Sherlock...
¿Donde estás? Baker Street no es lo mismo sin ti.
No seas idiota y deja de esconderte.
Si sigues así voy a tirar todo a la basura, cretino. Esas placas de petri que ya tienen polvo… y esos tubos de ensayo que hace tres años no se tocan… No, sé que solo sirvo para amenazar y que nunca voy a tener el valor de hacerlo. De eso mismo te burlaste en mi cara hace tiempo.
Aunque quisiera seguir con mi vida me es totalmente imposible. ¿Como podría hacer tal cosa? Ni siquiera recuerdo como era mi vida antes de mudarme a este lugar y empezar a resolver casos contigo.
Ah, si…
Vacía.
Ese Lestrade... ahora se está volviendo un idiota. Tendrías que verlo. Cada vez que me mira… en sus ojos se nota un brillo de compasión… lástima. No lo entiende. Nunca entendió mucho. Me suplica que lo supere, dice que puede volverse algo grave. ¿Superar qué?
La señora Hudson no deja de llorar. Y si, es claramente tu culpa. Ya te dije que dejes de hacerla llorar, ella es una gran persona. Siempre cuidó de nosotros, ¿y lo mejor que se te ocurre es hacerle esto? Nunca tuviste modales, y 'muerto' tampoco los tienes. Hubiera preferido que no te fueras, ya que no me gusta llorar… Y menos todas las noches.
Tengo un nuevo hobby… aunque dormir en tu cama ya se me hizo mas un hábito. Siento como si todavía tu olor estuviese allí, aunque sé que se fue hace unos dos años y medio. Aún así nunca saque nada de su lugar. Esa cabeza sigue en el refrigerador esperándote, igual que yo. Nunca la devolví a la morgue y Molly no insistió para llevársela. No se por qué, pero apenas nombrarte estalló en llanto y salió corriendo.
No me gusta verla así a ella tampoco. Pero, ¿estas esperando una buena noticia? Yo dejé de salir con chicas, como querías. Bueno, dejé de salir. Y también de comer. No quiero levantarme de la cama, de tu cama mejor dicho.
¿Por que todavía no volviste? No soy nada paciente, y lo sabes. Estas tardando demasiado. No me hagas pensar que en realidad no vas a volver. No seas tonto y date prisa. Otra cosa, por fin dejé de ir a esa terapeuta como querías. Estaba poniéndose algo rara, quería meterme ideas extrañas en la cabeza. Tenías razón. No era nada buena.
Ya es demasiado tiempo, no dejes que mi paciencia se agote, idiota. Destruí media cocina por el enojo, y esta vez yo hice llorar a la señora Hudson. Lo sentí mucho, pero desde que te fuiste no tengo ganas de hablar ni para disculparme. Simplemente no lo hice.
Ya pasaron tres años, mi paciencia llegó al límite. No puedo esperarte más… pero como siempre decías, suelo decir cosas que nunca cumplo.
No me gustan las despedidas. Y a ti tampoco por lo que vi.
Por si seguías vivo… te esperaré allí. Y sino, estoy impaciente por verte del otro lado.
A mi mejor amigo Sherlock Holmes, detective consultor y el único en su clase. Realmente te amé y respeté, y se que aún muerto también voy a hacerlo, no importa cuanto te tardes. Lamenté mucho el no haber aprovechado bien nuestro tiempo juntos, pero ya no importa.
Lo único que quiero es llegar y verte allí sentado y escuchar en tu voz un "Johnnnnn, estoy aburrido…" como los de antes, o tal vez únicamente volver a escuchar uno de tus comentarios sarcásticos. Un último caso. Un último "Hola". Que vuelvas repentinamente a mi vida como repentinamente entraste, ¿es mucho pedir eso? Como sea. Si llegas y lees este mensaje ya sabes donde esperarme.
"Nunca volviste, Sherlock. Así que yo voy a ir hacia ti... espérame. –JW"
Tomó su pistola del cajón.
Una nota escrita de una hoja de papel blanco arrancada yacía en la mesa de aquél departamento de Londres en donde había comenzado todo. El sonido de un disparo fue lo ultimo escuchó la señora Hudson en la habitación 221B de la calle Baker.
