Caída en picado

La luna llena iluminaba la noche mientras se reflejaba majestuosa, hermosa y poderosa sobre el tranquilo mar que acunaba la playa con su sonido.

La pelirroja no estaba segura de donde se encontraba, pero eso no importaba., porque a unos pasos de ella estaba él. Clary vestía unos simples vaqueros negros con una camiseta roja. Sus pies estaban desnudos sobre la arena.

Mirando al mar se encontraba la silueta de un chico .Vestía completamente de negro, por lo que su rubio plateado cabello destacaba en la oscuridad.

Clary comenzó a caminar hacia él. De pronto, oyó un grito detrás de ella. Al girarse vio a Simon corriendo hacia la joven, gritando fuera de sí que se alejase de ese muchacho, que era peligroso. La chica extrañada continuó su camino. El joven se dio la vuelta y se acercó a la pelirroja, quien le sonrió. Clary se quedó de piedra. Quería detenerse, pero sus piernas no le obedecían y continuaban avanzando hacia Sebastian.

Llegó a él, quien la abrazó tiernamente. Ella no pudo deshacerse del abrazo y observó como unas alas negras se desplegaban de la espalda de su hermano. Sebastian comenzó a alzarse sobre el mar. Más y más alto. Entonces, besó a Clary, quien reaccionó y se resbaló de sus brazos, cayendo a un vacío negro.

En medio de la oscuridad, la chica vio una luz dorada.

Clary abrió los ojos espantada al recordar que había besado a su hermano y soltó un grito. Su corazón estaba acelerado. Se encontraba revuelta en un sudor frío. Pronto sintió como la rodeaban con unos cálidos brazos.

-Shhh solo ha sido una pesadilla- dijo Jace con su cálida voz mientras la abrazaba.

Estaban en el instituto y todo había pasado.

_Igual deberíamos tomarnos unas vacaciones-sugirió Clary mientras se dejaba envolver en el agradable abrazo de su salvador.

El joven de ojos dorados no dijo nada, tan solo sonrió.