Hechizo
Capítulo 01.- Contacto inesperado.
Contexto: Yuzuru tiene 27 años, está retirado y vive en Toronto, Canadá. Fundó una escuela de patinaje sobre hielo en su natal Sendai, Japón, la cual administra regularmente junto a Nobunari Oda, quien normalmente se queda a cargo. Actualmente está entrenando a sus principales alumnos en Toronto, preparándolos para la Final del Grand Prix y las Nacionales de Japón, entre los cuales entrena a Shoma Uno. Transición de otoño a invierno, inicios del mes de diciembre.
Era ya algo tarde, aproximadamente las 11 de la noche… hacía frío, no tenía su chaqueta a la mano, tenía hambre, tenía deberes por hacer al llegar a casa, su teléfono celular se había apagado y no tenía ni la más mínima idea de cómo salir de su inesperado cautiverio en la sala de entrenadores de la pista de patinaje.
Mientras pasaba el tiempo, se golpeaba repetidas veces la frente con la parte delantera de su puño, y aunque lo hacía suavemente, esperaba que de tanto golpearse se le ocurriera la manera de salir de ahí… ¿Cómo había sido capturado en dicho salón? Pues ni él mismo terminaba de entender por qué…
Un par de horas antes, en la sala de entrenadores:
Yuzuru: Debería terminar de una buena vez e irme temprano a casa (rascándose la cabeza) … Mi madre me repite a diario que ya no tengo tiempo para mi familia.
Shoma: Bueno… últimamente no tienes tiempo para nada, ni para tus amigos, ni siquiera para ti mismo…
Yuzuru: ¿A qué te refieres?
Shoma: Tienes que confesar que sabes que eres muy popular entre todos aquí, y todos nos hemos dado cuenta de que no tienes tiempo para salir a tomar un respiro con ninguno de nosotros, ni siquiera cuando es temporada baja, con eso que estás muy ocup-.
Yuzuru: No me refiero a eso, sino a lo último que dijiste.
Shoma: ¿De que no tienes tiempo ni para ti mismo?
Yuzuru: Sí… ¿es que acaso me veo mal o algo así? (Viendo su reflejo en la ventana de la sala).
Shoma: No, no… No es eso. Lo dije por decir, ya me conoces.
Yuzuru: ¿Dime qué es? (mira a Shoma y se da cuenta que éste intenta huir de la conversación). No intentes evadir mi pregunta… Últimamente todos hacen comentarios extraños muy parecidos al que acabas de hacer pequeño, y tú sí me darás una explicación.
Shoma: ¿Es inevitable? ¿No se me permite usar mi carta "tengo sueño, debo ir a dormir"? Yuzu-kun, son las 9 de la noche…
Yuzuru: No me importa, quiero una explicación… Ahora.
Shoma sabía que no darle la explicación que él exigía sería alargar la espera para irse a dormir y cobijarse en sus cálidas sábanas. Tendría que hacerlo, además porque su senpai lo miraba con claras intenciones de no dejarlo salir de ahí si no obtenía lo que quería.
Shoma: Yo creo, bueno, todos creemos que… ¿Cómo decirlo?
Yuzuru: Dilo.
Shoma: Yo puedo entender que cuando estabas en "actividad", o sea, cuando aún estabas compitiendo… y no es que ahora no compitas ni nada, sé que aún eres bastante competitivo, pero…
Yuzuru: Puedes… evitar darle muchas vueltas, ¿sí?
Shoma: Ahora que estás retirado podrías preocuparte un poco más por tu vida personal y no tanto por los demás.
Yuzuru: ¿Por los demás? Pero si yo no hag-
Shoma: Senpai… Yuzu-kun.
Yuzuru: No entiendo a qué te refieres (recostándose sobre su silla y masajeando su cuello con algo de cansancio). Se acercan las nacionales y los chicos deben estar preparados y es mi responsabilidad hacer que todos lleguen en un gran nivel, incluso tú, eso es todo.
Shoma: Le has dedicado tu vida a este deporte, los muchachos nunca estarán más agradecidos contigo de lo que pueden estar ahora, eso te lo puedo asegurar… Eres el famoso "tres veces campeón olímpico consecutivo", y probablemente seguirías ganando todas las series mundiales si así quisieras hacerlo… Tú mismo decidiste anunciar una especie de retiro o descanso o eso que le dijiste en abril a la prensa para que te dejen tranquilo… ¿No es un buen momento para que te preocupes por ti… amorosamente hablando?
Yuzuru: Te has vuelto insolente.
Shoma: He tenido al mejor maestro… (Yuzuru lo mira fijamente como si pudiera hacerlo desaparecer con sólo verlo). No me mires así, estoy más que seguro que no soy la primera persona en decirte esto, ¿me equivoco?
Yuzuru: …
Shoma: ¿Con quién pasarás Navidad?
Yuzuru: …
Shoma: Bueno, me voy a dormir.
Yuzuru: O sea que sólo viniste a perturbar mi tranquilidad y ya, ¿eso es todo?
Shoma: Eso es todo, senpai.
Yuzuru: Espero que tus sabios consejos los apliques también en tu vida "amorosa", como bien le llamas, has de tener muchísima experiencia.
Shoma: Al parecer más de la que tienes tú, sí.
Yuzuru: Buenas noches.
Shoma: Jajaja, buenas noches senpai… Considera lo que dije… Nadie estará en contra o dirá algo si a estas alturas decides compartir tus sueños con alguien más que Pooh-san.
Yuzuru: BUENAS NOCHES.
Shoma: Está bien, me voy… Buenas noches, Yuzu-kun (sale cerrando la puerta detrás de él).
Yuzuru: Además… ¿quién querría estar con un fenómeno como yo? (suspirando). No volveré a pasar por lo mismo…
Bien, esa conversación lo había dejado más que perturbado, otra vez… Sólo quería irse a casa… Ya estaba por terminar los reportes de cada uno de los chicos para el entrenamiento del día siguiente, hasta que escuchó un ruido extraño proveniente de la puerta de ingreso; era muy fácil escuchar cualquier sonido ya que no quedaba nadie en la pista de hielo ni en las instalaciones, más que él. Se extrañó un poco pero no hizo caso, entonces nuevamente escuchó sonidos secos, como si alguien se acercara corriendo… Y era cierto, alguien se acercaba corriendo rápidamente, tan rápido que dicha persona inconsciente y desconsiderada no notó que al pasar por su puerta hizo caer un bastón de hockey trabándola. Sólo atinó a pararse de un salto intentando decirle algo a ese ser malévolo, pero por algún extraño motivo no consiguió emitir palabra alguna…
Se quedó tomando la perilla de la puerta, mirando al frío piso con resignación… "Lo que me faltaba", pensó. No estaba asustado ya que supuso que era cualquiera de los chicos que pudo haberse olvidado algo en la pista o fuera del ice rink, así que decidió esperar atento a su retorno para exigir su liberación y posteriormente darle una reprimenda por entrar corriendo descuidadamente a la pista de hielo… Esperó un minuto, dos, cinco… hasta que escuchó música a lo lejos. No pudo distinguir con claridad qué canción era, pero se le hacía una melodía familiar… Demonios, tendría que esperar hasta que dicha persona se le ocurriera dejar de patinar.
Decidió continuar con lo que estaba haciendo, pero prestando especial atención a la ventana por si a esa tonta persona se le ocurría terminar ya.
Como si no fuera suficiente con saber que escucharía el mismo discurso al llegar a casa, la luz de su oficina empezó a parpadear por unos segundos hasta que se apagó por completo… Segundos después escuchaba cómo las luces grandes de la pista de hielo se apagaban una tras otra… Definitivamente ése no era su día.
Bien, era momento de salir de ahí sea como sea, así que decidió hacer uso de algo que normalmente no usaba: La fuerza bruta… Sí señores, el legendario e implacable Yuzuru Hanyu había entrado en desesperación… No era que le tuviera miedo a la oscuridad ni nada, lo hacía por seguridad, sí, ésa era la razón… Al diablo, no tenía a nadie al frente a quien pudiera engañar, estaba muerto de miedo de que en cualquier momento algún fantasma o un alma vagando en pena como castigo por haber sido una mala persona cuando estaba vivo se le acercara y le absorbiera la vida o le robara el corazón o lo poseyera… Tenía que salir de ahí así que empezó a tirar de la perilla con toda su fuerza mientras veía con bastante dificultad a través de la ventana por si la tonta persona se dignaba a salir de la pista de hielo y lo ayudara… No hallaba sus lentes entre la oscuridad y la desesperación por salir de allí, así que dejó la inútil tarea de buscarlos a ciegas y siguió tirando de la perilla a ver si por arte de magia la endemoniada puerta se abría…
De pronto se quedó en silencio ya que escuchó pasos provenientes de la pista de hielo… ¡Por fin!, pensó… Y por un demonio que no podía ver nada… Empezó a golpear la ventana con su puño con la esperanza que el misterioso ser por fin lo sacara de ahí… Empezó a golpear con algo más de fuerza hasta que vio que una silueta se detuvo frente a la ventana, intentando ver qué o quién estaba dentro…
Ser misterioso: ¿Hay alguien ahí? (bien, era una chica, con un inglés algo trabado, pero como siempre mucho mejor que el de él).
Yuzuru: Sí, por favor, soy entrenador de aquí… Podrías destrabar la puerta por fav-
Chica misteriosa: Pero esto está abierto, ah no, ¿qué es esto? (silencio).
Yuzuru: ¿Sucede algo?
Chica misteriosa: Es que… hay algo extraño encima del bastón… Pero… ¿q-qué cosa es…? ¡Ahhhhh, nooo! (de pronto gritó como si hubiera visto al diablo en persona).
Yuzuru: ¡No! ¿Por qué gritas?
Más rápido de lo que pensó que podría reaccionar alguna vez en su vida, saltó a la puerta por impulso para ver qué había sucedido, pero de pronto perdió estabilidad al conseguir abrirla hacia afuera con toda la fuerza que usó pensando que estaría trabada, lo que ocasionó que cayera de cara, llevándose cualquier cosa que tuviera al frente…
Ok… Tenía que aceptar que el golpe seco contra el piso no había sido tan duro como esperaba, pero por algún motivo seguía muerto de miedo sin saber qué hacer… ¿Es que se la habría comido algún monstruo?, ¿por qué se quedó en completo silencio?, ¿por qué justo tenía que haber caído en un montón de ropa de quién sabe quién?, ¿por qué sentía que algo le respiraba contra el cuello? ... ¿Por qué sentía que algo intentaba estrangularlo cuando intentaba ponerse de pie?, ¿qué demo-
Chica misteriosa: ¡No, por favor!
Yuzuru: ¿¡No qué!? ¡Suélteme por favor señora fantasma, juro que rezaré por usted todos los días de mi vida! ¡No me lleve por favor, aún soy muy joven, aún soy virgen! (mientras intentaba zafarse con desesperación del abrazo mortal al que ese horrible ser lo condenaba).
Chica misteriosa: ¡Una rata!
Yuzuru: ¡Sí, lo que usted quiera! ¡Le daré una rata todos los días, lo que usted me pida, pero por favor déjeme ir!
Chica misteriosa: ¡Una rata se metió dentro de mi chaqueta, estúpido!
Yuzuru: ¡No me mate por fa-… ¿Q-qué?, ¿estúpido?
Chica misteriosa: Por favor, ayúdame…
Al escuchar una voz más suave, pudo abrir los ojos lentamente, ya que los había cerrado implorando por su alma y por su vida… Se levantó un poco sobre sus codos, ya que aún estaba en el piso siendo "estrangulado" … Y si esos ojos eran los de un fantasma, pues no se veían tan mal a pesar de la oscuridad…
Chica misteriosa: Ayúdame por favor (hablando muy rápido y de manera muy nerviosa) … Había una rata encima del bastón y creo que cuando abriste la puerta de esa forma tan bruta se me fue encima o se metió dentro de mi chaqueta.
Esa fantasma insolente le había dicho "estúpido" y "bruto" en menos de un minuto, lo que hizo que reaccionara y se diera cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo… Esa chica era la persona inconsciente que lo había dejado encerrado y se había largado a patinar sin la más mínima consideración de ver por dónde andaba.
Yuzuru: ¿Me acabas de decir bruto? Ya tuve suficiente por hoy (intentó ponerse de pie).
Chica misteriosa: ¡Por favor, no te muevas! ¡Estoy segura de que ese animal se metió bajo mi ropa!
Yuzuru: ¿Y qué se supone que quieres que haga? (Harto y cansado, decidió quedarse quieto).
Chica misteriosa: Sólo… no te muevas, por favor (mirándolo desde abajo y aún con los brazos alrededor de su cuello).
Yuzuru: Uhmmm… Está bien.
Chica misteriosa: ¿Podrías levantarte un poco?
Yuzuru: ¿Qué? (molesto).
Chica misteriosa: Es que puedo sentir algo en el bolsillo de mi chaqueta…
Yuzuru: ¿Te refieres a esto? (dijo mostrándole un indefenso y minúsculo ratoncito medio desmayado por el impacto de dos humanos espantados por la nada).
Chica misteriosa: ¡Kyaaaaa! ¡Aleja esa cosa de mí!
Yuzuru: Ve amiguito… sé libre… (dejándolo a un lado y empujándolo suavemente con la mano libre mientras con el otro brazo se apoyaba sobre su codo, se dispuso a ponerse de pie).
Chica misteriosa: ¡Espera, no!
Yuzuru: ¿Ahora qué? (estaba al límite de su preciada paciencia).
Chica misteriosa: Aún puedo sentir algo sobre el bolsillo de mi chaqueta.
Yuzuru: Ah, es mi celular…
En ese momento, Yuzuru bajó la mano libre de forma algo despreocupada para sacar el celular de su bolsillo, el cual al parecer incomodaba a la persona problemática que tenía al frente… bueno, debajo suyo… y de una buena vez poder irse a casa a descansar. Sólo se detuvo cuando se dio cuenta que por un descuido rozó accidentalmente uno de los pechos de la chica.
Yuzuru: ¡Lo siento, no fue mi intención!
Chica misteriosa: ¿Puedes levantarte de una vez? (molesta).
Yuzuru: Pero si tú me pedis-… Está bien… (Hace tanto que no estaba tan molesto).
Es así como decidió pararse de una buena vez. Estando ya de pie, estiró su brazo para ayudar a levantarse a la odiosa muchacha… Realmente estiró el brazo al vacío porque no alcanzaba a ver nada, y nuevamente…
Yuzuru: ¡Lo siento, no era mi intención tocarte ni nada!
La chica sólo atinó a levantarse intentando tomar la aún extendida mano del estúpido, y al parecer, pervertido entrenador que tenía en frente, sin embargo, la oscuridad no le permitía ver casi nada y cometió uno de los errores más vergonzosos de su vida, si no era el más vergonzoso de todos.
Yuzuru: ¡Ahhh, mis bol-…
Chica misteriosa: ¡Perdón, no quise tocar-
No alcanzó a terminar su frase porque "el estúpido" cayó nuevamente sobre ella, al parecer, sin querer, le había dado fuerte en sus… en sus… en eso…
Estaba harto… "¿Pasaría algo más ese día?", pensó… Estaba realmente adolorido. ¿Cómo era posible que le hubiera dado tan fuerte? ¿Era una venganza por haberla tocado accidentalmente? Se le cruzaron muchas ideas por su cabeza, pero no pudo evitar sentir nuevamente la respiración de ella sobre su cuello… Esta vez no estaba apoyando su peso sobre sus brazos ya que estaba tratando de calmar su dolor con ambas manos cayendo aparatosamente. Sacó una de sus manos de su entrepierna y se dispuso a ponerse de pie, y por tercera vez en esa noche, como si tuviera una maldición encima, la maldita oscuridad y el descuido hicieron que tocara nuevamente uno de los pechos de la chica, sólo que esta vez por algún extraño motivo no retiró su mano… Algo raro estaba pasando…
Chica misteriosa: O-oye… ¿q-qué haces? Quí-quítate…
Yuzuru sólo atinó a levantar la vista y quedarse tal cual estaba… Sólo la miraba de frente, profundamente e intentando encontrar la razón por la cual eso estaba ocurriendo, "¿cómo era posible?" … Definitivamente algo raro estaba pasando, pero no alcanzó a ver más allá que el brillo de sus ojos, sintiendo aún su respiración nerviosa sobre su cuello, haciéndole cosquillas y a la vez despertando algo que jamás esperó sentir… no después de todo lo que había ocurrido.
Chica misteriosa: No es gracioso, p-por favor, quítate. (Intentando sacar una determinación casi inexistente después de que él la tocara y no sacara su tonta mano de encima).
Yuzuru: Espera… un momento… Sólo quiero comprobar algo… (Susurrando).
La voz de él sonaba ronca y pesada… ¿Le había pedido que esperara un momento?, ¿le había dicho que esperara un momento porque quería comprobar "algo" teniendo una de sus manos sobre uno de sus sagrados pechos? Ella quería darle una patada, pero había algo en él que le impedía reaccionar… Su olor tal vez, su respiración increíblemente calmada o la forma en cómo la miraba a pesar de no distinguir más que sus ojos por la intensa oscuridad que los rodeaba.
Yuzuru: Definitivamente algo no está bien…
Chica misteriosa: ¿Qué?
Yuzuru: Lo siento mucho, pero debo comprobar algo…
Él empezó a mover lentamente la mano que antes se encontraba sobre el pecho de ella… Era un movimiento tan suave, el cual fue subiendo por debajo de su pecho hasta llegar a su clavícula, donde se detuvo para deslizar sus dedos sobre toda la extensión de ésta… en un vaivén que no le permitía siquiera respirar con facilidad… Subió sus dedos por detrás de su cuello mientras acariciaba su mejilla con el pulgar, el mismo que deslizó por sus labios tan despacio que parecía querer comprobar que ella realmente se encontraba ahí…
Yuzuru: Lo siento… es sólo que… Yo… Lo siento…
Ella no lograba entender de qué se estaba disculpando tanto hasta que sintió algo tibio sobre sus labios, al principio rígidos y estáticos como una piedra, para luego comenzar a moverse lentamente, explorándolos con mucho cuidado. No tuvo tiempo ni consciencia suficiente para reaccionar… Él sólo estaba ahí, sobre ella, con una de sus manos sobre su mejilla, acariciándola lentamente mientras la besaba… Ese "estúpido" estaba besándola… había invadido su espacio personal, había utilizado una tonta excusa para quedarse ahí encima, había tocado uno de sus pechos y ahora estaba besándola tan despacio que pensó que moriría en ese instante… y lo peor de todo es que no parecía molestarle a su cuerpo en absoluto…
Yuzuru: (Contra sus labios) Realmente… lo siento…
Aún con mucho cuidado, intentó profundizar el beso… No tenía ni la más mínima idea de qué haría cuando por fin ella decidiera golpearlo por semejante atrevimiento, porque estaba siendo absurdamente atrevido e irrespetuoso al hacer lo que estaba haciendo, pero había pasado tanto tiempo desde que pudo acercarse tanto a una chica y no tuviera el mismo problema de siempre… problema, mejor llamado "maldición", que no le permitía tener una vida normal… "preocuparse más por sí mismo", "vida amorosa" como otros le decían… No volvería a humillarse de nuevo, pero estaba ahí, en el piso, a oscuras, besando a una chica y no había ocurrido nada, así que a pesar de presentir que luego recibiría un par de buenas bofetadas, decidió irrumpir con algo más de destreza aquellos labios que, hasta el momento, no le ofrecían resistencia.
Al principio ella también se había puesto rígida como una estatua, pero mientras transcurrían los segundos estando sobre ella, comenzó a corresponder su beso con algo de torpeza, así que se armó de valor y profundizó el roce moviendo sus labios sobre los de ella, ayudándose un poco con su labio superior para abrir un poco los de ella… Al parecer "aquello" estaba funcionando porque pudo escuchar una especie de "ah" saliendo de su boca… Sin embargo, pensó que le había hecho algún daño, así que se separó un poco de ella, sin entender por qué aún tenía sus brazos rodeándole el cuello… Ahora lo que más brillaba frente a él no eran los ojos de la chica, sino sus labios que juraría estaban entreabiertos y más rosados de lo normal a pesar de la oscuridad…
Retomó el beso con el mismo cuidado que la primera vez, encontrando que ella estaba dispuesta a corresponderle desde el principio… Sin darse cuenta, aquel "inocente" beso estaba perdiendo cualquier indicio de decencia, ya que ambos estaban jadeantes por la falta de aire, por lo que se impulsó a usar su lengua por primera vez… Sintió un leve respingo de parte de ella pero eso no lo detuvo… muy por el contrario, bajó muy despacio uno de sus brazos por el contorno de la chica misteriosa, pasando nuevamente por uno de sus pechos para luego rozar su cintura, su cadera, su muslo firme y levantarlo un poco hacia él… Sintió nuevamente un sobresalto en ella a la vez que notó que algo empezaba a molestarle… algo… algo específicamente en la parte inferior de su cuerpo…
Chica misteriosa: O-oye… t-tú… hay a-al-algo…
Yuzuru: (Aún contra sus labios y en una extraña nebulosa) ¿Qué…?
Chica misteriosa: Pu-puedo sentir algo… ahí aba-abajo…
Yuzuru: (Alzándose un poco sobre su brazo libre, miró hacia debajo de forma inconsciente a pesar de no ver nada y pudo notar cuál era el problema, sorprendiéndose nuevamente de lo que ocurría) ¿Quieres que… nos detengamos… ahora?
Chica misteriosa: …
Yuzuru: (Con la voz ronca aún sobre sus labios) Podría darte una explicación ahora… pero sé que no vas a creerme… yo no lo creería si fuera tú…
Chica misteriosa: …
Yuzuru: Tardaría horas… intentando encontrar las palabras… para explicarte…
Chica misteriosa: …
Decidió interpretar el silencio de la chica a su conveniencia, así que se incorporó sobre sus rodillas, pasando sus brazos sobre la espalda de ella y alzándola junto con él… Pudo notar que era mucho más baja que él, lo cual por algún motivo lo enterneció un poco.
Yuzuru: Puedo detenerme ahora…
Chica misteriosa: …
Bien, a falta de palabras, la apretó con suavidad hacia él y acercó su rostro nuevamente a aquellos labios que no podía ver con claridad en la oscuridad… Seguía sin saber qué haría cuando ese momento acabara, ella entrara en razón y lo moliera a golpes… Dejó de importarle nuevamente y se dispuso a besarla otra vez cuando de pronto escuchó cómo las grandes luces de la pista de patinaje se prendían inesperadamente; por acto reflejo volteó en dirección al ice rink hasta que sintió que la luz sobre él por fin se encendía… Volteó, aún abrazando a esa muchacha a la cual por fin le vería el rostro, esperando recibir el golpe de su vida porque lo que había hecho no tenía nombre ni mucho menos una explicación coherente, por lo menos no algo que una "persona normal" pudiera entender…
Chica misteriosa: ¿Y-Yu… Yuzu… ru?
Yuzuru: …
Chica misteriosa: (Abriendo los ojos como platos) ¡Yuzu! ¡Tú!
Yuzuru: Zhenya… yo… te aseguro que puedo explicarte…
Zhenya: Yuzuru… tu cabeza…
Yuzuru: Tal vez no lo entiendas al principio y es probable que no me creas, pero te juro que es la verdad…
Zhenya: Yuzuru… tienes algo en tu… cabeza…
Ella alzó lentamente y con mucho cuidado ambas manos para colocarlas sobre la cabeza de Yuzuru… Si bien su cerebro aún era una tortilla al darse cuenta que quien la besaba hasta hace un minuto era nada más y nada menos que Yuzuru Hanyu, el tricampeón olímpico de patinaje sobre hielo Yuzuru Hanyu… el mismo que hace unos años… Sacudió un poco la cabeza para evitar recordar cosas que no debía en ese momento, porque lo que tenía en frente era algo totalmente increíble, es más, creyó por un momento haber estado tan afectada de verlo a él frente a ella que estaba alucinando cosas tan descabelladas como lo que veía…
Yuzuru: ¿Q-qué haces?
Zhenya: Pero qué son estas…
A pesar de que ambos estaban arrodillados uno frente al otro, y a pesar que él aún la rodeaba con sus brazos, pudo alcanzar su objetivo tomando aquellas "cositas", al parecer suaves, que salían de la cabeza de Yuzuru.
Zhenya: Son… éstas son… ¿o-orejas?
Yuzuru: ¿¡QUÉ!?
Entrando en pánico al escuchar y procesar lo que ella le había dicho, y encima de todo las estaba tocando… Automáticamente Yuzuru llevó muy rápido sus manos sobre su cabeza y se sintió morir… En qué momento las malditas habían decidido salir si todo parecía marchar bien después de tantos años de no poder acercarse nadie del sexo opuesto… Y él que por unos instantes creyó que por fin podría ser normal, disculparse con la chica que tenía al frente una vez que se encendieran las luces y conocerla para iniciar una vida común y corriente como cualquier persona de su edad… Pero no, tenía a Evgenia Medvedeva frente a él… A Zhenya, con quien por algún motivo no había intercambiado palabras desde hace algún tiempo… Pues ahora la tenía frente a él, con los ojos peligrosamente abiertos… Bien, le había faltado el respeto, le había insultado en más de una ocasión, la había tocado sin su consentimiento, y ahora estaba ahí, sin saber qué decir, sin poder emitir sonido alguno, sin poder decir nada con un mínimo de sentido y con un par de estúpidas orejas de gato sobre la cabeza que ella parecía muy interesada en seguir tocando… Decidió pararse bruscamente haciendo que ella cayera hacia atrás, pero en ese momento no podía pensar, sólo decidió caminar rápidamente y encerrarse en el baño de su oficina antes que ella notara que las endemoniadas orejas no eran lo único raro que tenía encima en ese momento…
Zhenya sólo atinó a quedarse ahí, en su sitio, sobre sus rodillas… aturdida, confundida y no sabiendo si era un sueño o es que realmente había visto lo que había visto en Yuzuru…
Zhenya: Pero qué demonios…
