Nota del autor: Hola :)
Esta es una historia basada en el juego RPG de Ib, por la que la historia se basa totalmente en ella, con algunos cambios que haré para que calse con los personajes.
Quiero agradecer a ice and coffe, quien me permitió utilizar su idea de su corto de "Welcome to the world of Guertena" de su historia "Fortunae Meae"
Espero que te guste :3 (Hope you like it and thanks again :3)
Sin más demoras aquí esta la historia, disfrutelan XD
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Declainer: Katekyo Hitman Reborn ni sus personajes al igual que la trama de Ib, no me pertenece sino a sus creadores originales. Solo estoy usándolos para torturar de los personajes XD
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"Blah, blah" - pensamientos
**Blah,blah** -cosas escritas
—blah, blah —conversaciones
Capítulo uno: Bienvenidos a la galería del terror
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Todo estaba tan oscuro, tan frío. Podía sentir como su corazón latía dolorosamente, obligándola a escuchar el fuerte bombardeo de su sangre recorriendo su cabeza. Se sentía fatigada y desorientada, todo daba vueltas; solo se mantenía consciente gracias a unos cálidos brazos que envolvían protectoramente su menudo cuerpo.
— ¡Esa es la … de …, devuélvela! —grita una voz masculina. Trata de alzar su mirada para ver el rostro de aquella voz; pero todo se ve borroso. Pronto siente como su corazón era estrujado con fuerza haciéndola retorcer de dolor.
—Mmm~ sabes me gustan las … blancas, pero prefiero las azules~ —dice otra voz —Ne, por qué no cambiamos rosas~
—Está bien, mi … por la de … — escucha su conversación, aun así habían palabras que no lograba entender, era como si fueran simples murmullos, pero solo estaba segura de algo: él había dicho su nombre.
Pronto el mundo recuperó su color y logró mover su cuerpo.
—¡… tu …! —logra pronunciar, alza su mirada en un intento de ver el rostro de él, pero era borroso. Tragando su decepción, nota una sonrisa melancólica en él y este responde.
—Tranquila, la recuperare después… ¿pero estás bien…? —ella asiente, tratando de reprimir sus deseos de gritar. No, no estaba bien. Ella lo sabía, él lo sabía. El desconocido extiende su mano para ayudarla a levantarse; sintiendo su corazón pesado trata de mantenerse tranquila y camina junto a él.
Habían pasado unos minutos cuando percibe una lejana voz y como la respiración de él empezaba a dificultar. Alarmada le ayuda a recostarse rápidamente contra la pared, dándole una mirada nota como él sufría.
—Necesito descansar. La salida está siguiendo ese camino. Ve primero, yo iré después — pronuncia causando en ella malestar.
—No… iré por tu … y volveré. Así podemos salir juntos… —se le levanta del suelo y dando unos pasos vacilante se voltea hacia él. Se muerde el labio suavemente temeroso que él desaparezca para siempre, mientras ella se aleja.
—Tranquila… estaré bien… ten cuidado Yuni…. —era la primera vez que escuchaba su nombre, eso la hacía sentir aún más aterrada. Era una despedida… ella lo sabe y él también… pero fingen que todo estará bien.
—Resiste…. —sin esperar nada, corre con todas sus fuerzas hacia la siguiente puerta y entra en la oscura habitación. Podía escuchar aquella voz cantarina que repetía con alegría "te quiere" o "no te quiere" sucesivamente hasta que termina con una carcajada cruda pronunciando:
—Te quiere… Él realmente te quería, ¿no?~ —de repente detiene sus pasos abruptamente al ver un tallo de rosa sin ningún pétalo en el suelo. Chilla un nombre y corre hacia donde estaba aquel desconocido.
Lentamente, se va deteniendo hasta llegar a al lado de un cuerpo inmóvil con los ojos cerrados; su sonrisa se tambalea, mientras varias lágrimas caen por sus mejillas rosadas, extendiendo su mano temblorosa toca su hombro en un intento de despertarlo.
—…, despierta. Por favor despierta… ¿tú no vas a despertar, cierto? —gime entre lágrimas al ver a su querido amigo se mantenía inmóvil y frío.
De repente todo su alrededor cambio, el negro abismo con algunos bocetos grises que se había acostumbrado había desaparecido y en su lugar se hallaba en una habitación blanca en la cual se alzaba en una pared un cuadro. Era de un joven castaño que mantenía entre sus manos una rosa blanca marchita, Yuni lo mira aterrada al descubrir su identidad
—¡….! —dice el nombre aquel joven que dormía —no, no, no… ¡No, por favor! —chilla dejándose caer sobre sus rodillas ante su incesante llanto.
—Lo siento, lo siento, lo siento, por favor no me dejes sola. ¡Déjenme volver! —grita golpeando con fuerza el cuadro —¡Puedo cambiarlo! —sigue gritando —¡puedo salvar a Tsuna!
Con un fuerte chillido Yuni despierta de su horrible pesadilla de muerte. Se encoge por completo abrazando sus piernas y ocultando su rostro en ellas, mientras todo su cuerpo tiembla ante los fugases recuerdos. Unos pasos apresurados se escuchan y abriendo la puerta aparece su madre. Aria la mira detenidamente y corre a su lado, abrazando a su pequeña niña de nueve años.
—Shh… tranquila fue solo una pesadilla —le arrulla tratando de calmar a la niña peliverde, quien seguía llorando dejando que los cálidos brazos de su madre la protegieran. Pasan unos minutos, manteniéndose en esa posición, ella sigue arrullándola y repitiendo palabras tranquilizadoras. 'Solo era una pesadilla' decía.
Puede escuchar el bombardeo de su corazón que se mantenía alterado y como su camisón se apegaba a su cuerpo por el sudor frío; pero lentamente sus latidos se iban tranquilizándose al igual que aquella pesadilla se ocultaba en algún rincón oscuro de su mente. Exhala con fuerza, tras lograr tranquilizarse por completo.
— ¿Estás bien? —pregunta Aria acariciando el cabello de la niña, la peliverde asiente. Siguen juntas por otros minutos hasta que Aria se levanta y le sonríe a su hija.
—Vamos, Yuni. Ya es de mañana, porque no me ayudas con el desayuno después podemos ir galería que tanto querías ir.
—Si… eso suena bien —le sonríe, la mujer le devuelve la sonrisa y besa su frente, dando media vuelta sale del cuarto de la niña. Yuni suspira y dando unos pasos fuera de su cama, se prepara para su esperado paseo de cumpleaños.
— ¿Llevas todo lo que necesitas Yuni? —pregunta su madre —Yuni asegúrate de guardar bien tu pañuelo, no querrás perderlo. ¿Cierto? —sonríe.
La peliverde asiente guardando su pañuelo bordado en su bolsito. Dándose una última mirada en el espejo observando su ropa: un vestido azul oscuro junto a unas pantis y zapatos negros de listón. Se acomoda el lazo rojo que adornaba sobre el cuello de su blusa blanca de mangas largas; para luego sonreír satisfecha y dirigirse al lado de su madre, quien la esperaba junto a Gamma en el auto.
El cielo era gris esa tarde, mientras se dirigían a la galería de arte. Yuni suspira nuevamente, tenía un mal presentimiento sobre aquel lugar; le da una mirada a su fachada externa antes de entrar junto a su madre y guardaespaldas en cubiertos.
—Ya llegamos a la exposición de arte, veo que están exponiendo el arte de Guertena —mira a su hija con una sonrisa, mientras caminan entre la galería —era un artista italiano muy famoso que no solo pintaba cuadros sino también realizaba esculturas. No cabe duda que disfrutaras la exposición Yuni —la niña asiente.
—Mamá, puedo ir a explorar un poco —pregunta después de unos minutos, la mujer le sonríe y asiente.
—Sí, pero ten cuidado
—Jefa, no creo que sea buena idea que la princesa camine sola —interviene preocupado Gamma al ver que la niña iría a caminar por si misma
—Vamos, estará bien. Todos están aquí velando por nuestra seguridad, no hay nada de qué preocuparse —expresa
—Pero…
—No te preocupes tanto Gamma, siempre cuando Yuni no salga de la galería, todo estará bien. ¿O no Yuni? —mira a su hija, quien asiente con una sonrisa
—Estaré bien. Por favor cuida de mamá, Gamma —dice.
Dando unos pasos se aleja de ellos y empieza observar varias obras, las palabras italianas se mostraban describiendo o nombrando alguna de ellas. Da una mirada rápida observando su alrededor como si buscará algo, solo observando unas cuantas obras al llamar su atención como un rosa gigante o el cuadro de un gatito. La galería en si era grande mientras albergaba gran parte de las obras realizadas por Guertena Gesso. Sube a la segunda planta, notando a un grupo de adolescentes con uniforme de alguna secundaria extranjera caminando u observando las obras de allí.
"Supongo, que están en excursión" piensa la joven, mientras camina entre los pasadizos. Colocando un poco de atención y escucha algunas partes de sus conversaciones descubriendo que hablaban en japonés. Aunque en gran parte de esas conversaciones era algunas quejas, quizás sobre un chico castaño que intentaba observar una pintura tranquilamente lejos del grupo.
En un principio iba intervenir y acercarse al castaño solitario, pero algo llamo su atención. No era alguno de sus protectores ocultos o alguna injusticia, sino era el extraño sentimiento que alguien la llamará, aunque estuviera sola… Camina un poco hasta encontrase con un cuadro grande de una pintura abstracta que se hallaba solitaria y sin ningún observador.
—El mundo fabricado —murmura la peliverde al leer la inscripción. Pronto las luces parpadean y dejan el lugar en pleno silencio. Yuni observa su alrededor, sintiendo un leve escalofrío pasar por su cuerpo.
"Es mejor que busque a mamá y Gamma" razona la joven empezando a caminar hacia la primera planta, solo para descubrir que toda la galería estaba vacía.
— ¿Hola, hay alguien aquí? —exclama la joven empezando a sentirse nerviosa tras pasar unos minutos caminando por el lugar. Ya había revisado todo el lugar e intentado salir, pero nada: las puertas estaban cerradas y al tratar de salir por una ventana se había llevado un susto al ver que esta era bañada de un líquido rojizo. Además, no ayudaba en nada a esa situación que las luces se apagaran ni que algunos cuadros de repente hicieran algún sonido.
Pronto escucha unos pasos en piso de arriba, corre hacia ellos subiendo las escaleras rápidamente y observa una sombra por la ventana, con cuidado se acerca a ella. De repente algo la golpe dejando su "mano" imprenta en el vidrio y a Yuni nerviosa. Inhala profundamente y se dirige hacia aquel extraño cuadro que había iniciado todo, descubriendo una mancha de pintura color azul se escurría detrás del marco. Se acerca a ella, dando un pequeño grito de sorpresa al ver aparecer unas letras en el suelo color rojas.
**Ven, Yuni**. La joven exhala y observa la nueva inscripción que había dejado. **Ven abajo, Yuni. Y te enseñare un lugar secreto~**. Presiona con fuerza sus puños contra su pecho y respirando pesadamente toma el suficiente valor para bajar hacia aquel lugar que le indicaban.
Se encamina hacia las otras exposiciones, para descubrir que la obra de Abismo de profundidad estaba ahora abierto junto a dos pisadas del mismo color de aquel mensaje. Se acerca quietamente y observa la obra; de repente, algo la empuja haciéndola caer en aquel abismo de oscuridad junto a un grito que nadie escuchará.
Lentamente, sus ojos se acostumbran a la oscuridad, descubriendo que todo su alrededor había cambiado. Las paredes blancas que antes dominaban en la galería eran de un azul oscuro.
— ¿Dónde estoy? —murmura observando su alrededor. Baja unos peldaños descubriendo dos caminos, junto a dos pinturas de diferente color. Azul para derecha y rojo para izquierda. Dando una mirada rápida decide inspeccionar el camino de la pintura azul, quizás encuentre alguna salida o a alguien quien le ayude, si no es un extraño sueño…
Pronto avista unas letras en la pared que decían: **Ven**. La peliverde respira profundamente y camina hasta encontrarse con un florero donde se hallaba inocentemente un rosa blanca.
Toma la flor con una mirada curiosa, para luego pasar su mirada a una puerta que se hallaba detrás de la mesita del florero; sin esperar nada mueve el mueble y entra en la puerta encontrándose cara a cara con un cuadro del rostro de una mujer sonriendo. Se acerca a ella leyendo su inscripción: **Cuando la rosa muera, tú también morirás**
"Entonces mi vida está representada en esta rosa blanca…" medita la niña, pronto nota una llave azul en el suelo y decide tomarla, puede que deba utilizarla. Momentáneamente, el cuadro de la mujer abre los ojos y sonríe dejando afuera su lengua larga y puntiaguda. Nerviosa, Yuni sale de la habitación solo para descubrir unas letras rojas que decoraban la pared: **Ladrón**; la llamaban ladrona, nota una nueva inscripción que se hallaba cerca del mueble.
—Tú y la rosa están unidas. Conoce el peso de tu vida —murmura al leerla—mi vida…. —observa la inocente rosa entre sus manos. Dando un suspiro decide continuar, debe hallar la salida pronto.
Después de unos segundos de recorrer el pasadizo contrario (y descubrir que la entrada de cual había llegado había desaparecido) encuentra una puerta azul y la abre llegando a un pasadizo largo de paredes verdes. Sonríe al ver una puerta en el fondo y sin pensarlo dos veces corre hacia ella.
De repente, unas manos negras aparecen e intentan sujetarla, corre más rápido y logra llegar al otro lado derrumbándose en el suelo. Observa como su rosa había perdido dos de sus cinco pétalos, mira hacia atrás aterrada observando que las manos aún se hallaban allí, atacando a la nada.
Inhala profundamente tratando de ignorar el dolor de su pecho, se tambalea hacia la puerta verde y la abre descubriendo una habitación donde se hallaba un maniquí sin cabeza negro con vestido rojo y frente a esta estaba inocentemente sobre el suelo una llave verde.
Da una mirada rápida a su alrededor avistando una puerta, camina hacia ella y la abre. Ve un pequeño pasadizo y al final otra puerta.
"Está cerrada" suspira al descubrir que debe ir por la llave. Regresa al cuarto un tanto temerosa observando al maniquí, la última vez que tomo una llave el cuadro cambio, además que en el pasadizo anterior unas manos negras la habían atacado. En verdad no quería tomarla, pero tenía que seguir si quería hallar la salida.
Le da otra mirada al maniquí y toma la llave. Pronto el maniquí da unos pasos haciendo que la niña retroceda y sin esperar nada esta la ataca haciendo que Yuni corra aterrada hacia la salida. Tras cerrar la puerta, suspira aliviada y sigue su camino.
De repente, la puerta se abre revelando al maniquí que corría hacia ella, la niña grita y abre la puerta entando en la nueva habitación. Da un fuerte portazo y cierra con llave, dejándose caer nuevamente al suelo. Varias lágrimas caen por sus mejillas, mientras siente el dolor de haber perdido otro pétalo y como la criatura golpea la puerta con fuerza y la rasguña.
¿Dónde estaba? ¿Qué era ese lugar?
¿Por qué todo aquí trata de matarla?
¿Cómo llego aquí?
Todas esas preguntas giraban por su mente en pánico. Tiene que encontrar la salida rápido sino…. Ve su rosa con las manos temblorosas, dos pétalos…
Morirá la próxima vez…
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Notas:
Espero que les guste, esta historia la subiere todos los viernes (por un milagro esta historia me es más fácil de escribir O_O), para que sepan :)
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