NOTAS: Empiezo con una pequeña explicación, intentaré que esta historia tenga fundamento (énfasis en intentaré), será un poco más realista (CDM no tiene sentido para mí, ¿ok?), y además, tendrá muchas parejas sacadas de la imaginación de una loca! (y del azar, pero esto queda entre nosotros :"v) Esta historia contiene: SucrettexRosalya, PeggyxKentin, LysandroxAlexy, ArminxVioletta, LaetixLeigh y mushio más! ¡Comencemos!
Capítulo 1: Y la historia se repite... ¿O no?
Se encontraba corriendo sin dirección alguna, nadie lo perseguía, pero simplemente él corrió, huyó como el cobarde que él pensaba que era, después de que sus pensamientos se pusieron en orden y reaccionó que nadie iba atrás de él, paró. Necesitaba un lugar para pasar la noche, podía simplemente regresar y dormir en el patio de su casa, pero su padre iba temprano y no se lo quería topar, no de nuevo.
Pensó en ir a casa de Melody, descartó eso rápidamente debido al miedo de terminar violado, o algún rollo de acosadora. Luego pensó en Maire, pero para su mala suerte, la chica vivía demasiado lejos, la pobre tendría que despertarse a las 5:30 para llegar al colegio a las 8:00 y eso que casi siempre llegaba tarde. Repasó todas sus opciones, consideró que probablemente los padres de sus compañeros le preguntarían qué había pasado, y vaya que no tenía ganas de contarles como en un ataque de enojo le levanto la voz a su padre y este le lanzó un abre latas.
Un pensamiento muy fugaz pasó por su mente, sin embargo, tuvo el suficiente impacto para que le diera una segunda oportunidad. No estaba considerando todas las opciones. Se saltó a cierto pelirrojo con mal carácter y que técnicamente vivía solo (técnicamente porque su perro vivía con él), sin embargo, como ya todos sabemos, Nathaniel y Castiel se odiaban a muerte. Un odio sin fundamento, era más la costumbre que nada, ya no había razón para pelear después de que lograron descubrir a Debrah. Lo consideró por mucho tiempo, todavía podía dormir en la calle, en algún banco como vagabundo, pero la policía daba una ronda matutina, lo menos que quería es que la policía le preguntara qué estaba haciendo.
Sin darle más vueltas al asunto se dispuso a ir a casa del pelirrojo. En el camino estuvo pensando qué le diría al llegar: "Hey, mi padre casi me mata y no tengo donde dormir, ¿puedo pasar?" "Hola, no hay tiempo, déjame pasar, es de vida o muerte." "Creo que fue un error venir aquí, me iré en paz." Ninguna opción le parecía buena, y esa última era como rendirse, decidió sólo seguir y ver qué pasaría.
Ya se encontraba frente a su puerta, sin dudarlo tocó el timbre.
*Ding Dong*
Esperó por varios minutos, no hubo respuesta, probablemente seguía dormido, volvió a tocar otra vez, y otra vez. Dentro de la casa se escuchaban los ladridos de Demonio y un malhumorado Castiel que maldecía mientras se acercaba a ver quien estaba llamándolo a las 3 de la mañana. Para su sorpresa no era otro que el rubio delegado al cual tanto 'odia', ante su expresión de sorpresa Nathaniel sólo sonrió de forma nerviosa.
"¿Delegado? ¿Qué mierda...?"
"E-esto, hola..."
"¿Qué carajos haces aquí? ¿Y a esta hora?"
"Bueno verás... Es una historia muy graciosa..."
"Estás... Sangrando..." La falta del tono de pregunta en su frase asustó a Nathaniel. Se tocó la sien, una mancha roja se formó en su mano. Espantado, volteó a ver la cara del pelirrojo, quien sólo lo veía sorprendido.
"Ven, entra." Castiel lo invitó a entrar, más sonaba como una orden que una invitación, el pelirrojo cerró la puerta y entró a una habitación, Nathaniel sólo se quedó parado observando. Demonio se acercó a Nathaniel, para su buena suerte no parecía que lo fuera a atacar.
"Esto... Hola... Perro..." El beauceron saltó encima de Nathaniel provocando que este cayera. El chico saltó un grito en seco para luego intentar quitar al perro.
"No-no-no, ¡quítate! Por favor..." Nunca pensó que tendría que rogarle a un perro para que se le quitara de encima, el perro lamió su cara feliz de recibir visitas. Por fuera podía parecer un perro agresivo, pero por dentro era un pequeño peluchito en busca del amor.
El dueño del amoroso pero compulsivo perro llegó a ayudarle, quitándole el perro y tendiéndole una mano para que se pudiera parar.
"Gra-gracias..."
"Siéntate." El pelirrojo le señaló el sillón y él se sentó. Castiel se sentó al lado de él y empezó a curar sus heridas, el agua oxigenada ardía, sin embargo no lo iba a decir en frente de Castiel, por lo que calló por el momento. El pelirrojo terminó y le puso un curita en la herida.
"Gracias."
"Ni lo menciones, ¿qué vas a hacer?" Cierto, no podía regresar a su casa, de hecho si podía pero sería bajo el riesgo de encontrarse con su padre durmiendo en el sillón como acostumbraba cuando tenían alguna pelea, pero no quería pedirle a Castiel que lo dejará dormir en su casa, él ya había hecho suficiente. Entre la cara de angustia de Nathaniel y su desesperación el pelirrojo decidió romper el hielo proponiéndole algo que nunca pensó que le propondría a alguien, y menos a Nathaniel.
"¿Te quieres quedar?"
"Eh, yo, sí, por favor."
"Está bien, ahí está mi cuarto, yo dormiré en el sillón."
"¿Eh? Descuida, puedo dormir en el sillón."
El pelirrojo lo volteó a ver dándole a entender que no era pregunta, así que se dirigió al cuarto de su 'enemigo'.
Era un cuarto de lo más normal, una cama pequeña y al lado el baño, eso sí, había posters de bandas de rock a montones.
"No pensé que te fueras a quedar, pero aun así puse unas prendas para dormir en la cama. Buenas noches." Sin darle oportunidad de responder el pelirrojo cerró la puerta. Nathaniel se cambió de ropa y se acostó en la cama, ya le agradecería después. Intentó dormir, mañana sería un día muy largo.
NOTAS: En fin... Me quedó horrible ;w; si se preguntan por qué Nathaniel estaba sangrando, ¡el abrelatas es la clave! ¡Como la libreta de Lysandro! (¿Soy la única retrasada que acaba de ver el tráiler hoy? ¿No? En fin...) Espero que les haya gustado, en el siguiente episodio, tal vez, tal vez, estén las parejas crack que les comente, y Maire es la Sucrette. Nos leemos, baii *-*/
