Capitulo 1
La esperanza de un nuevo inicio
Era una tarde lluviosa, se podía ver a través de las ventanas las gotas correr aferradas al cristal. Una gruesa capa de nubes grises lo cubría todo y a lo lejos se podían ver las luces que hacían los relámpagos al caer a la tierra. Frente a la ventana se encontraba una mujer de veinte años vestida totalmente de blanco, sus grandes ojos verdes se perdían viendo al horizonte , mientras sus hermosos risos se encontraban recogidos con una graciosa coleta que luchaba por sostener la cabellera dorada de la joven. La chica pecosa y gentil, había madurado, en una hermosa mujer que poseía voluptuosas curvas que dejaban sin aliento a cualquiera, en sus ojos se expresaba una bondad infinita y su innata amabilidad hacia que todos los que la rodeaban se sintiera a gusto con su presencia. A pesar de la luz de sus ojos, Candy no era feliz como todos creían, desde que se había separado de Terry esa noche en Brodway, había caído en un vórtice de tristeza sin fin y por eso había rechazado a todos los hombres que tenían interés en ella. Albert no quería que su pequeña terminara sola más sin embargo jamás se había opuesto a los deseos de la rubia. Candy seguía trabajando como enfermera, en el ultimo año había estado trabajando en el hospital Mercy junto con el doctor Marti, gracias a la ayuda de Albert aunque Candy no tenia idea de ello. –Que estará haciendo ahora – pensó Candy – hace ya tres años que no te veo y sigues grabado en mi corazón, aun pensaras en mi a pesar de…
-Hola Candy – dijo Lucy, una de las compañeras de la rubia, mientras entraba a la sala de descanso, sin saber que interrumpía los pensamientos de la joven.
-Hola Lucy – saludo Candy con una sonrisa.
-Mira – dijo extendiéndole un papel- me pidieron que te diera esta nota.
- Gracias – dijo extendiendo la mano.
Candy
Necesito hablar contigo, iré a recogerte al hospital a la hora de la salida.
Annie
-Que raro – pensó Candy al terminar de leer – Annie casi nunca viene a recogerme, siempre que quiere verme va al apartamento que solía compartir con Albert.
…..
Terry tenia gran éxito como actor, en los últimos años había protagonizado diferentes obras como Romeo y Julieta, Otelo y Macbeth. Recientemente había anunciado su compromiso con Susana Marlow ya que ella se estaba recuperando satisfactoriamente, gracias a la prótesis que Terry le había pagado, ahora Susana estaba caminando nuevamente, con la ayuda de un bastón. Aunque Terry se sentía aliviado y feliz por la mejoría de ella, sentía que estaba atrapado en un callejón sin salida y mas ahora que había anunciado públicamente su compromiso con la rubia gracias a las constantes quejas de ella y de su madre. A pesar de que Susana era una chica amable, dulce y cariñosa, Terry no había logrado sentir por ella algo mas que cariño o gratitud.
Terry había ido esa mañana a casa de Susana para llevarla a las terapias que tenia los martes y jueves.
-Buenos días – dijo la señora Marlow, cuando vio a Terry en frente de la puerta –pase Susana no tarda en terminar de arreglarse.
-Buenos días Señora Marlow – dijo Terry con cortesía- Gracias- dijo luego de entrar a la casa.
Terry no tuvo que esperar mucho por que apenas y había cerrado la puerta pudo ver a Susana saliendo de su cuarto.
- Hola cariño – dijo Susana mientras bajaba cuidadosamente por las escaleras con una sonrisa de oreja a oreja.
- Hola Susana – la saludo Terry mientras le daba un suave beso en la mano, en momentos como ese Terry agradecía a que la sociedad calificara como inapropiado el acercamiento físico en parejas no casadas - ¿nos vamos? – Pregunto con molestia – entre más pronto nos vayamos mas pronto regresaremos -pensó.
- Si cariño, adiós mamá – dijo mientras se acercaba a su madre para besarle la mejilla como despedida.
- Adiós Susy cuídate.
Terry y Susana se encaminaron al auto, el cómo todo un caballero la ayudo a entrar, y luego se dispuso a conducir lo más rápido que pudo, ya que no le agradaba la idea de estar con Susana y si tenia que hacerlo al menos trataría que no fuera mucho tiempo. Cuanto daría por la que estuviera a mi lado fuera mi pecosa –pensó con tristeza- así conduciría lo más lento posible para que su olor a rosas impregnara todo, es mas ni siquiera me separaría de ella.
-¿Cuál es la prisa Terry?- dijo Susana rompiendo el silencio.
-No tengo prisa, solo que no quiero que llegues tarde.
-No te preocupes aún falta mucho para que inicie la terapia, ¿porque no conduces más lento así podríamos charlar un poco no crees? – esto ultimo lo dijo casi en una suplica que Terry no pudo ignorar.
- De que quieres hablar – dijo Terry mientras bajaba la velocidad.
- Cuéntame de tu trabajo.
- No hay mucho que decir – contesto algo molesto – los mismos actores, los mismos ensayos…
-Ah… bueno- dijo desilusionada-¿ tu quieres hablar de algo?.
-La verdad no, estoy algo cansado – dijo dejando salir un bostezo- anoche no dormí mucho. El saber que dentro de poco tendré que casarme contigo - pensó - no me deja dormir en paz.
-La verdad yo tampoco duermo mucho ahora – dijo emocionada- la sola idea de saber que seré la señora Grandchester ¡me llena de emoción!- dijo mientras apretaba los pliegues de su falda.
- Si que gusto – dijo ironía, pero Susana estaba tan feliz que no lo noto.
-¡Lo se amor!, tenemos que fijar la fecha de la boda cuanto antes yo diría que en un mes o al….
-¿QUE?! – grito Terry frenando en seco.
-Que… que pasa – dijo confundida- ¿no…no te agrada la idea?
-Eh…si…si claro que me agrada – dijo mientras encendía el auto de nuevo- pero es muy apresurado, recuerda que dentro de poco inicia la gira por la última obra y dura cinco meses.
- Ah claro por Macbeth – dijo con tristeza- y que tal si…
-¿Si qué?
-Si nos casamos antes de la gira- dijo con una sonrisa.
- ¡NO, COMO SE TE OCURRE!- dijo perplejo ante la idea.
-¡SE ME OCURRE POR QUE SOY TU PROMETIDA Y SE SUPONE QUE ME AMAS! – dijo sollozando amargamente.
Terry la miro con lastima, a pesar de que su corazón estaba cerrado para Susana, le daba lastima no poder darle lo que ella se merecía.
-ahhhh – suspiro –mira Susana yo quiero casarme contigo- mintió- pero la gira inicia en tres semanas no tenemos mucho tiempo para hacer una boda digna de una princesa como tu.- dijo para calmarla.
-Está bien Terry, haremos como tu dices- dijo mientras se secaba las lagrimas con su pañuelo de seda.
Terry se sintió aliviado, al menos en la gira tendría tiempo para pensar bien las cosas y tomar una decisión definitiva de su relación con Susana. El resto del camino transcurrió en silencio, ambos estaban sumidos en sus pensamientos.
-Llegamos Suzy – dijo Terry mientras apagaba el auto, luego le ayudo a Susana a salir de él.
- Gracias Te…- no alcanzo a terminar la frase, ya que al ponerse de pie había perdido el equilibrio y no pudo evitar caer en brazos de Terry, alzo la mirada y noto que estaban demasiado cerca, no le importo ver el frio azul de sus ojos, simplemente se impulsó suavemente y le dio un tierno beso en los labios, al contacto sintió que un ejército de mariposas se agolpaban dentro de su ser, y también se percató de una súbita luz que destello en sus rostros y aunque ella tenía los ojos cerrados la pudo ver pero no le presto mucha atención, antes de que ella pudiera pensar más Terry la tomo por los brazos y se separó de ella rápidamente, Susana noto que los azules ojos de Terry se encendían con furia.
- Que es lo que te pasa- dijo Terry alejándose hacia el auto- no vuelvas a hacer eso nunca –dijo mientras le lanzaba una mirada fulminante -¡Adiós¡- al terminar de decir esto se adentró en el auto, cerró la puerta con furia y se marchó.
Susana se quedó en la entrada del consultorio con el corazón estrujado y los ojos nublados por las lágrimas, ella sabía perfectamente cuál era el motivo de la reacción de Terry, ese motivo se encontraba en Chicago y se resumía en una simple palabra ¡Candy!, si Candy, ella era la causante
de todo el dolor que estaba sintiendo, por esa enfermera de quinta- pensó- es que Terry no corresponde a mis besos, la odio tanto, él no ha podido olvidarla, pero ya verás maldita te hare sufrir como no te imaginas…
…
Candy se encontraba en la puerta principal del hospital, estaba por salir a su extraño encuentro con Annie.
-¡Adiós Candy! – grito Lucy.
-¡Adiós Lucy, nos vemos mañana¡- dijo Candy mientras se alejaba del hospital.
-Donde estará Annie –pensó- me dijo que lo esperara…
-Hola Candy- dijo Annie sorprendiendo a Candy por la espalda.
-AHHHH- grito Candy.
-Tranquila Candy, soy yo – la tranquilizo Annie.
-Annie me asustaste- dijo tocándose el pecho.
- Perdóname Candy.
-Está bien, más bien dime que es tan importante.
-Oh claro, ven te invito a tomar un café – dijo mientras empezaban a caminar.
- Muy bien.
Caminaron un rato en silencio admirando el hermoso paisaje de primavera, los hermosos he imponentes árboles se mecían al ritmo de la suave brisa que pasaba entre sus hojas, las gotas rocío en el pasto hacían que todo el prado brillara, los pequeños pichones en los nidos canturreaban hambrientos. En donde sea que pose mis ojos – pensó Candy- hay una belleza increíble. Al llegar al café, Candy pidió un pastelillo de chocolate y Annie un café negro.
-¿Ahora si vas a decirme lo que estas tramando, Annie?- dijo Candy con impaciencia.
- Bueno Candy, la verdad es que conocí un muchacho muy tierno y dulce y…
- No me vayas a decir que te has enamorado de él ¿o sí? – dijo interrumpiendo a Annie.
- NO, – dijo rápidamente – tu sabes que yo amo a Archie, por eso me comprometi con él...
-¿Entonces, por qué me dices eso?- dijo frunciendo ligeramente el ceño.
-Es que – dudo por un momento-me preocupas Candy.
-¿Te preocupo?-dijo aún más confundida, a lo largo de su amistad con Annie, la rubia siempre se había mostrado más fuerte e independiente, entonces por qué ahora Annie se preocupaba por ella?
-Si Candy-dijo Annie con una seriedad que sorprendió a la rubia- puedes engañar a Albert, Archie, incluso a la Srta. Ponny y a la Hermana Maria- dijo haciendo una pausa para ver la reacción de Candy- pero a mí no, te conozco desde siempre y se cuándo te sientes infeliz como ahora.
-Annie yo…-dijo sorprendida, Candy pensó que podía ocultar sus tristezas amorosas sin que nadie se diera cuenta de su existencia, pero el saber que Annie la conocía tan bien como para notarlas la había dejado sin palabras.
-Debes dejar ir el pasado para poder tener un futuro – dijo Annie con dulzura – mereces ser feliz más que nadie en este mundo Candy, ya han pasado tres años y tienes que olvidar tus tristezas.-Annie – dijo con voz temblorosa- de verdad no sé de qué me hablas.
-Candy no tienes que fingir- dijo dirigiendo sus pupilas azules directo a los ojos de la rubia- ya te dije que te conozco más que nadie. Toda mi vida me has apoyado y ayudado siempre-dijo con una ligera sonrisa-ahora quiero ayudarte a que seas feliz y que olvides lo que no puedes tener.
-Aprecio lo que quieres hacer-dijo conmovida por las palabras de su amiga-pero yo…-dijo dirigiendo su mirada hacia la ventana- es que es tan difícil.
-Sé que él fue o es muy importante para ti, pero si no lo superas, jamás lograras alcanzar la felicidad
Candy guardo silencio por un momento, será posible que ella pueda olvidar a quien le enseño a amar de verdad?. Terry significaba para ella más que un simple amorío de colegio, más que una simple atracción, lo que ella sentía era un amor puro, fuerte y duradero, que jamás -así pasara un millón de años- jamás moriría. Candy sabía que si hacía caso a los consejos de Annie quizás lograría tener novio, casarse y tener una familia, tener hijos y brindarles el amor que ella nunca recibió por parte de su madre, pero su felicidad no estaría completa si el padre de sus hijos no fuera Terry. Por otro lado él estaba comprometido con otra, y ella no podría estar con el bajo ninguna circunstancia mientras Susana estuviera de por medio. Vamos Candy-se dijo con voz de aliento- quizás Annie tenga razón, tu mereces ser feliz, quizás si abres tu corazón, un nuevo amor llegue a ti… y tal vez logres olvidarlo…
-Que dices Candy?- dijo Annie sacando a la rubia de sus pensamientos.
-Está bien Annie, tu ganas, tratare de olvidarlo – dijo con decisión.
- Qué bien!- dijo esbozando una deslumbrante sonrisa de triunfo- el viernes en la fiesta por el cumpleaños de mi madre te presentare a mi amigo se llama Joseph sé que se entenderán bien.
-Ojala que sí Annie – dijo no muy convencida. Tratare de enamorarme de nuevo-penso- pero jamás te olvidare Terry, siempre atesorare tu recuerdo y los mágicos momentos que vivimos juntos.
Notas de la autora:
Hola a todo el mundo, eh decidido escribir este fan-fic ya que no me gusto mucho el final original de la serie, bueno la verdad no me gusto nada, y quiero que tanto Candy como Terry sean totalmente felices.
Recuerden que sus comentarios son muy importantes para mi, tratare de actualizar cada semana
Espero que este fic sea de su total agrado :)
