Ciaossu!

Después de terminar de leer el manga no he podido evitar escribir este fic, me he enamorado de esta pareja y he decidido dedicarles mi primera historia.

He introducido palabras en italiano y al final de cada capítulo escribiré su significado.

Espero estar a la altura de todos los estupendos escritores que comparten sus historias con nosotros y no defraudaros.


La verdad es que no sé cómo empezó todo. No recuerdo la primera vez que le sorprendí escaneando cada detalle de mi cuerpo con sus fieros ojos rojos, ni la primera vez que sus poderosos brazos me acorralaron contra una pared para clavarme su mirada y recordarme la pedazo de basura que soy mientras yo notaba su aliento sobre mi rostro. Tampoco puedo acordarme de cuando fué la primera vez que se me puso dura mientras hacía alguna de esas dos cosas. Pero si me acuerdo con detalle del primer beso, si es que se le puede llamar así, que me robó aquella noche; sus agresivos labios destrozaban los míos en una batalla que perdí en el mismo instante en el que un gemido escapaba de mi garganta, con su egocéntrica superioridad supo que me había ganado y atacó con su lengua el interior de mi boca, aaaah… esa deliciosa y fiera lengua… Sus dientes desgarraron mi labio inferior y, al contrario de lo que una persona normal pueda pensar, me puse todavía más cachondo, quería más de esa agresividad, quería que me dominara con su poderoso cuerpo y que me demostrara quien es el jefe.

Pero ese no fué el último, sino tan sólo el primero de los miles que vendrían después, cada cual más experto y sabroso… aunque lo mejor llegó un mes después, después de una dura misión en España… esa noche que nunca olvidaré.


"¡VOOOOOI STUPIDO BOSS!" se acercó a él bastante enfadado por la misión que le había encomendado su jefe "¿Se puede saber que mierda de misión era esta?" dió un golpe fuerte en su mesa y le arrojó el informe "¡Aquí tienes tu jodido informe, me voy a dormir!"

"No te he dado permiso para largarte, escoria" ignoró los papeles y sus ojos permanecieron fijos sobre Squalo en todo momento "Ven aquí"

"¡Ya estoy aquí!"

"Aquí" dijo señalando su mesa.

El tiburón le obedeció pero no pudo evitar protestar mientras se acercaba a donde le habían mandado como si un imán le estuviera atrayendo sin poder evitarlo.

"VOI! ¿Por qué eres tan molesto? ¿No puedes dejar a la gente descansar después de obligarles a…?"

"Cállate, basura" Xanxus se levantó de su silla y agarrándole fuertemente de la cintura le sentó encima de su mesa "Has jodido el trabajo e iban a pagar muy bien por él" el corazón de Squalo se estaba acelerando, nunca había visto ese brillo en la mirada de su jefe "Acabas de confirmar lo escoria que eres" sus piernas fueron separadas con poca delicadeza por dos grandes manos "y a la escoria solo se la puede tratar de una manera"

Xanxus empotró su cadera en la de Squalo, quién emitió un sonido de sorpresa sin imaginarse cuáles serían sus intenciones. La agresiva mano derecha de su jefe se restregaba contra su hombría con fuerza, agarrando el bulto por encima de sus pantalones.

"¿Ya estás duro? ¿Hace cuánto tiempo deseabas esto, feccia?"

"Ve-vete a la mierda"

La sonrisa de superioridad se dibujó en sus labios en una mueca con la que el tiburón estaba muy familiarizado y que tan sólo él conocía "Maldito bastardo sádico, sabe perfectamente cómo tocarme" La mano izquierda estaba apoyada en la mesa y la que estaba torturándole sus partes comenzó a desabrochar los pantalones de su uniforme con destreza, bajó la cremallera y acarició, con la poca delicadeza que la vida le otorgó, la tela de sus calzoncillos con su dedo índice previamente ensalivado.

"Estás ya temblando ¿vas a correrte solo con esto?"

"¿¡A qué estás jugando sádico!? ¡Haz algo!" La impaciencia hizo agarrar impulsivamente la mano de su jefe y apretarla contra su hinchado miembro, pero Xanxus le propinó una bofetada en la cara con su otra mano.

"NO ME DES ÓRDENES, ESCORIA"

"¡VOI! Stupido boss, eso no hacía falta"

"Cállate de una vez… hablas demasiado"

Xanxus arrancó un trozo grande de la camiseta del capitán de los Varia para amordazar su boca y atarle las manos. Agarró la tela que unía sus manos y lo atrajo hacia su cuerpo.

"Así estás mejor… arrodíllate" tiró de la atadura hacia el suelo y el tiburón cayó de rodillas no sin antes forcejear para que eso no ocurriera. Le restregó la cara contra el bulto de sus pantalones mientras se los desabrochaba y le decía:

"Debería haberte puesto así hace mucho tiempo. Vamos a comprobar si este Squalo di merda sirve para algo"

El tiburón no hacía más que emitir sonidos de protesta que no podían distinguirse con claridad mientras Xanxus se iba poniendo cada vez más duro al escucharle, su impaciencia hizo que se deshiciera rápidamente de la ropa que había entre su hombría y la boca de su capitán y le hundió la cara contra ella.

"Vamos, a qué esperas"

Squalo dudó unos instantes, no se imaginó que su jefe tendría ese descomunal tamaño y se asustó de lo que podría pasarle a su boca si se la metía dentro. Tragó saliva y supo que sus opciones eran escasas, además, siempre se había imaginado haciendo cosas así con él y ahora que se habían hecho realidad no quería echarse atrás, aunque tampoco es que le fuera a dejar ir si se lo pedía.

Le liberó la boca de la mordaza y le amenazó:

"No se te ocurra pronunciar ni una sola palabra"

Escuchó un gruñido de su jefe que sujetaba su larga melena fuertemente con una mano mientras con la otra agarraba su miembro y se lo restregaba por la cara. El tiburón tenía su lengua fuera, lamiendo la punta y asombrándose de lo suave y cálida que era. Se llevó sus dos manos atadas y las puso encima de sus calzones intentando hacer fricción y darse placer, pero Xanxus puso la punta de su zapato en su atadura y le apartó de allí.

"¿Quién te ha dicho que puedes hacer eso? Tú no vas a correrte escoria, no te lo has ganado. No sabía que te gustara tanto chupar pollas"

"Tsk…" estar impotente ante su jefe le estaba excitando deliciosamente y comenzó a pensar por qué le gustaba tanto ser dominado por él de esa forma, su corazón estaba desbocado y su miembro palpitaba de deseo debajo de su ropa, humedecido la tela con su líquido preseminal. Su propia necesidad le hizo impacientarse y acercó su lengua de nuevo a la suave punta, lamiéndola con más intensidad que antes mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar por la nueva sensación que estaba experimentando.

Xanxus no le quitaba ojo y, aunque intentaba calmarse para parecer más duro e indiferente, comenzó a respirar aceleradamente al notar cuánto le estaba gustando a su capitán lo que le estaba obligando a hacer. Volvió a agarrar su polla y la forzó a entrar mientras Squalo abría la boca de par en par obedientemente "Mierda… me está poniendo a cien… maldito tiburón". El imponente jefe Varia se estaba derrumbando ante la obediencia de su capitán e intentó recobrar su impasible pose. Embistió su boca con dureza, sin importarle lo profundo que estaba penetrando e intentó ahogar cualquier sonido de placer que deseaba hacer, no podía mostrar debilidad delante de su subordinado.

Squalo no podía seguirle el ritmo, era la primera vez que hacía sexo oral y el tamaño de Xanxus no se lo estaba poniendo fácil, por no decir que no le había dejado en ningún momento tomar la iniciativa y acomodarse. Desde el principio le había follado salvajemente la boca, atravesando su garganta una y otra vez, por lo que las náuseas iban y venían continuamente mientras se concentraba en respirar por su nariz sin mucho éxito. Después de un par de minutos eternos le dejó respirar mientras clavaba sus ojos rojos en él.

"¿Cuántas de estas te has comido? Entra demasiado fácil" le dijo mientras observaba lascivamente como resbalaba la saliva por su barbilla hasta el suelo. Le agarró del cuello y le elevó para besarle, distinguiendo el sabor de su miembro en su lengua, para después obligarle otra vez a ponerse de rodillas y reanudar sus embestidas. Esta vez parecía que había aumentado el ritmo y el tiburón dejó escapar unas lágrimas involuntarias por su mejilla, lágrimas de impotencia y agobio. Sin dejar de penetrarlo, le retiró su salado fluido con su dedo pulgar mientras mantenía la mirada clavada en su cara y dejó escapar su abundante semen en la boca de su capitán, con un gruñido que no pudo reprimir, cuando vio como los ojos color plata le devolvían la mirada.

Retiró su palpitante hombría sin apartar si mirada del jadeante tiburón que intentaba recuperar el aliento. A Xanxus se le aceleró el corazón de nuevo al contemplar su deliciosa cara; la mezcla de lágrimas, sudor, saliva y semen era tan excitante para él que impidió que su miembro se relajara. Le puso en pie agarrando su atadura y le retiró suavemente la mezcla de fluidos de su rostro mientras Squalo se sorprendía por el delicado contacto, nunca pensó que su jefe pudiera hacer algo tierno y mucho menos con él. Xanxus pareció caer en la cuenta de lo que estaba haciendo y le empujó bruscamente echándole de su despacho.

"Lárgate de aquí… basura"

Se sentó de nuevo en su silla leyendo el informe que le había llevado hace unos minutos y, por primera vez desde el día que le conoció, Squalo se quedó sin palabras. Se dió media vuelta y se marchó sin poder ver como su jefe levantaba de nuevo la mirada para observar cómo salía con una expresión pensativa.


Y así fue como empecé a verle de otra forma. Desde que nos conocimos siempre ha sabido como dominarme, dejándome bien claro quien manda y porque, mostrándome a cada momento su superioridad con insultos y con su fuerza física, es por eso que no sé si le amo o si le odio, o puede que ambas cosas a la vez si acaso eso es posible. Pero lo que peor llevo es que hasta la fecha no ha vuelto a tocarme… no he sentido sus manos sobre mi, ni su polla dentro de mi boca, todo parece que ha vuelto a como era antes: Yo dejo mi informe sobre su mesa y él me obliga a marcharme lanzándome lo primero que tiene a su alcance. Intento provocarle, para sacarle de sus casillas y que desee dominarme otra vez, pero se mantiene impasible a mis provocaciones, incluso parece que le hacen gracia con esa estúpida sonrisa de medio lado que pone… Stupido boss ¿Qué quieres de mí?


El invierno se presentó con fuerza en Italia, no se recordaba un inicio de estación tan duro y cruel como ese y el temporal pilló desprevenido a todos los aeropuertos del país. Por esa razón, el escuadrón independiente de los asesinos más despiadados y eficaces del mundo vinculados a la familia Vongola, los Varia, tuvieron que anular sus trabajos y esperar pacientemente en la mansión donde residían, aunque la paciencia no era una cualidad de ninguno de ellos, excepto quizás de Lussuria, que hizo de árbitro y pacificador en esa mañana tan dura que se presentaba.

"Vaaaamos, vamos, chicos"

"La rana no sabe perder. Dale su dinero al príncipe"

"Técnicamente no has ganado, hacer trampas no es ganar, así que este dinero es mío"

"¿Qué has dicho? Los príncipes no hacen trampas" Belphegor amenazaba a Mammon con sus cuchillos pero de nuevo Lussuria intervino.

"No creo que esto fuera a acabar bien para ninguno de los dos ¿por qué no lo olvidáis de una vez? Me estáis dando dolor de cabeza"

"Dame mi dinero estúpida rana"

"Quítamelo"

"¡VOOOOOI! ¡¿Váis a callaros ya o que?! ¡Se os oye desde el piso de abajo!"

"A ti si que se te oye desde..."

"¡VOI! ¿Qué has dicho Bel?"

"Naaaada, naaaaada"

"¿Dónde está el inútil del jefe?"

"Hmmm no le he visto salir de su despacho" dijo Lussuria llevándose las manos a la cara pensativamente "aunque he… ¿oh?"

Un estruendo pudo distinguirse después de un ligero temblor que sacudió la mansión entera.

"Vaya, otra víctima del jefe… capitán, podrías ir a calmarlo , solo se calma contigo" el príncipe destripador se reía de su propio comentario.

"¡¿Qué dices idiota?! ¡No soy la niñera de ese crio!"

"Yo también puedo calmar al jefe, por eso seré su mano derecha cuando acabe un día contigo" le dijo Levi a Squalo.

"Haz lo que quieras, pero nunca podrás acabar conmigo ¡basura!" le dijo el tiburón marchándose del salón donde se encontraban sus compañeros. Levi le siguió de cerca.

"Va a matar al grandullón" dijo Bel con su característica risita.

"Te apuesto 1000 euros a que solo le echa a patadas" le dijo Mammon ofreciéndole otra apuesta.

"El príncipe ha dicho que va a matarle ¿acaso no escuchas?" la dijo enseñándole sus cuchillos de nuevo.

"Me da igual lo que el NO príncipe haya dicho, eres muy pesado"

"Ayyy, ya estamos otra vez" Lussuria se desesperaba de nuevo ante la actitud de sus dos compañeros mientras miraba por la ventana cómo nevaba copiosamente.

Después de dos minutos, otro estruendo procedente del piso de arriba pudo escucharse y Levi bajó al poco rato magullado y sangrando por la nariz. Bel y Mammon se rieron de él y Lussuria intentó curarle recordándole lo imprudente que era acercarse a Xanxus cuando estaba enfadado. Squalo apareció a los pocos minutos mientras aún le estaba poniendo unas vendas en el brazo y con un bufido dijo:

"¡Ese idiota de jefe!… siempre cree que puede salirse con la suya. Le voy a dar una paliza a ese mierda"

"Levi, aprende cómo hay que tratar al jefe" se mofó Bel.

"¡Cállate criajo! Seguro que vuelve igual que yo, Bossu está hoy muy enfadado"

Mientras se dirigía al despacho de Xanxus iba mascullando toda clase de insultos dirigidos hacia su persona, apretaba sus puños con fuerza y con una expresión de agresividad, no entendía por qué estaba hoy tan enfadado y se disponía a buscar respuestas.

"¡VOOOOI! ¿¡Qué estás haciendo!? ¡Casi matas a Levi!"

"¿Quién es ese?"

"¿QUÉ? ¿Cómo que quién...?"

"¿Qué hacen todos aquí, capitán? Los trabajos no se hacen solos"

"¡Están todos los aeropuertos cerrados y no se…!"

"Y los señores tienen que ir en avión ¿no?" dijo interrumpiendo su frase y levantando por primera vez su mirada hacia él.

"E-eh… ¿qué quieres que hagan? No van a ir andan..."

"También se puede ir en coche" le contestó mirando de nuevo sus papeles.

"Pero si van en coche Bel por ejemplo tendría 6 horas en llegar hasta su…"

"No tiene otra cosa que hacer. Quiero que se larguen de aquí… YA"

"VOOOOI ya nos vamos… pero luego no te quejes de que…"

"Tú no te vas a ninguna parte"

"¡Quieres dejar de interrumpir mis fras…!"

"Nos vamos a japón"

"¡¿EEEH?! ¿A JAPÓN?"

"Te lo explicaré cuando me haya dado un baño caliente en el jacuzzi del hotel. Ahora lárgate de aquí escoria y diles que quiero esos trabajos para ayer"

Squalo se quedó sin aliento… un viaje a Japón con Xanxus. Su corazón latió con fuerza y sin decir nada más salió de su despacho encaminándose hacia la sala donde se encontraba su escuadrón.

"VOIII IDIOTAS EL jefe quiere saber qué hacéis aquí aún"

"Eeeeeh ¿lo aviones no vuelan hoy?" dijo Bel con tono sarcástico.

"¡Usad los coches pero largaos de aquí de una vez!… no quiero veros dentro de una hora vagueando aún por aquí"

"¿¡Y tú qué harás Squalo!?" exigió saber Levi.

"¡A ti que te importa! FUERA"

"Espero que Xanxus me pague bien por este trabajo" fue el último comentario de Mammon antes de abandonar la sala.

A regañadientes y poco entusiasmados con la idea de ir en coche obedecieron y abandonaron la mansión.

El tiburón estaba en su cuarto organizando su maleta con los nervios a flor de piel, nunca había hecho un viaje a solas con su jefe y comenzó a endurecerse mientras recordaba la felación salvaje que practicó con él hace 6 meses. Se llevó su mano a la entrepierna y se sentó en el suelo con las piernas abiertas acariciándose mientras volvía a escuchar en su cabeza esa voz de mando ordenándole a hacer esas cosas para él.

Se relamió recordando el sabor de su semen derramándose por la comisura de sus labios y metió la mano por debajo de su ropa, sacando su dura polla por encima de la goma elástica de sus pantalones holgados. La masajeó vigorosamente cerrando los ojos y apoyando su espalda en los pies de la cama para poder acariciar la entrada de su trasero con los dedos de la mano libre que metió por dentro de su pantalón. Apretó ligeramente su agujero para poder meter la yema del dedo índice, el cual sacó y metió repetidas veces al mismo ritmo que tenía su otra mano mientras bombeaba su hinchado miembro. Jadeando y respirando con dificultad notó como el orgasmo estaba a punto de invadirle los sentidos, pero una voz ronca le sacó de su extasiado mundo:

"¿Ma che cazzo stai facendo, feccia? No es momento de hacer esto. Termina de recoger, nos vamos en media hora"

Se quedó tan petrificado que ni siquiera pudo soltar su erección, simplemente miró a Xanxus mientras le sonreía con esa medio sonrisa que le crispaba los nervios y le ordenaba que se diera prisa saliendo inmediatamente de la habitación. Tal fue el susto que incluso se le quitaron las ganas de seguir con su tarea, volvió a meterla en sus pantalones y siguió recogiendo su ropa temblorosamente mientras su corazón bombeaba la sangre de sus venas a mil por hora. "Algún día le mataré" se juró a si mismo mientras cerraba la maleta y se vestía.


Es verdad que ese viaje iba a poner a prueba mi paciencia, el maldito jefe se empeñaba en torturarme, sabiendo cuanto me había gustado lo que me hizo, por eso se estaba resistiendo, porque no quería darme lo que yo deseaba. Podría haberme violado en el momento en el que me sorprendió con mi dedo dentro de mi culo, pero no… sonrió con esa puta sonrisa y se largó indiferente. Me encontré con él en la limusina, me senté enfrente y miré por la ventana incapaz de poner mis ojos sobre los suyos, pero notaba su mirada clavada en mi, poniéndome nervioso, intentando molestarme… ¿Por qué le gustaba tanto cabrearme?


Un silencio sepulcral se instaló durante todo el trayecto al aeropuerto, el tiburón Varia no dejó de mirar por la ventana ni un segundo, pero cuando vió a dónde se habían dirigido no pudo evitar gritarle:

"¡Stupido boss! ¿Quieres matarnos? ¡No se puede volar con este temporal!"

"Pensé que te habías quedado mudo, no sabes la alegría que me habías dado"

"VOIII"

Ignoró su protesta y Squalo no tuvo más remedio que seguirle como siempre. No creía que Xanxus fuera a suicidarse, así que como su líder pronunciaba una media de 30 palabras al día, incluyendo basura, mierda y escoria, y nunca le explicaba nada, decidió dejarse llevar.

Se dejó caer en el asiento del avión privado que disponía el jefe Varia y cruzó sus piernas y brazos observando los movimientos de un azafato muy apuesto que colocaba sus pertenencias.

"¿Te gusta? Tiene un buen trasero" Le susurró Xanxus al oído.

"VOIII ¡No hagas eso, idiota!" de un codazo apartó su cara mientras Xanxus se sentaba en el asiento que había detrás del suyo. El azafato dió un brinco al escuchar el repentino grito del tiburón y le miró de reojo pensando en las agallas que tenía al hablar de esa forma al líder de los Varia, pero esa mirada se prolongó más de lo previsto ya que el chico se quedó mirando el hermoso pelo blanco del capitán y sus hipnotizadores ojos color plata sin que este se diera cuenta.

"Basura... si tu mirada sigue ahí cuando parpadee, tu cuerpo llegará hecho pedazos a Japón"

El joven azafato entendió la amenaza a la perfección y siguió realizando su trabajo mientras Squalo se volvía a mirar a Xanxus sin intentar buscar una explicación a la amenaza.

El sol se asomó antes de que despegaran y el tiburón sonrió confirmando lo que ya sospechaba, su jefe siempre hacía las cosas por una razón.

"Tsk… ¿cómo lo sabías?"

Su pregunta fue ignorada y el avión despegó por fin. El viaje iba a ser largo y aburrido, sobre todo con el misántropo compañero con el que viajaba. Suspiró acomodando su cuerpo y puso una película en la pequeña pantalla, pero era tan mala y aburrida que se quedó dormido sin darse cuenta en el cómodo asiento del caro jet privado.

Xanxus se levantó para ir al baño y cuando volvió se quedó mirándole mientras dormía, desde que pasó lo de aquella noche no había dejado de pensar por qué motivo lo hizo, solo sabía que en ese momento su cuerpo le traicionó y por más que su mente le gritaba que no lo hiciera, por alguna extraña razón sus extremidades no respondieron y acabó dejándose llevar por el deseo… ¿deseo era la palabra? No sabía si era eso o pura lujuria pero si era esto último ¿por qué solo le pasaba con él? Había intentado acostarse con las chicas más guapas que podían existir en Italia, el dinero se lo permitía, pero no consiguió excitarse con ninguna de ellas, ninguna le daba el placer que él necesitaba, solo estaban envueltas en carne suave y le decían palabras que él quería oír porque las estaba pagando para que lo hicieran. Pero con él todo fue distinto, la necesidad que tuvo en ese momento de hacerle suyo fue tan apremiante que incluso logró resquebrajar la coraza alrededor de sus sentimientos, por minúsculo que fuera le mostró a su letal tiburón cuánto estaba disfrutando con su boca. Por eso desde entonces no pudo acercarse más a él, porque temía que esa coraza terminara de romperse del todo.

Después de 15 horas lograron por fin llegar al aeropuerto de Tokyo. El viaje fue tranquilo y reinó el silencio excepto por algún comentario aislado. Squalo notó que su jefe estuvo más callado que de costumbre y se armó de paciencia pensando en la estancia tan dura que le esperaba si seguía manteniendo esa actitud.

Al bajar del avión, un coche privado les estaba esperando en la misma pista y les llevó a la ciudad de Namimori después de un par de horas de trayecto. Les dejó en el hotel más lujoso que la modesta ciudad podía permitirse y escuchó como Xanxus bufaba decepcionado:

"VOI ¿Qué pasa ahora? ¿El hotel no es del agrado de su alteza?" dijo con tono de burla.

"Mientras tenga jacuzzi…"

El tiburón fue a recoger las llaves y recibió tan solo una tarjeta, miró a la recepcionista y la preguntó a su estilo.

"VOI ¡Somos dos! ¡Me falta una habitación!"

"E-eeeh, déjeme comprobarlo señor" pasaron unos segundos de silencio mientras comprobaba los datos en su ordenador y le confirmó "E-eh, disculpe si ha habido algún error, pero solo la suite está reservada"

"¿Q-QUÉ?" se giró irritado para mirar a su jefe que le esperaba molesto en un sofá de la entrada y se dirigió a él dando zancadas.

"¿¡Qué es eso de que solo has reservado una habitación!?"

"Es la suite, escoria, hay dos habitaciones en ella. No voy a gastar más dinero para que tú te masturbes tranquilo" le dedicó la sonrisa que cabreaba tanto al tiburón y caminó al ascensor ignorando sus insultos.

"¿Q-Qué has dicho? ¡Stupido boss!... ¡Te estoy hablando!... VOOOOI XANXUS"

La gente que deambulaba por el hall le miraban molestos mientras seguía la estela de su jefe hacia el ascensor. Apoyó la espalda en el espejo cruzando sus brazos y le dedicó una cara de pocos amigos.

"Eres irritante"

Silencio

"Muy irritante"

Silencio

"No sé por qué te aguanto aún… Tsk"

Ante ese comentario Xanxus levantó la mirada para mirarle, le acorraló con fuerza contra el espejo, apoyando sus manos a ambos lados de su cara y resquebrajando el cristal debido a su descomunal fuerza.

"Me aguantas porque te ordeno que lo hagas. Cuando me canse de ti podrás hacer lo que te salga de los cojones, pero mientras tanto… eres mi escoria"

Y ahí estaba de nuevo, después de cinco meses lo volvió a acorralar de forma posesiva y se convirtió otra vez en el Xanxus con el que se acostumbró a tratar en el último año, ese Xanxus que le estaba excitando en un ascensor de un hotel mientras le mostraba con descaro su superioridad recordándole a quién pertenecía.

Sus fuertes manos le soltaron al escuchar el 'ding' del ascensor y salieron de él, Squalo aún sin aliento y con el corazón desbocado.

La habitación no era la mejor suite que hubieran visto en sus vidas, pero tampoco se podían quejar, hacía honor a su nombre siendo bastante completa y cómoda, y sobre todo y para alivio de Squalo… tenía el maldito jacuzzi.

"Vaya merda de jacuzzi"

"¿Ya estás quejándote?" le dijo mientras sacaba la ropa de su jefe de la maleta.

"Pide algo para comer, basura"

"¡¿Y tú qué harás? darte un bañito relajante ¿no?!"

Su respuesta fue un sonoro portazo y suspiró molesto por la actitud de su jefe. Obedeciendo sus órdenes usó el teléfono de la habitación para llamar al servicio de habitaciones y pedir una cena típica japonesa de la que no entendía ni la mitad de los platos y se tumbó en su cama bocarriba y con los brazos en cruz mirando al techo. Al rato levantó la cabeza y echó un vistazo a la puerta cerrada del baño, se excitó imaginándose el poderoso cuerpo de Xanxus desnudo en un baño de agua caliente y sacudió la cabeza para intentar eliminar esos pensamientos impuros hasta que fue rescatado por alguien que llamaba a la puerta:

"¡Servicio de habitaciones!"

"VOI ¡Ya era hora!" gritó encaminándose hacia la puerta y dijo mientras la abría "¿Cuánto tardan en Japón en hacer la cena?"

El hombre entró con el carrito con una sonrisa y Squalo le echó bruscamente justo cuando Xanxus salía del baño con solo una toalla atada a su cintura. El tiburón cerró con un portazo y cuando se giró para hablar a su jefe le vió con su escaso atuendo y las palabras murieron en su boca fulminantemente.

"A ver a qué sabe la comida japo…"

"¿Te pasa algo, basura?" dijo secándose el pelo con otro toalla.

"¡Podrías vestirte para cenar, maldito pervertido!"

Como era costumbre ignoró su comentario y destapó las bandejas de comida preguntando:

"¿Qué cazzo es esto?" sacó una bola de arroz y la examinó con cara de asco.

"VOI Pues comida japonesa, no esperarás que te hagan en Japón ravioli di carne"

"Tsk… que basura"

"¡Pero si no lo has probado!... Espera" buscó algo que pudiera gustarle y agarró con los palillos torpemente un trozo de sushi de salmón "Toma" se le acercó a la boca mientras Xanxus la abría pero se cayó al rozarle los labios.

"Tsk… eres un inútil" lo recuperó con su mano y se lo comió mientras observaba como el tiburón seguía empeñado en cogerle el truco a los palillos sin mucho éxito "Pide un puto tenedor"

"¿Qué problema tienes? Quiero a...prender…. ¡JA! ¿Lo ves?" dijo mientras conseguía llevarse más o menos un trozo de sushi de atún a la boca.

Después de cenar encendieron un rato la tele y pusieron un canal de series americano, pero el aburrido espadachín, después tres horas viendo una serie sobre vampiros muy mal hecha, le dijo que se iba a la cama.

"Paso de esta bazofia, me voy a dormir"

Cuando pasó por delante de Xanxus su mano fue agarrada con fuerza por otra más grande.

"VOI ¿¡Qué haces!?"

El líder de los Varia hizo caso omiso de sus protestas y le sentó de nuevo, esta vez encima de su regazo. Squalo se ruborizó enseguida y se quedó paralizado sin saber qué hacer con ambas manos apoyadas en el asiento del sillón a los lados de los muslos de Xanxus.

Agarró su cabello y tiró de él hacia abajo para atacarle con un beso feroz, lleno de lujuria y deseo reprimido que difícilmente podía disfrazar en esos momentos tras ninguna de sus máscaras de crueldad o frialdad.

El tiburón espadachín dejó caer su pecho hacia el de su jefe y, por primera vez desde que empezaron esa extraña relación, rodeó su cuello con sus brazos devolviéndole el beso apasionadamente. Notaba como las rudas manos pasaban por toda su espalda tirando de su pelo de vez en cuando y se posaban en sus nalgas apretándolas posesivamente. El jefe Varía se puso de pie sin soltarle su trasero y le tumbó encima del sofá colocándose rápidamente entre sus piernas y recorriendo su cuerpo con una mirada sádica.

"Hmmm ¿Por dónde empiezo a descuartizar a este squalo?"


Di merda: de mierda

feccia : escoria

¿Ma che cazzo stai facendo, feccia? : ¿que coño estás haciendo, escoria?

Stupid boss: estúpido jefe