ABRAZO
Dedicado a dos personas:
A JustDanny, porque siempre consigue inspirarme, porque me deja mil reviews y porque se lo merece, de tanto aguantarme, aunque sea virtualmente.
A Bea, aunque no llegues a leerlo nunca, porque me necesitabas y no te hice mucho caso y ahora hemos cambiado los papeles, y la que te necesita soy yo.
Puedo sentirme orgullosa de anunciar que de aquí, todo es mío menos un nombre.
Parece que el tiempo se detiene. Se detiene de tal forma que nunca volverá a andar bien. Avanza a pasitos de enfermo. Y tanto mejor. Que se muera. Si se muere el tiempo, este momento durará toda la eternidad. No importa no haber vivido más de diez años (y medio). No importa que tus padres se sigan llevando mal. No importa que no pises Hogwarts. Nada importa. Tan sólo ella. Ella es el tiempo. Ella es el momento y el todo, la nada que lo envuelve. Porque ella le envuelve. Con sus brazos alrededor de su cuerpo. Parece que es lo que se llama abrazo. Pero no se parece a los abrazos de mamá, los consoladores abrazos de ánimo. No. Es un abrazo envolvente, para cerrar los ojos y dormir en él. Siente la presión en su hombros porque ella es un poco más alta que él, cosa que se corregirá con el tiempo. Tiene los ojos cerrados y la aprieta fuerte contra su cuerpo. No la suelta. Ella tampoco le suelta. No quieren dejarse ir, el uno al otro. Quieren permanecer unidos como uno sólo sin preocuparse de nada más que de no separarse.
Y luego, el tiempo que se había parado acelera para recuperarse. De repente ella, había apoyado sus ojos en su hombro, lo había apretado más fuerte y lo había soltado sin dificultad. Le había sonreído y había musitado «aguanta». Tardará poco. Dos horas a lo sumo. Pero tiene prisa y aunque quiera, no puede quedarse a cuidar de él. Y durante las dos horas, Sev no atiende a nada. Está absorto en sus pensamientos. Se habían encontrado por casualidad o casi y él se lo había contado. Ella siempre se preocupaba por él, y por si seguía siendo igual de infeliz que siempre en casa. Entonces lo había abrazado. Para infundarle ánimos quizás. ¿O era él quien la había abrazado? La necesitaba. En ese momento la necesitaba. Y ella había estado disponible tres segundos. Durante dos horas esperó a que volviese. Y hablarán del tema, pero el abrazo no volverá. Durante dos horas grabó el abrazo en su memoria. Y durante toda la vida lo echó de menos.
Gui
SdlN