Título: Tipos de besos.
Claim: Taiki/Yaten.
Palabras: 479 palabras.
Rainting: M.
Advertencias: Slash, Incesto, Lime y escenas subidas de tono.
Summary: Slash, Femslash y Het. Los besos están cargados de sentimientos, los besos son exitantes, los besos acarician el alma por los sentimientos que conllevan, pero hay algunos que los prefieren de alguna manera y otros de otra, aquí los descubres.
Disclaimer: Si fuese Naoko Takenouchi el Seiya/Serena sería canon, obviamente Sailor Moon y todos sus personajes no son míos. Este fic no tiene ánimos de lucro, pero no está permitida su copia parcial o total para ponerla bajo otra autoría que no sea la mía; gracias.
Notas: Serie de drabbles y viñetas sin conexión entre sí, para el foro Retos Ilustrados (link en mi profile).
Gracias a Saya por el beteo, yo también te quiero ;)
Capítulo 1: Prohibido.
Mierda… joder… Dios… Jesús… Ra… Júpiter… Zeus… Alá… Buda… o quien rayos digan los terrestres que esté arriba. Si Taiki continuaba besándolo así, iba a explotar ahí mismo, pero él no iba a pasar esa vergüenza. Arremetió contra su hermano y se le restregó descaradamente, consiguiendole sacar un fuerte gemido, lo cual lo hizo sonreír con suficiencia.
Profundizó el beso, dejando a su lengua palpar cada escondrijo de aquella boca. Joder, qué buen sabor tenía, le era imposible no querer saborearla por siempre, ese acto tan simple los ponía a ambos, Yaten ya podía sentir a la punta de su pene quejarse por la prisión que eran sus pantalones.
Casi sin darse cuenta, mordió por impulso la lengua que momentos atrás degustaba con tanto ímpetu. Un gemido intentó salir por la boca de Yaten al sentir el sabor concentrado de la cavidad bucal de Taiki, mas este parecía no estar dispuesto a dejarla libre esta noche.
Sentían que no iban a poder refrenarse y se iban a montar ahí mismo sin importarles que a diez metros y con solo una pared de distancia, estuvieran sus esposas, hijos y hermano. Mas esto solamente hacía que la excitación de ambos aumentara considerablemente. El ser consientes de que todo lo que habían construido se podía caer a pedazos, los llenaba de adrenalina y un extravagante placer, que sólo era sofocable con ese tipo de encuentros.
En un momento de distracción, Taiki lo empujó contra —de forma bastante brusca la pared—. Yaten lanzó un quejido de dolor, por el daño causado en su espalda. Pero toda cortesía o dolor pasó a segundo plano en el momento en el que el herido se arqueó involuntariamente por el dolor y sus caderas se chocaron, mandando una oleada de excitación por sus cuerpos.
En ese momento no les importó que el sonido del movimiento y el quejido de Yaten, pudieran llamar la atención de los demás en la sala continua, estaban demasiado concentrados en las emociones que les producía intentar dominar al otro.
De aquella forma era siempre, no podían contenerse ante la lujuria de estar de esa manera. No entendían qué era exactamente, ellos amaban a sus esposas, pero el placer que causaban sus encuentros eran por mucho, mejores que con ellas.
Tal vez era el placer del fruto prohibido, podría hacer lo que fuere porque aquel estímulo electrizante y esa adrenalina que producía el sabor de sus labios sobre los suyos, continuara, aun cuando su familia estuviese en juego. Pero también había momentos en los que la conciencia le ganaba a la calentura, mas lo olvidaban por completo al segundo en que sus labios volvían presionarse.
No podían restringirse el poder probar una y otra vez, esas emociones sofocantes pero a la vez exquisitas. Harían cualquier cosa por sentir ese sabor nuevamente. Nada importaba si podían volver a probarlo.
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Lucero~