Hola... Y ¡bienvenidos!, esta historia esta inspirada en el final de una película francesa que vi hace poco Angélique ... Soy gran fanatica al Sasu-Saku, así que ya se imaginaran quienes son los protagonista ... Esto es solo una pequeña introducción, así que si alguien lee esto y le gusta, definitivamente la ¡continuare! Es mi primer Fic, así que: los leere
SASUKE
Ese es Madaraha Izuna, Líder de Konoha, el asesino de su padre… Les juro que recuperare mis títulos, mi poder y mis riquezas, para restaurar el nombre de los Uchihas
La misma escena de hace veinte años persistía, la gente rindiendo alegre pleitesía al desfile de su nuevo líder no escapaba en ningún detalle de su mente, la voz de su madre quebrándose en una creciente ira resonaba, una promesa no cumplida, aun los torturaba y ese sueño no se iba… Aunque abriera los ojos, aunque ya no se agitara, aunque volviera a dormirse; su subconsciente necesitaba recordarle, noche a noche, el porqué de su venganza… El porqué de su existencia.
-¿De nuevo ese sueño?- sintió una mano es su pecho y unos labios acariciando su cuello – Esta vez estás menos agitado… Pero igual despierto-
- Esta vez lo esperaba… Me encontraba a mí mismo esperando verlo- respondió sin estar presente, besando la mano de su acompañante.
-Sasuke, mírame, estoy aquí… ¿Qué quiere que haga? Aplaca tu ira conmigo, desahógate en mí… como tú lo desees-
-Ya fue suficiente, debería irme… Gracias por lo de anoche, como siempre… Fuiste inolvidable-
Al ponerse de pie y alejarse de su compañera, se dio cuenta de que el frio nunca lo había abandonado, seguía ahí como siempre.
-No te cobro- Escucho a sus espaldas, mientras se vestía –Espero por ti, cada noche, cada día… Te hago el amor… así que ¿Por qué insistes en tratarme como una prostituta?-
-Si es por el dinero…-
-ME IMPORTA POCO EL DINERO… Soy una puta, es mi profesión, pero contigo… quiero ser una mujer… de verdad deseo ser tu…-
-Te quiero y lo sabes- respondió, dando la vuelta y viendo en la cama sentada, a una mujer cubierta en sabanas, a una guapa chica maltratada por las circunstancias… a su única cómplice –Pero no me pidas más que eso Karin… Me importa que seas una prostituta, lo mismo que a ti te importa mi dinero; pero soy egoísta y tu aceptaste eso, así que ahora, no, lo, reclames-
Se giró de nuevo, tomo su abrigo y abrió la puerta, el sol aun no salía.
-¿Esta noche a la misma hora?- Escucho los pasos de los pies descalzos de ella.
-No lo sé… Si deseas espérame- dijo en un suspiro
-Como siempre-
