¡Hola! Soy nueva en Fanfiction, aunque ya me había estado pasando bastante tiempo por acá. Bueno, la historia ya la he estado escribiendo desde hace algunas semanas xD Era original, pero me pareció buena idea hacerla con los personajes de Inuyasha.
En fin, es la segunda historia que subo en Fiction, ¡espero que sea de su agrado y disfruten! Aquí va:
Disclaimer: ni Inuyasha, ni sus personajes son de mi pertenencia, eso va a cargo de la Mangaka Rumiko Takahashi.
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PROLOGO.
—¿Dónde?
—No lo sé, Kagome.
—No me dirás a donde.
Inuyasha frunció los labios.
Y esa no era una expresión humana, parecía tan robótica, tan pedante, que la chica que tenía enfrente tuvo que parpadear varias veces para asegurarse de que estaba viendo al mismo hombre de hace unos días.
Pero...no quedaba ni una migaja de esa sonrisa humilde y sincera con la que había convivido más de un año.
El parque del valle de San Vals esa noche estaba tan concurrido como de costumbre, a pesar de ser tan de noche, algunos niños jugaban en compañías de otros niños; Risas, gritos, voces. Muchas risas inocentes, un solo llanto a lo lejos...y ese fue el único que pudo procesar.
—¿Por qué? —preguntó simple, pero desdichada—es que me es tan difícil creerlo. No te entiendo.
—No puedo decirte. Y tampoco quiero hacerlo.
—Entonces no lo hagas—se estrepitó—No me digas donde irás,...pero al menos, ¡te exijo una explicación!
—No la hay.
Que seco, pensó Kagome. Miró su porte, su vestir...no se había dado cuenta… ¡lucía tan pretencioso!
—¿Porque estás de traje? —Las maquinaciones en su mente eran demasiado irresistibles como para callarlas—No me digas, ¿quieres terminarme elegantemente? Porque si es así, permíteme aclararte que dejar a una mujer sin una razón aparente no es elegante.
—No es eso. Ni cerca estuviste—se burló él.
Kagome bajó la mirada.
—No entiendo nada... ¿fue algo que crees que hice? Porque podría aclara--
—Nada de eso. Me voy porque quiero, Kagome—la tomó por los hombros, suave pero firme—Porque mi futuro no puede estar entrelazado al tuyo. Somos de mundos distintos...y al fin lo he entendido. Yo creo que ahora te toca entenderlo a ti.
Ella no se esperaba una patada así, Inuyasha ya sabía cómo era que Kagome interpretaría esas palabras. El la conocía demasiado como para no saber su complejo de ser pobre, y aquellas palabras lastimarían el orgullo de Kagome. Pero a él, eso no dolía tanto como saber que el final era así de hostil, así de falso.
—Me tengo que ir—dio un paso atrás sin dejar de mirarla.
Si, la observó con nostalgia. Ella vestía como siempre: sencillo, no muy femenino, con sus pantalones y sus camisas de tirantes. Sus pies siempre llevaban esos tenis que le había regalado la navidad pasada, la cual por cierto, era mejor no recordar.
—Hasta nunca, Kagome. Y por favor—nada se asomaba por su rostro—no me busques. No quiero que lo hagas.
Ella asintió, rota pero con la cabeza en alto. Sus pies no se movieron hasta perder la figura de Inuyasha de vista, entonces dio media vuelta, y todavía con los ojos secos y la garganta congestionada no pensó en nada.
Solo una cosa cruzaba por la cabeza de Kagome Higurashi ese día de verano en San Vals.
"¿Y ahora qué, Inuyasha?..."
Continuará…
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¡Bueno! Ya sé que es relativamente poco, pero es todo lo que pude hacer en el prologo, ya iré explicando cómo se conocieron. Pueden dejarme sus comentarios, si voy por buen camino, si no xD, acepto cualquier tipo de crítica, sobre todo la constructiva.
Nuevamente, gracias por leer y espero que hayan disfrutado.
