POR CULPA DEL DESTINO

CAP. 1.- TEMBLANDO

Temblaba y no sabía porque, ¿frío, no definitivamente frío no era porque estaba haciendo bastante calor. Para llegar a la estación de King Cross tuvo que atravesar toda la ciudad. Iba acompañada de sus padres como siempre, el pesado baúl con el escudo Howarts llamaba la atención de los transeúntes.

Al llegar al lugar donde se separaban los ándenes nueve y diez sus padres se despidieron:

-Hermy, hasta aquí te acompañamos, sabes que a tu madre siempre le ha provocado náuseas pasar por el anden; y con el embarazo no sabemos que efectos pueda tener.

Su madre tenía tres meses de embarazo, sin embargo el pasar por el anden nueve y tres cuartos siempre le provocaba nauseas y ligeros mareos.

-Esta bien papi, no hay problema, lo importante ahora es que el bebé y mamá estén bien.

-Lo siento mucho hija, de verdad lo siento- le dijo su madre con lagrimas en los ojos.

Hermione abrazó fuertemente a su madre tratando de consolarla, pues el embarazo la habían hecho más sensible de lo normal y esto le provocaba llanto por casi cualquier cosa.

-No te preocupes mami, además sabes bien que Ron y Harry jamás me dejarían sola- dijo con una sonrisa, sin embargo estaba consiente de que aquellos ligeros temblores no habían pasado.

-¿Estas bien?- le pregunto su madre.

-Si por su puesto- contesto tranquila o al menos eso aparentaba –es que estoy un poco nerviosa, pero en fin me voy a perderé el tren.

El reloj indicaba que faltaban 15 minutos para las once y en Expresso de Howarts partía siempre a las once en punto.

-Te esperaremos para navidad cariño- le dijo dulcemente su padre.

-Esta bien- contesto en medio de un suspiro –entonces nos vemos para navidad, los extrañare muchísimo- les dio un fuerte abrazo y empujando el pesado carrito porta equipaje se dirigió con paso decidido hacia la barrera que separaba el mundo muggle del mundo mágico.

o – o – o – o – o – o – o – o – o

Con la mirada perdida como siempre sus ojos color gris gélido no reflejaban nada, estaba vacío , o al menos eso creían la mayoría de las personas que lo rodeaban.

Pero el sabía que no era así sentía como cualquier otra persona y posiblemente con más intensidad que cualquiera, así era el; intenso, pero ninguna persona había logrado descubrir esa intensidad. Ni siquiera su novia, a pesar de que llevaban juntos casi toda la vida.

Su matrimonio había sido arreglado desde antes de que ellos nacieran, pues eran de los pocos descendientes de familias sangre limpia que quedaban, no pedieron hacer nada para evitarlo tan sólo aceptar su destino.

Cruzó la barrera del anden nueve y tres cuartos solo, sus padres aparecieron detrás de el, caminaba con paso decidido hacia el tren cuando de pronto la voz fría de su padre Lucius Malfoy lo hizo detenerse, inmediatamente sintió que un ligero temblor recorría todo su cuerpo.

-Draco-el chico volteo con cara de aburrimiento mirando a su progenitor- no te olvides de tu compromiso con los Parkinson.

-Se lo que tengo que hacer no tienes porque recordármelo- contesto tajante.

-Cuídate mucho hijo, nos veremos en navidad; recuerda que será el anuncio formal de tu compromiso con Pansy- agregó su madre.

-Ya lo se no tienes porque repetirlo a cada instante- se dio la media vuelta y se dirigió al Expresso de Howarts.

En su camino se topo con un grupo de amigos que se saludaban alegremente, al pasar junto a ellos los empujo y subió al tren.

Estaban por comenzar un curso más en Howarts para muchos sería como cualquier otro, sin embargo ellos no sabían que ese año muchas cosas cambiarían, nunca hubieran podido calcular los grandes cambios que pasarían hasta que estos inevitablemente ocurrieran.