NUNCA TE OLVIDARÉ...


Da-chan: HOLA! (/-o-)/ ... Quería que esta historia fuera un OS, pero cuando me di cuenta había escrito demasiado... ¡tanto! que luego daría pereza leer. Al menos para mí leer una historia larga debe empezar de una manera emocionante, para leerla de golpe, pero ya que no es de acción... ¡Como sea! Esta historia está dirigida a NaruHinas y SasuHinas! ;D

Advertencia: Preparen sus kokoros porque es... es... tan sentimental. (T~T) ...


CONOCIÉNDONOS...

Mi vida ha sido algo complicada. Mi padre no me quiere porque no nací con "talento" como él le dice. Mi madre falleció al poco tiempo de que nació mi hermanita; quien es la adoración de mi padre.

Nací en una familia con dotes musicales "genéticos". Así ha sucedido desde mis tatarabuelos, y generación tras generación mi familia es considerada como prodigios musicales... Hasta que nací yo.

No me preocupé de ser la niñita de papá, para eso estaba mi hermana y además yo tenía en mente otras cosas. Yo quiero ser doctora. Supongo que quieren saber por qué... Pues, mi madre murió cuando yo tenía siete años y ella no pudo cumplir su sueño de ser pediatra, le encantaban los niños! Yo le prometí que sería una doctora muy famosa y salvaría a muchas personas. Además de que yo quería encontrar la cura para su enfermedad... quería...

Verán... mi madre murió de un infarto. Ni mi padre ni los doctores conocen la razón de ello.

Desde pequeña era muy estudiosa y me volví más aplicada para que mi madre, desde el cielo, estuviera muy orgullosa de mí. Por tales esfuerzos conseguí una beca en medicina. La beca incluía pagos de útiles, pasaje, alimentación y habitación, que debía compartir con un estudiante en el campus de la universidad.

Cuando llegué a mi habitación en la residencia me dio un gran susto, cuando al abrir la puerta de mi recámara me enteré de que compartiría habitación con...


— ((UN CHICO!?)) —pensó Hinata y dejó caer sus maletas, que hicieron mucho ruido.

— ¡AAAHHH! —el muchacho estaba colgando unos afiches en la pared, sobre su cama.

— Pe-perdón... no quise asustarte. —el joven se baja de la cama y se acerca a la puerta para saludar a la chica— Eh... esta es la habitación... ¿206?—

— Sí, esta es. No me digas que...!

— Pues... también es la mía... —ambos se sorprendieron mucho.

— Debió haber sido una confusión en el sistema... Yo ya lo verifiqué, y tú?

— Sí... verifiqué en la sala de información antes de subir.

— Eso quiere decir que somos compañeros... —el sonrió despreocupado y ella se hizo ligeramente hacia atrás y puso cara de descontento. —... ¡¿Eh?! ¡No-no soy un mal chico! ¡S-si es eso lo que piensas! —movía las manos, negando los pensamientos que ella demostraba con su rostro.

mmm... —frunciendo el ceño y mirándolo de pies a cabeza. Observó un muchacho rubio, de ojos azules con unas cicatrices en sus mejillas, tres de cada lado. Tenía pintura en sus manos y cara. Tenía una camiseta anaranjada con un diseño en el pecho con manchas frescas de pintura; una bermuda negra, también sucia. Unos zapatos deportivos... igual de sucios.

— Si quieres me amarras a una silla antes de que te vayas a dormir... así estarás segura de que no te haré nada, ¿sí? —rascó su nuca; al recordar que tenía puntura la quitó rápidamente, la joven se rió ligeramente y de un momento a otro el muchacho rubio le tendió su mano en señal de saludo— ¡Hola! Me llamo Naruto Uzumaki, soy estudiante de arte. ¡Mucho gusto!

— Oh... Mucho gusto. —la chica miró su mano y él la limpió en sus pantalones, tanto como pudo, ella de todas formas tomo su mano y se saludaron— Me llamo Hinata, Hinata Hyuga. Soy estudiante de Medicina.


Fue así como conocí a Naruto. Un chico alto y rubio, con ojos azules y una sonrisa que iluminaba un día oscuro. Era huérfano de nacimiento y a pesar de sus dificultades para estudiar, también logró una beca para la carrera que había elegido.

Yo no era muy carismática, menos para hacer amistades. Sin embrago Naruto era lo opuesto. En un semana había hablado con todos los residentes del edificio y recordaba el nombre de cada uno de ellos. Yo, pues, sólo me preocupaba por mis estudios... así que había creado una rutina.

Me levantaba temprano para salir a correr, luego a bañarme y desayunar; a las 8:30 me dirigía a la facultad para recibir mis clases. A las 12:45 salía de las clases teóricas para ir a la práctica. Allí permanecía hasta las 6 de la tarde; llegaba a mi habitación a las 6:30 pm más o menos. Repasaba mis apuntes; veía un poco de televisión; y me iba a dormir a las once u doce de la noche, para levantarme al día siguiente y hacer lo mismo de lunes a sábados. Sólo descansaba los domingos.

Pero no por ello era una chica antisocial. Si he de decirlo, había alguien en las clases que sí lo era. Un joven a quien lo perseguían las chicas y los hombres le tenían envidia.

Un día, durante la clase práctica de primeros auxilios, tuve la oportunidad de estar lo suficientemente cerca para conocerlo...


— Buenas tardes jóvenes. Hoy trabajarán en parejas; escojan un compañero. —dijo la doctora que impartía la clase.

— (¿Eh? ¿Me quedé sin compañero?) —pensó Hinata. Hasta que tocan la puerta del salón.

— Permiso...

— ¡Oh! Pero si es usted. Tarde... no me sorprende. Pase, pase. —la doctora mira a los jóvenes y se da cuenta que en la primera fila, cerca de la ventana, se encontraba Hinata; sola— Hoy se trabaja en equipo, vaya con la señorita Hyuga, que al parecer es la única sin compañero. —así que se acercó y se sentó junto a ella.

— Bu-buenas tar-

— No me hables.

¿eh? ¿Por qué? Te... ¿hice algo?

— ... —el muchacho de cabello oscuro le dio la espalda. Ella no le dio importancia y prestó atención a la doctora Tsunade.

Luego se acerca a cada una de las parejas de trabajo y les pide que indique el lugar de ciertos músculos y huesos dentro del cuerpo de plástico que tenían para practicar. Los últimos en ser calificados fueron el muchacho de cabello negro y Hinata. El joven acierta correctamente a cada una de las preguntas, sin embargo Hinata no; ella se equivoca en 3 de 10.

Cuando termina la clase Hinata toma sus últimos apuntes y mientras guarda su cuaderno el chico dice entre dientes:

¡Tsk! Vaya inútil...

((Inútil)) ((inútil))) ((INÚTIL)) Retumbaba esa palabra en la cabeza de la muchacha, quien la escuchaba casi a diario en su casa de la boca de su padre; cuando este la obligaba a practicar piano, violín, arpa, entre otros instrumentos. Ella se encontraba feliz de estar lejos de las humillaciones luego de un par de semanas, fuera de su hogar, poco a poco se había olvidado de eso al hacer lo que le gustaba.

Sin embargo, en un instante... Él le recordó el dolor que sentía en casa, el sufrimiento de su pasado...

!PLAFFF!

Se escuchó en todo el salón. Los pocos estudiantes que quedaban, miraron desconcertados a los jóvenes... el chico, furioso volteó para verla y gritarle, para demostrar que a alguien como él no se le trataba así; nadie lo había hecho y él no sería el primero en quedar en vergüenza... pero... cuando la miró directamente a los ojos... se dio cuenta que había hecho algo mucho peor a lo que acostumbraba.

Sasuke, así se llamaba, había rechazado las declaraciones de amor de muchas chicas en lo que iba de su vida estudiantil, incluso se jactaba de su talento en medicina; trataba mal a las personas y cuando las ofendía, su familia se encargaba de que los perjudicados recibieran un regalo para "olvidar" el asunto; sin embargo, Sasuke, nunca había visto ese tipo de mirada... una mirada que no mostraba ira, o rechazo... era una mirada de dolor, de sufrimiento...

Él sabía que había lastimado a la jovencita, no en su ego, sino en su alma.

Ella salió corriendo con los ojos llenos de lágrimas, a punto de llorar.


Así es como conocí a ese muchacho llamado Sasuke Uchiha. Él tiene cabello y ojos negros como la noche, de tez blanca; sin embargo, para tener tal aspecto de niño bueno es arrogante y presumido... aunque, debo decir que es un excelente estudiante. Sus padres son dueños del hospital más reconocido a nivel nacional y su hermano mayor, Itachi, es un famoso neurólogo.

Una vez que mi clase tenía un recorrido a ese mismo hospital tuve la oportunidad de conocerlo, bueno, sólo lo saludé, pero fue muy impresionante el talento y la pasión que tiene hacia la vida y hacia su trabajo.


Da-chan: Espero que les guste mucho!

Reviews?! ONEGAI! (Y_Y)/


¡Besos y abrazos en papel!