Quebrado.

'¿Me estás diciendo que deje de ser un héroe?'
'No
estoy diciendo que lo dejes ahora. Pero no puedes continuar con ese trabajo para siempre.'

La llovizna no parecía tener intención de cesar, los zapatos blanco y negro se las arreglaban para abrirse paso entre los charcos, aunque el andar fuera similar al de alguien que no tiene a donde ir. La ropa húmeda se le pegaba al cuerpo, acomodo la boina sobre su cabeza para cubrir más el rostro y ocultar la mirada gacha, no servía de nada resguardar las manos dentro de los bolsillos y aun así lo hizo pues lo dictaba la costumbre.

Kotetsu se las había arreglado para tomar la ruta más rápida y desolada hasta su departamento. Había tomado un baño, no obstante, no había puesto un pie en la cocina como otras veces, no intento llamar a Kaede e inclusive rogo porque su hija olvidara por esa ocasión la plática que solían tener a mas tardar cada tercer día, como lo habían pactado desde que tuvo que separarse de ella. Suspiro tumbado en el sofá, sonriendo momentáneamente por el simple hecho de recordar a su pequeña niña, aunque no duro mucho. Los orbes café reflejaban desaliento en tanto se fijaban en la diestra que se abría y cerraba moviendo los dedos con extrema lentitud, el solo podía preguntarle a Wild Tiger ¿Que está pasando? –Bien pareciera estúpido o falto de sensatez, mas no había a quien más pedirle explicaciones.

'¡Barnaby ha ganado la mayoría de puntos durante esta cuarta temporada! ¡Ha roto el record de Mr. Legend!'

Chasqueo la lengua, no molesto, mucho menos celoso, aquella mala racha con su compañero ya estaba atrás, aunque si era sincero aquel logro lo hubiera deseado para sí mismo porque de alguna manera llegaba a mermar en el alma de niño que aun vivía en el, aquel que admiraba a Mr. Legend aun a pesar de los años. Incluso cuando había salido a aquella terraza, tratando de tragarse su orgullo con sorbos de vino amargo, no se hubiese imaginado recibir la compañía de Barnaby, no vio venir aquella conversación y repentinamente juraría que hasta se comenzaba a sentir entusiasmado al escuchar a que aspiraba el joven de gafas, que aunque le reprochara al moreno por no tener algo que se pudiera llamar netamente un sueño en realidad no comprendía que Kaburagi era de aquellos hombres que no codician nada, que viven agradecidos con lo que la vida les ha brindado aunque después se los haya arrebatado, y que para Tiger la simpleza de poder contribuir a la construcción de sueños ajenos bastaba.

Mas repasar mentalmente todo aquello no servía, ya que la segunda pregunta fundamental a todo aquello aun seguía sin ser respondida.– ¿Por qué ahora? –Si ya era algo inevitable, ¿por qué perdía sus poderes en ese momento?, en aquella época de su vida, ¿porque cuando podía volver a recordar gustoso el rostro de Tomoe orgullosa de "Su héroe"?


Contribuyendo al fandom en español de Tiger & Bunny :3

Esta serie me ha gustado bastante, aunque lamento demostrar mi fascinación escribiendo algo tan triste, mas tratándose del personaje con el que me he encariñado, pero en fin.

Gracias por leer, las críticas son bien recibidas.