Hola! Bueno pues esta es mi primera historia... sinceramente no quería publicar aquí porque en FF esta lo mejor de lo mejor y no hay nada como esta porquería pero bueno a petición de ustedes chicas aquí esta... espero que sea de su agrado y disfruten la lectura... las quieroo
Nefasta pesadilla... y el gran cambio
La noche era muy fría, las calles oscuras y desiertas. El pánico y la desesperación la inundaban; por más que corría sentía que no podía avanzar nada. Estaba asustada, sabía que no tenia salvación, la perseguían y estaban por alcanzarla, le temblaba todo el cuerpo, el abdomen lo tenía comprimido, jadeaba, sudaba y le faltaba el aire. Llego a un callejón sin salida; ahora si estaba perdida, no tenia escapatoria, se preparaba para lo peor; no tenía miedo sino pánico, terror; ellos se acercaban poco a poco como queriendo alargar su agonía, en sus rostros se dibujaban unas sonrisas burlonas, llenas de satisfacción; ahora si los podía ver claramente, los tenia frente a frente, captaba su asqueroso olor y su aspecto mediocre. Uno de ellos alzo un brazo para tocarla, ella sudaba y ya se esperaba lo que venía a continuación, ya no tenía fuerzas para poder defenderse, se deslizo para sentarse en el suelo y después quedar inconsciente…
Su celular sonó, se despertó muy alterada, su respiración era entrecortada y estaba empapada en sudor, rápidamente se levanto, corrió hacia la taza del baño, se inclino sobre ella y vomito.
De nuevo esa maldita pesadilla, ya estaba cansada y desesperada de soñar siempre con lo mismo, y como no si desde hace dos meses a la fecha tenia esas horribles pesadillas, y le provocaban demasiados malestares, uno de ellos, la perdida de sueño.
Lentamente se levanto del suelo, abrió el grifo y se enjuago la boca, se vio en el espejo y se percato de su mal aspecto, tenía los ojos rojos, unas ojeras enormes, estaba completamente pálida y demasiado delgada.
Avanzo hacia su cama, sus pies pesaban como el plomo, se sentó y agarro su celular, el causante de la interrupción de su nefasta pesadilla.
El mensaje era de Betty, recordándole que temprano había una cirugía en la cual era necesaria su presencia; siempre era así, en la mayoría de las operaciones la necesitaban; tenía algunas desventajas ser la mejor cirujana del hospital y es que a pesar de ser tan joven hizo muchos sacrificios para poder llegar a ser lo que ahora es.
Se dirigió al baño para darse una relajante ducha ya que estaba segura que no volvería a dormir.
Después de una hora bajo arreglada, lista para irse al hospital, paso por la cocina para tomar un desayuno ligero ya que aun sentía asco a causa de esa terrible pesadilla, se sirvió un poco de café, le dio un sorbo y lo escupió, sabia asquerosamente mal, regreso a la sala, tomo sus cosas y las llaves y salió de su casa.
El tráfico era terrible, llevaba más de 20 minutos atascada en el mismo punto, el celular comenzó a sonar, era Betty de nuevo.
-Hola, ¿Qué paso?
-Hola Ginny, ¿ya vas a llegar?
-Aun no, estoy atascada, hay demasiado tráfico.
-Busca otro camino… El doctor Belmont necesita el expediente del paciente de la habitación 203.
-Ah sí, dáselo por favor, está en mi gaveta, nos vemos al rato.- colgó, se estaba poniendo de mal humor, toco el clac son para presionar a los otros conductores, lentamente fue avanzando.
Llego al hospital con media hora de anticipación, al menos sirvió esa maldita pesadilla para levantarse mucho más temprano y que el trafico no afectara su hora de entrada. Se fue directo a su consultorio y se sentó en su silla, a los pocos minutos entro Betty con una montaña de papeles, que dejo sobre su escritorio.
-¿Qué es todo esto?- dijo con el ceño ligeramente fruncido a causa de la confusión.
-Son unos expedientes pasados que debo archivar y si no los entrego no me darán el descanso para irme de fiesta, pero como te darás cuenta son demasiados y vengo a pedirle a mi estupenda y maravillosa amiga su gran ayuda.- puso una cara de perrito triste, Ginny por más que quería no pudo contenerse y soltó una estruendosa carcajada.-Entonces que dices ¿me ayudaras?- dibujo en su rostro su mejor sonrisa.
-Como ya sabes tengo cirugía en aproximadamente una hora, así que debo prepararme.- le contesto Ginny, muy divertida ya que sabía que su amiga comenzaría a suplicar y ella como buena amiga estaba dispuesta a hacerla sufrir un rato aunque al final aceptaría a ayudarla.
-Ginny tu misma lo dijiste, ¡en una hora! Ósea que todavía te queda bastante tiempo… ¡No puedes permitir que tu bella amiga muera aplastada por un montón de expedientes y sin haber disfrutado de esa maravillosa fiesta!- le dijo como si fuera una niña berrinchuda a la que niegan unos juguetes. Ginny solo sonreía divertida por el tono y las caras que ponía su amiga.
-Ya te dije…
-Si ya sé lo que me dijiste, está bien, olvídalo no necesito tu ayuda.-Ginny la veía y escuchaba y cada vez se convencía que su amiga era una loca sin remedio, este pensamiento la hizo sonreír aun mas.- Iré con mi otra "gran amiga" estoy segura que Cho no me negara su ayuda…- Inmediatamente a Ginny se le borro la sonrisa y vio a su amiga con los ojos entre cerrados como examinándola para saber si hablaba enserio.
-¿Acaso estas de broma?- le espeto con el ceño fruncido, en verdad se estaba enojando, y no era para menos, todo el personal del hospital sabían que las dos son grandes enemigas, siempre que tienen alguna pelea el hospital vibra a causa de los gritos, Ginny simplemente no se podía controlar cuando veía a esa mujer. Ni siquiera es buena cirujana, todo lo que ha logrado ha sido gracias a sus "atributos".
-No es broma, hablo muy enserio, apuesto a que Cho haría todo lo posible por dejarte sin tu mejor amiga ósea yo.
-¿Me estas chantajeando?- su cara estaba roja a causa del coraje que estaba creciendo en ella.
-¡Sí! Sabes que no me gusta archivar y quiero ir a la fiesta, por favor ayúdame le dijo poniendo su mejor carita.
-No, no te ayudare, ahora si fuiste demasiado lejos, sabes que no tolero ni que mencionen a esa maldita arpía y tu mi "mejor amiga".- le espeto recalcando las últimas palabras.- Estas dispuesta a vender tu alma al demonio solo porque no te gusta archivar.- bufo molesta.- ¡Merlín! Cada día esta más loca.
-Y aun así me quieres… Perdón se que me pase pero ¡AYUDAME! Si quieres tomo tu guardia nocturna de la próxima semana ¿sí?
-JA! Eso me dices siempre y nunca lo has cumplido maldita yegua! Pero me has convencido… No entiendo como llegaste a terminar la carrera si estas completamente loca.- le contesto ya calmada y de nuevo con una sonrisa.
-Es lo mismo que yo me pregunto, y tu estas igual o más loca que yo así que no te quejes y ayúdame.
-Está bien, pásame la mitad.- estiro sus brazos sobre el escritorio para que le pasara los documentos, saco sus lentes del bolso y se los coloco para poder leer.
-¿te llego mi mensaje?- Ginny levanto la vista y se quedo pensando por un momento.
-Sí, gracias a tu mensaje pude despertar de esa nefasta pesadilla.- dijo con un deje de desesperación y cansancio.
-¿la misma que has tenido todo este tiempo?-Betty frunció un poco el ceño como meditando algo.
-Si la misma, ya estoy harta de lo mismo…
-¿Qué te dice tu terapeuta?
-Pues me receto unas pastillas y dice que con el tiempo se va a ir disipando… pero no estoy segura, tú misma lo has visto, esas pastillas no me sirven y cada vez es más intensa la pesadilla, no puedo dormir y tampoco me da hambre… agggg ! Ya me canse.- se recargo en el respaldo de la silla y echo su cabeza hacia tras, cerró los ojos y respiro profundamente tratando de tranquilizarse.
-¿Por qué no cambias de terapeuta?- le propuso, preocupada por la situación de su amiga.
-No lose ¿y si recaigo?... no quiero volver a empezar… pero lo voy a pensar.- se dispuso a seguir revisando los expedientes.
-Yo te recomiendo que vayas con otro, total no creo que te puedas poner peor, deberías de intentarlo…- no puedo terminar debido a que tocaron la puerta.
-Adelante.- respondió Ginny, dejando los papeles a un lado y sentándose correctamente.
-Buenos días Ginny.- saludo el doctor Mora.- En quince minutos comienza la cirugía en el quirófano cinco, no tardes.
-Si en seguida voy.- se levanto, se coloco su bata y camino hacia la salida detrás del doctor Mora.- Nos vemos a la hora del almuerzo.- dio media vuelta y salió del consultorio dejando a Betty preocupada por su salud.
Al fin había terminado, estaba exhausto y como no iba a estarlo si tuvo que empacar y acomodar todo dos veces gracias a su pequeño y hermoso ahijado Teddy Lupin de dos añitos de edad. Todo lo que metía, el niño lo sacaba y lo volvía a poner en su lugar, no le gustaba esta actitud de Teddy y lo ponía mal pues le partía el corazón que su ahijada sufriera, pero ya no había vuelta atrás este cambio lo necesitaban todos y era urgente.
Quieren despejar sus sentimientos, poner un poco de distancia con objetos y cosas que tengan que ver con ellos, aunque saben de antemano que siempre tendrán los recuerdos, los más dolorosos y ahí sí que no se le puede poner distancia. Pero este cambio ayudara en gran medida para tranquilizarse y tratar de ser felices nuevamente.
El sonido de la puerta lo saco de sus tristes pensamientos, se puso de pie y fue a abrir la puerta.
-Ahh son ustedes…- se hizo a un lado para que pudieran entrar a la casa.
-Si somos nosotros ¿esperabas a alguien más?- le pregunto un poco ofendida.
-No, no esperaba a nadie más, solo lo dije porque tú nunca tocas, siempre entras con tus propias llaves… perdón si te molesto lo que dije, sabes que te quiero mucho Hermione.
-No, perdóname tu a mi Harry, tienes razón nunca toco pero ahora lo tuve que hacer porque traía a Teddy y sabes que a el no le gusta aparecerse; además me siento muy nerviosa, será un cambio radical para nosotros… los dos voltearon a ver al pequeño que reposaba tranquilamente dormido en los cálidos brazos de Hermione.
-Estoy seguro que es lo mejor… por eso es que nos vamos, para cambiar de aires, la nueva cuidad y el nuevo ambiente nos ayudaran.- los dos se quedaron pensativos hasta que un movimiento inconsciente de Teddy los saco de su ensimismamiento.
-Bueno no hay que ponernos mal, debemos ser fuertes por Teddy y por nosotros; ¿ye terminaste de empacar?- le dijo queriendo desviar el tema y evitando recordar esos malos momentos que los emanaban, pues hablar sobre este tema los lastimaba demasiado.
-Si ya está todo listo, solo esperamos a que llegue el taxi y partimos.
-Entonces solo queda despedirnos de esta ciudad, de la casa y agradecer por los buenos momentos…
-Y los malos también.- la interrumpió.
-Si esos también, pero ya te he dicho que solo debes quedarte con lo bueno, lo malo déjalo correr, absorbe lo positivo y expulsa lo negativo. Recordando siempre lo malo no ganaras nada y te quedaras siempre estancado en el mismo punto. A veces la situación es difícil pero siempre ay que ver hacia delante y nunca voltear hacia atrás…
-Es muy difícil… pero no quiero hablar de ese tema, mejor terminemos de arreglar todo para irnos.- los dos se pusieron en marcha con el propósito de terminar de arreglar todo.
Una vez que llego el taxi, salieron del apartamento con sus pertenencias, no sin antes despedirse de sus vecinos, sus amigos y el portero; abordaron el taxi hacia el aeropuerto. Habiendo hecho los trámites correspondientes, se sentaron a esperar el abordaje del avión.
-Teddy ¿quiere comer algo?- le pregunto Hermione de forma tierna y cariñosa, abrazando al pequeño.
-No, ya me quelo id.- se quejo el niño fastidiado y bastante aburrido.
-Vuelo 155 con destino a Londres favor de abordar el avión por la puerta tres.- se escucho por el altavoz una voz femenina, la cual les indicaba que era momento de partir.
-Te hicieron caso enano, vamos la puerta está por allá.- dijo señalando hacia la izquierda.
Tal y como se los indicaron, abordaron el avión, tomaron asiento y esperaron para despegar. El viaje fue un poco largo, pero gracias a las ocurrencias de Teddy y sus bromas el viaje se les hizo ameno, entre charlas, risas, sueños. Comida y bromas, no se dieron cuenta que solo faltaban cinco minutos para aterrizar.
Se bajaron de ese avión: llenos de esperanzas, de nuevas fuerzas, motivaciones, metas, anhelos y propósitos, dispuestos a hacer hasta lo imposible para lograr lo soñado, se dirigieron hacia la salida del aeropuerto.
Por fin estaban en Londres, su ciudad de origen, la cuidad de la cual esperaban demasiadas cosas y solo podían pensar en que su vida había dado un cambio de 360 grados en menos de dos semanas.
Se toparon de frente con un grande y luminoso cartel en el cual había una frase que los llenaba de alegría.
-BIENVENIDOS A LONDRES, SU SEGUNDO HOGAR.- estos los hizo sonreír aun más convencidos que su vida cambiaria y seria para bien.
Bueno pues si llegaron hasta aqui seguramente es porque estan locos, no tenian nada que hacer o la intrigas les pudo mas... este capitulo va dedicado y les quiero agradecer a todas aquellas personas que me han apoyado y han aguantado mis inseguridades, Mary, Marleni, Myriam, Ivis... chigas gracias por todo las adorooo.
Yazmin! loca! sister del alma! te quiero un monton... eres una maldita embustera... por tu culpa empezo todo esto! si no seguiria en el dulce anonimato! jajajaja adoroo las interminables charlas por Whatsapp
Angelito... hermanita... tu siempre me apoyaste en todo momento y creiste en mi... asi que se feliz porque ya no estoy en el anonimato ya ya publique la historia aca! jaja te adoroooooo
Natu! hija de puta! perdon por todo lo que tu ya sabes... creeme que no fue mi intencion... te quiero con toda mi alma y sabes que te seguire jodiendo la existencia ;) nunca te dejare que tengas una vida tranquila muajaja gracias por la fe, el apoyo, las sugerencias, la ayuda, en resumen TODO... eres la mejor culera que he conocido! jaja
Y gracias a ti por leer y dame un poco de tu valiosos tiempo... son geniales.
Bueno pues por mi parte eso es todo, espero les haya gustado, cualquier cosa aca abajo tienen una opcion y pueden comentar, se acepta cualquier cosa... hasta la proxima
Besos y abrazos
conejitaweasley
