Capítulo 1: El acuerdo
—La acampada de esta noche va a ser brutal —dijo Odd.
Él y Ulrich habían pasado la mañana montando las tiendas. Estaban de muy buen humor, y no era para menos. Les había costado mucho convencer al director Delmas de su idea de hacer una acampada en el bosque cercano al Kadic. Y lo más importante, lo habían logrado sin necesidad de que alguien supervisara el grupo. Querían hablar con libertad, y si hubieran puesto a Jim como vigilante, se les cortaría el rollo.
—Cincuenta metros no es nada, señor director —había alegado Ulrich—, y tengo un titulo de Primeros Auxilios, si ocurriera algo…
Con eso, su objetivo estaba cumplido. Y las tiendas de campaña no tenían aspecto de caerse en breve. Perfecto todo.
Unas horas después, ya habiendo anochecido, alrededor del fuego estaba, en círculo, Yumi, Ulrich, Sissi, Odd, Jeremy, Aelita, William, Laura, y Samantha. Sacaron los refrescos de una nevera portátil, y brindaron.
—Tendríais que haberme dejado que buscara un poco de alcohol para animar la noche —protestó Odd.
—Ni en sueños —respondió Laura.
—Cierto. A saber en qué líos nos metes si cedemos —comentó William.
—Por no hablar del castigo que te impondría mi padre. Bueno, y a todos —afirmó Sissi.
Se pasaron un buen rato hablando. La mayoría coincidía en que el curso se les estaba haciendo demasiado largo. Odd estaba bastante callado. Se había pasado un buen rato mirando a sus amigos sin intervenir.
—¿Sabéis lo que estoy pensando? —les dijo.
—¡Odd pensando! ¡Anotémoslo en el calendario! —bromeó Ulrich.
—Yo de ti no bromearía con un compañero de habitación… que puede asfixiarte con la almohada.
Todos rieron su comentario. Bien, si estaban de buen humor, su idea no les parecería tan loca. De hecho, a él se lo parecía un poco, pero si el grupo aceptaba, sería perfecto.
—¿Qué os parece si firmamos un acuerdo sexual?
Todos enmudecieron en el acto. La verdad, muchos ni le habían entendido. Pero siendo Odd… no podía ser algo bueno, por fuerza.
—¿A qué te refieres con un "acuerdo sexual"? —fue Aelita la que tuvo valor para formular esa pregunta.
—Abrir el grupo. Consentirnos que tengamos sexo con cualquiera de los que estemos aquí. Sin prohibiciones.
Ninguno dijo nada, hasta que Jeremy carraspeó.
—Creo que nos equivocamos con Odd. Él sí ha estado tomando alcohol antes de reunirnos aquí.
—No, no, Einstein —replicó Odd, poniendo énfasis en la palabra "Einstein" —. Os estoy hablando totalmente en serio. Pensároslo bien. Por la parte que nos toca a los hombres, tendríamos un buen ramillete de flores donde elegir —dijo con una sonrisa pervertida—, y ellas podrían elegir qué herramienta les apetece emplear… Son todo ventajas.
—¡Absurdo! —dijo William—. Además, que tú seas un mandril salido, no implica que los demás también.
—¡Y te recuerdo que Ulrich y yo estamos juntos! —se adelantó Yumi—. Aunque igual no contabas con añadirnos a tu "plan", prefiero dejarlo claro.
—Lo recuerdo perfectamente, Yumi. Y podréis seguir juntos como pareja. Pero el cuerpo tiene necesidades. Te recuerdo que te pensaste muy bien si salir con Ulrich "por culpa de" William, así que cierta atracción a él debes tener… podrías cumplirlo si todos los que estamos aquí aceptáramos esas normas.
Los demás miraron al suelo. La idea era una locura. Una puñetera locura. A nadie en su sano juicio… Pero sin darse cuenta, empezaron a mirarse los unos a los otros, suspicaces. Maldito Odd, ya les había liado.
Pasaron el resto de la velada haciendo caso omiso a la idea de su amigo. Éste no insistió en ello, pero sus amigos ya tenían la semilla de la idea en sus cerebros.
—Por cierto, hay pocas tiendas para todos, ¿cómo nos las vamos a apañar para dormir? —preguntó Sam.
—Tomad —les dijo—. Anotamos en este papel la distribución que nos pareció mejor. Aunque podéis hacer lo que os de la gana.
Poco más tarde, cada uno se retiró a su tienda a dormir. O eso querían intentar. La idea de Odd tomaba fuerza en sus cabezas, aunque ninguno se veía con valor para admitirlo.
La que más entusiasmo tenía en ese plan era Sissi. Si aceptaban… ¡podría tener sexo con Ulrich! Le deseaba… mucho… había incluso llegado a espiarle en los vestuarios. Ojalá que dijera que sí. La mera idea de que aceptara la excitó. Maldición, le apetecía tocarse, pero… compartiendo la tienda con Laura y Sam, no podía hacerlo.
Laura se había tumbado bocabajo para pensar. Se podría haber esperado cualquier cosa para aquella noche, salvo aquello. Odd hablaba en serio. Y era lo suficientemente inteligente para saber que los demás se lo estaban pensando. "Ellas podrían elegir qué herramienta les apetece emplear". Tenía razón. Y sus cuatro amigos estaban muy buenos.
A Sam le había parecido bien la idea desde el principio. A ella le iba la marcha. Y quería mucho a Odd aunque no se lo hubiera confesado. Pero también le gustaba experimentar. Por su parte, diría que sí.
William, que aunque hubiera querido dormir, los ronquidos de Odd se lo impedían, también estuvo pensando. La verdad… ese acuerdo le ofrecía la libertad de acostarse con Yumi. Y Emily tenía su punto… pero… ¿qué clase de persona aceptaría semejante despropósito de acuerdo? ¡Y seguro que al final salía mal! ¿O no?
Odd, que ya se había dormido, soñaba que sus compañeros aceptaban el acuerdo, y a continuación, se veía rodeado de pechos, pechos y más pechos… dulce sueño.
En la tienda de Jeremy y Aelita, ninguno conciliaba el sueño.
—Jeremy… ¿estás dormido? —le susurró.
—Lo intento, pero —bostezó— no puedo. Odd tiene unas ideas… me pregunto si no tiene el cerebro situado en el pe…
—Sí, a veces pienso lo mismo. Pero… ¿vamos a aceptar?
Jeremy se desperezó. Se puso las gafas, se incorporó y miró a su compañera.
—¿Me lo estás preguntando en serio?
Aelita asintió. Luego dijo:
—Jeremy, no puedes negarme que alguna vez te has puesto a fantasear con Sissi.
—¡¿Qué?! ¡Yo no…! —se alarmó el rubio. ¿Y ella cómo lo sabía?
—Te he visto mirarla —le dijo la pelirrosa con total libertad. Realmente, no parecía que le enfadara aquello—. Odd tenía razón. De hecho, somos humanos, y la atracción…
—¡Aelita, yo te quiero! —replicó Jeremy.
—Lo sé. Y yo a ti —le dijo ella. Le puso una mano en la mejilla y le besó—. Pero eso no implica que no podamos desear a otras personas. Y entre que nos lo consintamos, y que un día alguno tenga una debilidad… prefiero lo primero…
Jeremy volvió a tumbarse. Estaba anonadado por lo que acababa de escuchar. Aelita lo prefería. Y sonaba muy sincera.
En la última tienda, Ulrich no parada de girarse, intentando dormir.
—Ulrich, ya te podrías mover así cuando hacemos el amor —bromeó Yumi—. Subirías del 9 a la matrícula de honor.
—¡No menciones los coitos! —dijo él nervioso—. Lo de Odd me ha puesto así.
—Desde luego, hay que estar enfermo para pensarlo…
—Eso es lo que me preocupa… creo que quiero aceptar…
—¡¿CÓMO?! —gritó Yumi—. Ulrich, estás bromeando, ¿no? ¡Dime que me estás tomando el pelo!
—Dijimos "sinceridad absoluta" y es lo que hago… —murmuró él—. Al principio tampoco me hacía mucha gracia la idea, pero pensándolo bien… estamos hablando de nuestros amigos.
—¡Exacto! ¡Amigos!
—Mírame a los ojos y júrame que no has tenido pensamientos con William desde que estamos juntos.
Yumi evitó la mirada de Ulrich al oírlo, y luego se arrepintió. Maldición, su novio tenía razón. Pero las dudas la asaltaban a la cabeza.
—¡Nos ha costado mucho dar el paso de estar juntos, Ulrich! ¡Y no quiero perderte sólo por…!
—¿Quién ha dicho que vayamos a perdernos? —le respondió él. Le pasó el brazo por encima, intentando conciliarla—. Estamos hablando de placer, de sexo… no de sentimientos. Y no obstante, incluso sin el acuerdo, alguno podría terminar conociendo a otra persona, ¿no? Además, estamos hablando de nuestro permiso. Si algo sale mal, podemos pedir que se anule…
Yumi inspiró profundamente. Tenía toda la noche para pensárselo.
A la mañana siguiente, Odd había sido el primero en levantarse, y había tenido la consideración de preparar café como había podido, entre la hoguera y una cafetera de un curioso material.
—¡Buenos días, bellos durmientes! ¿Qué tal la noche?
—Vete a la mierda, Odd —protestó William.
—No es para ponerse así.
Cuando todos estuvieron sentados desayunando, nadie parecía muy dispuesto a hablar. Fue Sam quien dio el paso.
—Vosotros también habéis pensado en lo que anoche nos sugirió Odd, ¿verdad?
Todos asintieron muy despacio, como si les doliera el cuello admitiendo aquello. Y más les costó cuando Odd preguntó si iban a aceptar.
—Sin embargo, queremos dejar unas pautas mínimas a respetar —dijo Ulrich.
—Ya me lo temía yo. Pero bueno, habrá que ceder. ¿Qué ideas tenéis?
Se pasaron una hora debatiendo entre ellos. Como en su mayoría coincidían con las opiniones de los demás para lo que iban a acordar, no hubo problemas reseñables. Finalmente, quedó así el contrato.
ACUERDO
Aelita Stones, Jeremy Belpois, Yumi Ishiyama, Ulrich Stern, Odd Della Robia, Samantha Suarez, William Dunbar, Emily LeDuc, Sissi Delmas y Laura Gauthier, acuerdan que:
1.-Se autorizan entre ellos el consentimiento para mantener relaciones sexuales con cualquiera de los firmantes.
1.a.- El acuerdo no evade qué firmantes son pareja reconocida, y eso será siempre respetado.
2.- El consentimiento no implica obligatoriedad, pudiendo ser rechazado por la otra persona sin que esta deba esclarecer los motivos.
3.- Ninguno de los firmantes podrá informar de esta situación a personas ajenas.
4.- Si una de las personas firmantes se encuentra inconforme, podrá salir del acuerdo. Aún así, seguirá en vigencia el secretismo del acuerdo.
5.- Este acuerdo será revisado por todos los firmantes reunidos una vez al mes, para revisarlo, añadir, modificar, y/o eliminar reglas que se consideren oportunas. Esto deberá votarse, siendo válida la moción con la mitad de los votos más uno.
5.a.- También podrá votarse querer eliminar el acuerdo. En tal caso, las regla permanecerían en vigencia a perpetuidad.
Fecha: XX-XX-20XX
Firmas:
Ya está. Lo habían acordado. El más entusiasmado por la idea era Odd. Y aunque los demás no lo admitían, empezaban a sentir el morbo por sus venas.
Esta era la idea. ¿Qué os ha parecido?
Ya sabéis alrededor de qué van a girar los próximos capítulos. Podéis ir haciendo ya sugerencias para el estreno de este acuerdo que han firmado. Elegí a los firmantes en base a las peticiones que recibí en el otro fic, entendiendo que son los que os gustan ver en... estas actitudes.
Aprovecho para responder a los comentarios del cap. 24 de Code:Lemon.
Lilium: me alegra que te gustara ^^ ¿Salió soft?
Moon-9215: muchas gracias ^^
A.L.L.Y: me alegra que ya tengas conexión, y que te gustara el fic. Y lo de cómo expresar esas ideas que se te quedan dentro, basta con practicar y practicar. Que a mí al principio también me costaba. Incluso ahora hay días...
Pues con esto, espero vuestras peticiones. Seguramente, para este fic, pondré un par de parejas por cada episodio, así que podéis "excederos" un poco al principio. Nos vemos en el siguiente episodio. A ver quienes se encuentran y estrenan este pacto. ¡Saludos!
