Este fic fue escrito como reto de SoraTakenouchii en el foro Proyecto 1-8.


"Takeru bromea mucho. No te tomes muy enserio sus palabras. Estoy comenzando a creer que se los dice a todas las chicas que se encuentra cada vez que tiene oportunidad."

Esa había sido la advertencia que Hikari le dio mientras entraban al edificio de las aguas termales cuando le preguntó su opinión sobre lo que Takeru le había dicho que creía que el apodo que le dio Mimi era lindo. Si bien la comparación con una oveja la hizo sonrojar de vergüenza no pudo sentirse apenada por mucho tiempo ante la sonrisa a modo de disculpa que le dio poco después. Como tampoco podía olvidar cuando días antes compartieron una helado incluso si ella era una desconocida.

Para Meiko era una experiencia nueva recibir ese tipo de atención y aunque reconocía que en su mayoría parecían gestos inocentes no podía evitar preguntarse si había algo más. En los momentos que menos esperaba Takeru aparecía con una sonrisa y comentario gracioso como si estuviera pendiente de cuando se apartaba de una forma que no veía que hiciera con otros. O la forma como cuando tiempo después se separó del grupo para buscar a su digimon, Takeru pareció haberla ido a buscar disculpándose por creer estar incomodándola al haber sido quienes eligieron ir a las aguas termales.

Si tan solo fuera una broma y estuviera coqueteando solo porque podía hacerlo, no tendría sentido que tomara en cuenta lo que sintiera e intentara hablar con ella otros temas. Takeru quería conocerla, quería que ella lo conociera.

Durante el festival escolar ya no estaba tan segura de que Hikari, en este caso, tuviera la razón. Había sido a ella a quien Takeru dijo que estaba linda y fue a ella a quien le pidió una foto, no a Mimí quien llevaba el mismo uniforme. El sonrojo de aquella ocasión volvía a su rostro al recordar cómo fue solo porque Mimí se lo pidió que comentó que también era linda pero su tono de voz era distinto, como si fuera por obligación que lo hubiera hecho.

Podía estar equivocada. Leer a las personas hasta ese punto nunca fue su fuerte y tras la muerte de Leomon no tuvo más tiempo para pensar en ello hasta que desperdició su oportunidad para ir al Digimundo con los otros.

"Takeru dijo que me esperarían... ¿tarde mucho en venir?"

Pensó dejándose de caer de rodillas sin saber lo que debía hacer. Fue en ese momento que recordó las dos últimas conversaciones que tuvo con Takeru donde le dejó ver un lado que parecía ocultar a los otros y aun cuando estaba dolido su prioridad pareció ser que ella estuviera bien. En medio de sus lágrimas casi pudo reír al recordar como en una de ellas parecía que lo único que ambos podían hacer era disculparse.

"¿Lo he perdido todo?"

Mirando al cielo anaranjado no pudo evitar llegar a esa conclusión. Había perdido a su compañera digimon, sus nuevos amigos quizás no querían verla tras descubrir la fuente del virus y ya no podría preguntarle a Takeru si había otra intención cuando le hablaba. Después del daño que había causado sería muy egoísta de su parte preguntarlo por mucho que en esos momentos quisiera que alguien estuviera a su lado que pudiera ver por encima de sus defectos y ayudara a recordar como permanecer en pie.

Tal como Takeru lo hizo, tal como nunca más lo volvería a hacer.