Disclaimer: El mundo de Harry Potter, incluidos los fantásticos Merodeadores, son propiedad de J.K. Rowling

1. El extraño origen de la adicción de James Potter al café sin azúcar

"Estas tomando café. Tú nunca tomas café."

Lily se gira sorprendida para encontrar a James Potter sentado al lado de ella, dedicándole una mirada confundida con sus profundos ojos avellana. Probablemente su propia cara demacrada ha contestado antes que ella, pues no ha pronunciado una palabra todavía cuando el chico continúa.

"Oh, no has tenido una buena noche, Evans. Más vale que esto esté bien cargado."

Ha tomado la taza de las manos de la pelirroja y se la ha llevado a los labios, y Lily se lo ha permitido. Porque Merlín, de verdad no ha sido una buena noche, y su cerebro aún no ha recibido todavía una dosis suficiente del precioso líquido que ahora mismo James le roba. Después de dar un largo trago, él le devuelve la taza alzando una ceja, sorprendido.

"Sin azúcar, Lily?"

"Sin azúcar, James."

"Ok."

Le ha sonreído, ambos han sonreído, aunque ella no se ha dado cuenta. No se ha dado cuenta tampoco que la mesa de Gryffindor se encuentra casi vacía, como el resto de las mesas incluida la de profesores, porque es muy temprano para estar desayunando en domingo, ella se ha concentrado en prepararse un par de tostadas y de vez en cuando dar un par de sorbitos a su taza de café. No ha notado tampoco que minutos más tarde el resto de los Merodeadores ha llegado, y Sirius ha lanzado una palabrota para manifestar su sorpresa al encontrar a Prongs y Evans almorzando juntos. Cuando Alice y Marlenne por fin se sientan a su lado, el café por fin ha hecho efecto.

"Hey! Donde han estado? "

"Algunas de nosotras necesitamos dormir para funcionar, Lils."

Marlenne no se molesta en preguntarle qué hace James Potter sentado al lado de ella, ha pensado que debe tratarse de una casualidad, y no se equivoca del todo. Lily toma su taza para dar un sorbito más y antes de ponerla sobre la mesa las manos de James la detienen.

Levanta la ceja izquierda, fingiendo sorpresa, pero en el fondo no se sorprende, y él lo sabe. También James levanta la ceja, pero su rostro expresa reto, diversión. Así que ella lo permite de nuevo, retira sus manos de la taza para dejársela a James, que sin dejar de mirarla toma de nuevo un largo trago de café que le sabe a triunfo y le regresa la taza, girándose para seguir conversando con Sirius, como si nada. Cuando el contacto visual se rompe, Lily también se vuelve hacia sus amigas, que han observado la escena boquiabiertas.

"Qué?"

"Qué?!" Ha repetido Alice más alto de lo que pretende, captando la atención de algunos comensales cercanos, intenta formular su verdadera pregunta.

"Él .. tu, .." Alice señala la taza exasperada, y se da por vencida.

Y Lily se ríe, una risa fácil, alegre, extraña. Y mientras Marlenne frunce el ceño, preocupada, Evans se da cuenta de que hace días su boca no ha emitido un sonido tan auténtico.

"Es sólo café."

"Oh, claro. Es sólo café. Compartido de la misma taza. Con el chico que odias desde tercer año. Él tiene novia, tú tienes novio. Pero Merlín, es sólo café."

Las palabras elocuentes de Marlenne hacen que Lily parpadee un poco, pero no que se arrepienta. Ha sido justo eso lo que ha estado molestando a la pelirroja en los últimos días. Lily no quiere ser un personaje, no quiere el guión que sus amigas y el resto han escrito para ella, y aunque se ha estado engañando durante un año pensando que así es feliz, se ha equivocado. Pero ahora intenta corregirse, y corregir a los demás, ya estando en eso.

"Te equivocas Marlenne."

La rubia hace un ademán con la mano, indicando que no piensa discutir más el tema, después de todo tal vez si es simplemente café. Pero Alice ha notado el énfasis de Lily en la frase, y no se pregunta más porqué Lily ha dejado que James robe su café, se pregunta qué mierda hace Lily bebiendo café. Y entonces nota las enormes manchas negras que crecen debajo de los espectaculares ojos verdes de su amiga.

"Lily?"

Ella no contesta inmediatamente. Termina por fin el café, se sacude algunas migajas de su túnica y comienza a levantarse de la mesa. Es consciente de que la conversación de al lado acerca de Quidditch ha dejado de contar con la acertada participación de James, que debe estar pendiente de su respuesta, pero no se molesta en bajar la voz.

"Terminé con Fabian ayer después de la reunión de prefectos. Y tampoco odio a Potter. Así que solo has acertado en dos cosas, Mars, en que él tiene novia y en que ha sido sólo café."

Y como ninguna de sus amigas ha sabido que decir, Lily ha tomado sus cosas y ha comenzado a caminar hacia la biblioteca. Pero no ha dado todavía dos pasos cuando escucha claramente la voz de James dirigiéndose a Alice y Marlenne.

"Sí, sólo café. Ni siquiera le ha puesto azúcar!"

Aunque no lo ve, Lily puede imaginar a James guiñando un ojo a las chicas. Seguramente ha pasado así, pues Alice se ríe suavemente y Marlenne bufa, obviamente no le ha hecho gracia.

Por segunda vez en día, y tal vez en el mes, la pelirroja se ríe con ganas.

James Potter la ha escuchado, y aunque ha luchado internamente, ha grabado en su memoria esos pequeños instantes. El sabor amargo del café, las manos de ella bajo las suyas al tomar la taza, su risa liviana. Está jodido, lo sabe cuando Donna se acerca a saludarlo con un beso en los labios, acercándole el cuerpo y recordándole las perfectas curvas que la componen, y lo único que puede pensar Potter es que su boca aún sabe a café amargo. Sube a su dormitorio de premio anual y pasa tal vez una hora cepillándose los dientes y el sabor no cede, no se va.

Está jodido, pero tal vez eso lo sabe desde antes. Antes incluso de dar el primer trago de café amargo esa mañana.