Ok... hace poco publique por primera vez un fic... no me a ido nada bien, solo un comentario, pero igualmente no voy a desistir, seguire escribiendo. Esto seran un conjunto de historias pequeñas Drables. Espero y les guste, recuerden comentar por favor, si les gusta dejenlo aqui y si ven que hace falta algo, igualmente dejen criticas constructivas que igualmente se les agradece... sin ofensas obviamente. Gracias por leer a aquellos que lo hagan al igul por comentar, no olviden que pueden hacerlo sin estar registrados en la pagina.

Espero y les guste ^3^ a todos aquellos que lean, gracias y si les logro sacar una sonrisa... mi trabajo esta hecho.

Guerra contra los dulces:

Sasuke se encontraba en la cocina, con sus manos por delante de su rostro, codos apoyados en la superficie de la mesa del sitio, viendo a Sakura ir de aquí para allá en el lugar. Temprano en la mañana, Sakura había aparecido frente a su puerta, con una enorme sonrisa en sus labios una gran bolsa de compras del supermercado:

"-Maldición"

Se dijo internamente al sospechar lo que la chica planeaba. Ya había pasado, Sakura + cocina = desastre inminente, y en no en cualquier sitio ¡No!, precisamente se le ocurría preparar sus menjunjes con intenciones ingeribles en su casa, terminando todo… en un caos.

No era muy difícil imaginar quien era la víctima o en su caso, el chivo expiatorio de la chica… exacto, él lo era. Basta con decir que él había sido el idiota más grande en todo el equipo; en aquella ocasión, en que, Sakura llego al campo de entrenamiento donde se encontraba él, Kakashi y Naruto, portando en sus manos un tazón con una mezcla radioactiva viviente:

"-¡Mira Sasuke-kun! Lo acabo de preparar para todos"

Había expresado aquella vez, con una sonrisa tan radiante; que tanto Kakashi como Naruto habían quedado estáticos en sus sitios:

"-Oh… oh…"

Murmuro Naruto con sus ojos casi saliendo de sus cuencas ¡Rayos!, había sido tan obvia la reacción del rubio, que tuvo que pensar mejor, meditar, adivinar lo que pasaría y huir como sin la vida dependiera de ello… a decir verdad, así lo era:

"-¿Oh… oh…?"

Murmuro de manera tétrica, la chica frente a ellos, Naruto sonrió nervioso al notarlo:

"¿Sabes que Sakura-chan? Creo que Hinata-chan me está llamando… ¡Mentalmente!"

Chillo esa ocasión el rubio, para huir del sitio como alma que persigue el diablo. La gran vena que se encontraba en la frente de la pelirrosa se acentuó tanto, que él empezó a sospechar que no pasaría nada bueno en su persona:

"-Kakashi-sensei…"

Había murmurado la chica volteando su rostro hacia el lugar donde se suponía que se encontraba Kakashi, pero este no estaba. Para entonces Sasuke empezó a retroceder poco a poco, con su corazonada intensificándose, algo no estaba bien; lo sabía, Naruto dio a la fuga y si Naruto (siendo el idiota que es) huía de tal situación, quería decir que era algo muy malo:

"-Sasuke-kun"

Llamo la chica ahora hacia él, trago grueso… se había dado por enterado muy tarde…

…después de eso, casi muere por una intoxicación por la comida que la chica lo hizo ingerir.

Ahora la veía ir y venir de aquí para allá, maquina un plan perfecto para no ingerir lo que sea que estuviera comiendo:

-Sakura…. ¿Qué cocinas?

Sakura paro lo que hacía, mirándolo con una ceja alzada:

-Un chocolate para ti Sasuke-kun…

Sasuke la observo con un gesto, que haría reír a cualquiera "Cocina mal y encima lo hará comer algo dulce…" refunfuño interiormente:

-Sakura… ¿Por qué precisamente tienes que cocinar dulces cuando puedes cocinar algo mejor… no se… como… algo con tomate?

"Y de paso aprender a cocinar" agrego mentalmente, viendo como Sakura agregaba algo que parecía ser una cola de lagartija a la mezcla… su rostro siguió imperturbable, pero su estomago se revolvió salvajemente del asco al pensar el tener que ingerir eso:

-¿Cómo que por que? Hoy es san Valentín…

Sasuke sintió una aire frio correr por su espalda "¡Oh no!", exclamo su mente:

-¿No abras olvidado que prometiste llevarme a una cita por el día de san Valentín Sasuke-kun?

Interrogo con ojos entrecerrados, observándolo con sospecha ¡Carajo!... si lo había olvidado, "Tranquilo Uchiha", empezó su conciencia "Si se enoja no te hará comer cosas revividas como lo que hay en la cacerola... tendrás huesos rotos, pero tu tracto digestivo estará intacto"… eso no le había ayudado para nada:

-Hmp… claro que no lo olvide…

Respondió, solo debía pensar a donde la llevaría, tendría tiempo para hacerlo:

-Ahora… ¡Es hora de comer!

Aviso la chica mostrando el chocolate… verde… "¡Un jodido chocolate verde!" exclamo su mente al ver la cosa rara en el plato:

-No me gustan los dulces y lo sabes…

Sakura lo observo con un tic en su ceja "¡Brillante idiota! ¡Ahora te partirá los huesos! ¡Te quedas solo!", sintió como una puerta mental se cerraba… su conciencia se había ido dejándolo solo:

-Pero Sasuke… no pruebas los dulces desde los 5 años ¿Qué sabes si tus gustos cambian?

No le dijo "Sasuke-kun", Uchiha alerta; ya estaba molesta. Miro el chocolate verde en el sitio donde se encontraba el plato, sobre la mesa… frente a él, por alguno razón sintió que el maldito dulce reía macabramente:

-Mis gustos no han cambiado…

Fue lo único que pudo contestar, la mirada de Sakura se volvió sombría; una gota de sudor bajo por su sien "Mierda", maldijo su mala suerte:

-Te comerás esto aunque deba metértelo por donde la luz del sol no llega Sasuke… no lo cocine con todo mi amor para que lo rechaces…

Los bellos de su nuca se erizaron… estaba jodido…

5 minutos después…

Se encontraba Sasuke al pie del inodoro, vomitando todo lo que podía haber en su estomago desde hace dos semanas atrás, si… lo adivinaron… había comido el puto chocolate verde:

-Anda Sasuke-kun… perdóname… no sabía que estaba tan incomestible…

Sakura se encontraba a su lado, frotaba su espalda con mirada culpable al hacerlo comer semejante barbaridad "¡Pero si a simple vista se veía incomestible! ¡Debiste hacerla enojar!", gruño su conciencia, bufo… se estaba volviendo loco o el chocolate subió a su cerebro matándolo:

-Odio los dulces…

Murmuro con todo el asco del mundo, sí; definitivamente los odiaría el resto de su vida.