·Los personajes pertenecen a Shungiku Nakamura.

·Me proclamo autora de este Drabble, ya que ha sido escrito y editado rigurosamente con mi sudor y lagrimas. (Naah -w-)

·No contiene Lemon.

·Si no te gusta el Yaoi, no leas, ya que posee ese tipo de contenido junto con los personajes de la serie a los que pertenecen.

·Se aceptan criticas constructivas, o alguna corrección de ortografía que posiblemente se me haya escapado.

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Espero que lo disfruten *3*

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Wings

Aun en sus brazos posesivos, atrapado en sus caricias, el era feliz. Y un granito mas, a cada segundo que pasaba junto a el.

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Ritsu sonrió tristemente desde el suelo de madera en donde se encontraba sentado con la espalda contra la pared. El siempre lograba capturar su auto control de una manera irresistible y veloz.

En el momento en que abrió la puerta, el lo arrincono contra la pared de manera sorpresiva, y el sin oponer resistencia, dejo que devorara sus labios a su gusto, siempre pasaba así. Esta vez no sabia si estaba frustrado, o lo había extrañado a lo largo del día, no se habían visto en toda la tarde, ya que Ritsu estaba en sus pocos días de vacaciones que le otorgaban cada cuando, y el no las iba a desaprovechar esta vez.

La fría madera del piso le daba escalofríos y le helaba las piernas, pero el no se quería levantar, al no poder dormir, se había librado de los brazos de Takano con esfuerzo, siempre el era posesivo con el, de una manera que no entendía pero que amaba aunque en algunos momentos le molestara.

Miro la ventana, donde una mariposa volaba a duras penas entre el vidrio, y con intentos inútiles de entrar chocaba contra el vidrio de la ventana cerrada, se veía obstinada y algo ensombrecida. Con los ojos taciturnos se vio así mismo de esa manera, como una mariposa.

El vidrio serian los brazos de Takano.

Maldito Takano y sus malditos brazos reconfortantes, siempre era imposible escaparse de el, y cuando lo acariciaba, se sentía mas perdido aun. En las partes en donde recorrían sus dedos la piel de el, dejaba un rastro de fuego que le era difícil olvidar.

También Takano en algunos momentos no lo dejaba volar, lo aprisionaba con su amor, pero lo hacia feliz. Imagino su vida antes de Takano, como una oruga, no recordaba muy bien como se sentía al estar sin el. Pero la forma en que se enamoro de el lo hizo volver a nacer de cierta manera.

Perdido en sus pensamientos, no se dio cuenta cuando Takano se despertó, pero si lo sintió cuando se sentó a su lado, el muy estúpido se enfermaría, estaba solo en boxer. Ritsu reprimió una mueca, pero aun así recostó delicadamente su cabeza contra el hombro de el, y descanso sus parpados. Aunque los dos estaban en silencio, se sentían cómodos. Era como una conversación silenciosa, no necesitaban pronunciar palabras, ellos lo sabían todo.

Adormilado, y sin pensarlo demasiado se le escapo en un susurro un soplo de su corazón, como aquella vez en la biblioteca.

-Te quiero, Takano.

Y Ritsu que no visualizo la sonrisa que el le lanzo, ya que estaba profundamente dormido, tampoco escucho cuando el le respondió, mientras lo alzaba en sus brazos para llevarlo a la cama

-Suena mejor así que Takano- san, ¿no?

En sus labios todo sonaba bien.