Disclamer: Los personajes de Tinkerbell que aparecen en las películas, libros no son de mi propiedad, pertenecen a Disney.
Ella.
Capítulo 1: Acepto o rechazo.
Vale... creo que ya está. Repasé los diseños una vez más, los metí en la carpeta bajo el nombre de P. Rodríguez y se los dejé en la mesa de nuestra nueva secretaria en prácticas.
·Necesito que mandes esto ya, no me falles esta vez·
"¿Aún sigues aquí?" me miró sorprendida al ver de qué diseños se trataban "Oh ¿Puedo verlos? Seguro que son geniales..." eso espero... No le di permiso y ya les estaba echando un ojo.
·Mm... vale, échale un vistazo rápido, pero date prisa, es uno de los trabajos más importantes del año, no puede fallar absolutamente nada, ¿de acuerdo Lucinda?·
"Sí, no te preocupes" llevaba dos semanas enteras centrándome en ese trabajo y es que diseñar un traje para una patinadora artística ganadora de la medalla de oro el año pasado, no fue para nada fácil. Tenía mis dudas de si lo aceptarían o no, era la primera vez que diseñaba algo así y no estaba segura de si cumpliría las expectativas.
·¿Qué... te parecen? El tercero es el que más se ajusta a lo que pidieron pero el segundo me gusta más...· al verlos de nuevo, me entraron ganas de volverlos a repasar, pero tenían que ser enviados cuanto antes.
"¡Son increíbles Tink! Esto... son todos impresionantes, ¿cómo lo haces?" en dos años me había convertido en una pieza clave de la empresa, mis diseños de ropa eran según mis jefes los mejores del país, y aunque alguna vez metí la pata por ser demasiado atrevidos, me gané un buen puesto reconocido por todos.
·Gracias... Venga, envíalos de una vez, no soporto más esta presión· el momento de la entrega era el más importante para mí, siempre me ponía nerviosa por si había algún error o alguna trazada fuera de lugar. Iba a sufrir cada minuto que pasara hasta que el cliente diera el visto bueno.
"Les va a encantar, de eso no hay duda" se puso a prepararlo todo para el envío y fui a la cafetería para relajarme un poco con un café con leche. Eran las ocho de la tarde de un jueves, pero necesitaba ese café.
Allí, me encontré a Mary, mi jefa, delante de la máquina para variar. Se tomaba como unos quince cafés al día y no paraba quieta ni un sólo momento. Al verme se acercó a mí a toda prisa.
"¡Tink! Dime que terminaste los diseños" le puse una sonrisa de oreja a oreja.
·Terminé los diseños. Lucinda los debe de estar enviando ahora· tras un gran suspiro de alivio, se fue casi corriendo como de costumbre para supervisar que todo fuera bien.
"Lo hará bien, no te preocupes..." me ignoró por completo. Cabe decir que Lucinda metió la pata un par o tres de veces, pero eso siempre pasa los primeros días.
Me quedé sola con mi café, a esa hora media plantilla ya estaba en casa y yo debería de estar en casa hace tres horas, pero no quería dejar trabajo para el viernes.
Después de terminar tranquilamente con mi momento de paz relleno de nervios, pasé por mi estudio a por mi bolso y salí de allí despidiéndome de los pocos trabajadores que me encontré por el camino. Le envié un whatsapp a mi padre diciendo que salía del trabajo, subí a mi flamante Audi TT de color fucsia del dos mil tres y en media hora llegué a casa, a las afueras de Barcelona.
Llevaba unos cuatro meses buscando piso más al centro ya que no podía seguir viviendo con mis padres a los veintitrés teniendo trabajo, pero mentiría si dijera que lo estaba buscando con todas mis ganas, adoraba a mi madrastra y sabía que mi padre no quería que me fuera.
·Ya he llegado~· dije de lo más contenta. Llegué casi a la hora de comer.
"¿Otra vez llegando tarde pequeña?" me gustaba que Milori me llamara pequeña de vez en cuando, pese a su seria expresión era muy cariñoso.
·Me entretuve con el trabajo· les di un beso a los dos y vi que la cena ya estaba casi lista.
"¿Y esa sonrisa que me llevas? ¿Seguro que has llegado tarde por el trabajo o ha sido otra cosa...?" Clarion solía acertarlas todas, no se le escapaba ni una pero esta vez sí que fue por trabajo.
·¿Sabéis los diseños de esa patinadora? ¡Los terminé!· esperé un poco más de entusiasmo cuando lo dije, pero estaban liados con la cena así que no los culpé.
"El domingo vamos a ir al cementerio, me gustaría que vinieras" de alguna forma, mi padre se cargó toda la felicidad que llevaba encima. No quería volver allí nunca más, odiaba el cementerio, es probablemente el lugar más triste del mundo.
·Tengo... planes papá· era una mentira tan pobre que fue lo mismo que decir no quiero.
"El... martes que viene, hará veinte años. Por favor" ¿para qué tengo que ir si ni siquiera la llegué a conocer?
·Lo intentaré... pero creo que vives en el pasado, ¿porqué no lo olvidas ya?· debí haberme mordido la lengua.
"¡Era tu madre! Un poco de respeto"
"Cariño... déjala, si no quiere venir no pasa nada... Venga, cenemos antes de que se enfríe" fuimos al comedor y le susurré un gracias por ponerse de mi parte "Así que esa patinadora ya tiene su vestido eh..." me sorprendió que sacara el tema, y es que por alguna razón mi padre no le gustaba que habláramos de esa patinadora. Se lo pregunté a Clarion y todo pero no sabemos por qué.
·¡Sí! Bueno de momento sólo tiene los diseños, y más me vale que los acepten...· Milori volvía a tener esa cara de nuevo.
"Voy... a lavarme las manos" nos decepcionamos de nuevo por su comportamiento.
·En serio, ¿qué pasa con él?· pregunté cuando llegó al baño.
"No lo sé, ya sabes lo cerrado que es con algunas cosas..." me quedé un momento pensando en qué podría ser.
·No es por mi trabajo ¿verdad?·
"Claro que no, seguramente será que no le gustan las patinadoras o algo por el estilo, no te preocupes por él" no lo tenía muy claro, había algo que detrás de todo eso.
·Ya...· cuando volvió cenamos y no volvimos a sacar el tema.
Fui a la habitación para ponerme el pijama y nos preparamos para poner una película como casi todos los jueves. Después de llorar con el increíble final de Perfect sense nos fuimos todos a la cama. Me quedé unos minutos pensando en esa película hasta que me quedé dormida.
El horrible despertador del móvil me despertó a las siete, al apagarlo media dormida vi que tenía un whatsapp reciente de Rosetta que ponía Vierneeeeeees! y un montón de caritas sonrientes. Algo me dijo que ese día saldríamos de fiesta. Le contesté con un A topeeee! y me levanté con algo más de energía de lo habitual. No tardé en ponerme a pensar en trabajo y me pregunté si abrían aceptado mis diseños o no.
A esa hora, Clarion, profesora de química, ya estaba de camino a la universidad y mi padre seguía durmiendo.
Me puse la típica camisa con la típica americana negra que solía llevar para llegar un poco antes de las nueve al trabajo. Cuando llegué fui directamente a hablar con Lucinda por si tenía noticias nuevas. No solían tardar tan poco en dar una respuesta pero podría ser.
"¡Tink!" me temía lo peor al ver su cara de preocupación "ha llamado la señora Rodríguez hace una media hora o así..." me apoyé en el mármol por si tenía que desmayarme o algo.
·¿¡Y!? ¿No lo ha aceptado?· me veía el fracaso encima, tenía mucha responsabilidad en ese trabajo y no podía recibir un no como respuesta.
"Pues... no lo dijo, me pidió si podía venir personalmente para hablar contigo así que... bueno, le dije que sí" me sonó tan extraño que tuve que aclararlo.
·¿Va a venir? ¿P-pero para qué?· no había forma de entenderlo, nunca había tenido que tratar con un cliente directamente.
"No lo sé, no supe que decirle, am... colgó antes de que me diera cuenta" resoplé frotándome el cuello sin saber qué hacer.
·Cielos... La próxima vez pregunta si los acepta primero...· si Mary se entera de esto le va a dar un patatús.
"¿La vuelvo a llamar?" lo último que quería era molestar más al cliente.
·No... ya debe de estar en camino, ¿te dijo cuando llegaría?· tenía que prepararme para su llegada.
"Es que... colgó tan rápido que..." el no saber nada me estaba poniendo de los nervios.
·Bueno, ¿y de dónde es?· al menos eso sí que lo sabemos.
"Ah, eso tendría que ponerlo..." lo buscó en el ordenador unos segundos hasta que lo encontró "Aquí, de Madrid" aluciné.
·¿¡Va a venir desde Madrid para hablar conmigo!?· ese viernes podría pasar a la historia como el día en que me llevé una épica bronca de un cliente descontento que hizo seiscientos kilómetros para decírmelo a la cara.
"Posiblemente... aunque podría estar por aquí cerca..." ya podría haber llamado media hora más tarde...
·Vale Lucy... no le digas a Mary nada de esto ¿vale? Cuando aparezca ya nos las apañaremos de alguna forma... Avísame cuando llegue y si vuelve a llamar, pásamela por teléfono·
"Vale, entendido" me fui acalorada y con el pulso acelerado a mi estudio e intenté no ponerme más nerviosa.
Era de lo más surrealista, una campeona olímpica quería verme en persona por los diseños que hice para su vestido, esto no pasaba ni en las películas. Entré en Google cuando pensé en ello. Busqué P. Rodríguez patinadora y me salieron un montón de noticias, vídeos e información. Con algo de miedo, entré en Wikipedia y me leí toda la larga página entera. Sin duda era todo un prodigio, había ganado un montón de premios con solo veintitrés años. Lo que más me sorprendió fue que nació el mismo día que yo.
Genial... esto no me está ayudando a tranquilizarme... Cerré el portátil y me puse a diseñar un vestido cualquiera para distraerme. Funcionó bastante bien durante los veinte minutos que tardó el teléfono en sonar. Pegué un grito y todo del susto que me dio. Que no sea ella, que no sea ella...
·¿Sí...?· me temblaba un poco la mano y todo de los nervios.
"Tink, am... ha llegado Periwinkle" no me lo podía creer, me senté en la silla para digerirlo.
·¿Ha dicho algo?· esperaba que me sacara de dudas, pero no lo hizo muy bien.
"Bueno... dice que quiere hablar contigo en persona" me imaginé a una temible y estricta patinadora con cara de mala leche y los patines en la mano.
·Ya... dime algo que no sepa... Acompáñala hasta mi estudio, espero que no lleve una arma...· no quiero morir un viernes...
"¿Se lo pregunto?"
·¡Claro que no!· colgué el teléfono y me puse a dar vueltas como una loca. Tranquilízate Tink, por dios, es sólo un cliente que quiere hablar contigo, nada más, sólo uno de los más importantes que hemos tenido hasta ahora, nada más... como mucho te insultará un poco, nada más...
Cuando escuché que se acercaban me senté en el borde de la mesa por que era lo que tenía más cerca. Bueno, como dice Mary, profesionalidad ante todo...
La puerta se abrió y aparecieron ellas dos. Se me hizo algo extraño ver que tenía el pelo teñido de blanco pero eso no calmó mis nervios.
"Bueno, ella es Tinkerbell, se encargó de todos los diseños ella sola" lo que sí calmó mis nervios fue la cara de felicidad que llevaba.
"Qué joven..." al verla en persona tuve una extraña sensación de calma, pero sólo duró un momento.
·S-sí, tenemos la misma edad...· eso fue lo primero que se me vino a la cabeza.
"Bueno, suerte Tink" Lucinda me dejó sola ante el peligro y cuando cerró la puerta, Periwinkle se puso a curiosear por ahí. Tenía que hacerle la pregunta definitiva.
·Entonces... ¿Qué te parecieron los diseños?· crucé los dedos por detrás de la espalda esperando que les gustaran.
"¡Son una pasada! Oh dios mío, cuando los vi me quedé alucinada, ¿en serio los hiciste tú?" me saqué un enorme peso de encima cuando lo dijo.
·¡Sí! Me alegro de que te gusten· me puse contenta y todo.
"Me encantan, he visto muchísimos vestidos de patinaje pero esto... está en otro nivel. ¡Me muero de ganas de ponerme el vestido!" casi me sonrojo por su cumplido "Tenía que conocer a la persona que los hizo" había recibido muchos halagos por parte de los clientes, pero ese fue el mejor.
·Pues aquí me tienes...· me contagió su emoción, pero no podía dejar de pensar en que era una campeona olímpica, la mejor del mundo en su especialidad.
"Oh... me llamo Periwinkle, pero puedes llamarme Peri" Peri... me dio un par de besos y bajé un poco de las nubes.
·Tinkerbell, o Tink, como prefieras. ¿Con cuál te vas a quedar? ¿El tercero quizás?· se puso a dar una vuelta por el estudio mientras hablábamos y la acompañé por detrás.
"Buah, ayer me pasé como unas cuatro horas para decidirlo, me gustaría poder escogerlos todos pero el segundo me llegó al corazón" me sorprendió que escogiera ese.
·Sí, yo si tuviera que quedarme con uno también sería ese· sacó su móvil poniéndose a mi lado.
"Mira, lo subí esta mañana en Facebook y ya tiene dos mil quinientos likes y trescientas comparticiones. ¡Todos dicen que es increíble!" me quedé de piedra cuando lo vi.
·O-oye pero se supone que no puedes difundirlo...· los diseños no podían salir a la luz antes de que el vestido estuviera terminado, si no, alguien podría copiarlos.
"¿Ah no? Oh, vaya..." pero me gustó tanto que tanta gente los hubiera visto que no pude obligarla a borrarlo.
·Bueno, no se lo diremos a la jefa ¿verdad?·
"El mundo necesita ver esa genialidad" no podía estar más de acuerdo.
·Oh, casi se me olvida, tengo que avisar de que has aceptado. Espera un momento· cogí el teléfono del escritorio y marqué la extensión de la jefa. No tardó nada en cogerlo.
"¿Qué ocurre Tink?" lo dijo tan rápido que pareció que hubiera dicho una sola palabra.
·Doña Rodríguez acaba de aceptar los diseños, se queda con el segundo· tuve que apartarme el auricular del oído para no quedarme sorda con el grito que pegó.
"¡Muy pero que muy bien Tink! ¡Así se hace! Voy a ponerlo todo en marcha ahora mismo. Enhorabuena" Peri debió de haberla escuchado perfectamente.
·Vale, perfecto. Gracias· y como siempre colgó antes que yo.
"Ah... esto... si estás ocupada y tal ya me voy... no quiero entretenerte más" dijo mirando el diseño que dejé a medias antes de que llegara.
·No, tranquila, en realidad ahora mismo no tengo trabajo, eso es sólo un borrador así que...· tampoco la echaría aunque estuviera hasta arriba de trabajo.
"¿Segura?" saldría a tomar algo con ella si me lo pidiera.
·Sí, sí... Oye ¿cómo viniste tan rápido? No venías de Madrid ¿verdad?·
"No, es que ahora estoy en Barcelona por que el domingo hago una exhibición en el Skating" ya tengo excusa para no ir al cementerio.
·Vaya, y ¿no deberías estar practicando?· dije medio en broma.
"¿Entrenando? Sí, pero me lo salté para venir a verte" eso me descolocó por completo. Ya me imaginaba a su entrenador cabreado conmigo.
·E-eemm... woah, eso me parece bastante... Con llamar habría sido suficiente...· me sentía culpable por hacerle perder su tiempo.
"No te preocupes, por un día no pasará nada" bueno, supongo que una exhibición no será para tanto...
·Ya pero aún así... se me hace un poco raro que alguien que tiene una enorme página en Wikipedia tenga tantas ganas de conocerme· Rosetta alucinaría cuando se lo contara.
"Es sólo una página web, sigo siendo humana ¿sabes?" le estaba dando más importancia de la que debía "¿Vas a venir?"
·¿El domingo? S-sí, ¿a qué hora es?·
"Empieza a las diez de la mañana" buscó algo en su bolso y sacó un pequeño fajo con entradas "¿cuantas quieres? Son VIP así que aprovecha"
·Ah, pues... una, supongo...· dudo que Ro tenga el valor de levantarse tan temprano un domingo para algo así.
"Bueno, pues una entonces. ¿Vives sola?"
·N-no, bueno, vivo con mis padres pero el domingo irán al cementerio así que...·
"Oh... No quiero hacerte sentir obligada a venir a la exhibición, si tenías planes..."
·No, no no, no iba a ir de todas formas·
"Era... ¿algún familiar?"
·Mi madre... murió cuando tenía tres años, pero como no llegué a conocerla pues... ya sabes·
"Lo... lo siento, no debí preguntar"
·No te preocupes· la conversación había tomado un rumbo muy personal sin darme cuenta.
"¿Sabes? Yo tampoco conocí a mi madre, ni a mi padre. Fui adoptada cuando era muy pequeña" me quedé sin saber qué decir ante eso.
·Eso... no salía en la Wikipedia...·
"No, no mucha gente lo sabe, ¿me guardarás el secreto?"
·Claro, por supuesto. Gracias por la entrada·
"No hace falta que me las des, tengo un montón hehe..." entonces la puerta se abrió de repente sorprendiéndonos.
"Lucinda me ha dich-" Mary se quedó congelada un momento al ver a Peri "Oh cielos, ¿doña Rodríguez? Es un placer tenerla aquí en persona. Si hubiera avisado antes la habríamos recibido más formalmente" sentí vergüenza ajena por lo que dijo.
"No se preocupe, fui recibida muy formalmente" dijo riéndose un poco.
"¿Necesita algo? Soy Mary, la encargada de... todo"
"No te molestes, gracias. Si nos disculpas, estábamos hablando de lo geniales que quedaron los diseños"
"Oh, claro, perdón por interrumpir. Tomaros el tiempo que necesitéis"
"Gracias" se fue y sentí que tenía una jefa muy estúpida "Odio que la gente me trate como si fuera una presidenta, yo sólo soy una patinadora..."
·Bueno, ser la mejor del mundo debe de tener esas cosas...· me la imaginé en su mansión con Ferraris y Lamborginis.
"Pero tu eres la mejor diseñadora del mundo y no te hablan así ¿verdad?" me reí por recibir tal cumplido.
·No creo que sea la mejor del mundo...·
"Claro que sí, si hicieran unas olimpiadas para diseñadoras seguro que ganarías" empecé a sentirme más cómoda hablando con ella después de eso.
·Gracias... eres muy amable, tenía una idea muy equivocada de las patinadoras...·
"¿Y eso? Pero si somos geniales" sin duda.
·No, no sé, creía que serías muy estricta, más borde, que no te gustaría el diseño... en realidad pensé que venías para echarme la bronca·
"¡Ala! Que no somos monstruos, menuda imagen de mierda que tienes de nosotras" ya parecía que hablara con una amiga y todo.
·Lo siento, ¿qué imagen tenías tú de mí?·
"Ah... hehe, me esperaba a una mujer de cuarentaytantos con los pelos alocados y como una cabra"
·Bueno, sólo fallaste la edad haha·
"¿Qué dices? Pero si llevas los pelos bien. Yo creo que dos de tres haha"
·Qué mala eres...·
"¿De qué signo eres?" no sabía a qué venía esa pregunta.
·¿Del zodiaco? Te daré una pequeña pista. Nací el mismo día que tú·
"¿En serio? ¿El dieciséis de Mayo?"
·Sí, lo vi en la Wikipedia y me sorprendió. ¿Para qué quieres saber de qué signo soy? ¿Te crees los horóscopos?·
"No, claro que no, sólo tenía curiosidad" ¿curiosidad?
·Haha, el último que me preguntó eso quería ligar conmigo·
"¡N-no estoy ligando contigo!" se lo tomó más en serio de lo que esperaba.
·Ya lo sé... no hace falta que te pongas así, ni que fueras lesbiana· desvió la mirada unos segundos sin negarlo ·¿lo... eres?·
"S-sí, pero no estaba ligando contigo" me aparté un poco de ella instintivamente por lo sorprendida que estaba.
·Vale, esa no me la esperaba...·
"¿Porqué te apartas...?"
·Y-yo que sé, nunca había conocido a ninguna·
"Tranquila, que no muerdo... casi" tenía una mirada difícil de entender.
·¿Sabes...? mejor dejamos el tema·
"Perdona, nos acabamos de conocer y ya... pero es que no sé, me siento a gusto hablando contigo, es... algo extraño" sin duda noté algo extraño en ella.
·Yo no soy lesbiana así que cuando quieras dejar de ligar conmigo...· me estaba alterando sin saber por qué.
"Haha, no, lo sé, pero esa no es mi intención, te lo aseguro"
·¿Entonces? Te saltaste un entrenamiento súper importante para venir a conocerme, la gente normal no hace estas cosas·
"¿Súper importante? Ya te dije que no era para tanto, yo sólo tenía curiosidad por saber quién había detrás de esos diseños, nada más"
·Pues podrías haber llamado, siento que te estoy haciendo perder el tiempo hablando conmigo, seguro que tienes mil cosas mejores que hacer·
"¿Te sientes incómoda hablando conmigo? Te noto un poco tensa" dio en el clavo. Todo esto era muy nuevo para mí, demasiada información para tan poco tiempo.
·Un poco, sí·
"Ya veo... bueno, ha sido un placer conocerte Tink. Te dejo que tengo a Slush esperando en el coche"
·¿Slush?·
"Es mi mánager barra chófer barra guardaespaldas que tengo. Espero que sigas haciendo diseños tan buenos" dio unos pasos hacia atrás hasta que llegó a la puerta.
·G-gracias... adiós·
"Adiós Tink" sentí que la había fastidiado. No estaba para nada preparada para manejar una conversación con alguien como ella.
Fui a sentarme en la silla y me calmé un poco. Me conecté al Facebook para buscar la foto que colgó del segundo diseño y leer sus comentarios. No me costó mucho encontrar la página oficial de Peri con miles de likes. Fue increíble ver la opinión de toda ese gente, me animaron un montón a seguir diseñando para toda la vida.
Cuando ya los estaba terminando de leer todos, el sonido extraño de una notificación del móvil me desubicó. Revisé el mío pero no tenía nada. Tardé un poco en darme cuenta de que Peri se dejó el móvil en la mesa. Mierda, ¿cómo puede ser tan despistada? ¿Se lo habrá dejado a propósito?
Lo desbloqueé y vi que en la barra de notificaciones tenía un whatsapp de un tal Sled que ponía Claro que sí campeona. Decidí no leer la conversación entera y busqué a Slush en su larga lista de contactos para llamarlo pero me salía que ese número no existía. ¿Cómo puede tener un contacto inexistente en los contactos?
No me quedó otra que abrir el whatsapp para ver qué últimos contactos tenía. Sled, Papi, Spike, un grupo que se llamaba Desmadree xD, Mami, Manager... Aquí. Le dí al de Manager y lo llamé desde ahí. Cuando descolgó apareció Peri.
"Lo siento, lo siento, ahora mismo vamos para allá"
·Hasta ahora...· me moría de ganas de abrir ese grupo llamado Desmadree xD, abrir la galería, buscar entre su música... Pero no lo hice por respecto. Pensé que lo mejor sería dejar el móvil en recepción para que cuando llegara ya lo tuviera allí, así que fui a dárselo a Lucinda y me quedé en mi estudio recordando que hice lo correcto.
No quise tener más contacto con ella, después de todo no podríamos se amigas, era algo que veía imposible dado lo mucho que viaja por todo el mundo. Fue un encuentro digno de ser contado, nada más.
Me puse a dibujar sin pensar y terminé haciendo dibujos de Peri patinando con ese vestido puesto. Uno me quedó tan bien, que decidí hacerle una foto y colgarla en la página de Peri. En un momento tuvo cincuenta likes y varios comentarios.
Al cabo de una hora perdida en mis cosas, recibí una solicitud de amistad. Me imaginé de quién sería, pero jamás pensé que tendría un nombre así. Ponía Perii la Nambar Wan. Me partí el culo con ese nombre, en la foto de perfil sólo aparecían unos zapatos y no había ni fotos ni información que pudiera ver públicamente.
Pensé en si aceptarla o no, a lo nuestro no se le podía llamar amistad ni de lejos y muy probablemente no nos volveríamos a ver, así que bloqueé el móvil y la dejé sin respuesta.
Hacia el mediodía vino Mary y dijo que me tomara la tarde libre, tampoco es que estuviera haciendo nada interesante así que volví a casa a la hora de comer.
