Ron Weasley y él es Harry Potter.
- Mucho gusto. Ravyn Pratt.
- ¿ A que curso vienes?- preguntó Harry.
- Hermione, hazme el favor y explícales, mientras guardo esto.
Me dedique a guardar mi discman, mientras ella les explicaba mi situación. De verdad no quería repetir la historia de nuevo. Rápidamente pasamos a otros temas, como el asunto del profesor de defensa contra las artes oscuras, el campeonato de Quidditch, y de vuelta al asunto de las casas. Yo más que nada me dedique a escucharlos, mucho no podía opinar.
Cuando el tren disminuyó la marcha, los chicos y yo comenzamos a alistarnos. Una vez abajo, ellos se fueron a unas carrozas, pero a mí me llamó un gigante, no, un semigigante con una linterna. Harry me dijo que fuera tranquila, que era Hagrid, el guardabosques del colegio y que estaría bien. Los chicos se alejaron con un "nos vemos adentro". De allí nos hizo caminar a los demás niños y a mí un poco, y luego nos subimos a unos botes. Al rato pude ver el castillo. Me quedé sin palabras. De un minuto a otro me tuve que bajar del bote, seguir caminando y entramos al castillo. En la puerta del comedor nos esperaba esa señora McGonagall, la conozco por mi familia también.
- Muy bien, están todos.- y de allí soltó su discurso acerca de las casas y todo eso- Señorita Pratt, usted será sorteada primero.
Entramos al gran salón. Guau. No hay otra manera de describirlo. Me habían hablado de él, pero siempre creí que estaban exagerando. Ja, y yo que creía conocer la opulencia. Mientras caminaba divise a Harry, Hermione y Ron. Conversaban con otra gente, pero me vieron y me dirigieron una pequeña sonrisa.
- Muy bien, comencemos con la selección. – dijo la Profesora McGonagall- Ravyn Pratt.
Me acerque y me senté en ese taburete, me colocaron ese sombrero, que yo pensé que me iba a tapar los ojos, pero no lo hizo. Lo cual me produjo una ansiedad ya que veía como todo el mundo me observaba. Pero mi mirada se detuvo en cierto chico. Era rubio y de ojos grises. "Definitivamente, hay que averiguar quien es" me dije. En realidad, pensé muchas cosas mientras ese sombrero me hablaba. La cosa es que pegue un salto cuando grito:
- ¡¡¡Gryffindor!!!
Me levanté y fui donde Hermione y los muchachos. Me recibieron con abrazos y mucha parafernalia. Me senté e inmediatamente comenzaron las presentaciones.
- Dean Thomas- se presentó un muchacho que estaba al lado de Harry.
- Seamus Finnigan
- Parvati Patil
- Lavender Brown.
- Ginny Weasley- la pequeña pelirroja fue la ultima en presentarse.
- Es mi hermana- dijo Ron. Lo miré con cara de que lo que había dicho no podía ser más obvio, logrando una carcajada de parte de Harry.
Una vez que comenzó el banquete fui feliz, de verdad estaba famélica. Mucho no conversamos, tal vez por que todos estaban en mi mismo estado. Pronto se acabó la cena y como consecuencia de esta, el sueño me estaba golpeando fuertemente. Salí del gran salón siguiendo a los muchachos, no sin antes mirar por sobre mi hombro el comedor, y unos ojos grises que me seguían mirando.
Subimos a la torre, Hermione me insistió en que me aprendiera bien la contraseña. Díganme que recordar "Cattuli viride" es difícil. Entre a lo que llamaban la sala común. Era enorme, y muy linda. Seguí a Hermione por las escaleras.
- Esta es tu cama, al lado de la mía- me dijo.
- Genial. Creo que la voy a inaugurar ahora mismo
- Yo también, estoy muerta.
Después de ponerme un pantalón y una camiseta vieja me metí en la cama. Hermione apagó la luz y lo ultimo que recuerdo fue haber puesto la cabeza en la almohada. Me quede dormida de inmediato.
