Bueno este es mi primer intento a una "historia" de este fandom, en su mayoría sólo es fluff creo, espero que sea al menos un poco de su agrado, muchas gracias por leer y los comentarios son bienvenidos.
Todos los personajes pertenecen a su respectivo autor.
||Drabble||PG13(a menos que llegue a haber continuación)||
Habían quedado dormidos en esa peculiar posición… no, en realidad no había nada de peculiar en cuanto a la posición, era más bien que eran ellos quienes se habían quedado dormidos en esa posición lo que resultaba peculiar. Despiertos no paraban causarse dolores de cabeza el uno al otro, entre roses y discusiones, la rivalidad que surgiera desde el día en que Kacchan se enterase que había escogido su misma escuela para aplicar admisión simplemente había intensificado todas esas situaciones ya de por si incomodas, y ahí estaban ahora, exhaustos tras un largo día de entrenamiento y riñas en los brazos el uno del otro como hacía casi diez años no sucedía.
¿De qué manera habían terminado así?
Una pregunta mucho más sencilla de responder era como no habían terminado así antes. Orgullo, resentimiento, sentimientos de vulnerabilidad, malentendidos y amargura contenida habían llevado en una espiral cada vez más profunda a alejar al uno del otro, viéndose las caras día con día pero nunca observando de verdad, nunca viendo lo que había más allá.
Incluso él que era tan observador se había segado a sí mismo a esos sentimientos que antes tan fácilmente le era detectar, malentendido tras malentendido habían hecho que su corazón se cerrase a lo que su amigo de la infancia realmente quería y necesitaba.
Katsuki Bakugou no era un chico malo, por terrible que pudiera llegar a ser, su personalidad no era del todo mala y a pesar de sus desplantes, a pesar de lo mucho que a veces le envidiaba, porque si, aun ahora había un ligero resentimiento doloroso de ser rechazado una y otra vez por quien se autoproclamaba superior ¿Por qué el rubio tenía que hacer esa maldita cara si no quería ser rescatado? Era obvio que necesitaba a alguien pero no lo admitiría, jamás lo admitiría, lo más cerca que estaría de admitirlo serian aquellos momentos donde le estepaba un agresivo "¡Haz lo que quieras, nerd de mierda!" y aun así ahí estaba, haciendo lo que quería, Kacchan nunca iría a su habitación, en cierta forma eso le reconfortaba, con todas las figuras y posters que había en ella no podría evitar sentirse observado de cierta forma, aunque eso no le pasaba por lo regular al lado de Katsuki todo era siempre distinto.
Incluso si veían la misma imagen siempre había algo distinto entre ellos, kacchan siempre se enfocaba en eso que estaba más allá y que para él, para Izuku el inútil era imposible divisar del todo. Demasiado preocupado por ver lo aquello frente a sus ojos a veces le costaba trabajo concentrarse en algo más, sus planes no iban más allá del futuro inmediato eh incluso el sueño que perseguía desde niño más parecía una fantasía fantasmal que una meta sólida.
Cuando recibiera 'One for All' no se lo había creído las primeras noches y si el usarlo no hubiera amenazado con fracturarle cada hueso donde le empleara le habría tenido que usar constantemente para convencerse a sí mismo que no estaba soñando, pero los sueños no son tan dolorosos.
Había necesitado tanta ayuda para poder llegar a donde estaba… aun la necesitaba, deseaba poder convertirse en alguien que pudiera ser digno de confianza, un héroe de verdad,
Kacchan por otro lado siempre parecía tan independiente, tan atrayente en cierta forma, la gente naturalmente era llevada hacia él como la corriente de un rio contra la que se es incapaz de luchar, siempre había sido así, desde pequeños, ahora que lo pensaba siempre se encontraba siguiéndole, aun antes que los otros niños comenzaran a hacerlo, aunque no era su espalda lo que deseaba ver.
Se suponía que dormirían, el olor del shampoo que usaba el rubio sin embargo le embriagaba a tal forma que era un poco difícil conciliar el sueño, el calor de su piel le envolvía de forma protectora y asfixiante, la fuerza de los músculos algo tensos del brazo en su cintura le decían que el sueño de su compañero era ligero, si se le ocurría moverse despertaría y entonces se encontraría mirando aquel hipnotizaste escarlata que en medio de la noche parecía resplandecer de forma gatuna, ya los había visto antes, no era la primera noche que compartían la cama del rubio.
La primera vez había sido hacia casi diez años, quizá más, debía dormir, cerrar los ojos sin embargo solo le hacía aún más consciente de todas las sensaciones de su cuerpo, el mantener la respiración tranquila le requería casi toda su concentración… casi se preguntaba si aquella cosa podía ser considerada alguna clase de entrenamiento…
Debía dormir "Haz lo que quieras" no… ni de coña iba a hacer lo que realmente quería porque quería mucho más… y quizá, solo quizá debía comenzar a tomar su distancia, no era bueno que el lenguaje del rubio comenzara a pegársele aun si solo en sus pensamientos, guardar distancia, eso era lo más prudente… ¿Pero cómo guardas distancia de una supernova? Katsuki Bakugo, Kacchan, su amigo de la infancia era eso, una estrella que explota y cuya fuerza magnética es tan grande que una vez dentro de la explosión simplemente es imposible escapar.
El aliento en su cuello quemaba como si el otro estuviera usando su individualidad… realmente debía descansar.
