— ¿Por qué todo tiene qué ser tan complejo? No lo entiendo.

Es un imbécil, ¿Quién puede querer a alguien así?, ¿Qué le pueden ver a alguien cómo él? ¡Es sólo un vanidoso! Si tan sólo tuviese otra oportunidad para demostrar lo que sé hacer, le patearía el culo a ese estúpido.

Bonnie murmuraba molesto, mientras pateaba una lata de Pepsi tirada en el suelo. Le habían bochado de una audición, como era de costumbre.

Amaba con todo su corazón tocar la guitarra, era su talento, era para lo que él consideraba que había nacido, nadie tenía derecho a decirle que no era sí, pues sus acordes eran tan maravillosos como los del mismísimo Slash, o al menos eso consideraba él.

Sin embargo, había una piedra en su camino que le impedía alcanzar lo que tanto anhelaba. "Bon Bon", o al menos ese era su apodo artístico.

Era un muchacho de la misma edad de Bonnie, 18 años, lo único que lo diferenciaban era que tenían dos mirada distintas respecto a su talento. Bonnie es un muchacho modesto, es feliz con el simple hecho de ser reconocido por su talento, no quería alcanzar la gloria máxima. El peliazul era todo lo contrarío, sólo quería ser famoso. Quería llegar a cosas grandes en su vida, debía hacerlo, pues todo su sacrificio sería en vano.

Bonnie se resignó a que las personas sólo prefieren el físico ante que el talento. Bon Bon era un muchacho muy cuidadoso con su imagen, y que incluso llega a maquillarse, pues creía que así daba mejor imagen, ya que era muy popular entre las chicas como solista amateur. Bonnie no era para poco agraciado, había tenido varios amoríos en su época de secundaria, pero eso tiempo había quedado atrás, ahora sólo quería concentrarse en su sueño, ser guitarrista profesional, y patearle el culo a su rival.

— ¿Y cómo te fue en la audición de hoy? — Preguntó la muchachas de orbes doradas, y rizos rubios. Su nombre era Chica, es una chica muy amigable, demasiado según Bonnie, pues en la pizzeria donde ambos trabajan, miles de hombres caen a sus pies, pues es una joven con una belleza inmensurable.

— ¡A qué no sabes a quién han elegido! — Refunfuñó, Bonnie, poniéndose su delantal color bordó mientras golpeaba su cara contra el libro de menús.-

Chica rió ante su reacción, amaba cuando a Bonnie le daba esos ataques de "ira desenfrenados".

— ¡Anímate! Estoy segura de que pronto llamarán de nuevo, no es como si ellos no te hubiera oído o algo parecido.

— ¡Es qué no lo hicieron! El tipo aquél pasó primero, y los "dejó a todos con la boca abierta por su talento insuperable", oh vamos, todos saben que sólo lo quieren porque tiene un rostro bonito, nada más que eso. Le sacas eso, y no es nadie.

— Ya entendimos tu drama, ¿podrías sólo callarte? — Dijo Foxy detrás del mostrador, un chico de 20 años, el cual trabaja como cocinero en la pizzeria. — Tu turno empieza ahora, así que cierra el pico y ponte a trabajar, ¿Quieres?

Bonnie arqueó una ceja, caminó en dirección donde éste estaba, remangándose su playera hacía arriba.

— Ven y dímelo a la cara, ya que te crees la gran cosa, ¿Por qué no trabajas en algo más productivo? Digo, tiene casi 21 años, y estás trabajando aquí.

— ¡Vamos chicos! La gente está viendo, no es el momento para empezar estas discusiones. — Pronunció Chica manteniendo la calma junto con su sonrisa. Se interpuso entre medio de ambos, con intención de calmarlos, continuamente no paraban de discutir por estupideces como estas. El de cabellos violetas tuvo que ceder ante el pedido de su amiga, respirando y exhalando, una y otra vez. — Ahora, iré a preguntar las ordenes, Bonnie, tu ve a ver lo que pide la mesa 12, y Foxie, por favor, ya deja de fastidiarlo, sabes que él tiene un mal caracater. — El de orbes rojos hizo una mueca de desagrado, y terminó cediendo también yendo a la cocina a terminar con los pedidos.

Era Viernes, la pizzería se había llenado hasta el tope, sin embargo no era nada que no pudieran controlar, pues ya se habían acostumbrado al pesado ritmo del lugar.

Una de la mañana, hora de cerrar, las personas finalmente se habían ido del local satisfechas con la comida. Chica y Bonnie se encontraban sentados en una mesa, esperando que Freddy, el jefe de ambos, les de el aviso para que se pudieran retirar.

Foxy se apareció detrás del mostrados, y sólo alzó su mano, como si estuviese saludando, su expresión era fría y con unas ojeras enormes. Como era el segundo a cargo, era más que obvio que era el aviso de que ambos se podían ir. Tomaron sus cosas, Chica saludó al pelirrojo con un "Adiós, Foxy, cuídate", éste no respondió, a Chica no le molestó en lo más mínimo pues sabía que así era él.

Una vez ambos salieron de la pizzeria, Chica, saludó también al otro muchacho, éste respondió pero algo desanimado. Ambos tomaban rumbos diferentes, pues sus casas quedaban en direcciones distintas.

Bonnie se puso sus audífonos, el viaje no era muy largo, pero le daba tiempo para escuchar al menos unas canciones de su celular.

El viaje era silencioso, miraba el suelo, esperando encontrar al menos un objeto de valor, como dinero o algo similar, era su actividad favorita en la vuelta. Estaba tan desatento, que chocó con alguien, una persona, de mucha menor altura que él, tenía el cabello celeste, una mirada perdida por el golpe.

— Bonnie. — Pronunció acomodándose sus gafas, mientras una sonrisa se formó en su rostro.— ¿Cómo estás? Te busqué a la mañana en la discografía, pero ya te había ido...

El de pelos violetas, arqueó ambas cejas, algo sorprendido, nunca se le había ocurrido que él sabría su nombre.

— H-Hola. — Dijo nerviosamente, la situación era nueva, jamás antes se le había ocurrido que Bon Bon le conocería.—

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, AÚN NO SÉ BIEN DE QUE VAYA A SER EL FANFIC, PERO LES QUIERO PEDIR QUE ME DEN UNA OPORTUNIDAD.

SI TIENEN ALGUNA SUGERENCIA O AYUDITA PARA QUE MEJORE, SERÁ BIEN RECIBIDA.

¡NOS ESTAMOS LEYENDO!