Hola, mucho gusto a todos, este es mi primer fic publicado en esta página, actualmente esta publicado en otra página pero si se fijan es el mismo usuario y el mismo avatar, por lo que no es un plagio, por si las dudas.

Bien Ni Naruto ni ninguno de sus personajes son de Masashi Kishimoto, solo la historia es de mi auditoria.

Gracias por entrar y espero que sea de su agrado.

Capitulo 1

En los pasillos de ese lujoso hotel una pareja se encontraba besándose intensamente a medida que llegaban a su habitación, quedo de espalda contra la pared con una mano intentaba abrir la puerta mientras con la otra acariciaba la espalda de su acompañante aprisionándola contra su cuerpo sin despegar sus labios de los suyos, ella por su parte no se quedaba atrás con sus manos aferrándose al cabello de él y con su pierna derecha sujetándolo por la cadera imposibilitando la separación de sus cuerpos, sus labios se movían frenéticamente mientras sus lenguas luchaban por obtener el control, cuando al fin logro abrir su mano se movió hasta la pierna que tenía en su cadera se giro sobre si mismo llevándola consigo dentro de la habitación y cerrando la puerta con su pie.

Dos hombres los habían seguido observando cada uno de sus movimientos desde que se encontraban cenando en el restaurante del hotel, su misión asegurarse de que no volvieran a la habitación hasta que sus compañeros instalaban los micrófonos escondidos, los seguían a cierta distancia no debían ser descubiertos aunque pensaban que con lo entretenidos que estaban no se darían cuenta de su presencia, se encontraban en total silencio hasta que la pareja entro a su habitación.

- Realmente piensas que sea el gran traficante del pacifico, a mí solo me parece un crio con las hormonas alborotadas, no la dejaba ni respirar.

- Todos los datos indican que es él, de todos modos estamos para confirmarlo, y no te dejes engañar por su edad, nuestro jefe no llega a los 25 y su prontuario es más largo que el de nosotros. Y con una muñeca así quien la dejaría respirar.

En otra habitación otros hombres se encontraban jugando cartas, ya habían instalado los micrófonos en la habitación que le habían ordenado, y esperaban pacientemente alguna información que les sea de utilidad para cumplir con su objetivo, eran profesionales llevaban muchos años en el negocio hacían todo con eficiencia y sin comentar nada al respecto, sabían de sobra que tan solo una palabra de mas representaba una muerte segura, se estaban poniendo cómodos cuando el sonido de una puerta cerrándose los alerto que era el momento de continuar con el trabajo.

Lo primero que escucharon fueron un golpe fuerte y después otro más suave.

- Ahí van los zapatos, López dijo que estaban apurados por llegar, jajaja.

- Ya deja los comentarios fuera de lugar y concéntrate en el trabajo.

Lo siguiente que escucharon fue el sonido de la cama al moverse, seguido de pequeños gemidos y gritos ahogados, que iban subiendo de intensidad.

- Sabía que debíamos haber puesto cámaras y no solo micrógrafos.

- Cállate maldito pervertido, nuestro trabajo es comprobar sus identidades y cualquier información útil para los negocios del jefe, no fijarnos en su vida sexual.

De nuevo en la habitación de nuestra pareja.

Al entrar la lanzo a la cama, saco algo de sus bolsillos, un pequeño aparato parecido a un pendrive mientras lo encendía lanzaba fuertemente los zapatos para camuflajear el sonido, ella también se quito sus zapatos y los lanzo, él subió a la cama y gateo hasta donde se encontraba ella, como se encontraba sentada él se arrodillo frente a ella pasando sus piernas alrededor de las le ella, se acerco a su oído para susurrarle.

- Continuemos donde nos quedamos.

Ella se sonrojo hasta más no poder, aunque tenía los ojos tan abiertos como platos asintió, el comenzó a moverse arriba y abajo haciendo sonar la cama, ella se sonrojo a un más como si fuera posible, dirigió su mirada al techo sabia que debía hacerlo pero le apenaba mucho tan solo en pensarlo, su acompañante la conocía a la perfección por lo que se apresuro a ayudarla.

- ¿Quieres ayuda con eso?, al ella asentir esbozó una sonrisa, - Solo déjate llevar.

Coloco su mano en la nuca de ella, soplo suavemente en su oído y deslizo los dedos por su columna vertebral, esto la hizo estremecerse provocándole un leve gemido, con su otra mano le indico que debía hacerlo más alto, tenían público y debían dar una buena función, ella poco a poco fue sintiéndose a gusto, el lograba que ella hiciera cosas que jamás se hubiera imaginado hacer, sus gemidos fueron haciéndose más sonoros y acompañados de uno que otro grito, comenzó a dar unos pequeños saltos en la cama en la misma posición que se encontraba no podía dejarle todo el trabajo a él.

- Ah oh si, ahhh

Él la observaba algo divertido, mientras el también hacía su parte, dando unas exhalaciones sonoras y diciendo una que otra cosa para hacerla sonrojar.

- Haam, eres divina,….. Este es solo el comienzo.

Después de una hora estaban algo cansados de la pantomima, él decidió que era hora de descansar.

- Continuemos en la ducha.

Entro al cuarto de baño y abrió la llave de la ducha a lo más que daba, se sentó en la tapa del inodoro mientras ella llegaba, aunque la regadera hacia mucho ruido ellos hablaban susurrando, prácticamente leyendo sus labios.

- Tranquila picaron el anzuelo y quieren comprobar que somos quien se supone que somos, dijo con una sonrisa.

- Lo sé, gracias por ayudarme.

- No hay de que, prefieres bañarte primero o lo hago yo.

- Hazlo tú, yo te espero. Le respondió con su típico sonrojo, una dulce sonrisa.

Luego de tomar su ducha se dirigió a la habitación con la toalla amarrada a su cintura, mientras ella se duchaba, él vistió su pijama que consistía en un pantalón de algodón negro y se sentó en la cama pensando en su siguiente movimiento ya que si se tomaron tantas molestias definitivamente les gusto el anzuelo y por eso cayeron, ella no tardo mucho y entro con una pijama de algodón grueso un mono y un sweater algo grande para ella, él solo la observo y sonrió divertido.

- Te queda divina esa pijama.

Ella le dedico una sonrisa y se acostó a su lado, realmente le alegraba que él fuera su compañero, además de ser un gran amigo, a su lado se sentía segura y cómoda.

- Pues tu también estas muy sexy demo me dejaste agotada, lo dijo lentamente con una voz sensual.
El sonrió ante esto dándole un fuerte abrazo.

- Tranquila tenemos toda la semana para nosotros solos, descansa, Buenas noches Hina-Hime.

- Buenas noches Shika-Koi.

Se dieron un pequeño beso y se acomodaron para dormir uno al lado del otro, sería una semana dura así que era mejor descansar.

Continuara……………………………………

Bueno que tal, sean sinceros y no le hablen a la pantalla la única manera de que me entere es a través de sus reviews. Sayo nos leemos.