Ho-hola! soy Charizard :D okno .-. (ya quisiera yo ser una Charizard T.T) a ver como me explico?...

Hugh: simplemente hazlo ¬¬'

Kitty: Tu te callas que tu no sales aqui .

Hugh: inmadura

Kitty: CALLA TE DIJE! *suspiro* ahora que Hugh no esta...

Hugh: sigo aqui

Kitty: PUEDO SEGUIR HABLANDO

Hugh: ya callate, lo digo yo. Este es un fanfic basado en Pokemon Special y en el videojuego Pokemon Negro, su protagonista es un Oc llamado Amber. esta historia es parte de una especie de "saga" o yo no se que verga que se le ocurrio a la retrasada que esta sentada junto a mi. y ahor-

Kitty: Ahora es Disclaimer: Pokespe no me pertenece ni tampoco Pokemon BW ni BW2, la historia es mia bla bla bla c:


La pequeña niña abrazo a sus hermanas por última vez, alzo la vista y vio aquel par de ojos violetas y a su lado otro par de un color verde claro azulado, Amber no se resistió y las abrazó de nuevo, la pequeña niña tenía un nudo en la garganta advirtiendo las lágrimas que se avecinarían, cerró los ojos con fuerza. Antes es acción, su hermana, la de ojos violetas, siendo como mucho dos años mayor que ella se agacho a su altura y le sonrió.

—Amber, ¿recuerdas lo que decía mamá?-la niñita negó con la cabeza- "Nunca nada valdrá lo suficiente por una sola de tus lagrimas"

La pequeña sonrió ante el lejano recuerdo de su madre, que en esos momentos parecía tan solo un hermoso sueño, abrazo finalmente a sus hermanas para darse vuelta y entrar en aquel enorme barco que la llevaría a su nuevo hogar, la Región de Unova. Lejos de su hogar y de sus hermanas, las cuales ahora eran lo único que le quedaba. Amber se asomo a la cubierta del barco con el viento en la cara, se monto en el barandal y, a medida que la embarcación avanzaba y el viento le desordenaba el cabello, se despedía de sus hermanas con la mano, con una sonrisa en la cara, y una lagrima silenciosa en la mejilla.

Por lo poco que sabía la pequeña niña sus hermanas también serian separadas, tal vez una terminara en Hoenn, y la otra en Kanto, o tal vez Sinnoh o Jhoto… ¡en fin! Ese era un embrollo demasiado grande para una chica tan pequeña como ella, ¡Tenia solo cuatro y medio! No tenía ni la edad para ir al kínder.

La voz de una mujer la devolvió a la realidad, dándose cuenta así de que era tarde y seguramente se había saltado el almuerzo.

—Disculpa, ¿eres Amber Dowsett?- la niña de ojos amarillos volteo en respuesta a su nombre encontrándose con una mujer de apariencia dulce con el cabello rosa y un Audino de acompañante. Lo único que fue capaz de hacer fue asentir con su cabeza.

— ¡Bien! Entonces sígueme, te llevare a tu camarote.- la pequeña siguió a la extraña sin negar ni un instante. La extraña pero amable mujer vestida como marinera la condujo hasta una cubierta interna, tras caminar un rato ambas se detuvieron frente a una puerta que a Amber le pareció demasiado grande. La extraña mujer abrió la puerta dejando ver un camarote de paredes azul celeste bastante amplio, una cama matrimonial, una ventana y una hermosa lámpara con la apariencia de una medusa o algo así. La pequeña niña entro en el camarote, dio las gracias a la mujer y se tiro en la cama; abrió su mochila y saco el huevo Pokémon que su padre le había dado unos meses antes, lo abrazo y se quedo dormida.

Nueve años más tarde…

— ¡Iris! ¡Tío Lirio! ¡No me esperen despiertos!- gritaba una adolescente saliendo de la casa como alma que lleva al diablo, la chica corría apresuradamente para tomar impulso y finalmente se subió en su bici, tomando el rumbo hacia la ruta 9.

Era una chica hermosa, de estatura media, un cuerpo algo (muy) desarrollado para su edad, tenía unas pestañas largas junto con ojos amarillos como los de un Halcón, piel morena y cabello ondulado de un "Azul Medianoche" que le llegaba hasta la mitad de la espalda, tenía el cabello recogido en una trenza del lado derecho que dejaba algunos mechones rebeldes sueltos dándole así una especie de flequillo mucho más largo de lo usual. Vestía con unos mini-short color negro que le llegaban a la altura de la cintura que eran sostenidos por unos tirantes y una camiseta blanca sin mangas, tenía unos calcetines largos color negro con franjas purpura que le llegaban a la mitad del muslo, unas botas de cuero negro, también tenía un colgante con una gota de ámbar que en su interior guardaba una extraña piedra. En su muñeca se encontraba un Videomisor color lila.

La chica pedaleaba con fuerza, ganaba velocidad e impulso rápidamente dejando atrás a mucha gente confundida por su prisa.

—Debiste desayunar antes de salir, Amber-le reprocho una voz en su cabeza ya bastante conocida, la chica ante el susto freno de golpe y asomo la cabeza a la canasta de la bici en la que se encontraban dos Pokeballs una perfectamente cerrada y otra perfectamente abierta.

— ¡¿Cuántas veces te he dicho que mientras este conduciendo no te escapes de la Pokeball, Gothile*?!- dijo la peli-azul mirando a la Gothorita que no era otra que su mejor amiga.

—Oye, lo siento, pero sabes que me gusta ver el paisaje, ¿Por qué ya no puedes llevarme en la canastilla como cuando era una Gothita?- pregunto telepáticamente la Pokémon a su entrenadora

—Porque has crecido- respondió la peli-azul alzándose de hombros—Pero… puedes sentarte atrás, digo, si no te molesta.

Ante esta propuesta el Pokémon sonrió y se acomodo en la parte trasera de aquella bici plateada, Amber volvió a subirse, no podía perder más tiempo, tenía que llegar lo más rápido posible con Brycen, el era el único que podría saber que era esa extraña flor que había encontrado en la ruta 10.

Al cabo de unas horas Amber entro en cuenta que Gothile tenía razón, no había desayunado y el estomago le rugía "Te lo dije" dijo la voz de su acompañante desde su cabeza, la peli-azul soltó un bufido, llevaba toda la mañana pedaleando como loca para estar de regreso antes del anochecer y, a pesar que llevaba cruzada la mayor parte de puente Tubeline el cielo empezaba a nublarse y, aunque eso era muy típico en la zona, no era buena señal. La chica soltó un bufido de impaciencia y decidió que tomaría un merecido descanso que quince minutos al llegar a la ruta ocho; pero hasta entonces, tenía que pedalear.

Por otro lado, la Gótica acompañante de nuestra peli-azul admiraba el paisaje y reproducía mentalmente algunas canciones que había escuchado en los últimos días del reproductor de su entrenadora, cosa que agradecía Amber en lo más profundo de su ser.

—Amber, ¿puedo preguntarte algo?-Dijo la voz mental de Gothile en la cabeza de la peli-azul

—Claro, lo que quieras, aunque no sé porque preguntas cuando puedes escudriñar la información en mi cerebro…

—Para tu información yo no hago eso desde hace ya muchos años-dijo la Gothorita indignada ante tal insinuación

—Está bien, como sea. ¿Qué querías preguntarme?- dijo la entrenadora rodando los ojos, sin perder el ritmo de su pedaleo, claro está.

— ¿Recuerdas cuando salí del huevo?-la chica asintió con la cabeza- pues, tú me dijiste que aunque yo nací aquí, en Unova, este no era tu "Hogar" y, sé que no te gusta que saque el tema de tus padres y tus hermanas, pero, tal vez, podríamos regresar algún día. Digo, por lo que me has dicho el Eevee de tu hermana se ve bastante agradable…

—Sabes que después de venir aquí perdí el contacto completo con mis hermanas, ni siquiera sé donde están o como lucen ahora. Si quisiéramos encontrarlas sería muy, MUY, complicado.-dijo Amber mientras detenía su bici a la mitad de la ruta 8 y se sentaba bajo un árbol- y, con respecto al Eevee, quien sabe, tal vez evoluciono en un Glaceon o en cualquier otro "Eon".

Ambas, tanto entrenadora como Pokémon, se sentaron bajo la sombra de aquel árbol a comer unos Sándwiches de queso mientras admiraban las nubes de tormenta y hablaban de banalidades, si no fuera porque se comunicaban telepáticamente y una de ellas era un Pokémon morado con lazos en la cabeza, podrían hacerse pasar por un par de adolescentes comunes y corrientes. En Determinado momento Amber se asomo a su mochila y se aseguro que la flor estuviera en buen estado, instantáneamente que se aseguro que la planta estuviera "cómoda" subió a la bicicleta y continuo su viaje con Gothile sentada a su espalda. De vez en cuando el agua de los abundantes charcos le daba en la cara pero no era la gran cosa. Una vez que llegaron a Ciudad Icirrus dejaron la bici en una vieja mansión abandonada que estaba cerca de la entrada a la ruta ocho y un molino, Amber tomo su mochila y las únicas dos Pokeballs que tenia, lógicamente una era la de Gothile, se las coloco en la cintura y, con Gothile a su lado, empezó a andar por la ciudad tomando uno que otro atajo para llegar lo más rápido posible al gimnasio.

Luego de internarse en la ciudad (y escapar en plano de criminal de los acosadores del "Pokémon Fan Club") logro llegar al gimnasio donde, de hecho, algunos de los aprendices de Brycen que la conocían le indicaron que se encontraba en una habitación en la parte trasera del gimnasio donde solía pasar el tiempo, siempre y cuando, no hubiera retadores. La peli-azul agradeció y se encamino a la ya nombrada habitación, en la que se encontraba el líder de gimnasio viendo una película. Al verlo toco la puerta dos veces y pregunto si podía pasar, el líder la abrazo y le indico un lugar para sentarse en aquella sala, los Pokémon de el líder andaban libres de sus pokeball y se encontraban en un rincón de la habitación jugando o conversando (o lo que sea que estuvieran haciendo) con Gothile.

—Vaya, Amber, ¡pero cómo has crecido!-saludo Brycen

—No es para tanto-dijo Amber quitándole importancia al asunto-, además la última vez que vine fue…

—Hace tres meses, pero no importa. ¿Qué querías mostrarme?-dijo el líder algo curioso

—veras, Brycen, el otro día encontré esta flor en medio de una tormenta muy extraña que había en la ruta 10, me dio curiosidad saber de donde salió porque no la había visto ahí antes. ¿Tú qué crees?-dijo la chica mientras sacaba la extraña flor en tonos azules, plateados y verdes, y se la enseñaba al líder de gimnasio, el cual solo puso una cara pensativa mientras examinaba la flor. Finalmente el líder negó con la cabeza y le devolvió la flor a la chica sentada frente a él.

—lamento decepcionarte, Amber pero no tengo idea de lo que esa flor sea. Tal vez deberías ir a Ciudad Necrene o al laboratorio de la Profesora Juniper-la chica asintió algo decepcionada, se levanto y se despidió del líder, llamo a Gothile y salió del lugar.

— ¿Me dirás lo que te dijo o tengo que leerlo en tu cerebro?-dijo Gothile

—Te lo dire

—¿cuando?

—luego de hacerle una pequeña visita a la Profe-dijo la chica riendo inocentemente

—¿¡A Juniper!? ¡ESTAS LOCA!-grito alterada la Pokémon- ¡SE SUPONE QUE LLEGARÍAMOS ANTES DEL ANOCHECER Y AHORA ME VIENES TU CON QUE QUIERES DARLE LA VUELTA A TODA UNOVA POR UNA ESTUPIDA FLOR QUE ENCONTRASTE!

—eh... sepe-dijo Amber tratando de no reír por la actitud de Gothile- pero tu tranquila, pasaremos la noche en el Centro Pokémon y llamaremos al tío Lirio, no pasa nada.

Ante esto la Gothorita soltó un bufido de frustración, pero ya estaba acostumbrada a ese comportamiento por parte de Amber, así que se resigno y camino junto a ella hasta el Centro Pokémon. Esperando que a la mañana siguiente tuvieran una gran día por delante.


Gothile*: Combinacion de Goth y Odile (Riqueza) en germano, Odile tambien es el nombre del Cisne Negro.

Bueno, les digo adios C: no vemos en otro capitulo espero que les guste *coff coff REVIEWS coff coff* (no sean flojos dejenme uno T.T)

BYE!