Aclaraciones:

Los personajes que aparecen aquí y en lo largo de la historia no me pertenecen.


Capítulo 1:

La extraña


Fleur Delacour se paró en la misma esquina de todos los días, con la misma pesadumbre de siempre pero con un nuevo sentimiento: Pánico. Jugó nerviosamente con un mechón de su cabello mientras observaba los pocos coches transitar a paso lento.

Zapateo en el piso húmedo a causa de la lluvia mientras sentía el aire comenzar a colarse por su barato vestido. Al fin vio un coche que se detuvo y le produjo una sensación de malestar y temor

-¿Cuánto preciosa? -Dijo una voz rasposa desde el interior del coche pero aún con gafas, Fleur podía asegurar que aquél hombre la devoraba con la mirada.

Fleur dudo antes de contestar- Depende de lo que quieras... De 250 a 1500 -Contestó con esa frialdad que la caracterizaba

El hombre se quedó en silencio mirándole- Bien, sube.

El temor se apodero nuevamente de la rubia francesa, observó que el carro no traía matrículas y las manos comenzaron a sudarle, temblorosa abrió la puerta del acompañante y observó un martillo y varios frascos. Se quedó inmóvil en su lugar

- ¿Qué sucede? -Se quejó el hombre- Date prisa

La rubia se mordió el labio- No

-¿No? -El hombre se quitó las gafas molesto- ¿Que te pasa idiota? ¡Sube al auto! Tú estás para complacerte y te pagaré por ello... Ahora entra

Fleur se alejó y cerró la puerta de golpe- No me apetece irme con usted

El hombre se rió- Ahora resulta que las p*tas son selectivas... No me vengas con eso -El hombre se colocó nuevamente las gafas- Tú te lo pierdes

Fleur observó que el hombre se retiraba y paraba unas esquinas adelante para recoger a otra chica. La rubia se recriminó, necesitaba el dinero pues la colegiatura de su hermana estaba por vencer, no importaba que su instinto le hiciera temer.

Pasó cerca de una hora hasta que vio un coche bastante lujoso aparecer por la calle y andando de manera lenta, pocos hombres con ese tipo de automóviles paraban por esa zona y aquellos que lo hacían ya tenían a sus "Niñas" seleccionadas, Fleur no era una de ellas.

El coche pasó de largo por ella y continuó avanzando, la rubia dejó escapar un gran suspiro pensando en lo cómodo que sería tener a algún ricachon de amante protector. Para su sorpresa el coche llegó al final de la calle y dio la vuelta en "U". El carro avanzó con mayor velocidad y el corazón de la rubia se aceleró al ver que disminuía su velocidad al llegar a la rubia.

El coche al fin se detuvo frente a ella.

Fleur miró la pulcritud y belleza del automóvil hasta que la ventana automática comenzó a bajar. La sorpresa de Fleur aumentó. En su interior se encontraba una aparentemente hermosa mujer de cabellos castaños oscuros rizados, unos lentes cubrían sus ojos pero Fleur estaba segura que la mujer estudiaba su cara y no su cuerpo. Sus labios estaban cubiertos de un fino brillo rosa y en sus manos varias pulceras seguramente costosas. La mujer le retiró la mirada- Sube -La voz de aquella mujer era suave y tranquila

Fleur dudo un momento- ¿Usted... Quiere? -Fleur arqueó las cejas dando entender lo que su voz no podía.

A pesar de que la mujer no la veía se rió y Fleur estuvo segura que captó el mensaje- No niña, vine a ver si podías despacharme un par de hamburguesas -La mujer se miró en el espejo cerciorándose de su brillo labial y acomodándose las gafas- Si estás dispuesta sube...

Extrañamente Fleur no había sentido temor en ningún momento y no dudo en caminar había la puerta del copiloto y subirse al automóvil.

La sensación era tan diferente a las que había tenido, usualmente el asiento le causaba comezón, le lastimaba algún resorte o le provocaba náuseas. Pero esta ocasión era diferente, sintió casi deslizarse por el asiento de cuero negro, era como sentarse sobre las nubes, el interior era cálido y con un perfume muy agradable. Sintió una ligera vibración que le indicó que el carro se ponía en marcha. Observó a la mujer a su lado, era de piel blanca, vestía muy elegante con un saco Blanca y debajo una blusa beige con un pantalón negro, su figura era delgada.

- Vamos a las afueras, tengo una cabaña -Comentó la mujer sin despegar la vista de la carretera

- ¡No! -Gritó la rubia sintiendo ese temor que creía haber olvidado- A las afueras de la ciudad no

La mujer se detuvo en un semáforo- ¿Tienes miedo?

-Hay un loco matando mujeres...

La castaña se rió y Fleur sintió un leve escalofrío y temor- ¿Matando mujeres? Prostitutas querrás decir -Aclaró mientras continuaba manejando

- Las prostitutas también son mujeres -Agregó indignada- Y no quiero alejarme de la ciudad

-¿Crees que te voy a matar? ¿En serio? -Preguntó aquella mujer evidentemente divertida

Fleur no supo que contestar pero se las arregló para pronunciar- No -Se acomodó en el asiento- Pero aún así no quiero, regresar sería muy complicado para mi y te repito que no me apetece

La castaña estuvo en silencio varios minutos- Yo te voy a regresar, pero si tanto temor tienes, está bien.

Fleur observó que el automóvil cambiaba de dirección - Aún no has preguntado el costo

La castaña sonrió- ¿Tú crees que eso a mi me perturba? ¿Cuánto es? ¿1000? ¿3000?¿5000? Bien, lo pagaré

Fleur se sintió nuevamente incómoda y decidió observar por la ventana, pasaron por varias zonas hasta llegar a un hotel bastante ostentoso. Fleur observó que la castaña se detenía y un hombre le habría las puertas a la castaña y tomaba su lugar, observó que la castaña caminaba hacía el interior del hotel sin mirar atrás.

El hombre que había entrado en lugar de la castaña carraspeo la garganta- Disculpa... Dama -Dijo con una mueca- pero creo que aquí te bajas

Fleur se indignó y se bajó azotando la puerta, siguió con furia a la castaña que no se había molestado en verle. El hombre de la entrada le sostuvo del hombro- Disculpe señorita pero no puede pasar

Fleur miró al portero con enojo y a su antes acompañante que seguía avanzando- Yo vengo con ella -Dijo mientras señalaba a la castaña

El hombre la miro y negó- No puedo dejarle pasar, órdenes del hotel

- Viene conmigo -Dijo la castaña que se había aproximado

Fleur se asustó porque no la sintió llegar- Gracias -Le dijo sarcásticamente mientras ingresaba al lugar.

Nuevamente no obtuvo ni una mirada de su acompañante, pero el personal del hotel la miraba escrutiñadamente. Observó a su acompañante acercarse a la recepción, su mirada se perdió en los mosaicos del piso y pronto fue a dar a las columnas bien elaboradas y finamente talladas que se erigían hasta el techo en dónde se exhibía una cópula con cientos o quizás miles de ángeles dibujados, Fleur fue bajando su mirada por la araña de cristal que colgaba del techo y bajaba terminando de darle el toque mágico al hotel.

-Vamos -Escuchó que le ordenaban y se dio media vuelta para seguir a la otra. Subieron a un elevador con un hombre algo pequeño dentro, el chico le sonrió amablemente a la rubia.

El trayecto fue en silencio hasta que el elevador paró en un piso- Suite Royal -Anunció el hombre- Que su estancia sea cómoda

Nuevamente la castaña ignoró al hombre y a la rubia y caminó hacía el interior, echó un vistazo y sonrió- Gracias -Le dijo al hombre mientras sacaba un billete de su bolso y se lo entregaba

Fleur perdió interés en la transacción entre el hombre y su acompañante, estaba demasiado claro que era una mujer rica. Pasó el pasillo y observó la gran cantidad de arreglos florales que tenía el lugar, cerró los ojos aspirando el aroma a Flores y continuo caminando, había una gran mesa en el centro con una gran variedad de frutas, paso la mesa y el gran sofá de color rojo hasta llegar a la pared de cristal que le daba una panorámica vista de la ciudad, Fleur tuvo miedo de apoyarse en el cristal así que mantuvo su distancia.

- Es bello -Dijo la castaña sacándose el saco y dejándolo sobre el sillón, Fleur la miró intrigada- El panorama -Aclaró- Es muy bello

Fleur asintió un poco cohibida, la castaña dudó unos momentos hasta quitarse las gafas, Fleur sonrio instintivamente al notar el color miel de los ojos de la otra- Muy bello -Susurró la rubia

La castaña se abrió el primer botón de su blusa y tomó aire

Fleur pareció reaccionar- Es verdad -Se dijo a si misma- ¿Dónde lo quieres hacer?

La castaña observó a su alrededor- La mesa es buen lugar -Comentó mientras se acercaba y le extendía la pequeña silla a la rubia para que se sentara- Para hablar

Fleur levantó una ceja- ¿Para hablar?

La castaña rió- ¿Pensabas que íbamos a tener sexo?

Fleur cruzó los brazos sobre su pecho indignada- ¿Y para que contratas a una prostituta? Creí que no me buscaste para despacharte hamburguesas

La castaña negó sonriente- Tienes buena memoria, eres una chica lista y bonita... Pero no me voy a acostar contigo -La castaña tomó una buena porción de uvas entre sus manos- No te ofendas pero no creo que sea muy seguro tener sexo contigo

Fleur se enfureció- Entonces me voy

La castaña chasqueó la lengua- Te contrate... Te voy a pagar... Estás aquí para complacerme

Fleur negó- primer punto: tú no me has pagado

-Aún -Agregó la castaña mientras se metía una uva a la boca

Fleur frunció el ceño- punto numero dos: me vas a pagar por sexo pero no quieres tenerlo

La castaña negó con la cabeza- Te contrate por placer, para que me des placer... -La castaña levantó la mano para acallar las réplicas de la otra- Algunos tienen placer con el sexo, yo descubriendo a las personas, eso me causa placer

Fleur torció la boca sin mucho que decir- Punto número tres: No soy ninguna vulgar mujerzuela y no soy "sucia"...

La castaña la miró largo rato- Estoy de acuerdo... -Se metió otra uva a la boca mientras se sentaba en el sillón viendo de frente a la rubia- ¿Cuál es tu nombre?

-El que quieras que sea -Respondió la rubia desanimada

- No -Dijo en voz firme la castaña- Dime tu verdadero nombre

- Monserrat

La castaña se levantó molesta de su asiento- No soy ninguna estúpida, puede ver que ese no es tu nombre... -La castaña se aproximó a la rubia y le levantó la quijada con la mano para que sus miradas se encontrasen- Quiero la verdad... ¿Acaso es tan incómodo decir la verdad? ¿Acaso es más incómodo que acostarte con desconocidos?

Fleur estaba aborta en esos ojos miel que mostraban molestia y en la sensación suave de la mano de la otra, sintió que el agarré se liberaba y vio a la castaña volver a su lugar- Fleur -Dijo sin pensarlo- Me llamo Fleur isabelle

La castaña sonrió desde su lugar- Muy bien Fleur, mucho gusto.

- ¿No me dirás tu nombre? -Inquirió después de un rato en silencio

La castaña negó- Es posible que jamás vuelva a verte y no me conviene esparcir mi nombre

- ¿Entonces como te diré?

-Castaña -Respondió mientras sonreía- Dime Fleur isabelle... ¿Porqué te prostituyes?

La rubia dio un respingo en su lugar- ¿Qué?

-¿Porqué te prostituyes? -Repitió

- Escuche la pregunta pero no entiendo el motivo

-Quiero conocerte... Saber de ti... Creí estaba claro, te pagaré por la verdad

Fleur la miró- Eres hermosa y rica ¿Tanto placer te da? ¿Tan aburrida es tu vida que tienes que pagar a una desconocida para que juegue contigo a una noche de verdades?

- Tú no haces las preguntas -La castaña se mordió el labio- Responde... Por favor -Agregó

-Por el dinero, es obvio -Respondió incómoda

- ¿Entonces no te causa placer? Estar con desconocidos

- Me asquea -Respondió sin darse cuenta que la postura de su cuerpo había cambiado, se había retraído y miraba al vacío- Me siento tan asquerosa... No puedo abrazar a mi hermana sin haberme bañado porque... Me doy asco -Una lágrima resbalo por la mejilla de Fleur- Cuándo lo hago duele, en el momento que termina me siento libre pero tan solo por un segundo porque después veo lo que he hecho y me da repugnancia... Me doy asco

La castaña observó a la rubia en silencio mientras observaba sus facciones y la manera que su cuerpo hablaba- ¿Porqué lo haces? Hay trabajos dignos

Fleur rió sarcásticamente mientras se secaba una lágrima con la palma de la mano- Trabajo dignos que a penas y dan para comer

- Si te da tanto asco creo que comer menos es muy viable -Sugirió con semblante frío

Fleur negó con la cabeza- No siempre fue así

- Cuéntame -Pidió la castaña mientras se acomodaba

- ¿Mi triste historia a una extraña? -Fleur la miró y negó riendo

- ¿Hay alguien mejor? ¿Alguna vez lo has hablado con alguien? ¿Alguna vez lo has dicho en voz alta? Qué mejor que hacerlo con alguien que posiblemente lo olvidé mañana, pero decirlo te ayudara a ti

Fleur permaneció en silencio un momento meditando- Éramos una familia rica en Francia, mi padre tenía mucho dinero, teníamos muchas comodidades, nunca en mi infancia recuerdo haber tenido que pensar que comería mañana o lavar un plato

-¿Pero?

-Pero mi padre conoció a una mujer y se separó de mi madre, me desconoció a mi hermana y a mi... Nos botó como si fuéramos un objeto... Jamás supe nada de él -Fleur tocó la superficie de la uva con sus dedos- Mi madre cayó n desgracia y murió al poco tiempo... Solo quedamos Gabrielle y yo -Fleur tomó un gran suspiro intentando calmar el cúmulo de emociones que se amontonaba en su pecho- Yo empecé a trabajar de mesera y a limpiar casas ... No muy bien debo añadir -Dijo con una sonrisa

La mujer rió ante el último comentario y observó que la rubia se quedaba callada pero por sus facciones pasaba toda una historia- ¿Entonces?

-Gaby era muy pequeña para trabajar -La rubia torció la boca- yo le daba cuanto podía pero no era suficiente... Muchas veces tuve que darle el pan duro o la leche casi al borde de la fermentación -Fleur sintió su voz quebrarse, apretó el puño contra la mesa mientras le negaba a las lágrimas la salida- Un día -Su voz se volvió casi un sollozo- Un día -Repitió con voz entrecortada- se enfermó de salmonela -las lágrimas salieron a cántaros de sus ojos- casi muere -dijo en un lamento

La castaña se había acercado a ella y le acarició la espalda mientras le otorgaba un pañuelo para que se secase las lágrimas, aquella extraña le habia provocado un nudo en la garganta que le oprimía el pecho y le impedía hablar, regreso a su lugar temiendo mostrarse vulnerable

Fleur se calmó después de un rato y con ayuda del pañuelo eliminó las lágrimas que mojaban su mejilla-Ningún hospital le quería atender, me pedían afiliación o pagar los gastos... Y yo no tenía para pagarlos

- Ahí fue dónde te vendiste por primera vez -Comentó la castaña aún sintiendo el nudo

Fleur asintió- Una mujer que iba saliendo se ofreció a pagar el hospital si yo "trabajaba" para ella

-¿Otra prostituta? -Inquirió la castaña con frialdad

Fleur ladeo la cabeza- Algo así... Yo tenía que prostituirme y darle la mitad de lo que cobrara

La castaña asintió mientras se acercaba a la mesa y se servía una buena porción de vino- ¿Lo hiciste por el hospital? -Observó que la rubia asentia afirmativamente- Ya no está en el hospital ¿Porqué sigues?

- Porque esa primera semana que lo hice... Pude ver la sonrisa de mi hermana al abrir un envase de leche, al disfrutar el pan suave, a comer con propiedad e incluso gozar de un par de caramelos... Lo hago porque mi hermana lo merece... Porque vi ese brillo en sus ojos al sentirse feliz... Porque no pude quitarle ese brillo y darle residuos de pan que arrojan las panaderías -Otra lágrima resbalo por la mejilla de la rubia

- ¿Ella sabe que haces eso? -Inquirió la castaña

Fleur asintió desviando su mirada

- ¿Y no ves ese brillo desvanecerse?

Fleur miró con enojo a su acompañante- Si... Pero Gaby merece una vida mejor... Merece salir a delante y tener una mejor vida -Fleur se metió a la boca por primera vez una uva a la boca- Ella estudia... Arquitectura

La otra sonrió- Ella merece una mejor vida... ¿Tú no?

Fleur había perdido la noción del tiempo y no se había percatado que le estaba abriendo su vida de par en par a una extraña, pero aquella extraña tenía razón, ahora algo en su interior se sentía mejor, un poco más ligero- No -Respondió con sinceridad- No soy digna... No soy pura...

- Pero eres noble -La castaña recién se percató de sus palabras y se sonrojo ligeramente, desvío la mirada intentando ocultarlo- Fleur... No todas las prostitutas son cómo tú... No todas tiene una historia... Creo que mereces algo mejro de lo que te ha pasado

- Pero ya ha pasado... Es muy fácil para ti estar aquí y vivir el día a día sin tener muchas preocupaciones...

La castaña asintió- Tienes toda la razón, te repito que no todas son cómo tú

-¿Porque haces esto? -Inquirió la rubia- No creo que te cause tanto placer

La castaña sonrió- No... Pero me gusta saber que hay gente que merece la redención

Fleur arqueo una ceja intrigada- Creo que tú también tienes una historia que contar

La castaña sonrió y se levantó se su asiento- Es hora de irnos, casi amanece -La castaña tomó sus cosas y le sonrió- Tengo mi historia pero ese es otro capítulo... Que quizás nunca llegues a conocer Fleur isabelle


El trayecto de regreso había sido callado, no era incómodo, era un silencio del que Fleur disfrutaba, se lamentó cuando vio que el coche pasaba por aquellas calles tan conocidas y la velocidad fue disminuyendo hasta detenerse.

La castaña detuvo el coche y observó a Fleur un momento, abrió su bolso y saco un sobre color manila- Fue un gusto conocerte Fleur

La rubia tomó dudosa el sobre y lo abrió, había una gran cantidad de billetes- ¿Qué? -Fue lo primero que salió de su boca

- ¿No es suficiente? -Dijo la castaña mientras abría nuevamente su bolso

- Estás loca... Esto es muchísimo dinero

-Te dije que pagaría por la verdad... Es lo justo desde mi perspectiva

Fleur dudo antes de hablar- No, esto es una limosna... Te doy lástima

- ¿Y que si es así? -La castaña la miró con frialdad- Eso te va a librar de varios días de estar asqueada ¿Acaso es peor aguantar la lástima de una extraña que aguantar el asco que produce ser penetrada por un desconocido? Piensalo Fleur... Si así lo decides llévate lo que consideres y devuélveme el resto, regresa mañana a pararte aquí e intentar sentirte mejor por la mañana... pero si no, si piensas bien Fleur, llévate ese sobre y compra mucha comida, come pizza con Gabrielle y liberate de la suciedad un par de días. Es tu decisión.

La rubia miró el sobre unos momentos- Buenas noches -Dijo antes de abrir la puerta y guardar el sobre entre su ropa

- Hermione -Dijo la castaña antes que la rubia cerrase la puerta

- ¿Perdón? -Inquirió la rubia

- Me llamó Hermione -Dijo la castaña con una hermosa sonrisa, una sonrisa que, en contraste a la vez pasada no le causo miedo o escalofrío sino que, le causó una sensación de alegría y calidez- Buenas noches Fleur Isabelle

Fleur le devolvió la sonrisa- Buenas noches Hermione -Respondió antes de cerrar la puerta y ver cómo el automóvil avanzaba desapareciendo a la distancia. Fleur se aferró a su ropa por la humedad que había y comenzó a caminar, por primera vez en toda su vida, el trayecto de regreso a su humilde cuarto fue tranquilo y siempre sonriendo.


Gracias a todos por tomarse la molestia de leer.

Es una idea bastante diferente a lo mío y se me ocurrió mientras dormía, al despertar no pude sacar la idea de mi cabeza, mas que de la única forma posible: escribiendo. Al terminar (he de comentar que lo termine en un par de horas), lo leí y considere digno de ser publicado. Asi que aquí estoy :) Gracias a todos por leer