Disclaimer: Esta historia es una traducción/adaptación de la historia de Dixie Vampire, Dreams and Memories. Todos los personajes reconocibles pertenecen a JK Rowling, mientras que la historia pertenece a Dixie Vampire. Nadie, excepto JK Rowling a hecho dinero de esto. Dicho esto, comenzamos con la historia.

Sueños y Recuerdos.

Capítulo 1

Hermione emitió un gruñido entre sueños, antes de abrir lentamente los ojos. Eventualmente, la enfermería se puso en foco. El dolor de cabeza la impactó de pronto, desde la frente e irradiando hacia el resto de su cráneo. Se tocó la frente y el dolor se triplicó hasta que finalmente cedió. Miró a su alrededor y sonrió al ver las múltiples tarjetas que rezaban '¡Mejórate pronto!'.

Sin embargo, Hermione se quedó helada al ver una enorme tarjeta que decía con letras enormes, 'mami'. Estiró la mono y la tomó. No recordaba ser mamá. Luego desvió la mirada hacia su mano izquierda y encontró dos alianzas de boda. Tampoco recordaba haberse casado. De hecho, no recordaba haber llegado a la enfermería. Lo último que podía recordar era tratar de encontrar a Harry y a Ron. Después de rendir los TIMOs, en sexto año.

Hermione se sacó de encima las sábanas y el cobertor y se puso de pie. Se detuvo cuando sintió que se le movía el piso y la visión se hacía borrosa. Luego intentó llegar al baño de chicas más cercano.

"Hermione? Hermione! ¿Qué estás haciendo? ¡Regresa a la cama! ¡Todavía estás muy mal herida!" La voz de madame Pomfrey le dijo, al acercarse a ayudarla.

"¿Qué pasó? Lo último que recuerdo fue rendir los TIMOs, pero luego, vi esto...y esto otro..." Dijo la chica castaña, señalando la tarjeta que tenía en la mano y las alianzas en su mano izquierda.

"¡Oh, querida! ¡Parece que te golpeaste más fuerte de lo que creía!" Dijo Madame Pomfrey. Luego preguntó. "¿Estás segura que eso es lo último que recuerdas?" Hermione pensó por un instante antes de asentir.

"Bueno...parece que has olvidado unos doce o trece años..."Comentó Poppy como si tal cosa.

"¿Doce años?" Preguntó la joven, pasmada. "¿Qué pasó?" Preguntó, mientras Madame Pomfrey la ayudaba a regresar a la cama.

"No estoy muy segura, pero la Orden salió tras quien tu sabes y hubo un incidente. Te trajeron muy mal herida. Casi tuve que sedar a tu esposo. Estaba al borde de la histeria." Recordó la medimaga, mientras Hermione la miraba con extrañeza.

"¿Mi esposo? ¿Quién es él? ¿Dónde está?" Preguntó la chica.

"No es alguien con quien hubieras pensado en casarte...está dando clase ahora mismo." Respondió la mujer.

"Doce años..." Dijo Hermione casi para si misma. "Un momento... ¿Voldemort sigue vivo? ¿Después de doce años?"

"Voy a buscar a Albus para que te explique como es debido." Dijo Poppy, saliendo de la enfermería.

Hermione se quedó allí sentada, preguntándose con quién se había casado. '¿Alguien con quien nunca hubiera pensado en casarme? ¿Y es maestro? La castaña seguía quebrándose la cabeza pensando. Las posibilidades eran casi infinitas, ya que cualquiera de sus compañeros podría haberse convertido en maestro. No era Malfoy, porque el anillo de bodas no era el colmo del lujo. Se quedó observando la alianza. Tenía tres diamantes engarzados en una banda de oro blanco. Las piedras parecían haber sido cortadas en caliente, porque brillaban y descomponían la luz en docenas de colores cuando la luz del sol le daba de lleno. Miró la enfermería. Nada parecía haber cambiado. Deseaba ponerse a caminar por el castillo y descubrir todo lo que había cambiado. No podía imaginar cómo se verían Harry y Ron.

Después de esperar lo que pareció una eternidad, la puerta de la enfermería se abrió y Albus entró. No se veía muy diferente. Se aproximó a la cama, sonriendo.

"¿Cómo te estás sintiendo, querida?" Preguntó con calma.

"No muy bien, señor. Me duele mucho la cabeza y tengo un muy agudo caso de curiosidad." Replicó Hermione mientras el Director se sentaba a su lado.

"El dolor de cabeza...bueno, algunos golpes pueden causar eso...y la amnesia...bueno...eso puede causar curiosidad, lo que me parece completamente normal, dada tu situación." Dijo Albus, con una sonrisa pintada en la cara.

"Bueno, supongo que la curiosidad te está devorando, así que déjame explicarte lo que pasó. Después que ustedes tres dejaron la escuela, al finalizar el sexto año, los envié a buscar los horrocruxes que faltaban. Hicieron lo que les pedí y regresaron para enfrentar la Batalla Final. Con la ayuda de sus amigos, Harry logró derrotar a Voldemort. Al cabo de un par de años, nos dimos cuenta que no todos los horrocruxes habían sido destruidos. Quedaban dos: la mascota de Tom, Nagini y otro, oculto dentro de Harry."

"Esa pieza del alma de Voldemort fue brutalmente forzada fuera de Harry, para que se una con la otra parte en la serpiente. Luego, Voldemort regresó, pero esta vez como mitad hombre, mitad serpiente. Se convirtió en Naga. La Orden, recientemente, salió en una misión para luchar en contra de Voldemort y sus Mortífagos. La batalla se puso muy cruda en la Mansión Malfoy y el edificio comenzó a desplomarse sobre nosotros. Tú eras una de las que estaban tan preocupadas con la lucha que no pudiste salir a tiempo. Si Harry, Ron y Remus no lo hubieran detenido, Severus hubiera muerto al tratar de llegar a ti. Pensamos que habías muerto, pero Severus se puso a excavar entre los escombros y te trajo con Madame Pomfrey." Explicó Albus.

Hermione escuchaba con suma atención, esperando que algo de lo que dijera, le ayudara a recordar algo.

"¿Por qué el profesor Snape estaba tan preocupado por mí?" Preguntó ella.

"Bueno, es que él es tu esposo, así que, naturalmente está preocupado por ti." Dijo Albus.

Hermione sintió que el corazón se le detenía.

"¿Snape? ¿Me casé con Snape? ¡No puede ser en serio! ¡Esto debe ser alguna clase de broma!" Replicó ella, con la sorpresa rápidamente convirtiéndose en pánico.

"Hermione, ¿acaso alguna vez te he mentido? Severus y tú se casaron después de la desaparición de Voldemort. Lo cuidaste cuando Voldemort los atrapó." Dijo Albus.

"¡No! ¡NO es cierto! ¡Es un maestro!" Gritó Hermione a todo pulmón.

"Querida..." Trató de decir el Director.

"¡No! ¡Nunca me casaría con ese murciélago de mierda! ¡Debe tener como cincuenta años mas que yo!" Gritó ella de nuevo.

"¡SUFICIENTE! No tienes que aceptarlo, pero es la verdad." Rugió Dumbledore, poniéndose de pie. La castaña lo miró y bajó la cabeza. Se sentía mal y todavía muy shockeada.

"Y solo para que lo sepas, Severus es tan solo veinte años mayor que tú." Informó Albus.

"Les avisaré a Harry y a Ron que ya despertaste, también trataré de explicarle la situación a Severus. Le diré que no traiga a los niños aún." Comentó el hombre mientras se alejaba.

"¿Niños?" Preguntó Hermione.

"Una niña de diez años, que comenzará la escuela la semana entrante. Cumplirá once en Halloween. Y un pequeño de dos. Christiana y Sebastian." Respondió Albus antes de retirarse.

Hermione reposó la cabeza contra la almohada mientras la cabeza funcionaba a toda velocidad. Rápidamente comenzó a sentirse muy cansada, y pronto se quedó dormida.

SS – HG

Severus levantó una caja con pociones curativas de su escritorio y se dirigió escaleras arriba. Cuando salía, se topó con Albus.

"Severus, necesito hablar contigo." Dijo el Director.

"Regresaré de inmediato. Sólo déjame llevar estas pociones con Poppy. Los niños regresarán pronto, ¿puedes cuidarlos un momento, por favor?" Dijo el Maestro de Pociones, subiendo por las escaleras.

"Pero Severus..."Albus intentó de nuevo, pero Severus ya había desaparecido escaleras arriba. El viejo director intentó ir tras él.

"¡Hola Director!" Dijo Christiana a sus espaldas. Albus se dio vuelta para verla, sosteniendo a su hermanito en brazos.

"Hola Srta. Snape. Su padre regresará pronto. Vayamos a esperarlo en su oficina." Dijo Albus.

SS – HG

Severus continuó su camino hasta la enfermería con la caja llena de

pociones. Cuando llegó, golpeó la puerta con el pie para llamar la atención de

Poppy. La puerta se abrió sola y Severus entró. Fue hasta la oficina de Madame

Pomfrey, pero hizo una pausa a los pies de la cama de Hermione. Suspiró y

siguió hasta el escritorio de Poppy, en donde dejó la caja. Regresó y se detuvo

frente al lecho en donde yacía su esposa. Se sentó con suavidad a su lado y le

quitó el cabello del rostro.

Internamente, algo le indicó a Hermione que había algo tocándole el rostro. Abrió

los ojos. Severus gimió y le sonrió.

"¡Estás despierta!" Dijo él con una amplia sonrisa. Se acercó a ella y la besó.

Hermione gritó y le dio una sonora bofetada, antes de empujarlo, lejos de ella.

"¡En el nombre de Merlín! ¿Por qué hiciste eso?" Preguntó Severus, sentándose a

un lado, mirándola con desconcierto.

"¡ME besó!" Replicó ella, queriendo sacárselo de encima.

"¡Por supuesto que te besé!" Contestó él. "¿Te sientes bien?" Preguntó Severus.

Hermione le dedicó una mirada fría.

"Me siento muy bien, pero no creo que se a apropiado que un maestro esté

besando a una alumna. ¡Especialmente usted besándome a mi!" Le gritó Hermione

a Severus.

"¿Maestro y alumna? ¿Pero de qué carajos estás hablando?" Preguntó Severus muy

confundido.

"¡Usted es mi maestro! ¡Maestro de pociones! ¿Recuerda eso de embotellar la

gloria?"

"Si, bueno, todavía soy maestro aquí, peri tú no has sido mi alumna...bueno, una

alumna en el sentido estricto de la palabra en...unos doce años, mas o menos."

Replicó Severus. Hermione sacudió la cabeza, mientras él trataba de abrazarla y

ella lo rechazaba.

"¡ALÉJESE DE MI!" Gritó Hermione. Severus se alejó un poco de ella, mirándola

con una ceja alzada. Ella lo miró y no pudo evitar ver que Snape mostraba más

emociones de las que ella podía recordar.

"No me importa lo que el Profesor Dumbledore diga, ¡nunca pude haberme casado

con usted!" Dijo ella. Fue entonces cuando las piezas se acomodaron en el

cerebro de Severus.

"Amnesia..." Susurró el Maestro de Pociones.

"No recuerdas nada, ¿verdad? La celda, en la que tú cuidaste de mi...hubiera

muerto si no hubieras estado allí. Para cuando los demás nos encontraron, la

batalla. Harry había vencido...o por lo menos, eso creímos..." Relató Severus.

"¿Harry? ¡Pero si siempre lo llama Potter!" Farfulló ella.

"Él es el padrino de nuestra hija." Dijo Severus y Hermione sacudió la cabeza de

lado a lado.

"Solo déjeme sola, por favor." Pidió Hermione. Severus desvió la mirada. Parecía

que tenía el corazón roto. Ella eligió ignorar eso. Él se puso de pie y caminó hacia

la puerta. Cuando llegó allí, se dio la vuelta y dio un tentativo paso hacia ella, pero

luego, sacudió la cabeza y abandonó la habitación, azotando la puerta al cerrarla.

Severus salió del castillo y caminó hasta el lago. Siguió caminando hasta

encontrar un lugar apartado en donde se sentó sobre la hierba, junto al agua.

Desde ese punto, tenía una vista directa del castillo. Le echó una dura mirada a la

construcción, allí sentado, con los brazos cruzados sobre el pecho.

Pasó un minuto hasta que dejó escapar un largo suspiro y su cuerpo se relajó.

"Sabía que era demasiado bueno para ser verdad..." Gimió él.

"¿Qué cosa era demasiado buena?" Preguntó una voz a su espalda. Severus ni

siquiera tenía que voltear para saber quién era. Harry y él se habían hecho buenos

amigos, gracias a Hermione. A veces, todavía se gritaban e insultaban, pero ya no

había malas intensiones. Más bien lo hacían para divertirse.

"Ella ha despertado, por si la quieres ver." Dijo Severus.

"¡Que gran noticia! Entonces, ¿por qué te ves tan miserable?" Preguntó el joven,

sentándose en unas rocas cercanas a la orilla.

"Tiene amnesia y...ella...ella no me recuerda..." Respondió el hombre.

"¡Oh, cielos!" Murmuró el muchacho. Era todo lo que podía decir, y no sabía qué

hacer tampoco. En una situación normal, trataría de reconfortar a la persona

afectada, pero en este caso, dicha persona, era Snape. Sin importar lo amigos que

se habían vuelto, no se abrazaba a Severus Snape.

"Lo lamento." Dijo Harry.

"No es solo el hecho de que no me recuerda. Tampoco recuerda a nuestra hijita.

Sebastian no se da cuenta de nada, sólo tiene dos años, pero Christiana...Ella va

a necesitar a su madre, y no podrá tenerla. Especialmente ahora, que está tan

cerca de la pubertad, un momento en el que las niñas necesitan de su madre más

que nunca… Todo porque su madre casi se parte al medio la cabeza y ahora no

quiere saber nada de sus hijos." Gruñó Severus, arrojando una roca hacia el lago,

revolviendo la superficie del agua. Harry solo escuchaba.

"Bueno, solo háblale a Hermione de los niños, ella no los abandonaría, ¡es

Hermione, por Merlín!" Replicó el joven de los anteojos.

"Ella cree que tiene 16 años. ¿Qué hubieras hecho tú si alguien te decía que tenías

dos hijos cuando tenías esa edad?" Preguntó Severus.

"Hubiera sido incómodo. Entiendo tu punto, si. No hubiera sido todo lo paternal

que debería." Respondió el joven. Permanecieron en silencio por un rato.

"¿No puedes usar Occlumencia con ella? Para reconstruir los recuerdos, como

hiciste conmigo." Preguntó Potter.

"Ella nunca me dejaría acercarme tanto. Hermione no quiere recordar." Anunció el

Maestro de Pociones, sin dejar de mirar la superficie del lago.

"Dale sus diarios. Ella dijo que escribía todo en ellos." Intentó Harry. Severus lo

miró y le sonrió con tristeza.

"Eso haré."

"Vámonos ya. La cena está cerca y los niños seguro te están extrañando." Dijo el

joven de los ojos verdes. Severus asintió y regresaron juntos al castillo.

En cuanto entraron al hall, se encontraron con Christiana y a Sebastian,

aguardando por ellos.

"¡Hola Papi!" Saludó la niña con una enorme sonrisa pintada en la cara. Luego miró

a Sebastian. "¡Dí 'Hola papi!'" El pequeño sonrió.

"¡Saba dima!" Gritó el chiquitín. Severus y Harry no pudieron aguantar la risa.

Sebastian aún no manejaba el idioma muy bien.

"Hola a ti también Sebastian." Saludó su padre.

"¡Hola Tío Harry!" Saludó Christiana con una cálida sonrisa. El muchacho que vivió

se acercó y le pasó la mano por el cabello.

"¡Hey!"

"¡Hola nena!" Le dijo Harry a Christiana.

"¡A dadoooooo!" Se rió Sebastian con ganas.

"¡Hola peque!" Replicó Harry. El pequeño se estiró para alcanzar a su papá y

Severus los levantó en brazos.

"Voy a ver cómo sigue Hermione. Disfruten la cena." Se despidió Potter,

desapareciendo escaleras arriba.

"¡Nos vemos tío!" Gritó Chris. Luego, miró a su padre. "¿Papi? ¿Podemos ir a cenar

con mamá?"

"Lo siento amor. Aún no. Estaba pensando que quizás podemos ir de picnic."

Propuso Severus. La niña sonrió alegremente y salió corriendo hacia las

mazmorras, para buscar las cosas del picnic.

SS – HG

Harry entró en la enfermería y vio a Hermione sobre la cama, con las rodillas

contra el pecho. Ella lo miró y se le iluminó el rostro.

"¡Harry!" Gritó ella, levantándose. Harry se acercó y la abrazó.

"Qué bueno es verte mejor." Comentó Harry. Hermione le sonrió.

"Nunca pensé que sería víctima de amnesia total." Comentó ella.

"¿Será eso lo que dicen todos?" Dijo él entre risas. Ella se quedó mirándolo.

"No es cierto, ¿verdad?" Preguntó Hermione con desesperación. Harry asintió.

"¿Cómo...? ¿Cómo pude enamorarme de ese hombre?" Preguntó ella abatida,

sentándose otra vez.

"Escribiste muchos diarios. Puedes responder a tus propias preguntas." Contestó

él y ella encogió los hombros.

"No estoy segura de querer saber."

"Hermione, tienes una familia...¿estás diciendo que los quieres abandonar?"

Preguntó el chico.

"¿Son mi familia si no los recuerdo?" Preguntó ella.

"Si. Yo nunca conocí a mis padres, pero aún así los considero mi familia." Dijo

Harry y Hermione sacudió la cabeza.

"No quise decir eso."

"Hermione, ellos son carne de tu carne. Diste a luz a Christiana y a Sebastian.

Casi pierdes a Chris. Severus estuvo a tu lado todo el tiempo. Sebastian, bueno, el

de él fue un parto fácil." Recordó Harry. Hermione sacudió la cabeza de nuevo.

"Te casaste con Severus." Dijo él, sosteniéndole la mano.

"Es solo...es demasiado, Harry. Lo siento, pero no aguanto a ese hombre." Dijo

ella. Harry se puso de pie.

"No puedes pensar en él solamente, Hermione. Severus puede acostumbrarse a la

idea de que no lo ames más. Pero, ¿y los niños? Con o sin amnesia, no cambia

el hecho que ellos sean reales y necesitan a su madre." Dijo Harry, para luego

salir de la enfermería.

Harry se encaminó hacia fuera, pero fue detenido por Ron, que se acercaba al

edificio.

"¿Algún cambio?" Preguntó el pelirrojo, al encontrarse con su amigo a los pies de la

escalera. Harry asintió y miró hacia el parque, en donde Severus y los niños

estaban haciendo su picnic. Chris intentaba ayudar a Sebastian a caminar. Ron

miró en la misma dirección con desprecio. Siempre había odiado que Hermione se

casara con Severus. Sentía que ella le había sido robada, que le habían lavado el

cerebro y que esos niños deberían ser suyos.

"Está despierta." Dijo Harry y Ron sonrió.

"¡Qué buena noticia!" Gritó Ronald y salió corriendo.

"En realidad no...ella tiene..." Harry se quedó con las palabras en la boca al ver

que Ron había desaparecido de su vista. 'Esto no puede ser bueno.' Pensó Harry,

mientras salía y se dirigía hacia donde Severus y los niños se encontraban.

N/T: Bueno, aquí está la nueva historia. No es nada como las que traduje

anteriormente y todavía no está completa, así que si para cuando llego al último

capítulo, la autora todavía no actualizó, comenzaré con otra historia que si está

terminada, para que se vayan entreteniendo, mientras esperan por la continuación

de esta. Solo para advertirles, esta historia va a hacer que odien todavía mas al

infeliz pelirrojo...¡CUÁNTO LO DETESTO!

Alexandra Snape: ¡SIIIII! Ya que formamos un grupo de odio a Ronald, ¡podemos hacer uno de Odio a Lily Potter! ¡Se lo merece! De lo otro que me pediste, ya sabes que me la podes mandar cuando quieras. ¡Besotes! ¡Y gracias por el review! ;)

Lucy: Se merecían estar juntos y bien. Me encantó el final porque no es todo dulzura. Se ve claramente que a Severus le costó un poco adaptarse a que alguien lo quisiera.

Bueno, aquí está la nueva historia. ¡Qué la disfrutes!

Araceli: Ya estoy en mi último día de vacaciones. Mañana en la noche estaré regresando a Buenos Aires, que debería ser llamada Malos Aires…pero en fin…aquí tiene la nueva historia. ¡Espero que te guste también!

Solo para que no se desilusionen después, les aviso que en esta historia, no van a ver mucha acción entre Severus y Hermione, al menos no por el momento…¡No me odien! ¡PLIS!

Muchos saludos para todas y ¡disfruten la historia!

Hasta la próxima.