Nota del autor: Debido a la restricción de caracteres impuesta a la hora de escribir le resumen me he visto obligado a omitir ciertos detalles que voy a aclarar ahora. Esta es una historia tras los eventos del Jak 3 y continuando el hilo de la historia, habrá nuevos personajes, míos obviamente, con los que pretendo dar una nuevo giro a la historia de Jak. Uno de ellos, el más importante, acompañará a Jak durante este nuevo y movido viaje y jugará un papel importante en el desarrollo de la historia, dentro de poco lo conoceréis a fondo, a él y todas sus manías. Para todos aquellos deseosos de un nuevo sabor al más puro estilo Jak Y Daxter, disfrutad de mi pequeño prólogo y os prometo que intentaré subir el próximo capítulo lo antes posible. Leed, disfrutad y comentad.

Aviso: Jak y Daxter son personajes pertenecientes a Naughty Dog Sony, yo no poseo ningún derecho sobre ellos.


Prólogo

Jak POV

Era una tarde como otra cualquiera, los fuertes vientos del desierto azotaban la estepa y todo lo que hubiera en medio, en este caso Daxter y yo. Habíamos sido enviados a otra misión "suicida" a por unos cabezachapas del desierto que parecían no admitir derrota puesto que su líder ya había sido derrotado y estos seguían interfiriendo en las rutas de tránsito y comercio volviendo el desierto de la estepa un lugar mucho más peligroso. Y ahí estábamos, yo conduciendo raudo por las dunas en mi preciado coche el "Arenatiburón" en busca de los cabezachapas del desierto cuando algo inesperado tuvo lugar. Uno de estos cabezachapas nos asaltó desde una esquina ciega y derribó nuestro coche de una golpe con su poderosa cola lanzándonos a Daxter y a mí por los aires. El golpe inesperado fue muy duro, los barrotes que formaban la cabina había quedado destrozados, más duro fue el golpe que yo me llevé, mi espalda entró en contacto con la roca a altas velocidades y estuve a punto de perder el conocimiento, lo único que me hizo volver en mí fueron los desesperados gritos de mi compañero Daxter que parecía haber acabado peor que yo, tenía un hombro en una posición extraña y usaba su brazo bueno para intentar levantarse. Eso me hizo entrar en pánico, me lancé hacia delante y lo cogí con ambas manos por la cintura intentando no tocar el brazo dañado y luego miré hacia lo que había sido un coche hasta hace un momento, ahora no era más que un amasijo de hierros. Estábamos jodidos, entonces miré al cabezachapa que se lanzaba hacia nosotros a gran velocidad. Corrección, estábamos muuuy jodidos. Tanta mi desesperación fue, que me lancé a correr hacia delante sin siquiera pensar en otra cosa, sentía el pesado aliento en mi nuca, oía las pesadas pisadas del cabezachapa seguirme, ni siquiera podía concentrarme en invocar el eco luminoso en mí y hacer algo, solo un pensamiento poblaba mi mente: correr.

Entonces fue cuando lo oí, un fuerte estruendo a mi espalda y el sonido del rugido de un cabezachapa, estábamos muertos. Seguí corriendo pero mi agitado cerebro fue capaz de registrar algo más, un cambio en el ambiente. No había pisadas y no sentía al aliento del cabezachapa en mi cuello. Entonces, hubo una explosión que me hizo tirarme hacia delante y me giré en el aire por instinto para prevenir daños mayores al pobre Daxter que el dolor y el miedo parecían haberle sellado la boca. Aterricé sobre mi espalda, aún sosteniéndolo entre mis manos y miré al lugar dónde se suponía que había estado el cabezachapa, pidiendo un milagro. Milagro que, al parecer tuve. El cabezachapa estaba tirado en el suelo, bueno quizás debería haberlo llamado solo chapa porque, no tenía cabeza. En su lugar estaba el muñón del cuello pero ni rastro de la cabeza. eso aparte de alegrarme me dio una mala noticia, no estábamos solos. Peor aún, estábamos con algo capaz de acabar tan rápidamente con un cabezachapa del desierto. Y yo que pensaba que había tenido suerte, saltas de la sartén para ir a las brasas.