Cómo empezar esta historia.
Tal vez distinguiendo entre historia e historia, una es ficticia, la otra se toma por cierta.
No, creo que eso no nos ayuda mucho para empezar.
Cómo evitar el bloqueo… a ver…. Pongamos el título: El Ship que Nunca Fue… sí, esto ya suena a una historia.
Comencemos también rememorando el lugar donde pensamos poner todo esto y la situación más importante. Para qué hacer una historia con vueltas de tornillo si la sinceridad llana es mejor para el alma atormentada. Así no castigamos al lector teniendo que leer capítulos y capítulos y le dejamos con lo más importante.
Pero que desordenado que soy, ya me estoy desviando otra vez. Bueno, dejemos la dispersión.
Lo que les contaré pasó en la Crystal Prep, allá, en el mundo que a pocos les importa. Sí, ese mismo donde vive Sunset Shimmer y la que el fandom llama Sci-Twilight. También en algunas partes de la ciudad y, en general, en la casa de los dos personajes principales. Bueno, tal vez agregue uno que otro lugar porque mi memoria falla de momento.
Y como no se puede hablar del dónde sin el cuándo, estoy seguro que pasó un catorce de febrero o por ahí… lo sé, la fecha sad. Fue un tantito después de que la directora Cadance se enfrentara a una nueva gestión académica, recordemos que ella entró cerca del final de la anterior. Así que sí, esto pasó después de los juegos de la amistad y del campamento Everfree y… pues de un buen de nuestras chicas favoritas.
Dicho esto, fue en una tarde, a punto de que suene el timbre de salida.
El alumnado estaba metido en sus clases, en sus cosas y en su caos. Pero lo verdaderamente importante para dos personas pasaba en el escenario de la Preparatoria Cristal, un muchacho de anteojos y piel gutagamba – al menos así nos dicen los de mlp Wikia y tienen una autoridad como la Wikipedia, pues les haré caso nomás – sabemos que nos referimos a un marrón al que le han puesto algo más de amarillo y ya. La otra persona era una muchacha de su misma edad, de piel lila pálido – otra vez confío en Wikia – ojos morados y una vestimenta inapropiada para la Crystal Prep. Que consistía en unos pantalones vaqueros desgastados, una blusa ploma sobre un chaleco rojo y un peinado lacio, con flequillo por sobre el párpado izquierdo y una gorra sobre su cabeza.
Se trataba de uno de esos momentos que no se olvidan en la vida, así que sí, el ambiente era innecesariamente incómodo, pero tentador. Sunburst sentía que su piel se le derretiría, se sentía con su corazón bombeándole con fuerza y hasta sus gafas parecían fallarle, pues su vista se hacía borrosa; le sudaban las manos y ya ni podía sentarse en la silla porque le daba miedo que su corazón se cayera, por extraño que suene. Por ello, necesariamente llevaba una mano a su pecho.
Como sea, en el escenario estaba apostada la muchacha de piel lila, ah, por cierto, su nombre es Starlight. La acompañaban tres muchachas, una en la batería, a esa la conocemos, se llama Lemon Zest, una bajista, Indigo Zap y Sugarcoat en el teclado.
Si bien no tenían la creatividad de las Rainbow – podemos culpar a su institución que coartaba toda individualidad, sí, malditos uniformes –, sí tenían buena técnica y pues, ese día imitarían una canción hace ya mucho olvidada. Se trataba de ese tema de Natalia Lafourcade: Nunca es suficiente. – Y no, aquí no me refiero a la versión con los Águilas Azules.
Starlight sujetaba un papel con borrones y manchas de tinta, la mano le temblaba. La amplificación ya había sido ajustada a la perfección, así que solo debía dar la señal de empezar. Pero el temblor seguía, al ver directamente a los ojos del muchacho, su garganta se contrajo y sus ojos se humedecieron.
Bastó con eso para que Sunburst sintiera lo mismo, estuvo a punto de marcharse, de hecho, ya se dirigía a las escaleras para subir los peldaños y escaparse por la puerta.
- Espera. – Advirtió Starlight al verle hacer eso. Y él obedeció. Tragando saliva y apretando los dientes.
Starlight no era de las que se acobardaban, pero en aquel instante cómo le hubiera gustado poder salirse, abandonar y regresar al día siguiente.
Ay… Continuemos.
Ella pues, puso el micrófono de forma correcta, cerró los ojos y dio la señal al grupo, la música comenzó y ella cantó de forma coordinada, les invito a seguirme con la canción de Lafourcade, se darán cuenta de algo importante, además, queda más genial leerlo así:
"Nunca es suficiente para mí
Porque siempre quiero más de ti
Yo quisiera hacerte más feliz
Hoy, mañana, siempre, hasta el fin
Tu corazón estalla por mi amor
Y tú, que crees que eso es muy normal
Acostumbrado estás tanto al dolor
Que no lo ves, yo nunca he sido así
Si por necesidad, te vas llorando tonto, es porque yo te quiero a ti
Y tú te vas, jugando a enamorar
Todas las ilusiones vagabundas que tú puedes alcanzar
Y no verás que lo bello de esto es solo condicional
Y tú te vas, jugando a enamorar
Te enredas por las noches entre historias que nunca tendrán final
Te perderás, dentro de tus recuerdos por haberte hecho llorar
Nunca es suficiente para mí
Porque siempre quiero más de ti
No ha cambiado en nada tu sentir
Aunque te hago mal, te quiero a ti
Mi corazón estalla del dolor
Cómo evitar que me fracture a mí
Acostumbrado estás tanto al dolor
Que no lo ves, yo nunca he sido así
Si, por necesidad, te vas llorando tonto es… porque yo te quiero a ti
Y tú te vas, jugando a enamorar
Todas las ilusiones vagabundas que tú puedes alcanzar
Y no verás, que lo bello de esto es solo condicional
Y tú te vas, jugando a enamorar
Te enredas por las noches entre historias que nunca tendrán final
Te perderás, dentro de tus recuerdos por haberte hecho llorar
Starlight nunca tuvo una voz muy hábil para cantar; pero aquel día expresó justo lo que deseaba y lo hizo de forma hermosa, aunque suena feo que lo diga. El escenario se llenó de varios estudiantes y… pues, antes de pasar a lo que sigue, creo que me olvidé de mucho… bastante.
Mejor será que vuelva a empezar esta historia, porque… ocurre entre agosto del año de los juegos de la amistad y enero y parte de febrero del siguiente. Así que nos queda un trecho por recorrer.
