Dedicado a Nuri que le encantó la película y por eso le regalo este fic.

Espero te guste.

Disclaimer: Ni los personajes ni la película me pertenecen.


¿Como había llegado ahí?

Siendo transportada en un sombrero con un loco que solo hablaba de que debía matar a una bestia enorme como si no hubiese tenido problemas en este día.

Bueno… al menos estaba soñando y no a punto de casarse con un estúpido con problemas digestivos.

— ¿Alicia? ¿Alicia?

—Si estas por hablarme de cómo debería enfrentarme a ese Jabberwocky, ya te dije que no lo haré.

"Salgo de un mundo de locos aburridos para venir a uno de locos peligrosos" Pensó.

—Has perdido algo… te falta mucho… has perdido tu muchosidad.

Jamás hubiese pensado que una frase con tan poco sentido pudiese afectarla de esa manera, pero no estaba de humor para eso.

No captó nada por lo vertiginoso de la situación, solo se vio en el siguiente momento del otro lado del río observando como se llevaban al sombrerero unas cartas rojas de apariencia poco amigable.

Durante la noche solo pensó…

¿En qué estaba pensando? Arriesgando su vida por una extraña que acababa de conocer como si se tratase de su mejor amiga…

"Como si yo fuese su mejor amiga…"

Ahí fue cuando lo recordó… ese loco… ese idiota perdido en un mundo aparte más allá de este sueño incluso, él era el vivo ejemplo.

No podía quedarse aquí, no ahora.

— ¿¡No se supone que estabas de nuestro lado!? —le dijo al recién llegado perro sabueso.

"En realidad no importa" Se dijo sin escucharlo al ver que al menos no trajo a las cartas con él.

—Llévame donde lo tienen.

Y nuevamente se encontraba en un carruaje extremadamente poco usual en un mundo poco usual, pero esta vez huyendo de su propia seguridad para salvar a un loco, ahora para nada diferente a ella, bueno, al menos así debería ser, quería ser como él, ya no se permitiría huir. Él se lo recordó, se lo debía decir, debía salvarlo.

Durante la pequeña gran odisea de entrar al castillo, no tardó en notar el por qué de la fama de maligna de dicha reina, lo notó tan rápido como la prominencia de su cabeza.

Se sorprendió un poco de lo simple que fue engañar a la reina, pero al ver como la engañaba la sota y los de su corte, se dio cuenta que esa enorme cabezota debía estar vacía o sin uso.

Al poco tiempo pudo ver a su sombrerero, que a pesar de estar desquiciadamente loco, era mas inteligente que todos en el castillo, cosa que demostró al cubrirla al mejor estilo de un espía profesional. Ese sujeto era sencillamente increíble, qué brillante mente y qué pura alma ocultaba bajo ese enorme sombrero que él mismo creó. Tan bien se escondía bajo esa prenda que ni siquiera él era capaz de verse por completo, no cabía duda, debía sacarlo de aquí.

No bien consiguió tiempo, fue a verlo. La cantidad de sombreros que fabricaba era impresionante.

—Es una lastima que los hagas para ella.

Presenció su ataque de rabia, este loco creador era capaz de destruir todo lo que crea si encuentra una razón para ello, sin duda, un artista.

—He perdido la cabeza?

Debía decirle el recuerdo que despertó en ella.

—Si, estás totalmente loco, pero te diré un secreto... las mejores personas lo están.

Era verdad, solo un loco arriesga su vida para ayudar a un extraño, y nadie puede decirle que está mal.

Solo un loco es capaz de crear, su padre se lo dijo desde un principio.

Solo un loco se enfrenta a lo que debe hacer sin importar nada más.

Ya estaba decidido, no huiría más ni en este sueño ni en la realidad. Su padre y este loco que sonreía delante de ella se lo decían y sus palabras hacían eco en su memoria.

"Ya veremos cuanta muchosidad perdí. Gracias padre, gracias sombrerero, sé que debo hacer."