Merlín caminaba de vuelta a su habitación después de haber salvo a todo Camelot de una criatura mágica, como siempre el nunca recibía el crédito, no había entradas triunfales ni desfiles en su honor, si alguien descubría que tenía magia seguramente lo matarían sin importar cuántas vidas había salvado.

Entonces oyó un grito.

Un grito que le atemorizo más que nada, ya que venía de la persona más importante en su vida, Morgana.

Llego a su habitación lo más rápido posible, y el pánico se apodero de él la cortina estaba en llamas, otra vez, y Morgana estaba en la cama temblando. Sí que ella se diera cuenta apago el fuego con magia obviamente y se acercó a la cama, sabía que era impropio el siendo un sirviente y ella la protegida del rey pero viéndola tan frágil no pudo evitarlo se sentó en la cama y la atrajo hacia él.

-Shhh….Morgana…shhh…todo está bien ahora – dijo haciendo su mayor esfuerzo por sonar tranquilo – Ya estoy aquí, nada te va a pasar, te protegeré te lo prometo.

-Merlín – susurro frágilmente y para su sorpresa ella lo abrazo.

Se quedaron así unos minutos, horas, tal vez.

-Promete que dirás nada de eso a nadie – me rogo – Usualmente es Gwen la que tiene que lidiar conmigo cuando me pongo así.

-Puedo cuidar de ti. – Dije – Puedo ayudar

- Lo dudo.

-Te sorprenderías. Yo te entiendo, Morgana. Me doy cuando lo asustada que estas, pero la magia no es algo a lo que debería temer.

-No? Merlín, entiende soy la protegida del rey, si el descubre eso, estaría muerta en menos de un día. La magia es malvada.

Me separe de ella, le acaricie la mejilla – Querida, la magia no es malvada, la magia es un don , un regalo – le explique- Y a veces puede ser bastante útil .

-Que puedes saber tú.

- Oh, créeme, yo te entiendo, puede que mejor que nadie. Morgana, yo tengo magia

Gracias a mi confesión, ella salto de la cama y me miro como si me hubiera vuelto loco. Bueno, al menos no ha salido corriendo eso es un progreso.

-Merlín… Tú? …Magia?...no poder ser – dijo es un estado casi paranoico.

-Sé que es difícil pero es cierto – le explique, tal vez una pequeña demostración la haría cambiar de opinión.

Rápidamente sus ojos cambiaron de color y unas hermosas flores exóticas aparecieron en toda la habitación

-MERLIN! – grito de sorpresa, mirando alrededor, rápidamente sus mejillas se volvieron rojas trato de ocultarlo pero con una piel tan pálida como la suya no creo que eso fuera posible – son preciosas…

- Son un regalo, la magia puede hacer cosas maravillosas cosas que nunca podrías imaginarte – en ese momento hice el mayor truco de todos.

La habitación se volvió negra y una imitación de estrellas aparecieron alrededor de nosotros empezaron a bailar. Morgana sorprendida se acercó a mi otra vez

-No tengas miedo, mira

Ella abrió sus ojos y podría decir por la luz que había en ellos que estaba sorprendida y quizás…feliz.

-Eso es maravilloso.

Contra todo sentido común, bese, lleno de amor y esperanza tratando de demostrarle todo lo que sentía por ella. Lento y despacio no quería que ese momento se acabara, porque puede que no hubiera otro. La mañana siguiente nuestras posiciones sociales nos dividirían, pero por ahora solo éramos ella y yo en nuestro pequeño infinito.