Hola querid s amig s lectores, primero quiero agradecer el acogimiento que tiene Landslide, viendo que está a pocos capítulos de que culmine, he decidido publicar este fanfic en el que me dedicaré por completo. Faberry sin duda es mi pareja favorita y creo que ya era hora que escribiera su historia de amor. Este fanfic si será bastante largo y tendrá de todo. Sin más que decir l s invito a leer y ya saben que los comentarios son muy bienvenidos. Quiero dedicarle este fanfic entero a dos personas especiales para mí: Cristina y Luisa.
Mi twitter: iheartrivergron
Prólogo.
La miro y me dan ganas de abrazarla y decirle que todo estará bien. ¿Ese es mi trabajo verdad? No es como si no hubiera solución, las hay, pero todas la llevarán a lo mismo: el insoportable dolor.
-¡Esto es asquerosamente doloroso! – grita en desesperación. A pesar de la situación tan complicada, yo me permito sonreír porque es como si escuchara la misma voz que me ha acompañado todos estos años.
Miro como ella lo fulmina con la mirada mientras grita una serie de improperios, agita sus manos y lo señala como el único culpable. Él simplemente está parado ahí, aceptando todas las acusaciones, tiene el rostro más blanco que un fantasma y yo, otra vez me permito reír. Él se parece tanto a mí. Ella tiene el rostro de color tomate y con ambas manos se aferra fuertemente a las sábanas de hospital.
-¡Te odio, te odio, te odio! – grita tanto como puede. Yo me quedó sin habla de nuevo. Es más no he dicho nada desde que llegué. No estoy siendo de mucha ayuda. - ¡Mamá! – grita ella desesperada y me mira molesta. ¿Qué culpa tengo yo de sus decisiones? Y tengo un recuerdo.
- Te quedas mirando como si nada. ¡Esto duele! –
-Pero…
- ¡Te odio, te odio, te odio! –
Con el rostro más colorado y más tranquila me acerco a ella y tomó su mano entre la mía. Le doy un pequeño beso en la frente y pego su cabeza en mi pecho. Ella deja de respirar tan agitadamente y se permite descansar un rato. Pongo mi mano libre en su vientre y lo sobo suavemente. Ella aprieta más mi mano y yo simplemente comienzo a darle besos en la cabeza.
-Todo va estar bien corazón.- son las primeras palabras coherentes que digo en lo que va del día.- Jason… ven.- le ordeno. Y él obedientemente se acerca y se para a un costado mío. – Pon aquí tu mano.- tomo su mano y la pongo sobre el vientre de Ashley. – Pronto verán a su bebé.- tomo la mano libre de Jason y la de Ashley y les digo: Todo habrá valido la pena, cuando miren a ese pequeño angelito.- lo digo tan feliz que algunas lágrimas caen por mi rostro.
-Mamá…- Ashley murmura con ternura, yo tomo su rostro con mi mano derecha y la miro con adoración.- Te quiero tanto.- le doy un beso en su mejilla y en ese momento la puerta de la habitación se abre abruptamente.
Rachel entra con cara de susto. Tira su enorme bolso en uno de los sillones y sin pedir permiso a Jason o a mí, se aviente sobre Ashley y la llena de besos. La abraza tan fuerte que hacer parecer como si la estuviera asfixiando. Rachel la mira igual que yo, con mucha adoración. Le murmura algo y Ashley sonríe. Luego, Rachel voltea y nos sonríe a mí y a Jason. Se me queda mirando y murmura un "te amo" y vuelve a mirar a Ashley.
-Perdona Ash, estúpidos ensayos.- Ashley simplemente asiente. Está muy cansada para decir algo más. Rachel toma uno de sus mechones rubios y los acomoda tras de su oreja.- Duerme cariño, mañana será un día largo, pero recuerda que estaremos para apoyarte en todo.-
Jason nos dice que va a ir por un café, murmura que la situación lo tiene desconcertado, que es todo tan rápido y le asusta. Rachel se acerca y lo abraza fuertemente, dándole apoyo; yo le doy una sonrisa alentadora y el muchacho deja la habitación.
Rachel se sienta en el único sillón de la habitación. Me hace señas para que le haga compañía. Yo, obedientemente, voy y me siento a su lado. Ella me abraza por la cintura y yo dejo descansar mi cabeza en su pecho. Es increíble que a pesar de tantos años su corazón siga latiendo fuertemente cada vez que yo estoy cerca. Ella suspira.
-Todo es todo es… extraño.- confiesa en un murmuro.
-Estoy de acuerdo.- entrelazamos nuestras manos y se sigue sintiendo tal cual la primera vez que caminamos mano en mano por los pasillos de la secundaria.- Recuerdo cuando estuvimos en la misma situación de Ashley.-
-Me preguntó si tú fuiste tan adorable como lo es Jason ahora.- yo me encojo de hombros.- Quiero decir, no me pude dar cuenta porque estaba sufriendo el peor dolor de mi vida.-
-Rach, yo era tan capaz como tú de haber traído al mundo a ese angelito.-
-Fue perfecto de todas maneras.- murmura ella y me da un beso en los labios.- Mírala, nuestra pequeña va a tener a su primer hijo.-
-No podemos estar más orgullosas.-
-Y todo lo que tuvimos que pasar para llegar a esto.- dice suspirando.
-Pero valió la pena.-
-Todo valió la pena para pasar mis días contigo, Quinn.-
