Advertencias:

· A.U. / Universo Alterno: No tendrá nada que ver con los libros o películas.

· OOC / Fuera de Personaje: Los personajes no se comportarán como lo hacen normalmente.

· Parejas: Sirius x Severus, Lily x James, Lily x Severus, James x Sirius.


Hola, antes de empezar, tengo que decir que esta historia ha sido reescrita. En lugar de ser un crack-fic, será una parodia de mi clasificación favorita, Sevitus/Severitus. Los personajes que serán tomados más en serio serán Severus y Harry, mientras que los demás no, para añadirle el toque de humor. Espero haberme dado a entender con esto, jeje.

¡Disfruten el fanfic!


Capítulo #1: Sueño e ilusión

Dumbledore había citado a su antiguo estudiante, Severus Snape, en su oficina. Ya estaba preparado para comentarle un anuncio bastante importante. Sabía que, cuando escuchara, él tendría una reacción exagerada y que posiblemente no querría creerle, pero estaba dispuesto a correr el riesgo.

—Voldemort ya murió.

Severus resistió fruncir el ceño. Tal vez había entendido mal.

—Señor, ¿qué fue lo que dijo?

—Tom Riddle ya no está vivo.

El hombre más joven suspiró cansado. Eran las tres de la mañana y pronto empezarían las clases después de unas largas y merecidas vacaciones de los alumnos ineptos. Era su último día para no estresarse y el director se dedicaba a bromear. Aquello no era característico del anciano, tenía que estar borracho gracias a tantos dulces de limón.

—Señor, ¿se siente bien?

—Lo estoy, Severus —dijo Dumbledore con su típica sonrisa tranquila, pero que a la vez era burlona. Severus odiaba aquella sonrisa.

—Lo primero que debes saber es que James y Lily Potter están vivos.

¿Cómo se atrevía el viejo a decir eso? Él fue quien le avisó que Voldemort atacaría a la familia Potter e inclusive le pidió ayuda. Eso es demasiado porque, en ese tiempo, su orgullo lo cegó pensando que podría hacerlo por su cuenta. Severus Snape fue quien más se preocupó por el bienestar de los Potter, mejor dicho, Lily y su hijo. ¿Y James?, pues... solo un poco.

—Por supuesto —dijo Snape—. Y yo tengo tres ojos.

—Es verdad, Severus —el anciano dijo con su típico brillo en los ojos. Eso también lo odiaba Severus.

—No tengo tiempo para esto —Alzó la voz y se levantó de la silla con enfado—. Si quieres hablamos de esto cuando ya dejes esos dulces de limón.

El director de Hogwarts lo miró seriamente y señaló con su mano que se detuviera.

—Mira la puerta.

El enojado hombre no comprendía a Albus cuando actuaba como cualquier anciano demente y perdido en su imaginación, pero decidió darle una oportunidad más. Si algo entraría de esa puerta, no había caso tratar de salir.

La puerta se abrió. Al instante, Severus reconoció a los visitantes. Lily Evans y James Potter.

—Hola —dijo James cerrando la puerta con timidez.

Severus entrecerró los ojos, pensando que de esa manera podría verlos de otra manera. No funcionó.

—¿Qué mierda está pasando?

—Sev —dijo la mujer acercándose y le dio un abrazo. El hombre desgraciadamente no le devolvió el gesto, en lugar de eso, él se separó de ella.

—Dumbledore, ¿¡qué mierda está pasando!?

Lily regresó con su esposo lentamente, sintiéndose mal de que su amigo de la infancia la tratara como a una desconocida. Ella había vuelto a la vida y quería que él supiera que ya no debían preocuparse por Lord Voldemort. No habría que fingir sobre sus vidas.

—Severus, cálmate —dijo Potter abrazando a Lily de lado.

—¡No me digas que me calme, Potter! —Severus dirigió su varita a los dos intrusos.

—¡No hagas nada de lo que te vayas a arrepentir! —James dijo acomodándose los lentes de su rostro.

—Mira, no es tiempo para estar peleando —dijo James con los brazos sobre la cintura—. ¿Acaso no estás feliz?

—¿Feliz? —dijo Severus tratando de conservar la compostura—. Obvio que lo estoy, pero eso solo es señal de que estoy alucinando al igual que Dumbledore.

—Pase —dijo Dumbledore a pesar de que nadie escuchó que tocaran la puerta.

La puerta de nuevo se abrió y entró un hombre quien tenía la apariencia de haber sido arrollado por el autobús noctámbulo, tan siquiera unas cincuenta veces.

—¡Cornamenta! —dijo el hombre sonriente.

—¡Canuto! —dijo James y se acercó a abrazarlo.

Ya nada más podría sorprender a Severus después de ver a copias idénticas de James y Lily. Sirius Black había salido de Azkaban, ¿eso qué?

—Severus —dijo el anciano con una gran barba—. Sirius ya puede andar libremente por el hecho de que Peter Pettigrew fue el verdadero traidor.

—Perfecto —dijo con un tono monótono.

—Y la razón de que James y Lily Potter estén vivos es porque Voldemort ha sido derrotado—. Lo más probable es que tu marca ya haya desaparecido.

Severus no solo sentía que estaba en un sueño y que estaba alucinando, también creía estar en una historia en el que, un pseudo escritor, no tenía nada más que hacer más que arruinar su noche.

—Vamos, levanta tu manga —dijo Lily sonriendo levemente.

El hombre la miró fijamente. Ella tenía la misma voz, los mismos labios, los mismos ojos, la misma mirada.

Suspiró rendido. Lo haría. No tenía nada que perder.

Levantó su manga del brazo izquierdo. Lo único que había era una marca que le recordó al famoso rayo que portaba Harry Potter en su frente.

—El ministerio comprobó que los antiguos Mortífagos obtuvieron una marca diferente después de su muerte.

Cómo es que Severus no había notado que había desaparecido la marca tenebrosa era un total misterio.

—Asesinaron a Voldemort hace unas cuantas horas.

He ahí por qué no se había dado cuenta. Él estaba durmiendo plácidamente cuando ocurrió el milagro.

—¿Quién lo asesinó?

—Un nacido de muggles que trabaja en el ministerio —comentó Sirius, quien ya habían olvidado que estaba presente.

—Fue atacado con una pistola.

Cuando apenas estaba digiriendo lo que estaba pasando, Severus volvió a enfadarse. ¿Fue en vano la profecía? ¿Para qué condenar a tantas personas para que muriera uno de los magos más poderosos del mundo de la forma más estúpida?

—¿Quién lo diría? —dijo James, luego comenzó a reír un poco y Sirius comenzó a reír también.

—¡Qué bueno que ese idiota murió! —dijo Sirius entusiasmado—. El pequeño Harry ya está a salvo.

Sí, el chico estaba a salvo a pesar de haberse enfrentado a un hombre con el rostro de Voldemort en la parte trasera de su cara. Todo por ser un chico tan necio y que no dejaba de tomar riesgos como cualquier Gryffindor haría. Severus detestaba que el muchacho tenía la absurda necesidad de demostrar valentía, él solo lo miraba como actos de idiotez.

—Pero resultó herido el ciclo pasado —susurró Severus.

—¿¡Qué!? —exclamaron los familiares de Harry.

—Pero no es nada de qué preocuparse —dijo Dumbledore—. El muchacho está a salvo en la casa de Petunia Evans.

Severus no evitó rodar los ojos.

—Claro, hay que llevar a Potter con la mujer que odia la magia —dijo en voz baja Snape.

—No creo que sea así mi hermana, Severus —dijo Lily a la defensiva.

—¡Sí, no creo que vaya a hacerle nada a tu hijo! —dijo el anciano entre risas nerviosas.

Creían que Severus era el único capaz de tener el rostro más serio, pero nunca que lograría sobrepasar el límite de seriedad que mostraba cuando no sabía cómo reaccionar.

—Severus —dijo Lily nerviosa.

El profesor la ignoró. Tenía que dormir para enfrentarse a los alumnos estúpidos y cualquier otro profesor incompetente que Dumbledore había contratado para reemplazar a Quirinus Quirrell.

Caminó hacia la puerta sin decir nada. Ignoró la mirada sorprendida de Sirius y los rostros de los demás, quienes estaban a la expectativa de su reacción. Y finalmente, cerró la puerta con cuidado.


Los demás capítulos que puse no tienen nada que ver con este. Los demás no han sido corregido, mas que este.

Si quieren léanlos, pero no valdría la pena, jejeje.

Nos vemos.