Categoría M
Género: Romance | Familia | Drama | Humor.
Protagonista(s): Sasuke U. | Hinata H. | (OC: Sachiko) | (OC: Kensuke) – Sin embargo, hay una relativa participación de otros personajes.
Pareja(s): SasuHina (Principal) – No obstante, existirá desarrollos e insinuaciones de otras parejas.
(1): La trama del fic se basa en el Universo de Naruto que creo Kishimoto-sensei, pero habrá cambios que haré a mi libre imaginación para que posea coherencia el desenvolvimiento de la historia como el de los personajes.
(2): Los lectores que anteriormente hayan leído el fic, en su versión original, les recomiendo que vuelvan a leerlo desde un principio. Porque como lo indica en el summary, lo EDITE y RENOVE (Son los capítulos que tienen bajo paréntesis "Renovado" en letra cursiva). Cambiando muchas escenas aunque la trama que desde un principio me mentalice en crear continúa siendo la misma.
(3): En cuanto las actualizaciones serán como máximo 25 o menos hojas de Word.
ADVERTENCIA DE ÉSTE CAPÍTULO: al final del capítulo habrá contenido sexual, por favor se agradece la mayor discreción posible. ¡Gracias!
Tú, yo y nuestros hijos
Por: ChibiFjola
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CAPÍTULO 1
(Renovado)
Te deseo
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Se podía escuchar las risas, los aplausos y los gritos de alegría desde afuera del pequeño local. Se sentía a leguas la felicidad que se proliferaba. Todos celebraban ¿La razón? Por el regreso de Uchiha Sasuke a la aldea. El tan esperado día había llegado…
Los equipo que compartieron con Uchiha durante la niñez, estaban presentes, incluido los nuevos miembros del equipo 7: Sai y Yamato. A excepción de Kurenai que fue reemplazada por Kakashi Hatake hasta nuevo aviso de la Hokage.
Los 8 ninjas fueron asignados a una misión para buscar a Itachi Uchiha, una amenaza, y traer de vuelta a Sasuke Uchiha. Claro que cuando se encontraron con Sasuke, el primero que dio con esté fue Naruto quien contó los hechos y en otras palabras sin muchos detalles; Itachi estaba más que muerto y Sasuke herido más no de gravedad que amenace su vida.
Ya pasaron tres semanas de encontrarse al moreno y saber que uno de los asesinos más peligrosos haya terminado muerto…
Sacudió su cabeza, no quería pensar en eso, debía de estar disfrutando el momento de observar a sus compañeros felices por la presencia de Uchiha. Tal vez ella nunca fuera tenido una especie de… ¿Amistad? ¿Rivalidad? O al menos haber intercambiado una que otra palabra con el moreno, pero estaba feliz que uno de sus viejos compañeros estaba de vuelta, tal vez, no tanto por ella sino por los demás. En especial, porque sabía que cierto rubio estaba más que contento, estaba eufórico.
Suspiro nuevamente al escuchar una carcajada que le era tan familiar, en que tantos años hacía que su corazón latiera rápidamente…
Naruto.
Desde lejos lo vio discutiendo con uno de sus compañeros de equipo, Kiba. Sonrío. Allí estaba ese rubio que anteriores años la hacía desvanecerse, ahora era su amigo y aunque su amor había sido en silencio, con el tiempo se dio cuenta que jamás podrá ser correspondida porque él estaba profundamente enamorado de Haruno. Y respetando sus sentimientos aun cuando le doliera en lo más profundo de su ser, moldeó su amor por él a un simple pero sincero cariño.
Y aunque ahora sólo son amigos, nada más. Aun para ella Naruto era su fuente de inspiración y ejemplo a seguir para ser mejor cada día, como persona y ninja. Después de todo gracias a él, su primo Neji y ella se reconciliaron, una relación que tanto anhelaba volver a recuperar. Quería mucho a su nii-san, le alegraba tanto el solo saber que ahora eran más unidos que antes cuando eran niños. Además, Naruto le ayudaba a ser fuerte cada vez que tenía confrontaciones con su padre o con los ancianos del clan Hyūga, aunque el rubiales desconocía esto último.
Nuevamente suspiro más que agradecida de que desde su pre-adolescencia su vida haya dado un cambio garantizándole una tranquilidad. No era la felicidad absoluta, pero se sentía bien consigo misma con lo que tenía.
— ¡Hey, Hinata! ¿Qué haces ahí sentada? ¡Ven y hagamos una competencia quien bebe más! —Invitaba Kiba un poco atontado con un sonrojo sobre sus tatuajes en forma de colmillo.
Ella sonrió educadamente y negó suavemente con la cabeza ante la invitación de su amigo. No es que fuera una aguafiestas o su timidez se lo impidiera (en parte ese era el motivo) pero el término de "celebrar" el regreso de Uchiha, en esta ocasión, preferiría no participar.
¿Por qué?
Bueno…
Por idea de Uzumaki para que el festejo fuera una verdadera celebración comenzaron a beber sake (Por supuesto, sus sensei no estaban presentes porque se fueron a descansar. Dejando a los jóvenes shinobis y kunoichis festejar ¿Y saben qué? Fue una mala idea…).
Al principio, muchos se negaron a la alocada idea del rubio pero esté al saber las debilidades de todos, en especial la de los chicos, los retó y como estamos hablando de orgullo masculino…
Todos cayeron en la infantil pero efectiva provocación del hiperactivo rubiales. En consecuencia, emborrachándose sin ser conscientes de sus acciones. Y sus sensei no lograban escuchar el gran escándalo que hacia los jóvenes ninjas porque el local donde están festejando se encuentra alejado de la posada para mayor comodidad de los huéspedes que dormían o simplemente querían tranquilidad.
Por otra parte, en el caso de ella no estaba en los efectos del alcohol. Primero porque no le gustaba y segundo había que estar de ocioso el beber sake cuando ves el papel de ridículo que están haciendo tus compañeros. Definitivamente no. Ella quiere a sus colegas con los cuales ha convivido durante toda su vida como kunoichi pero… una cosa era quererlos y otra hacer locuras que jamás terminaran bien.
Sinceramente, no se imagina borracha ni capaz de querer estar en dicho estado.
Numerosas imágenes pasaron sobre su mente estando en los efectos por el alcohol haciendo cosas que le causarían un derrame cerebral por la vergüenza. Sacudió su cabeza con fuerza temiendo que se volvieran realidad.
Salió de sus pensamientos al escuchar los aullidos desafinados de Akamaru (que también estaba borracho y eso que es más sensato que su dueño) que al parecer estaba haciendo un coro (bien desafinado) con Kiba y Naruto. Mientras que Sai aplaudía y decía cosas que era preferible ignorar. En el caso de Shino, pues… ¿Relataba poemas de insectos?
Hinata se llevo ambas manos a la boca, intentando reprimir una risa. Definitivamente, ese era una faceta jamás vista de sus compañeros y algo en su mente le decía que debería de conmemorar para un futuro no muy lejano…
Miró a su alrededor y en su observación a su alrededor se encontró con el Uchiha, estaba sentado, alejado de sus compañeros mientras que bebía en silencio. Al parecer, a diferencia de los demás, podía controlarse mejor. Era el único que no estaba haciendo una locura o actuando fuera de lo normal, hasta aun tenía ese ceño fruncido…
Parpadeo. Luego se le vino un pensamiento y se sonrojo a más no poder.
Pudo notar que tenía el moreno un pálido rubor en sus pómulos dando a entender, que a pesar de todo le afectaba el alcohol….
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((«».«»))
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Tsk.
Estaba incomodo, indignado, frustrado y… ¿Feliz? Si.
Incomodo; Porque sentía que no encajaba ahí, en ese lugar tan alegre y tan acogedor ¡maldición! Él es un asesino, no debería de estar en un ambiente así.
Indignado; Gracias a su orgullo pendejo, había caído en la provocación del rubio y el alcohol que obviamente le afecto (Aunque no tanto como para hacer el ridículo como los demás).
Frustrado; Porque desde la muerte de Itachi ha sentido un vació, cosa que no debería ser, por dios… ¡debería de estar bailando en su tumba! Pero no, durante toda su vida se imagino aquel día la muerte de su hermano causado por sus propias manos… y solo sintió un vació como si el quién fuera muerto en realidad era él (Y siendo sinceros, así lo sentía, que estaba muerto).
Feliz; Porque estando acompañado con Naruto y los demás le hacía recordar sus primeros años como shinobi en su aldea natal, en otras palabras se sentía como en casa…
Sonrío irónico y hasta cínico. ¿Casa? ¿Tranquilo? Bufó y hasta tuvo el impulso de reírse. Si su hogar, su familia, su tranquilidad… Todo. Había sido destruido por el perro de Itachi y las sobras era solo edificaciones en ruinas con el desgastado símbolo Uchiha junto con los restos de sus familiares que estaban sepultados.
…Ese es su hogar, su familia. Ahora un simple recuerdo infeliz.
Lo peor de todo… ¿Qué podía hacer ahora? La única razón porque vivía o vivió era por su hermano para cumplir su venganza y para así poder arrebatarle hasta el último aliento de vida…
Lo cual, concluye en que él es el último Uchiha que existe y con vida.
Sintió un amargor en su boca e inmediatamente intentando quitar ese desagradable sabor, tomo de un sorbo el contenido del vaso que tenía en manos.
Por unos minutos al saber que estaba solo, se sintió desagradablemente patético, debería de estar aliviado. Gruño. Nuevamente lo embargaba la frustración en su ser.
¡Maldición! ¿Acaso nuevamente fue engañado por su hermano? ¿Fue utilizado? ¿Acaso luego de su muerte el maldito de Itachi no lo dejará en paz? De repente tuvo la respuesta, un rotundo, sí.
Siente un peso encima de él, una mirada, estaba siendo observado…
Miró a su alrededor, encontrándose rápidamente unos orbes opuestos a los suyos. No solo por el color, sino también por lo que expresaba, inocencia y timidez. Notó como la chica aparto su mirada avergonzada, su flequillo cubría sus orbes más no el sonrojo. No supo si bufar o burlarse por esa actitud tan rara de ella.
Nunca él había tratado a esa chica. Sólo recordaba haberla visto en diferentes ocasiones por los pasillos de la academia ninja, nada más. Sabía que pertenecía al clan Hyūga y era la heredera pero… ¿Cómo se llamaba?
Como tal, nunca le había prestado atención. Primero; por estar concentrando en su venganza. Segundo; porque la chica nunca se dio a conocer, ni siquiera por su titulo social. Tercero; Estaba más concentrado en su primo, Neji Hyūga, que era un rival potencial.
Sorprendentemente continúo meditando, intentando recordar el nombre de la kunoichi que consideraba rara. No solo por su actitud, sino porque media aldea (por no decir todos) sabían que la Hyūga estaba enamorada de Uzumaki, definitivamente no se esperaba que alguien este enamorado del fenómeno del Dobe, pero como suele decir… "Dios los crea y ellos se juntan".
¿Hana?… ¿Hina…? ¿Hinata? Hinata.
Ese era su nombre. Que si mal no recordaba significaba; Un lugar soleado. Nada mal. Volvió a visualizar nuevamente a la femenina y para su sorpresa, aunque no lo expresará en su rostro. Tuvo el impulso de pegarse en la frente con una de sus manos por semejante estupidez que estaba presenciando.
Porque veía como la Hyūga era agarrada por dos idiotas (Entiéndase Kiba y Naruto) la forzaban a tomar una botella de sake. Definitivamente eran unos enfermos. Podía ver a simple vista como ella intentaba zafarse de su agarre sin resultado alguno y era obvio del porque, ellos eran más fuertes.
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((«».«»))
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Ella podía sentir claramente la mirada oscura del moreno, temía alzar la mirada y encontrarlo. Era tímida, lo admitía y con todo el mundo, pero Uchiha era otro asunto… dios, la colocaba nerviosa (Y no por motivos erróneos que todos suelen pensar siempre al instante). Tenía esa mirada que se asemejaba al de su padre y su primo Neji (antes de que se reconciliaran–, tan seria, tan severa, fría. Un escalofrío se expandió en toda su espalda, su respiración se estaba haciendo pesada al igual que su cuerpo ¿Cómo no? Si tenía esa penetrante mirada azabache sobre ella de forma tan intensa.
Repentinamente Uchiha pasó a segundo plano porque inesperadamente sintió como la agarraron inmovilizándola al instante, luego agarraron su cabellera jalándolo hacia atrás con algo de brusquedad para que después sus labios fueran ocupados por la boquilla de una botella de sake.
Intento negarse, liberarse, veía con suplica a sus dos amigos que se detuvieran que no la obligaran a beber el contenido de la botella. Pero ya su cuerpo se estaba quedando sin fuerza, cerró fuertemente sus orbes suplicando mentalmente que alguien tuviera la osadía o compasión por ayudarla…
No quiero, no quiero, no quiero… ¡No quiero!
— Oe.
Abrió sus orbes, al escuchar esa voz tan profunda y ronca, intento desde su posición ver a la repentina presencia. Pero solo logró ver los sonrientes rostros de sus "agresores" dirigidas al frente o a alguien.
— ¡Teme! ¡hip! ¿Qué cuentas?
— Veté ¿No ves que estamos ocupados? ¡hip!
Ella aprovechando de que ambos estaban distraídos intento zafarse, pero era imposible, y sin darse cuenta cuando un jadeo desesperado salió por sus labios le dio paso al contenido de la botella. Si alguien fuera visto su rostro, vería claramente el horror que tenía en esos momentos.
¡No…!
Sus parpados le empezaron a pesar, su cuerpo a pesar que lo sentía pesado también lo sentía al mismo tiempo ligero casi podía jurar que podía flotar, un calor inexplicable empezó a sentir en sus mejillas. Cerró con fuerza sus orbes al sentir como el líquido le empezaba a quemar la garganta dejándole una sensación de ardor. Posteriormente su cuerpo lo sintió adormecido hasta el punto de que estaba segura que si le clavaban un kunai en las piernas no lo sentiría para nada.
Escucha de fondo unas risas, luego un gruñido y por ultimo unos golpes…
— ¡Teme, maldición eso dolió! ¡hip!
— ¡hip! ¡Bastardo!
— Ja. Ustedes se lo buscaron.
Hasta ahora se dio cuenta que desde hace un rato ya era libre del agarre de sus dos amigos ninjas, se sentó correctamente en su asiento como estaba desde un principio antes de que fuera sido "agredida".
Su perlada mirada se enfoco hacia delante donde se encontraba con Kiba y Naruto en el suelo no muy lejos de ella, agarrándose ambos fuertemente la cabeza por los recientes zapes que recibieron por parte del azabache.
En cambio su "salvador" estaba enfrente de ella a unos cinco pasos de distancia, tenía una sonrisa altanera que era dirigida a sus amigos, luego sus orbes oscuros fueron enfocados en ella. Borrándose automáticamente la sonrisa soberbia de Uchiha, haciendo una mueca que para ella le parecía graciosa, quiso reír pero se contuvo porque presentía que podía caerse de su asiento.
— Ah, mierda.
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((«».«»))
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No supo porque pero ya su cuerpo se encontraba enfrente de la Hyūga y los que consideraba unos idiotas de nacimiento. No es que ahora le diera el ser un justiciero o héroe, eso sería ridículo y hasta patético, simplemente lo hizo. Además, debía admitir que tuvo puntos extras el haber intervenido…
Sonrío altanero. Como le divertía ver al par de idiotas con sus rostros contrariados de dolor, dolor que les causo él. Sin olvidar que se las estaba cobrando sobre situaciones pasadas camino al local y… por simple diversión.
Escucho las quejas, las maldiciones, insultos, pero ninguna le afectaba u ofendía. ¡Bah! Le han dicho mejores insultos. Fue a ver a la femenina que debía encontrarse…
— Ah, mierda.
Borracha.
Había llegado demasiado tarde. Ya ella había cedido al contenido de la botella. Bufo. Sintió casi pena por la chica, y más al ver cuando ella intentaba en mantenerse en pie con cierta torpeza al estar en los efectos del alcohol.
— Hyūga —Llamó observo que ella alzo el rostro pero antes que sus miradas se encontraran, sintió un peso en sus hombros. Gruño. Esto es el colmo, sabía quién era sin tener que escuchar su voz o ver su rostro. Se pregunto si aun con la borrachera encima podía asentarle un golpe y si el "dichoso" de recibirlo no lo recordaría al día siguiente…
— ¡Sasuke-kun!
— Bájate Sakura.
— Sasuke-kun bebamos juntos.
— No. Quítate de encima.
— ¡Oye Teme! Tan poco tienes que tratar así a Sakura-chan —Luego se dirigió con una sonrisa atontada a la pelirosada que gustosamente abrazaba al moreno. Al parecer al estar en los efectos del alcohol Haruno se volvía más atrevida e imprudente. — ¡Yo te acompaño Sakura-chan! ¡Dattebayo!
— ¡No! Le hice la invitación fue a Sasuke-kun —Refunfuño.
— ¡hip! ¿QUÉÉÉ? —Se mostró sorprendido y aunque no lo quisiera demostrar también estaba dolido.
Por otro lado a Uchiha le importaba más que Haruno se bajara de su espalda. No es que fuera débil pero él no era una grúa de carga. Además, intentaba ser paciente y no ser totalmente agresivo con la pelirosada, después de todo fue una persona que compartió en su niñez y parte de su pre-adolescencia (Aunque fue más una molestia con sus constantes acosos e intentos de conquistarlo). En otras palabras a Sakura Haruno la consideraba como su amiga (si leyeron bien) aparte del dobe de Naruto… solo que no lo admitiría tan abiertamente.
Pero una cosa era controlarse y otra ser tolerante, él no era de tolerar, aborrecía que lo tocaran y le enojaba que la Haruno fuera tenido la osadía de tocarlo y hacer de oídos sordos a sus demandas.
— Maldición ¡Bájate…! —Fue interrumpida su queja por la presencia de Inuzuka.
— ¡Hey Naruto! Te reto a que corras por el hotel desnudo ¿Le das? ¡hip! O ¿eres un cobarde? Aparte de idiota —Soltó una carcajada sonora haciendo enojar al rubio por sus ofensas. Subiéndole al mismo tiempo el humor y olvidando el rechazo de cierta chica…
— ¡Ya vas a ver! ¡Cobarde tu abuela y tu perro! ¡Dattebayo! —Sin el menor pudor empezó a quitarse la ropa, claro hasta que…
— ¡Naruto-idiota! ¡¿QUÉ HACES?!
…Fue golpeado por Sakura, volando por los aires hasta ser detenido por algo suficientemente sólido y firme.
Uchiha inmediatamente fue liberado del peso de la chica de cabello de chicle. Después de todo estaba seguro que si continuaba más en esa situación no estaría consiente luego de sus acciones.
Distraídamente, miró en donde debería de estar la Hyūga pero en vez de verla se consiguió con la silla vacía y nadie cerca. A continuación no comprendió sus acciones pero busco a su alrededor hasta dar con la salida del local en donde finalmente pudo visualizar a la peliazul afuera.
Su comportamiento fue aun más cuestionable porque al verla adentrarse al bosque, él la siguió. Saliendo del local y dejando atrás a sus conocidos en medio de su escándalo.
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((«».«»))
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Caminaba con cuidado al estar oscuro. Pero en esos momentos eso no le importaba, ella tenía un motivo por el cual retirarse, su cuerpo y mente le demandaba estar en un río. Desde pequeña siempre tuvo un gusto por estar en un sitio que contuviera agua, especialmente un arroyo.
Sabía que no muy lejos del hotel existía uno. En esos momentos le era difícil el encontrarlo ya que su vista le fallaba al ver doble. No solo eso, sino su respiración se volvían más agitados ante cada paso que daba, se tambaleaba a cada dos segundos. Por suerte, empezó a escuchar el sonido del agua…
Al fin. Pensó aliviada y sonriendo tontamente.
Apuro su andar algo tambaleante, quería admirar ese líquido cristalino que ahora se veía azulado y una que otras veces cuando estaba sereno era un espejo del cielo. Se paró justamente por la orilla del arroyo. Inhaló y luego exhaló de forma profunda. Cada vez que respiraba sentía que sus pulmones se purificaban. Tuvo el impulso de quitarse la ropa y bañarse pero hacía mucho frío, causando que estropeara sus deseos.
Lo que ella realmente estaba desconociendo como Kunoichi era que estaba siendo observada por un par de orbes… Que se mostraban irritados, frustrados y traviesos.
Suspiró. — Que tranquilidad… —Estaba segura que nada lograría arruinarlo, y no sabía que tan equivocada estaba.
— Hyūga.
Abrió sus orbes desmesuradamente y a los segundos su cuerpo actuó por instinto, correr. Pero estamos hablando que ella estaba en la orilla del río, terminando por zambullirse en la fría agua despertándola de golpe de su borrachera.
Pero con borrachera o sin ella, parecía que su cuerpo aun estaba resentido por los efectos del alcohol porque su mente analizaba las cosas con cierta lentitud y pausa, su actuar también se había vuelto más torpe de lo que ya era (un ejemplo, la zambullida que se dio en contra de su voluntad ¿Qué ridículo fuera hecho lo mismo? Oh, sí, ella).
Antes de terminar en el fondo del arroyo, escucho un "Ja" un tanto altanero y arrogante. Logrando entender que esa voz que la llamó lo hizo al propósito para asustarla. Haciendo que se enoje ¿Acaso le causaba gracia el casi matarla del susto y hacerla terminar en el río? Pero eso no se iba a quedar así.
Se impulso hacia arriba. Tomo una gran bocanada de aire, pasó una de sus manos por su cabello peinándolo hacía atrás junto con su flequillo dejando una mejor visión a cualquiera de su rostro. Sus dientes castañeabas de vez en cuando por el frío que la invadía y… finalmente estornudo.
Genial, ahora se enfermaría.
— ¿Y te haces llamar una Chūnin?
De acuerdo, ahora no sabía si su cuerpo se congelo porque estaba empapada o por lograr reconocer esa voz tan ronca… Algo le decía que era la segunda, pero rezaba que fuera la primera y que por estupideces suyas la haya confundido con la de él. Pero por dios, estamos hablando de ella, solo a ELLA le pasa las cosas más insólitas. Después de todo lo admitía, desde que era una niña, ella tiene mala suerte.
— ¿U-Uchiha-san….? —Estaba pasmada y asustada.
Él gruño, no le estaba gustando del todo que lo mirara de esa forma. Era… fastidioso. — ¿Te vas a quedar ahí Hyūga?
La chica reacciono y sin poder hablar negó con la cabeza, se acerco a la orilla pero muy alejado de donde estaba él. Situación que lo hizo fruncir el ceño ¿Lo estaba evitando? Ahora estaba cabreado ¡¿Y por qué cojones a él le afectaba?! O mejor dicho ¡¿Qué le importaba?!
Tsk.
Empezó a escuchar un balbuceo, dirigió su mirada negruzca de dónde provino el ruido encontrándose a la Hyūga que tintineaba seguramente por el mismo frío, sus labios temblaban cada vez que los abría para dirigirle la palabra. En cierta forma le fastidiaba esa actitud de ella. Gruño.
— Habla.
— U-Uchiha-san ¿Porqué… h-hizo… e… eso? —Él sabía que ella quería verse severa o al menos disgustada, pero solo se mostraba asustada. Como un ratoncito que sabía que peligraba en ser una presa.
— ¿Hacer qué?
Ella alzo la mirada sorprendida de que preguntara a que se refería ¿Acaso no…? — ¡P-Pues… de… lan… lanzarme al… r-río! —Se mostró con el ceño frunció y hasta alzo la voz un poco, luego de darse cuenta como le hablo al moreno bajo la mirada clonada como un tomate avergonzada. —… Lo s-siento.
— Hmph… Yo no te lance al río, tú misma te zambullisteis —La chica volvió a mirarlo pero luego bajo su cabeza, evitando el verlo. ¡Le asustaba su presencia! La hacía vivir las mismas sensaciones de cuando está junto con su padre.
—… Pero… u-usted se acercó…
— Que seas una deficiente kunoichi y no te fueras dado cuenta de mi presencia no es asunto mío Hyūga —Espetó fríamente.
Al parecer en el fondo le dio la razón a él porque calló. Estando envueltos ambos en un silencio incomodo. Que luego de unos segundos fue rotó al escuchar una serie de estornudos. La observo y nuevamente su cuerpo se guío por los impulsos. Allí se encontraba enfrente de ella…
— ¿U-Uchiha-san? —Sonrojada hasta las orejas. Dio un paso hacia atrás, intentando alejarse del peligroso acercamiento del azabache a su rostro.
— Desvístete —Ella estaba a punto de darle algo al escuchar sus palabras. Él carraspeo, sabiendo por ver su rostro que seguramente malinterpreto—…La chaqueta, quítatela.
Parpadeo un poco confusa y finalmente comprendió, sonriendo nerviosa. — ¡A-Ah!… E-Estoy bien ¡En… Enserio! —Luego una serie de estornudos volvió. — Y-Yo… —Un estornudo. — No… se… preocupe, y-yo… —Otro estornudo. — D-De verdad… —Y otro estornudo.
De acuerdo, se controlaba pero nuevamente lo decía no era tolerante y no toleraba que le llevaran la contraria a sus demandas. — Es una orden.
— ¡P-Pero…! —Intento negarse pero a cambio escucho un gruñido tan feroz que se preocupo que proviniera de la boca del moreno o… simplemente de un humano.
Ella tragó en seco y cerró sus orbes con fuerza, llevo con lentitud sus manos al cierre de la chaqueta bajándolo pausadamente, todo siendo visto por el shinobi. Cuando Hinata se quito finalmente la chaqueta la mantuvo agarrada fuertemente a la altura de su pecho en busca de cubrir esa zona pero la prenda le fue arrebatada con tosquedad, haciendo que exclamara un jadeo en sorpresa y… susto.
Abrió sus orbes perlados un tanto cristalinos. Pero ya él no estaba enfrente de ella, así que con lentitud observó a su alrededor hasta dar con él, estando sentado; apoyando su espalda en uno de los árboles del lugar. Entre las grandes ramas del árbol encontró su chaqueta tendida perfectamente, la prenda soltaba constantemente gotas gruesas de lo empapada que estaba.
— G-Gracias —Sorprendida de que el moreno haya tenido ese detalle con ella y pensó seriamente que, tal vez, Uchiha no es tan malo como aparenta ser o… por lo que se suele rumorear.
— Una foto te dura más —Indico malhumorado Uchiha ¿Por qué? ¡Detestaba ser observado tan fijamente! Tal vez porque le recuerda todas las veces que esos malditos habitantes de Konoha lo observaban con lastima o como si se tratara de un fenómeno desde la masacre de su clan.
Como también su mal humor es porque él había observado con tanta atención como esa patética kunoichi se desabrigó y… Joder, se quedo sin palabras. Nunca pensó que bajo esa chaqueta exageradamente grande, existiera un perfecto cuerpo voluptuoso. Lo peor que tuvo el impulso de explorar con sus propias manos la dotada anatomía de la Hyūga…
Sacudió la cabeza. Maldición que horrible, el estúpido alcohol le estaba haciendo pensar cosas extrañas. Abrió sus ojos para verla a unos metros de distancia de él, titiritando de frío y cabizbaja con ese exasperante sonrojo.
— ¿Te vas a quedar ahí? Muévete —Ordeno con aspereza. Observo como ella se sobresalto y se encaminaba lánguidamente a un árbol… bien alejado de él.
Y curiosamente eso lo indigno.
— ¿Qué estás haciendo, Hyūga? Allá no —Su tono de voz y mirada parecía amenazar que en cualquier momento cometería homicidio contra la pobre chica. — Es aquí.
— P-Pero…
— ¿Te pregunte algo? —Ella negó cohibida tanto por el frío que sentía como la actitud del azabache ¿Pero qué bicho le pico? De repente actúa con una intensa altivez e ímpetu arremetiendo hacia ella como si lo fuera ofendido o algo parecido.
Hinata al no querer problemas y porque no tenía fuerzas para pelear en un combate sea físico o verbal. Obedeció sin cuestionar más las órdenes del vengador.
En cambio, él observó desde su lugar como con lentitud ella seguía sus órdenes. Aunque su mirada se enfoco descaradamente en admirar la anatomía femenina, delineando con su mirada cada curva agraciada de la peliazul, como su busto se movía ante cada paso que daba al caminar…
— U… Uchiha-san… —Se abrazó ella misma, cubriendo su busto entre sus delicados brazos. Estaba incomoda al saber que el moreno la observaba de una forma que la hacía sentir extremadamente caliente y que su intimidad se humedeciera ¿O era el mismo pantalón que causaba esa sensación? Hubo un silenció que para ella le fue siglos, cuando abrió sus labios para hablar nuevamente, se le escapo un estornudo. Unas lagrimitas se asomaron en sus ojos a causa de la misma vergüenza y prepotencia de que no paraba de estornudar. — ¡¿A-Ah?!
Repentinamente siente como fue tomada de la mano y jalaron de ella hacia abajo. Su visión se vio obstruida por una especie de pared y antes de poder alejarse de dicha muralla que le obstruía su campo visual…
— ¡¿Pero qué-?! —Guardo silencio, asustada al sentirse aprisionada por unos brazos que la dejaron inmovilizada y como su cuello era mordisqueado con cierta avidez. Se removió azorada, incomoda y… y… consternada porque un cosquilleo se concentraba en su vientre.
Ella con dificultad pasó sus manos a esa pared que obstruía su visión, separándose un poco de esa muralla perfumada y relativamente dura. Tragó en seco al ver que sus manos estaban sobre un pecho casi desnudo, con temor fue alzando su cabeza encontrándose una mirada turbada.
— ¿Q-Qué…? —Antes de poder hablar, sus labios fueron sellados por otros. Sus orbes se abrieron a más no poder ante la misma sorpresa.
¡¿Qué estaba pasando?! De un momento a otro estaba en el local, luego en el bosque a las orillas del río y ahora siendo besada por Uchiha…
Cerró los ojos con fuerza, sintiendo claramente sus mejillas calientes, su respiración pesada y como su lengua se enredaba con la de Uchiha. Coloco sus manos sobre el fornido pecho masculino e intento separarse más no podía porque él había colado una mano detrás de su cabeza, imposibilitándole terminar con semejante locura.
— ¡Espe…re…!… U…Uchiha-san… ¡A-Ah! —Un gemido ahogado se escapo, nuevamente había reanudado el beso. Todo le empezaba a dar vueltas, su cuerpo empezaba a convulsionar sintiendo internamente como empezaba una explosión que se preparaba para desatar un sinfín de sensaciones por primera vez en ella.
Pero lo que sentía no tenía punto de comparación cuando el azabache atrapo en una mano un seno que lo estrujó juguetonamente, generando que ella soltara un gemido que fue reprimido al seguir su boca siendo demandada con tanta avidez por Sasuke.
Uchiha rompió el beso para verla con esa expresión socarrona. En cambio, Hinata no quería verlo a la cara, estaba avergonzada y confundida… ¿Qué fue esa sensación? ¿Por qué su cuerpo se comporta tan extraño ante las acaricias del moreno? ¿Eso pasaba con cualquier hombre? Entonces… ¿Por qué nunca sintió lo mismo cuando era abrazada por sus compañeros? Ni siquiera con Naruto sintió…
Un sonoro gemido se escucho por todo el bosque, haciendo eco. Se sintió avergonzada que fuera gritado de esa forma tan… tan… ¡extraña y vergonzosa!
— Ya b-basta —Le miró suplicante pero él la ignoro, haciendo caer su peso sobre ella y al no tener escapatoria. Involuntariamente la ojiperla tuvo que ceder hasta terminar acostada en el pasto y tener encima suyo a… Uchiha.
Él parecía muy entretenido en masajear sus senos, mientras que con la otra mano delineaba el cuerpo femenino sin restricciones.
Los minutos transcurrían y lo único que interrumpía el silencio de la noche era los sonidos de sus respiraciones aceleradas, los gemidos roncos y la unión de sus bocas. Hinata sabía muy bien que tenía que hablar, la situación se estaba volviendo con el moreno muy comprometedora, tal vez ella nunca haya tenido una relación "especial" con un chico pero no necesitaba cuatro dedos de frente para saber que si continuaban así ella…
Cerró sus orbes con fuerza, queriendo borrar todo pensamiento "impuro". Simplemente esto no estaba bien, jamás se atrevería a entregársele a él, siendo con más razón un desconocido, no se conocen bien y ella no estaba… enamorada.
«No se necesita amor para disfrutar los placeres de la vida. Hinata»
Maldijo a su mente ¿Por qué de repente recordaba lo que le dijo una vez Kurenai? Fue una conversación que llego a tener con su tutora cuando tenía 13 años.
Conversación que nunca tuvo sentido para ella porque mientras que su maestra le decía que uno puede disfrutar plenamente de la vida sin estar enamorada. En el caso de Hinata con su poca experiencia con el sexo opuesto, pensaba que era obligatorio estar enamorado y más al haber tenido la experiencia con Naruto que a pesar de no ser correspondida. Gracias a él, pudo lograr grandes cosas y todo fue por amor ¿O… ella estaba errada?
Admitía que sufrió durante ese amor no correspondido más no se arrepentía de lo que vivió. ¿Entonces?
«Las experiencias gratas que has vivido con tus amistades o sola no necesariamente es porque estas enamorada, sino porque simplemente estabas disfrutando del momento»
No. No entendía. Las palabras de Kurenai no tenían sentido.
«Eres muy joven para entenderlo.»
No, se equivocaba su sensei. Desde niña sintió lo que es estar enamorado ¡No era tan ignorante! Porque tal vez era tímida, en especial, con el sexo opuesto pero… ¿Tenía amigos? si. ¿Se enamoro? si. ¿Tuvo una experiencia con un chico? si, ahora…
«Tranquila, ya llegara el momento que entenderás lo que te digo.»
¿Acaso ese día era hoy? Acaso… ¿Este era el momento para descubrirlo?
Por un momento sintió que su corazón se le saldría por la boca de la misma vergüenza y sorpresa ¿Acaso estaba pensando sobre si…?
No, no, no… Todo es culpa del alcohol. ¡Es qué…! Está mal… ¡No tiene ningún sentido el entregarse a alguien sin amor!
Pero si está mal ¿Por qué se sentía tan maravillosamente bien? ¿Acaso está nueva sensación es uno de los tantos placeres de la vida que le estaban otorgando? ¿Y este placer sólo sería entregado por Uchiha?… Si es así ¿Qué haría?
Y como si sus preguntas fueran sido escuchadas, Sasuke dejo de manosear su cuerpo desnudo… ¡¿D-Desnudo?! ¡¿En qué momento la desvistió y… cuando él quedo sólo en bóxer?! No, ese no era el verdadero inconveniente sino esté: ¡¿Por qué se dejaba hacer y lo disfruta tanto?!
— Hyūga… —La llamó en un suspiro. La aludida se negó a mirarlo a la cara, no podía ¡Por dios, la vergüenza era demasiado!
Entiéndala ¡Estaba desnuda enfrente de un chico! Ni siquiera su primo Neji la ha visto en ropa interior o en bañador ¡Menos desnuda! Ahora un desconocido cualquiera, justamente Uchiha Sasuke, ha llegado más allá de sólo verla como llegó al mundo.
Si su padre la viera… Dios, ni siquiera quería imaginárselo. Sería la completa desgracia y deshonra de su clan.
— Hinata.
La perlada mirada se enfoco por inercia en Sasuke al haber sido llamada de una forma tan… ¡Aish! No sabía cómo describirlo pero puede describir claramente que le hizo sentir como si mariposas revoletearan en su estomago. Y para mayor desconcierto fue cuando observo al azabache tan vulnerable; sus mejillas con un pálido rubor, su respiración entrecortada, su cuerpo cubierto por una fina capa de sudor y sus ojos oscuros con un brillo…
Un escalofrío invadió su cuerpo, haciendo que se estremeciera desde la última hebra de su cuero cabelludo hasta los dedos de sus pies porque nunca vio a un hombre observarla de forma tan… ¿lujuriosa e intensa?
Tragó en seco. Tenía miedo, mucho miedo de sus nuevas reacciones… Nunca se imagino que su cuerpo le invadiría un calor inexplicable sólo por ser llamada por su nombre.
Intento hablar, balbucear, gritar… ¡Algo! Pero solo consiguió que sus labios fueran apresados por los de él.
No… esto, no está bien. No…
Sin darse cuenta sus manos pasearon por la ancha espalda del azabache, causando que este soltara un suspiro ahogado. No entendía porque pero le gusto ser la quien provocó esa reacción en él. Tal vez, su cuerpo reaccionaba así ante Uchiha sea por los efectos del alcohol pero también muy en el fondo de su mente gritaba que quería ser poseída por el azabache. No sabía el porqué, sólo por primera vez en su vida… quiso dejar de pensar y dejarse llevar.
Cuando pensó que estaría lista, sintió como el calor que le brindaba el moreno se alejaba, abrió sus orbes cruzando sus miradas. Le miró confundida y hasta molesta.
— Si continuo, no me detendré —Advirtió él con algo de dificultad, pasó una de sus manos por sus cabellos oscuros peinándolo hacia atrás. En un vago intento por calmar el impulso de fundirse en el cuerpo femenino hasta desfallecer.
A pesar que a ella le da vergüenza admitirlo, su cuerpo empezaba a pedir con desesperación las acaricias del moreno. Suspiro y cerro sus ojos, en busca de tranquilizarse, objetivo que no logro con esa mirada tan intensa e intimidante sobre ella ¿Cómo él podía estar tan inmutable mientras que ella intenta desesperadamente que le llegara aire a sus pulmones?
— No… te… te alejes —Genial de todo lo que pudo decir y solo dijo eso. Sintió como la sangre se le acumulaba en el rostro hasta las orejas por la vergüenza.
Silencio.
Empuño sus manos y mordió sus labios, seguramente Uchiha vio lo patética que fue, aparte que seguramente por su poca experiencia (por no decir ninguna) con un chico, sus palabras fueron las incorrectas en un momento tan comprometedor como este.
Ya estaba a punto de decirle que se aparte para irse, cuando inesperadamente su mentón fue tomado con delicadeza lo cual hizo que inevitablemente abriera sus ojos y se encontrara con otra mirada opuesta a la suya.
— Sasuke.
— ¿Eh?
Sonrió con aires de clara arrogancia y superioridad. Hinata por un momento pensó que él quien tenía enfrente era una especie de ángel-demonio, porque desde que recuerda a Sasuke Uchiha siempre tuvo esa apariencia irresistible para toda femenina a excepción de ella que lo ignoro por tener su mirada en cierto rubio, en su ahora ex-amor.
— Quiero oírte decir que te posea, llamándome por mi nombre —Inmediatamente ella cabeceo negativamente y cerró los ojos. Aparentemente esa reacción no conmovió al Uchiha sino que le dio otra idea más a su petición. — Dímelo, pero viéndome a los ojos.
Se mordió el labio con más fuerza mientras que sus orbes se abrían por la sorpresa, volviéndose cristalinos, amenazando que lloraría ante la vergüenza que estaba experimentado ¿Estaba hablando enserio? Si le fue una tortura el decirle esas palabras tan… tan… tontas ¡¿Cómo iba a decir eso y viéndolo directamente a los ojos?!
— U-Uchiha-san…
— No —La interrumpió, rozando provocadoramente su boca con los femeninos. — Sasuke.
Hinata quedo con la mente en blanco ante esa acción, todo porque quedo insatisfecha que esa acaricia no se fuera profundizado en un beso.
— Dilo —Se volvió a acercar, haciendo que sus labios ahora se rozaran de forma más lenta causando que sólo Hyūga se desesperara para la satisfacción de él.
Cerró sus ojos y empezó a balbucear pero escucho un gruñido en desaprobación, sabía cuál fue la razón de su repentino enojo. Abrió sus ojos, viendo que era observada y pensó; ¿Es muy tarde ahora para emprender la retirada? ¡Dios! Porque quería irse al saber lo difícil que sería.
— Sasuke…-kun…
Negó con la cabeza, luego pasó la punta de su lengua por los carnosos labios de ella, haciendo que se sintiera desfallecer. — Sólo Sasuke.
Trago en secó, intentando el no desmayarse. — Sa… Sa… —Calló por un momento, esto iba a ser difícil, ambos sabían que el llamar a alguien sin honorífico significaba dos cosas; una descortesía o tenías una fuerte relación con esa persona, un profundo vínculo de confianza que usualmente suelen tenerlo… las parejas.
Pero estaba seguro que el moreno no le pedía llamarlo así para faltarle el respeto ni mucho menos era lo segundo, ellos no tenían un fuerte vínculo de confianza de amigos o simplemente no eran… pues… pareja ¿verdad?
— ¡A-Ah…! —Su espalda se arqueo al sentir una mano subir por sus muslos hasta llegar a su intimidad e inmediatamente ella retuvo la intrusa mano antes que llegara a tocar más. Dirigió su mirada a él, viendo su ladina sonrisa. ¿Cómo alguien podía tener la apariencia de un hermoso ángel y tener la personalidad tan cínica como la de un demonio?
— Me controlo, más no tolero esperar. Hinata —Él se inclino a tomar con su boca un seno de ella, succionándolo y dentro de su boca, con su lengua jugaba con su pezón.
La kunoichi se arqueo y gimió con fuerza, su cuerpo ya estaba más sensitivo de lo normal y el simple hecho de que tocara en una zona tan sensible como su busto tan grande la hacía sentir un placer tan…
— ¡Sasuke! —Gritó, su voz cargada de tanta pasión y deseo hasta el punto que no se reconoció ella misma ¿Fue ella la qué grito? ¿Esa era… su voz? No le importo si la visión que dio fue indecorosa porque el motivo de su repentina reacción fue al sentir como un par de dedos se introdujeron en su intimidad.
— ¿Ves? No fue tan difícil —Comentó él divertido pero por dentro se estaba muriendo al haber visto tan escandalosa y fascinante visión de la Hyūga. Ver como se arqueaba, como movió las caderas en busca de sentir con mayor intensidad sus intrusos dedos y… esa mirada perlada que brillaba con tanta intensidad. — Ahora pídeme que te posea.
Era la visión más erótica que haya visto en una mujer. Ni siquiera las vestimentas tan reveladoras que suele usar Karin lo excito. Tal vez… porque en Hinata todo era natural, sin buscar su atención. Es más, las reacciones de la peliazul son torpes e inocentes pero cargadas de una peligrosa sensualidad.
— Yo… Y-Yo… ¡Haaa! —Suspiro anhelante. Ya ella no tenía cabeza fría para pensar ni siquiera para hablar. Solo quería sentir y que Sasuke dejara de pausar lo inevitable.
— Vamos, Hyūga. Solo dilo —Su voz ronca adquirió un tono suplicante y tembloroso. Su erecto miembro ya le estaba doliendo, reclamando adentrarse en el interior de la torpe kunoichi que logró lo que toda mujer ha anhelado siempre de él: excitarlo y desear, por primera vez, a alguien. En este caso a Hinata.
Ella gimió con más fuerza al sentir como los dedos de Sasuke marcaban un ritmo lento en su interior. Deseosa de sentir más, movió su caderas en un intento de intensificar sus acaricias y suplicante que ya dejé de torturarla…. — Por f-favor. Ya… no más, Sasuke… —Jadeó. — hazlo.
No era exactamente las palabras que esperaba escuchar, pero eran aptas y la situación lo ameritaba. Sin ser muy flojo ni muy desesperado. Se acomodo correctamente en las tentadoras piernas femeninas, apartando sus dedos del interior de ella que se mostró disgustada y siendo sustituidos por su miembro erecto.
Inmediatamente Hinata gimió con fuerza, rodeando instintivamente con sus piernas las caderas masculinas y abrazándolo todo lo pudo ante la ancha contextura de él, clavando sus uñas en la espalda masculina. En cambio, Sasuke le fue imposible reprimir un gemido ronco y con todas sus fuerzas se contuvo en no cerrar los ojos para no perder la mínima reacción de la Hyūga.
Él con su lengua limpio todo rastro de lágrimas que hacían un camino en las sonrojadas mejillas de la kunoichi que se veía tan frágil y al mismo tiempo tan salvaje por estar cegada ante el mismo deseo. — Eres mía, Hyūga —Indicó posesivo y soberbio. Ella tan solo sonrió tímidamente porque sabía lo que significaba esas palabras…
A continuación, el azabache tomo impulso y comenzó a embestirla. Marcando un ritmo en el interior de ella, al principio lento y poco a poco aumentaría hasta que lleguen a un punto donde ambos estén satisfechos.
Él también sonrió, un tanto altanero pero era un gesto muy distinto está vez. No solo expresaba en su sonrisa su innata arrogancia sino algo más… que era inexplicable pero tenía un significado sincero. En fin. Ahora lo que importaba que iba a ser una larga noche para los dos, en especial si él quiere corromper a la kunoichi. Quería que gritara su nombre, que tiemble de espasmos de placer, que pierda la cordura…Y que nunca olvidara esta noche en que era suya y de nadie más, solamente de él, Sasuke Uchiha.
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Lo que ambos jóvenes ignoraron fue que durante ese ritual lujurioso e intenso, darían esa noche dos nuevas vidas.
Vidas que muy pronto serán el camino para su felicidad.
Felicidad que tal vez se verá obstruida.
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FIN DEL CAPÍTULO 1.
