Había terminado por fin la difícil competición del Daimatou Enbu, pero Natsu, como de costumbre, seguía encendido con el sabor de la gloria. Los privilegios cono gremio principal de Fiore (por no decir: de Magnolia) le habían subido los humos (y el fuego, como decía Gray) hasta límites insospechables.
Desde aquella noche que robó las joyas de la corona en el palacio real, y las había acabado por exhibir en el desfile de bienvenida a la ciudad, parecía haberle agarrado gusto a la idea de traer corona e iba de aquí a allá proclamándose Rey de cualquier cosa mientras Happy tocaba fanfarrias con una trompetita, del fuego, de los dragones, de los dragon slayers (eso hasta que Laxus le dio una pequeña paliza), rey de Fairy Tail (donde Erza lo golpeó para que dejara de decir eso) y finalmente rey de su casa y terrenos circundantes.

-¡ABRAAAN PASO AL REYYYY! ¡Hoy sí que estoy encendido!

-Nat...suuu... -Lucy se cubrió la cara con las cobijas para esconderse del sol que Natsu dejó pasar al entrar por la ventana. Happy sopló la trompeta justo sobre su oreja y la hizo saltar- ¡Ay! ¡Happy, me haces daño!

-Lo siento, Lucy...- a Lucy le zumbaban las orejas pero alcanzó a oír - pero debes saludar a su majestad.

-A su majes... ¡NAATSUUUU! -Lucy, como de costumbre, se enojó por el allanamiento de morada que solía practicar el pelirrosa- ya estoy hasta la coronilla de tus realezas y...

-¡ABRAN PASO AL REY NATSUU, EL CONQUISTADOOOR!- Natsu paso casi encima de ella blandiendo su cetro y una espada de madera- ¡Declaro este territorio como conquistado y propiedad del rey Natsu Dragneel I!

-Ah, no ¡Eso sí que no! -Lucy reclamó como si en verdad fuera un reino lo que Natsu tratara de apoderarse- ¡Esata es mí casa, por lo cual este es MI reino y tú no tienes nada que ver aquí!

-Ah, eso no se puede -dijo Natsu sin hacerle caso- Yo me hice rey de tu casa por la fuerza y sólo por la fuerza me podría hacer salir -Lucy estiró la mano hacia sus llaves pero Natsu se interpuso- Sólo hay una forma de que conserves tus derechos como reina en esta casa

Lucy puso los ojos en blanco, ese juego la estaba cansando

-De acuerdo, ¿qué es lo que quieres que haga? -Cuando volvió a enfocar a Natsu se dio cuenta que estaba rojo, y por sus orejas salía humo. El mago se inclinó en la forma en que se hace una petición formal.

-Lucy-san, ¡se mi reina por favor!