Capitulo uno

Desaparecidos.

Había pasado un tiempo desde que la civil war había sucedido, específicamente cinco años, en los cuales muchos de los héroes que apoyaban al gobierno habían empezado a "Desaparecer" cada cierto tiempo hasta el punto donde ya nadie preguntaba por ellos, aunque aún se tenía en duda sobre si seguía vivo o no, y sobre quien estaba dirigiendo industrias Stark.

Las desapariciones habían empezando con Anthony "Tony" Stark y terminó con Peter Parker, aquello al principio había asustado un poco a las personas, pues pensaron que estarían en peligro pero al final al ver que no había tanto peligro, empezaron a olvidar a todos los vengadores.

Virginia "Pepper" Potts aún cuando ya había dejado de ser la CEO de Industria Stark manejaba indirectamente todo lo referente a la empresa, era la única junto a Happy que sabía donde se encontraban Tony y los demás.

Aquella mañana, tanto Pepper como Happy habían decidido ir a visitar a los chicos, sabían que si querían ir tenían que ser cuidadosos y no llamar mucho la atención pues aún cuando la gente ya no le importaba nada sobre los vengadores, había otras personas las cuales si estaban interesados sobre el paradero de los vengadores.

—Happy, cariño, lo mejor es movernos, mientras más temprano menos probabilidades de que nos descubran— comento la antigua CEO de IS al guardaespaldas, el cual solo dio un leve asentimiento.

Luego de un rato ambos ya se encontraban con sólo tres maletas para poder ir a su destino, la gran y hermosa Italia. Cuando llegaron se dirigieron a la ciudad de Montecatini, una provincia de Pistoia, la cual pertenecía a la región de Toscana. Cuando llegó al lugar empezó a buscar una casa algo grande pero para nada ostentosa. Al bajar del auto, agradeció al taxista y camino para tocar la puerta, no le sorprendió que Visión le abriera, por lo que sonrío amablemente al androide y entro sabiendo que Happy entraría luego, camino hasta la sala y se encontró a Peter y Rhodey los cuales al parecer tenían una conversación sobre el futuro del menor. Se acercó para saludarle y besar las mejillas de ambos y acaricia la cabeza de Peter.

—Pet.. —dudo un poco ante la pregunta que pensaba formular, miro al menor—¿Donde esta? —su mirada recorrió el lugar notando que el científico no se encontraba por ningún lado, lo cual le parecía raro ya que le había comunicado que llegaría.

—Tía Pepper, Papi se encuentra en la habitación. Puedes ir si quieres.—comento el castaño menor. Potts suspiro un poco y entro dejando a Happy y a los demás en la sala, recorrió todo el corredor hasta una puerta, toco para entrar con lentitud y mirar aquella tierna escena que mostraba el genio junto a dos pequeño gemelos de cabellos rubios.

Cuando ambos gemelos notaron la presencia de una persona sonrieron y como pudieron bajaron de la cama para saludar a la rubia, mientras que sus vocecitas no dejaba de articular un "Tía Pep". Tony solo se acomodo mejor para luego acercarse a Pepper y abrazarla regalándole un beso en cada mejilla. —Bienvenida mi querida Pepper, gracias por venir —acarició las cabezas rubias de sus gemelos para luego volver a la cama.

—Sabes que amo visitar a mis sobrinos y a ti Tony, en la empresa te extrañan, yo te extraño. —Susurro para sentarse en cama dejando a los niños jugar con algunos juguetes que habían en aquella habitación infantil.

—Sabes que es peligroso para mi y para ellos volver Pepper— suspiro— No deseo exponerlos.. —Susurro para luego mirarle.— Nadie te ha seguido ¿verdad? — ante aquella pregunta Potts negó mientras miraba con una sonrisa a los niños

—No, ninguna espía rusa, o con parche, aunque los últimos meses no han dejado de vigilarnos a mi y a Happy, vuestra desaparición parece que les preocupa.—comento para luego mirar a Tony —¿Seguro no quieres volver? —

Tony miró al frente y negó con una sonrisa —Ya se les olvidara su tonta búsqueda, y sobre volver —bajo levemente la mirada al piso —No Pepper no quiero ni puedo volver. —le miro —Podrían en peligro a mi pequeña familia — la rubia solo asintió pues sabía el temor de Tony y le entendía.

—Tony.. ¿Tampoco piensas decirle sobre ellos? —le dio una leve señal mirando a los gemelos. Los cuales estaba en una discusión por un juguete —Sabes que merece saber la verdad.. —

—No le diré nada, no lo merece, casi pierdo a mis hijos por su culpa, no le diré sobre la existencia de mis niños. Además el debe estar feliz con el mapache —Gruñó levemente, aún sentía rabia, celos pero sobretodo triste a por lo que había pasado. Extrañaba a Steve pero el podía olvidar lo que había pasado, casi perdía a sus gemelos por aquella batalla.

El castaño se levantó para luego cargar a los gemelos y llevarlo al comedor, a esa hora ya debería de estar la comida, a demás ya era la hora de comer de sus niños, salió del lugar siendo seguido de Pepper, la cual cerró la puerta de aquella habitación para seguir con calma al castaño.

[…]

En alguna otra parte del mundo, específicamente en Wankada, aquel país donde casi nadie tenía acceso a entrar, se encontraba un rubio esperando noticias sobre su castaño, había mando, mejor dicho, obligado a Natasha a buscar información sobre Tony, pero hace más de dos años que no sabia nada de el por lo que no podía evitar estar preocupado. Camino por la sala de aquella mansión para detenerse en un ventanal y mirar aquella zona tan hermosa que le brindaba Wankada.

—Tony.—apoyo su mano derecha en la ventana mientras su mirada se oscurecía por la tristeza —¿Donde estas? —Susurro con pesar y dolor, atrás de el se encontraba una pelirroja, la cual no tenía deseos de volver a decirle a Steve que no había podido obtener ninguna noticia de Tony, le sorprendía lo difícil que era encontrarle a él y a sus demás compañero, aún siendo ella una gran espía.