Las Legendarias Cartas de Clow

Card Captor CRISTAL7 (CCC7)

Introducción:

Cinco años pasaron desde que Shaoran había vuelto a Hong Kong, y Sakura aún anhelaba poder volver a verlo y confesar sus reales sentimientos. Un hecho ocurre: La aparición de Las Cartas Legendarias de Clow. Vencerá La Maestra de Cartas? Léanlo y disfrute!

Perdonen que lo estoy modificando cada tanto, pero es que encuentro muchos "horrores" que corregir, y hablo específicamente de que tuve que sacar las caritas por que no se veían nada bien, o directamente me las omitía. Aparte no puedo poner todos mis fanfics, así que ahora lo edito para que se vean tres capítulos por "capítulo". De paso le cambié la pinta, y puse un poco más destacado los títulos de los capítulos. Queda más lindo, no?. Gracias por su comprensión.


Capítulo 1: Confesiones, nostalgia y una hermosa sorpresa

Era muy tarde. Sakura estaba en su ventana, a altas horas de la noche, observando el gran manto oscuro lleno de estrellas, que era el cielo.

-...Shaoran...- susurraba, mientras daba un profundo suspiro.-¿Porque el destino nos separa?-

En eso, Kero, en su forma original, se despierta.

- ¡Sakura! - exclama él, susurrando también. - ¡Llévame a la cocina, por favor, tengo hambre!-

-¿Tienes hambre después de ese enorme pastel que te dí de postre? Está bién que recibieras una recompensa por ayudarme a asear la casa, Kero, pero esto es demasiado- le reprochó en voz baja Sakura. - Nunca te cansas de comer -

- Perdoname, Sakurita, solo un pequeño tentempié nocturno y me iré a dormir, por favoooor... - rogaba Kero.

- Está bien, igualmente no puedo dormir, así que tomaré un vaso de leche -dijo, mientras abría la puerta y salían de la habitación muy despacio para no despertar a Yue, que dormía allí también.

Lo que no sabían es que él tampoco podía dormir, pero se quedó en la habitación, acercándose a la ventana y contemplando la luna, la cual esa noche estaba particularmente atrayente.

Sakura bajó normalmente, ya que en la casa no había nadie. Touya estaba trabajando en una estación de servicio, atendiendo un negocio a esa hora. Su padre estaba de viaje en una excavasión y no volvería hasta el domingo, por lo que los guardianes podían quedarse en casa en su forma original.

Kero, ahora en su forma falsa, se estaba dando un atracón en el comedor con unas galletas que Sakura había comprado para el día siguiente, que vendría Tomoyo de visita.

Sakura estaba mirando por la ventana de la cocina. Era inevitable. El cielo atesoraba los sentimientos secretos que ella le confiaba. Era imposible para ella apartar de su corazón aquel raro sentimiento que sentía hacia ese chico de los ojos marrones; era imposible no recordar los momentos compartidos con él, las alegrías, las penas, las luchas por reunir y transformar las cartas Clow.

- ...Shaoran... - suspira ella.

Pero, por sobre todo, era imposible no recordar el momento en el que él se le había declarado, como después de ese momento, ella se sonrojaba y sentía el pulso rápido dentro de sí cuando él simplemente la miraba. Recordaba también la despedida. Desde ese entonces, ella no se despegaba de "Shaoran", su grisáceo osito de felpa, ni de la misteriosa carta que surgió cuando una lágrima cayó al suelo de su cuarto y apareció de repente, sin explicación, hasta que Sakura, al mirarla, se había dado cuenta de que se trataba, aunque ahora, después de ese suceso, aún no pudo confesarle a él lo que ella sentía en realidad.

Sakura tomó a su osito y lo abrazó, nostálgica.

- ¡Te quiero, Shaoran, regresa conmigo! - susurraba.

En ese preciso instante, Shaoran, en su cuarto, dirigía una mirada de ternura y nostalgia hacia el hermoso cielo, desde su ventana.

- ¡Cuánto te extraño, mi querida Sakura! - susurraba. -¿Realmente querrá volver a verme¿Tendrá alguna respuesta? -

Lo que él no sabía era el regalo que le tenían preparado en su casa, ya que al día siguiente sería su cumpleaños número quince, mas su familia sabía que él no se iba a acordar, ya que desde que volvió de Japón hace cinco años, no había apartado de su mente aquella niña de ojos color esmeralda y su dulce sonrisa.

Finalmente, Shaoran logró conciliar el sueño, y se durmió pensando en ella.

Sakura, por su parte, fue al living y comprobó que había alguien más que no lograba dormir.

- ¿Tampoco tienes sueño? - preguntó Yue.

- No. Además, Kero quiso comer algo - dijo Sakura, mientras se sentaba a su lado.

- ¿Piensas en el descendiente de Clow? -

Pregunta sorpresiva por parte de Yue. Sakura se sonroja al pensar en Shaoran.

- Si - dijo ella. ¿Para que le iba a mentir, si podía confiar en Yue?

- ¿Lo extrañas? -

- Si, mucho - Sakura se sonrojó aún más al admitirlo.

Yue se quedó callado, pensando, hasta que formuló una importante pregunta: - Sientes algo especial por ese muchacho¿verdad? -

Sakura seguía sonrojada.

- Si, lo quiero -

- ¿Se lo dirás si regresa? -

- No lo sé. Tal vez él ya no me quiera -

- ¿Te lo ha confesado, entonces? -

- Si -

Yue nuevamente se quedó pensando. Realmente él sentía curiosidad por aquel sentimiento.

- Sakura¿cómo te diste cuenta de lo que realmente sentías por él? -

Sakura, sonrojada aún más que antes, y sorprendida nuevamente por la pregunta, sacó su misteriosa carta, se la mostró a Yue y le explicó su origen. Yue quedó impresionado. No tenía idea de que Sakura hubiera tenido el poder para crear una carta nueva. Luego de ello, sintió que no podía seguir preguntando hasta que las cosas se solucionaran entre su ama y Shaoran.

- Me voy a dormir - dijo ella de repente. - Buenas noches, Yue -

- Buenas noches -

En eso Kero, en su forma original, salió al living.

- Aah! He quedado satisfecho! -

- Buenas noches, Kero - dijo Sakura.

- Buenas noches, Sakura - respondió este.

Sakura subió a su habitación, contempló el cielo por última vez, antes de que sus ojos se cerraran, pensando en él.

- Shaoran... - susurró, antes de quedarse profundamente dormida.

Mientras tanto, Yue y Kero conversaban.

- Sakura se ve tan deprimida¿qué le ocurrirá? - preguntó Kero.

- ¿Acaso no te diste cuenta, Kerberos? -

- ¿Eh? -

- Nuestra maestra siente algo especial por el descendiente de Clow -

- ¿¡Qué¿¡Está enamorada de ese mocoso!? -

- ¡Habla bajo! - dijo Yue. - Efectivamente. Además, ella a creado una carta gracias a ese sentimiento -

- No me lo ha dicho -

- No entiendo porque no nos había comentado de esa carta antes -

- Yo tampoco lo sé -

Al día siguiente, Shaoran baja a desayunar y encuentra el comedor vacío.

- ¿A donde ha ido todo el mundo? - se pregunta.

Se dirige al living y es asustado por sus hermanas, las cuales lo saludan con un sonoro "¡Feliz cumpleaños, Shaoran!"

Shaoran se había quedado allí, sentado en el suelo, atontado. - ¿Hoy es mi cumpleaños? - se preguntaba.

- Aquí tienes, hijo - le dijo su madre, dirigiéndose hacia él con un colorido... sobre.

- Muchas gracias, madre - dijo él, incorporándose mientras abría el susodicho. En su interior había un pasaje a Japón. Shaoran queda estupefacto.

- Shaoran, debes ir a Japón, ya que extraños sucesos ocurrirán allí, así que mantente alerta. Puedes quedarte el tiempo que desees, pero te llamaré a mi lado si necesito de tu presencia con urgencia - le dijo su madre.

- Si, madre, Muchas gracias, de nuevo -

- ¡Adivina quien irá contigo, Shaoran! - exclamó alguien que estaba detrás de la señora Li.

- ¡Me... Meiling! - Shaoran quedó sorprendido. - ¿Para que querrá ir? - pensaba.


Continuará...