NOTAS DE LA AUTORA:
-BLA BLA BLA Lo que dicen los personajes.
BLA BLA BLA Lo que piensan los personajes.
BLA BLA BLA Lo que cuenta el narrador.
------------- Cambio de escena.
TU RESPONSABILIDAD
POR
MISAO DE SHINOMORI
CAPITULO 1
Tokio siglo XIX:
-¿Eres feliz?
-¿A tu lado?
-¿A ti que te parece?
-Kenshin a tu lado soy la mujer más feliz del mundo.
-Yo también-. Le sonrió con dulzura.- Kaoru tu… tu me has devuelto a la vida, eres la luz que ilumina mi senda. Por ello te estoy agradecido.
Kaoru le devolvió la sonrisa, era tan bello y suyo. Era un día especial para ellos. Por fin se unían en un ser ante los hombres; ahora y para siempre. Kaoru llevaba un kimono nupcial blanco con adornos azules, que hacían juego con sus ojos. Kenshin por otro lado levaba un kimono nupcial azul marino que realzaba el color de su cabello.
-Pero sobre todo eres la mujer que más e amado en mi vida. Por ello...-. Dejo de bailar para abrazarla con fuerza-. Por ello quédate a mi lado. No me dejes nunca.
Kaoru entendió de inmediato lo que quería decirle. Había sufrido mucho en el pasado. El mismo le había admitido que tenía miedo de estar con ella, miedo de volver a sufrir. Pero eso no pasaría.
-Kenshin-. Le tomo el rostro entre sus manos-. Pase lo que pase no estarás solo, nunca. Por que ni yo, ni Tomoe lo permitiremos.
-Si-. La beso delicadamente-. Pero a ti preferiría abrazarte durante mucho mucho muchísimo tiempo más.
-Hasta que sea una viejecita arrugada y me falten todos los dientes-. Rió ella.
-No hasta que yo sea un viejecito arrugado, sin dientes y calvo.
Kaoru lo miro como si sopesara lo que su recién estrenado marido le decía.
-¿Crees que para entonces se admitirán los divorcios en Japón?
-¡¡¡Kaoru!!!-. le "regaño" Ken con carita de niño al que le acababan de quitar el caramelo.
Kaoru no lo resistió más y lo beso. Tal y como el le había enseñado. Fue y seria el único en su corazón, no habría nadie más. El lo era todo para ella. Y desde el día en el que el le pidió en matrimonio, sabia que para el era lo mismo.
Sabía perfectamente que en su corazón seguía existiendo un hueco para Tomoe. Pero era lógico, ella fue importante para el. Y sus sentimientos por ella eran legítimos. Pero aunque su primera reacción al enterarse del primer matrimonio de Ken fueran celos. Luego entendió que sin ella, el no habría llegado a su lado.
-"Gracias Tomoe. Por cuidar de el, por guiarlo a mi. Y estoy segura que también velas por el ¿no es así?".
La música dejo de sonar y Ken la guió hasta la mesa que presidían, donde estaban sus amigos de siempre, Yahiko y Tsubame, el doctor Genzai, Tae, Megumi, Saosuke, Misao y Aoshi, el maestro Hiko… y nuevos amigos como Taka acompañando a Mgumi y Nami que se encontraba con Sanosuke.
Kenshin educadamente aparto la silla para que Kaoru tomara asiento.
-"Pero ya puedes descansar"
-"Gracais Kaoru Himura".
Kaoru alzo la vista y al no ver a nadie lo entiendo y cerró los ojos. Si, el final de una historia solo es el comienzo de una nueva.
-Kaoru-chan, kaoru.
-Si-. Miro a Misao.
-Es que pareces ida.
-Si y eso el día de tu boda es inadmisible-. Dijo Megumi.
-Solo pensaba en lo feliz que seria si pronto hubiera otra boda por aquí.
-Uyuyui amiga-. Se giro Megumi-. Eso va por vosotros.
Misao se sonrojo como un tomate maduro, mientras Aoshi seguía como si nada.
-Dejadlo ya.
Todos rieron por la felicidad que les embargaba en esos momentos. No solo estaban en paz, si no que estaban celebrando una boda. Apenas podrían creerse los asistentes que algo así sucedería. Sobre todo por la lentitud los presentes caballeros para declararse.
Aoshi observaba todo lo que pasaba a su alrededor. Pero sin mucho espíritu participativo. Por un lado estaba Sanosuke que no paraba de intentar corteja a la señorita Fuyitaka. Nami para los amigos. Por otro lado estaba Yahiko que se reía del intento fallido del cabeza de pollo. Si mal no recordaba Misao le comento que era la trigésima octava vez que lo intentaba.
-"Ni a mi me costo tanto"-. Miro de reojo a la mujer que se sentaba a su lado.
Misao al notar la mirada de su novio.
-"Si MI NOVIO"
Giro la cabeza.
-¿Ocurre algo Aoshi?
-Ven conmigo.
Y sin más se levanto y se alejo con paso lento pero firme.
-Misao que ocurre-. Le pregunto Soujiro sin dejar de sonreír.
-No lo se.
-Seguro que ya no aguanta más y quiere meterte mano-. Rió maliciosamente Megumi.
-Meg eso es lo que te gustaría hacer con ya sabes quien-. Sonrió maliciosamente
Megimu se callo al instante.
-Bueno enseguida vuelvo.
-"Que le pasara. El nunca me habla a si. Por lo menos no desde que estamos juntos."
Misao acelero el paso para seguir al hombre asta que este se paro cerca del rió. Se habían alejado bastante de la casa pero no lo suficiente como para dejar de oír la música de la boda de los Himura.
-¿Aoshi estas bien¿Qué pasa?
Aoshi no dijo nada solo se giro para abrazarla mientras la besaba con pasión reprimida.
-Hola-. Le dijo con voz seductora.
-Hola-. Rió ella mientras lo volvía besar con más calma.
Aoshi la sujetó con más fuerza por la cintura. Para así poder atraerla más a el. La necesitaba, tanto que se le partía el corazón cada vez que la veía lejos de el.
-Te hecho de menos.
-Y yo a ti. Pero no puedo hacer nada-. Susurro la muchacha mientras se apoyaba en el magnifico pecho de su flamante novio.
-Si me hubieras hecho caso y me hubieras dejado hacer la reserva en un hotel esto no nos sucedería.
-Si te hubiera dejado hacer la reserva, lo próximo que celebraríamos no seria una boda.
El hombre paso sus manos por la espalda de la joven, mirando la cara risueña de la muchacha. Una fierecilla que lo volvía loco. Cuando se le declaro nunca pensó que Misao pudiera llegar a ser tan… tan apasionada. Pero se equivoco, lo era y lo mejor era que solo el lo sabia y lo sabría. Juguetón bajo su mano de la espalda asta el trasero de ella para elevarla y pegarla a su creciente erección.
-¿Y tan malo sería?
-Para mi no, pero para ti si. Okina te descuartizaría vivo.
-No si nos casamos.
Misao parpadeo como si no creyera lo que estaba oyendo.
-¿Tu… tu quieres casarte conmigo?
-No con la vecina de al lado-. Contesto muy serio.
Ella se hecho arrear sin poder contener las lagrimas.
-¿Que pasa?
-Pasa de que acabas de hacer un chiste.
-Tú me inspiras-. La beso con ternura-. Pero hablo en serio. Te amo más que a mi propia vida y yo quiero-. Se sonrojo levemente-. Quiero dormir a tu lado y despertarme a tu lado. Quiero verte amanecer y saberte mía, solo mía.
-Yo también-. Dijo Misao-. Además odio despertarme y no sentirte a mi lado.
-Entonces-. Se puso de rodillas y le mostró un hermoso anillo con una piedra azul, como los ojos de el-. Has sido todo para mi, mi amiga, mi compañera, mi jefa incluso mi hija-. Ambos sonrieron-. Misao Makimachi te amo más que nada en este mundo. Tú eres la uncía que ha conseguido calmar mi corazón y dar a mi alma aquello que siempre busco, paz. Por ello…
A Misao se le empañaron los ojos.
-¿Preciosa quieres casarte conmigo?
-Dios mío, Dios mío-. Agito las manos graciosamente
-Lo tomo como un si.
Le puso el anillo en el dedo tras haber conseguido agarrar entre sus manos una de las manitas de la chica. Ella observo el anillo. En los últimos meses habían compartido muchas cosas y habían aprendido del otro más de los que jamás pensaron saber de nadie. Y también compartieron caricias… bueno un pecadillo a tiempo no era malo ¿verdad?
-Soy… soy muy feliz-. Se seco las lágrimas que caían juguetonas por su rostro-. Yo claro que quiero casarme contigo.
Aoshi alzo el rostro de la joven para mirar su cara iluminada. Era tan bella, con el kimono rosa pálido y el pelo recogido en un moño alto. Sin duda alguna era la envidia de Kyoto. Sobre todo para aquellos bicharracos que revoloteaban a su alrededor y que el sutilmente espantaba. Siempre con el fin de protegerla claro esta.
-Aoshi-. Rió-. Que haces…
-Yo nada.
Pero para entonces ya había conseguido meter su mano por el escote de la chica. Y como no llegar al pecho que acariciaba formando pequeños círculos. Misao jadeo ante el contacto. No sabía que era estar con otro hombre…
-"Pero dudo que haya algo mejor"-. Suspiro.
Aoshi siguió besándola, cada vez con más pasión y cada vez con más sed de ella.
-Señor Shinomori!!!!!!!!!!! Señorita Makimachi!!!!!!!!!!!!!
-Ahora no-. Susurro Aoshi rendido.
Le dio un tierno beso mientras desaparecía entre los matorrales. No dejaría que ese niñato lo viera en ese estado. Misao por su parte se arreglo lo más rápido que pudo. Aunque lo que en realidad quería era descuartizar al joven por haberlos interrumpido.
-¿Señorita Misao se encuentra bien?-. Pregunto el joven cuando la vio.
-Si.
-Estaba preocupado por usted y el señor Aoshi. ¿Cómo tardaban mucho?
-No, no pasa nada Souji. Siento las molestias.
Vio que el joven miraba a todos los lados. Posiblemente buscando a Aoshi.
-Entonces vamos-. Dijo nerviosa
-Si, vamos-. Dudo Tenken
Ambos jóvenes emprendieron el camino de regreso a la casa. Donde la fiesta seguía su curso.
-Misao pero que haces-. Le dijo Megumi nada más llegar-. Llevas el kimono desabrochado.
-Ja si crees que volveré a picar vas dada. ¿No será que tu también desearías llevarlo desabrochado?
-jajajaja-. Rió Kaoru.
El escándalo de la risas era tal que Megumi las agarro y las llevo detrás de la casa.
-Ya vale.
-Vamos no te enfades.
-No veis la que habéis montado.
-La misma que tu querías montar conmigo.
-Pero yo con razón tu y Aoshi vais muy rápido, Taka y yo…
-MISAO!!!!!!!
Kaoru miro sorprendida a Misao. Sabia que Aoshi y ella compartían muchas caricias, pero…
-Yo…yo…
-Pervertida.
-Bueno y tu y Himura que. No me dirás que no habéis hecho nada-. Cruzo los brazos.
-"Ja ya esta hoy Misao dos Kaoru y Megumi cero"
-Desde luego que no.
Las dos jóvenes restantes cayeron patas arriba.
-Que, que has dicho.
-Bu... bueno… es que.
-Oh Dios mío-. Reacciono Megumi-. Entonces quieres decir que esta niñata nos a ganado a las dos.
-Pero como que no-. Misao ignoro a la doctora-. Estas bromeando.
-No-. Susurro.
-Pero porque no. Si es lo más, bueno por lo menos… eso da igual. ¿Por qué no?
-Por que no soy una pervertida. Además… cuando intentaba acercarme a el, el decía que quería hacer las cosas bien. Y que me esperaría.
-Esta claro-. Meneo la joven la cabeza-. Un caballero hasta la muerte. Este Himura.
-Si.
-Pues hoy a por el tigresa.
-¡¡¡¡¡¡MISAO!!!!!!
-Tú tranquila, no pasa nada.
-Y tú que sabes. Tu escúchame a mi. Lo mejor es que tú lleves el control-. Kaoru y Meg pusieron atención.
-Pero no se que hacer.
-Mira, el te guiara en todo momento, pero tu no debes perder el control de la situación. Lo que vivirás será nuevo y maravilloso. Pero debes tener en cuenta tus necesidades y tu ritmo.
-Pero si solo tengo en cuenta lo que yo necesito. El…
-El sabe que es tu primera vez y buscara que te sientas a gusto con el. Ya vendrá el momento en el que ambos disfrutéis. Pero ahora se trata de ti. Si el no consigue que tu te relajes, que te sientas a gusto te dolerá más y no lo disfrutaras. Y conociéndole el también se lo pasara mal.
-Entiendo.
-Kaoru a ambos os toca aprender-. La joven afirmo-. Es como besar. El te enseño no es así.
-Si.
-Y poco a poco la cosa fue mejorando. Pues lo mismo, solo que mejor.
-Mejor.
-Mucho mejor.
-Está bien. Además que debo temer de Ken, nada.
-Je… jeje. Depende de…-. Misao se callo-. Tienes razón. Ken no aria nada que tu no quisieras que te hiciera. El te ama. Y lo que hiciera te lo aria… espera que estaba diciendo…
-Misao descansa que te lías-. Espeto Megumi.
-Bueno. ¿Y tu que Zorrita¿Que pasa con Taka?
-"Taka"
-Que pasa de que.
-Vamos Meg el te come con la mirada y tu no le eres indiferente.
-Eso no es cierto.
-Como que no. Misao y yo lo hemos comentado.
-El te gusta. Y mucho.
-Si. La verdad es que hace que me sienta importante.
Las jóvenes seguían hablando amenamente sin darse cuenta de que alguien las estaba vigilando.
-Sano que haces aquí.
El joven luchador reacciono a la voz del peli rojo.
-Yo nada. Estaba en el baño.
-Ya veo.
-Bueno volvamos la fiesta, que la noche es joven.
El cabeza de gallo paso de lado. Con una sonrisa de lado a lado. Pero algo no andaba bien y el samurai lo sabía.
-"Sano. Es que no te darás cuenta"
-No.
-Saito-. Se sorprendió.
-¿Qué¿Me invitaste a la boda no? Pues ala aquí estoy.
-"La verdad es que fue idea de Kaoru y yo como tonto enamorado acepte sin rechistar. Además la invitada es tu esposa tu vienes de paquete ja"
-Por cierto que querías decir con: No.
-Que no se va a dar cuenta. Era en eso en lo que pensabas ¿verdad?
-¡¡¡¡¡¡¡¡ORO!!!!!!! "Me asusta"
-Le e visto espiar a tu esposa, la comadreja y la doctorcita. Por supuesto a llegado en la parte menos interesante para cualquier persona menos para el.
-Perdón.
-Tenias que estar allí. La conversación era… era… no tengo palabras para describirlo.
Una sonrisa cruzo sus finos labios mientras encendía un cigarrillo.
-¿De que hablaban?
-La curiosidad mato al gato Himura. Además, quien soy yo para meterme en los asuntos de nadie. Solo déjame darte un consejo, prepárate para esta noche. Caballero.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ORO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
-Por cierto donde esta Shinomori.
-No se. Misao y el salieron antes y luego solo volvió ella.
-¿Tardaron mucho?
-No. Apenas unos minutos.
-Pobre muchacho.
-¿Como?
-Nada Himura. Y déjame decirte que la vida en familia te esta convirtiendo en una ama de casa cotilla.
-"Mira quien fue a hablar"
-Me retiro, por cierto enhorabuena. Mi esposa os a dejado un regalo, que lo disfrutéis.
-¿Ya os vais?
-Si Eiji no se encontraba bien y Tokio no quería dejarlo solo mucho rato.
-Pobre. Dile que se recupere pronto y que nos venga a ver cuando se ponga mejor.
-Claro
-"Pero que me pasa, a mi me da igual lo que Megumi haga con su vida. No es asunto mío lo que haga esa malhumorada. Lo que pasa es que me apiado de ese maldito cretino"
Se sentó en la mesa.
-"Además ella no es para el, no tiene lo que hay que tener para estar con una mujer como ella"
Tomo su copa y le dio un sobo.
-"Y además a mi me da igual y punto"
Las chicas seguían hablando, o más bien seguían metiéndose con Meg. Ella lo hacia constante mente y tenerla sujeta por una vez era como para aprovecharlo.
-Pero ahora enserio. ¿Megumi que pasa con Sano?
-A que te refieres Kaoru.
La recién casada se sentó a su lado y la miro muy seriamente.
-No me mires así. Escucha. Aunque Sano me atraiga, el nunca se fijaría en mi-. Bajo la cabeza-. A el le van más las mujeres como Sayo o Nami. Y no como yo.
-Cariño no digas eso-. La abrazo Kaoru
-Megumi si de verdad te interesa Sano, Taka no ara que te olvides de el. Créeme lo digo por experiencia.
-Pero no tengo nada que hacer.
-Eso no es cierto. Para Sano no eres indiferente, el se preocupa por ti-. La reprimió Kao.
-Si por que soy la única que le cura por la cara-. Intento sonreír.
Las chicas le miraron. Y Misao decidió hablar. Otra vez debía ser la voz de la sabiduría. ¿Es que estaban en un mundo al revés?
-Cuando, cuando… Me resigne pensando que Aoshi nunca me vería como una mujer, sino como una hija, una protegida. Pensé que talvez, lo mejor seria buscar a alguien que pudiera entregarme lo que yo no recibía de el. Entonces apareció Soujiro; atento, caballeroso, divertido, sincero, cariñoso… era perfecto. Y sigue siendo un hombre maravilloso. Digno de amar. Pero no pude hacerlo.
-No importa lo perfecto que parezca o sea el hombre al que deseas querer y amar-. Admitió Kaoru-. Pues el corazón no entiende de deseos si no de razones. Megumi… no importa lo mucho que te esfuerces en amar a Taka. Si tu corazón aun quiere a Sanosuke, no podrás hacer nada.
-Debes curar tu corazón y darle un final a esa historia para poder amar de nuevo. Si eso es lo que deseas.
-Yo…-. Una lágrima recorrió su mejilla-. Yo quiero a ese baka.
-Pues entonces a por el leona.
-¿Misao as ido al zoo últimamente?
-No¿por?
-Pues porque entre tigresa y leona estas tu muy inspirada.
-Jejeje pero si siempre a sido así. Misao la mama del grupo.
-Si, me esta entrando miedo-. Sacudió las manos la recién casada.
-O como dice tu adorado esposo.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ORO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-. Corearon las tres mujeres echándose a reír.
Pensando en que ya era hora de volver las tres mujeres se levantaron y volvieron a la mesa.
-¿Quiere bailar señorita?-. Pregunto una voz a Misao.
-Caballero es usted un sinvergüenza. Que dirá mi novio si me ve bailar con otro.
-No se preocupe yo la protegeré de mi mismo-. Se acercó a su oído-. Por ahora.
Misao se aparto de un golpe cuando Aoshi le mordió la oreja. Pero eso no impidió que el hombre la sacara ha bailar.
-¿Sano quieres bailar?
Megumi se jiro al oír la.
-Claro Nami será un placer.
Y ambos salieron al escenario. Megumi por su parte llevo sus manos al pecho al sentir una punzada en su corazón.
-"Pero por que precisamente el. Porque tuve que enamorarme de el. Un momento enamorarme de el"
Bajo la cabeza derrotada. Si lo amo.
-¿Megumi querida te encuentras bien?
-Taka yo…
Se sentía ahogada. Por un lado estaba Sano bailando feliz con otra por otro lado Taka preocupado por ella. Se giro y salio de allí corriendo.
-Megumi!
-Pero que…
-Sano.
Sano se estaba fijo en como la doctora salía de la sala de fiesta cabizbaja y sin pensárselo dos veces se lanzo hacia Taka. A este no le dio tiempo de reaccionar y quedo tumbado en el suelo.
-¿Pero que coño te crees que haces?
-Eso mismo te pregunto yo. Que le has hecho a Megumi-. Lo intento agarrar de nuevo, pero Aoshi y Kenshin consiguieron inmovilizarlo.
-Yo no le he hecho nada.
-Y quieres que me lo crea.
-Me importa bien poco lo que creas o dejes de creer.
Sin más se levanto y se dirigió hacia la salida.
-Soltadme-. Se zafo del agarre de sus compañeros-. ¿A dónde vas?
-Puede que a ti no te importe. Pero Megumi no se encuentra bien y estoy muy preocupado por ella.
-Sano cálmate.
-Dejad de decirme que me calme. Pero es que no veis a ese maldito.
-¡¡¡SANO YA VASTA!!!-. Grito kaoru alterada-. Si tanto te importa Meg habla con ella. Pero no voy a permitir que tus estúpidos celos arruinen mi boda.
-Kaoru-dono.
-Yo no estoy celoso-. Y se retiro de la sala.
Aoshi vio como Ken intentaba calmar a una alterada mujer y no era para menos. La verdad es que el no tenia mayor interés en esa boda. Se alegraba por ellos pero, pero el estaría mas a gusto en casa, con Misao a su lado tomando un te.
-"Pero ella quería venir y ni por asomo la dejaría sola junto a Tenken. Ese niñato no se que pinta en el Aoiya si ya sabe que Misao es mi mujer. Bueno mirándolo bien, aprovecho y le restriego un poco mi victoria"
Una pequeña sonrisa cruzo su cara cuando se acercó a Misao que estaba al lado de Soujiro y la tomo por la cintura pegándola hacia el. Para su sorpresa Soujiro ni se inmuto y su Ki seguía tan tranquilo como antes.
-Bueno por favor que continúe la fiesta.
-Bien dicho Yahiko. Estamos de celebración. Música.
Kenshin se dirigió a una de las salas vacías con su esposa abrazada a el.
-¿Pequeña te encuentras bien?
-Es que no se como se a podido atrever a montar semejante escena en mi boda.
-Sabes que Sano no piensa las cosas. Además no lo hizo con mala intención.
-Lo se-. Puso morritos-. Pero es que yo quería que todo fuera perfecto.
-Y lo es-. La agarro de la cintura y la acerco a el-. Por que tu estas conmigo. ¿Acaso no es suficiente?
-Si que lo es.
Kaoru paso sus brazos por el cuello del espadachín y se pego más a el. Se miraron a los ojos y se acercaron poco a poco.
-Aishiteru Kaoru.
-Aishiteru Shinta.
El beso comenzó lento pero cada segundo lo hacia mas intenso. Ambos se dejaron llevar por la pasión del momento. Todo lo demás dejo de existir. Kaoru se sentía en el cielo, y aunque temía lo que aquella noche podía pasar cuando el la besaba o acariciaba sentía que no había nada mejor.
Kenshin se dejo llevar. Siempre intentaba parar sus impulsos, no quería asustarla. Pero cada vez le era más difícil. Y ahora, ahora era su mujer, toda ella le pertenecía. Lo cual no facilitaba las cosas. Sus deseos de tumbarla allí mismo y hacerle el amor eran intensos.
Sus corazones latían con fuerza y sus respiraciones eran aceleradas. Kaoru agarro al pelirrojo por el pelo, jugueteando con sus finos dedos entre los cabellos del hombre. Ken por su parte bajo sus manos hasta el trasero de la chica que mantenía acorralada contra la pared. En un intento desesperado de querer sentirla más, aun llevando el kimono nupcial.
-Ken…-. Kaoru para en seco.
-Pe… perdóname-. Se apeno.
Kaoru tomo su rostro y lo beso suavemente. Mientras se apartaba de el.
-Tenemos invitados que atender. Pero luego soy toda tuya.
Kenshin formo una sonrisa burlona en sus labios.
-¿Mía, mía?
-Tuya, tuya.
-En ese caso me resignare y esperare-. La tomo de la mano mientras se dirigían con los demás-. Pero me lo cobrare todo.
Kaoru se sonrojo, pero le sonrió. Esa noche prometía mucho.
-Preciosa no vas a anunciar nuestro compromiso.
-Aoshi después del ataque de celos de Sano¿no crees que no es lo más convenirte?
-Si tienes razón. Además, por mi como si no se enteras.
-Mentiroso.
Aoshi la miro.
-Crees que no me he dado cuenta.
-¿De que?-. Alzo la ceja curioso "mierda".
-Aoshi-. Repitió acentuando cada letra.
-PUF-. Bufo.
-Jeje Pero si Sou-chan…
-Deja de llamarlo así.
-PUF-. Repitió esta vez Misao-. Amor no se porque te pones así. Ni tampoco esa actitud tan infantil que tienes cada vez que Soujiro está a mi lado. Sabes que yo te amo.
Se acerco a su oído mientras con su mano disimuladamente lo acariciaba peligrosamente.
-Acaso no te lo he demostrado.
-Lo lamento. Pero no puedo evitarlo. Con solo pensar que casi te aparto de mí. Y que además te pidió casarte con el. Dios, en matrimonio. No puedo evitarlo, es algo que me puede.
-Por mí-. Hizo pucheros la mujer
-De acuerdo, por ti-. Sonrió solo para ella-. Pero no le vuelvas a llamar Sou-chan.
-Trato.
-Trato.
CLIN CLIN CLIN CLIN-Por favor préstenme un minuto de atención. Gracias.
Hiko se levanto ante la sorpresa de todos y sobretodo para la sorpresa del joven matrimonio.
-Bueno para los que no me conozca, lo cual es prácticamente imposible, soy Seijuro Hiko mentor del novio. O como yo cariñosamente le llamo MI ESTUPIDO PUPILO.
-Haber con que nos sale ahora-. Se lamento Himura.
-Te dije que no era suficiente Sake-. Susurro Misao a Tae.
-Bueno 10 barriles de 6 litros me parecen una buena cantidad.
-Ja
-Bien dejando este punto claro y sin que sirva de precedente voy a hacer un brindis por los novios.
Todos comenzaron a sudar frió, le realidad es que solo Ken sudaba frió. Los demás deseaban oír alguna de las locuras juveniles que haba cometido el espadachín. Que con el arte de Hiko siempre parecían mas graciosas.
-Kenshin te conozco desde hace mucho tiempo. Demasiado talvez. Y si algo he sacado en claro de nuestra relaciona es que pese a mi cabezonería, tu lo eres mas.
Todos rieron.
-No hablando enserio-. Hiko miro a Ken a la los ojos-. Pese a todos tus defectos y estupideces. Pese a tu testarudez e inmadurez. Yo quiero decirte, dios no me lo creo ni yo... quiero decirte que estoy muy orgulloso de ti y que no habría mejor heredero para la técnica Hitten Mitsurugi Ryu que tu. Y que pese a todo lo ocurrido en el pasado, pese a tus errores, me alegro que ayas conseguido la estabilidad y el calor de un hogar. Gracias Kaoru por haberle devuelto a mi chico el calor que creo no puede darle yo. Y espero de corazón que... que... queme hagáis pronto abuelo que me hace ilusión.
Tras salir de la estupefacción en la que se habían sumergido todos los presentes. Los aplausos y silbidos llenaron la estancia. Kenshin aun asombrado se levanto y se dirigió a su sensei con paso firme. Al quedar frente a el le extendió la mano.
-Soy yo el que tiene que agradecerte todo lo que as hecho por mi. Sin ti ahora no estaría aquí. Y soy yo el que esta orgulloso de tener a un...
Hiko entendió y lo abrazo con fuerza.
-Yo también hijo mío.
Kensin lo abrazo con fuerza sintiendo un lazo que pese a su existencia brillaba ahora con mas fuerza que nunca.
-Te quiero papa.
-"Pero donde se abra metido" MEGUMI!!!!!!-. la llamaba desesperado Taka.-Donde esta.
Al acercarse al puente observo la esbelta figura de una mujer apoyada en la barra. Sin decir palabra se puso a su lado, viendo a los peces observando el agua. Lo sabia, pero era tan difícil. Como decir adiós o como pedir una oportunidad.
-Megumi te quiero-. Meg levanto su mirada para encararlo-. No se si es amor, pero se que aria cualquier cosa por no ver de nuevo esa tristeza en tu mirada.
-Taka.
-No te pediere que me digas lo que te pasa. Se que cuando llegue el momento lo harás por así lo deseas. Pero por favor no me alejes de ti, confía en mi.
Megumi suspiro y mas relajada cogió su rostro para besar su mejilla, aun marcada por el golpe de sano
-Siento mucho todo lo que te estoy haciendo pasar. De verdad, pero estoy hecha un lió-. Miro al horizonte-. Pero se que no deseo que desaparezcas de mi vida.
Taka la cogió de la mano.
-Que así sea.
Una mano golpeo una delas paredes de las callejuelas que inundaban Tokio.
-"Maldita sea por que, por que"
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Entre tanto en otra parte de la ciudad una mujer caminaba con paso lento por las calles. Era una mujer sumamente hermosa, pero no era japonesa. Su pelo rubio ondeaba a su paso. Y su hermoso vestido, al igual que su porte dejaba ver su porte. A su lado un niño de unos siete años caminaba con elegancia.
-Vamos cariño, no hay tiempo que perder.
-Si madre.
Continuara...
Bueno después de mucho tiempo volví. Este verano estuve trabajando como una loca y no se si fue esa la razón o el simple hecho de que mi musa regresara. Pero cada capitulo que escribo de este fic me inspira más y más y me da ganas de seguir escribiendo. Por ello e decidido que es hora de subirlo y compartirlo con vosotros. Porque sin esta pagina y sin vosotros seguramente no escribiría cosas así. jeje me regalare una flor pero creo que este fic os gustara, eso espero.
Por mi parte un beso muy grande y deciros que disfrutéis de lo lindo, tanto o más de lo que yo disfrute escribiendo este primer capitulo.
IMPORTANTE: Quiero que forméis parte de este fic. Por ello utilizar los reviews para darme ideas de lo que os gustaría leer o encontrar en este fic. Entre todos podría mejorar la historia y eso me encantaría. VUESTRA OPINION CUENTA.
