Es mejor permanecer en una preparatoria para delincuentes antes de reencontrarte con tu archienemigo en una normal.


-¿Porqué...? - Kagura le miró con desagrado y muy disgustada ya de primera.

-Eso es lo que yo quiero saber, ¿porque estás...? - Contestó Okita con la misma expresión que la chica.

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Retrocedamos una semana...

Primavera. Era un día soleado pero no hacía mucho calor, el día perfecto para ir a visitar a Soyo-chan a su mansión en los barrios de la alta sociedad. Como siempre, más que de alegrarse de ver a Soyo, se alegró por la cantidad de comida que ésta había preparado.

-¡Esta delicioso Soyo-chan! -

-¿Te gusta? Estuve practicando, todo esto lo hice yo.- Mostró alegremente una gran mesa con pasteles de todo tipo de color y algun que otro plato salado con carne que tanto le gustaba a su amiga.- Kagura-chan, come por favor.-

-¿Eh? ¿Acaso hiciste todo esto para mi? - Preguntó sin poder creerselo luego de recibir un "si" por parte de Soyo. Inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas.- ¡Gracias, jamás olvidaré esto! - A la vez deboraba todo como si no hubiese un mañana.

Luego de haberse comido todo, Kagura descansó exhausta en un gran sofa junto a Soyo.- Por cierto Kagura-chan, hay algo que me tiene intrigada...-

-¿Que es? - Preguntó sin importancia sacandose restos de comida de los dientes.

-¿Como... Como es tu escuela? - Se apenó, de hecho quería pedirle algo pero no se animaba, ya que era un deseo muy egoísta.

-Pues... Es una mierda.- Contestó sinceramente y Soyo se sorprendió.

-¿A-A que te refieres? -

-El calvo (su padre Umi Bouzu) como es el director no hace una mierda por la preparatoria por lo que se la conoce como "el campo de concentración"-

-¿Porque "el campo de concentración"?-

-Porque atrae solo estudiantes con mala reputación, nadie lo suficientemente cuerdo envía a sus hijos a esa maldita preparatoria, es la peor de todo el distrito. Los alumnos en su mayoria son los expulsados de todas las demás escuelas, no les queda de otra que entrar en la Preparatoria Metropolitana Industrial Yato.-

-V-Vaya, ha de ser bastante mala...- Rió con iseguridad.- ¿Y tú como te acostumbras a eso? -

-No lo hago, vivo peleando con todos. Mirá, el otro día me hice esto peleando con un sujeto.- Le enseño su pierna con un pedazo de carne afuera.- Como le estaba ganando el cobarde me mordió y me arrancó un pedazo de pierna.-

Soyo se tapó la cara horrorizada.- ¡No me muestres más! Bien, ya lo decidí, no me interesa si es egoista o que, ¡no dejaré que sigas en ese lugar! - Exclamó alterada.

-¿Ah? - Kagura no entendía a que se refería.

Luego de un largo rato, ya estaba anocheciendo y hacía algo de frío por lo que Kagura luego de ponerse una chaqueta de Soyo y haberse puesto la capucha con orejas de conejo (típico de Soyo, pero ella no se quejó, también le gustaban los conejos) se despidió y caminó rumbo a la parada de buses.

Cierto castaño merodeaba por la zona, como siempre volvía a su departamento de noche luego de haberse pasado la tarde satisfaciendo a alguna de sus "fans", pero en ese momento divisó a un sospechoso grupo de sujetos que se dirigía a una joven la cual estaba sola esperando el bus.- No es mi problema.- Pensó; luego recordó que estaba entrenando para ser policía por lo que tomó postura y comenzó a correr hacia los sujetos, pero tuvo que detenerse al ver que la chica se defendió por su cuenta. Era tal su fuerza que inclusó llegó a sorprenderlo, a él, al gran Okita Sougo. Se quedó helado viendo como esa figura con orejas de conejo se movía con tanta seguridad y derrotaba a uno tras otro sin titubear, saliendo totalmente ilesa.- ¿Acaso estoy delirando?- Llegó hasta tal punto de quedarse viendole a la joven como un tonto, hasta que uno de los sujetos la tomó de las orejas haciendo que su capucha se saliera y revelara el rostro de ésta, lo que le hizo fastidiar a Sougo.- Debí imaginarlo...- Reconoció inmediatamente a la chica, era la hermana de su mejor amigo, la cual odiaba a muerte desde el día que la conoció.

Finalmente Kagura había derrotado a todos, como uno de los sujetos la tomó por las orejas se sercioró de que la chaqueta estuviera bien ya que no era de ella, y al ver que no le había pasado nada cantó victoria.- ¡Se lo merecen, idiotas! - Pisó los "cadaveres" de los sujetos y en eso divisó al castaño.- Ohh, ¿que estas haciendo a estas horas por aquí señorita? - Preguntó sarcásticamente.

-Eso debería preguntartelo yo, ¿que hace por aquí una delincuente de la Preparatoria Yato? ¿ajustando cuentas con tus socios los mafiosos? - Se le burló y Kagura se fastidió.

-Si, así es, así que si no quieres tener nada que ver en esto te sugiero que te largues mariquita.-

Sougo se fastidió.- De haber sabido que eras tú no hubiese venido a ayudarte, maldita machona.-

Kagura comenzó a reír.- ¿Tú? ¿Ayudarme a mi? ¡No me hagas reír! - Continuó riendose mientras que Sougo dió media vuelta y se marchó sin decirle nada.- ¡Lamento haber fallado tu intento por ser un héroe! - Continuó riendose y a causa de eso perdió el bus.- ¡Ah maldición! - Exclamó con rabia.

-¡Te lo mereces, estúpida! - Satisfecho, sonrió sádicamente.

-¡Maldito, vuelve aquí! - Gritó molesta, pero este la ignoró y siguió su camino.

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Una semana después...

-¡ABRAN EL CAMINO IMBÉCILES! - Se escuchó por toda la preparatoria Gintama una voz sumamente molesta, dando pasos que retumbaban por todo el edificio, como si de un ogro se tratase, un ogro mujer.

-¡NO ME ESTÉN MOLESTANDO ESTUPIDOS NIÑOS! - Por el otro lado de la preparatoria se escuchó otra voz sumamente molesta contraria a la anterior, de un ogro hombre. Unos chicos le pidieron que le corrigieran sus tareas pero nunca esperaron que su tranquilo y poco responsable sensei los tratara así.

-¡Quitensé del medio!- Exclamó Kagura abriendose paso por los pasillos mientras todos la miraban con desagrado, finalmente se topo con alguien que no se quitó de su camino ya que se encontraba coqueteando con una chica.- Oye, ¿acaso no escuchaste que dije que se quitaran del medio? - Preguntó con un aura maligna haciendo asustar a la chica.

-B-Bien, Okita-san, más tarde hablamos.- La chica huyó de allí.

-¡Acabo de perder una cita por tu culpa! - Sougo despedía un aura maligna pero ambos se sorprendieron al verse de frente, ni en sus peores pesadillas se imaginaron en esa situación.

-¿Porque...?- Kagura le miró con desagrado y muy disgustada ya de primera.

-Eso es lo que yo quiero saber, ¿porque estás...? - Contestó Okita con la misma expresión que la china al ver que llevaba el uniforme de la preparatoria Gintama.

Una vena se le marcó en la frente a Kagura.- ¡La mataré, definitivamente la mataré! - Pensó y salió en busqueda de su amiga a la cual quería degoyar.

Finalmente ambos ogros se toparon en el camino, eran Kagura y Ginpachi-sensei.

-¿Donde esta Soyo-chan? - Tenía una voz gruesa respirando agitadamente luego de haber armado revueltos por toda la preparatoria.

-¡Lo mismo quiero saber, voy a reprender a esa mocosa de elite!- Exclamó con el mismo tono que Kagura.

-¡Kagura-chan! ¡Aquí estas, estuve buscandote! - Apareció Soyo con una sonrisa en el rostro y ambos ogros la tomaron por los hombros.

-¡Oiiii ¿que se supone que significa esto?! ¡El calvo me dijo que YO había hecho un traslado aquí! - Kagura estaba sumamente molesta.

-¡¿Me puedes decir porque tengo que soportar a esta mocosa no solo en mi casa si no que ahora también en la preparatoria?! - Ginpachi estaba alarmado.

-¡Es que, Kagura-chan, no podía dejar las cosas así! ¡En esa preparatoria tú estabas sufriendo!-

-¡ESE NO ES TU PROBLEMA, COMO SI NO FUERA LO SUFICIENTEMENTE FUERTE COMO PARA CARGARME A TODA LA PREPARATORIA! - Exclamó furiosa.

-Es que... Además... Quería compartir estos momentos contigo, Kagura-chan.- Se apenó.

-¿Eh? - Ambos ogros se calmaron y se sorprendieron al oír eso.

-¡Los días de la Preparatoria son momentos únicos en la vida de todos, es cuando más haces amigos! Pero... Sin embargo, yo... No tengo ningún amigo y me siento muy sola...- Entristeció y ambos la soltaron.- ¡Quería compartir estos bellos e inolvidables momentos con mi mejor amiga! - Comenzó a llorar y los dos se alarmaron.

-¡O-Oye, no llores! ¡Lo siento, lo siento! ¡No fue mi intención enojarme contigo! - Ginpachi-sensei, le tenía un gran miedo al hermano de Soyo-chan, y sobre todo a su tío Sadasada.

Kagura simplemente la abrazó.- Aún así estoy molesta, pero bueno. Liberare mi ira desquitandome con todos en esta Preparatoria, y tú te encargaras de que no me expulsen por mi comportamiento.- Dirigiéndose a Gin-sensei.

-¡¿Ah?!- Se alarmó.

-¿Harías eso sensei? ¡Te lo agradezco! - Soyo cambió a un rostro alegre, como si nunca hubiese derramado ni una sola lágrima.

-¡¿AH?! - Volvió a repetir.- ¡¿Esta mocosa estaba fingiendo que lloraba para que todo salga como ellas querían?! - Pensó con fastidio.


Hola a todos, volví después de mucho tiempo jajaja. Ciertamente ya casi no tengo tiempo de dedicarme a este pasatiempos tan infantil que tengo desde que entre a la universidad, pero mientras siga siendo una niña de mente voy a seguir escribiendo fics de esta pareja que ammmmmo con todo mi ser. Quería agradecer a todas las que siempre leen mis fics, adoro volver a esta página y leer nuevos reviews tan alentadores, espero que este fic en el que sigo trabajando les guste, muchos besosss lectores!