Veela-Struck
Título: Ataque-Veela
Renuncia: J. K. Rowling y asociados poseen estos personajes. Lomonaaeren escribe esto solo por diversión y no con fines de lucro. Y yo no poseo nada, solo traduzco esta historia.
Parejas: Harry/Draco (pasado Harry/OMC)
Advertencias: Violación (pasado, pero descriptivo y demostrativo en flashbacks) violencia, criatura!fic (Veela Draco), profanación, sexo, angustia profunda. Esto supone que el epilogo no existe.
Resumen: Los Veelas no tienen parejas destinadas, y gracias a Merlín por eso. Draco quiere una cita con Harry Potter porque Harry es una de las pocas personas en el mundo mágico que lo trata decentemente. Pero cuando Harry se niega, con su respuesta enfocada en la sangre de creatura de Draco, se embarca en un viaje diferente que él nunca esperó.
Nota de Autor: Esta historia es muy angustiosa, y trata con asuntos preocupantes. Por favor piense cuidadosamente antes de leerlo.
Ataque-Veela
Capitulo Uno – Aturdido
Draco se detuvo fuera de la puerta de la oficina de Potter. Él consideraba el estado de sus túnicas cuidadosamente, aunque estas habían estado inmaculadas cuando el dejo la Mansión. Todavía, el viaje a través del Floo pudiera arrugar y desordenar las ropas de los mejores y más experimentados magos. Draco encontró un grano de hollín yaciendo en uno de sus puños de encaje y se deshizo de el con un pequeño movimiento de sus dedos.
Luego él noto que sus dedos estaban temblando, y junto sus manos con el ceño fruncido.
No necesitas hacer esto, se dijo a si mismo por centésima vez. Si te rechaza, no importa. Hay muchas personas que estarían encantadas de salir contigo, por tu sangre Veela no por otra razón.
Draco suspiró. Ese era el problema. Su sangre era la única razón por la cual más personas pudieran estar orgullosas de ser vistos en público con él. Amantes no estaban exactamente haciendo cola por alguien con la Marca Oscura en su brazo y un nombre manchado por los periódicos públicos. Seis años desde la guerra, y "Malfoy" todavía invocaba una burla de cualquiera que lo escuchase. Draco aún había de ser cuidadoso cuando iba al Callejón Diagon, Hosgmeade, o cualquier sitio que los aliados de las "Luz" eran propensos a frecuentar.
El Ministerio era diferente, y no solo porque tenía sus propios contactos políticos ahí. Harry Potter había hecho claro que cualquiera suficientemente idiota para amenazar a Draco, o uno de sus padres, tendría que vérselas con él.
No es la única elección, pero es mi mejor, Draco pensó como el elevo sus manos y tocó.
"Adelante" la resonante voz de Potter dijo, y Draco giro sus manos, inesperadamente más calmado. Decisión idiota o no, él la había hecho, y no se iba a arrepentir ahora. La detestable curiosidad de Potter le haría continuar con el asunto si Draco sacaba su cabeza, se disculpaba por molestarlo y trataba de irse.
Potter estaba sentado en el escritorio en medio de su espaciosa oficina, doblado sobre lo que parecía un largo reporte. Draco cerró la puerta silenciosamente detrás de él y miro alrededor. Él no había estado en esa oficina desde hace unos pocos meses y quería ver los cambios que Potter había hecho.
Diferentes fotografías estaban colgadas en la pared. Potter las cambiaba regularmente como él tomaba nuevos casos y cerraba otros viejos. Magos oscuros amenazaron y gruñeron a Draco, o dieron varios pasos a atrás y trataron de mezclarse entre las sombras, dependiendo de su singular temperamento. Cerca del final de la línea, Rabastan Lestrange apunto su varita y murmuro un hechizo que, afortunadamente, fallo en tomar efecto. Draco trago y miro hacia otro lado. Eso le había dado una sensación de mareo en su estómago por pensar cuanto tiempo había estado esa particular foto ahí.
La ventana encantada vertía luz del sol en el escritorio vacío al lado del Potter; Weasley estaba en casa con su esposa, que estaba esperando su primer hijo. Draco lucho para no pensar sobre eso, ya que eso dirigiría su pensamiento a lo que Weasley y Granger habían hecho para engendrar ese bebe. El piso estaba cubierto con un tipo de grama artificial en vez de alfombra. Draco movió sus pies en este, aunque el cuero de sus botas prevenía que el frío y la relajación llegaran a él.
Su suspiro hizo que finalmente Potter lo mirara. Sonrío y puso a un lado su reporte, inclinándose hacia adelante para doblar su mano sobre el escritorio. "¿Qué puedo hacer por ti, Malfoy?"
Draco lo miro por un largo tiempo antes de responder. Potter era mucho más guapo de lo que había sido hace unos años. Cuando él había salido del programa de entrenamiento de Aurores. Draco todavía lo recordaba como el irresistible desgarbado de ojos brillantes, caminando alrededor del Ministerio, como si nunca nadie hubiese detenido magos oscuros. Él acababa de anunciar su inclinación, y también había actuado como si nadie hubiese cogido hombres antes. Aunque Draco estaba agradecido por la forma en la que había hablado en los juicios de los mortífagos, en aquellos días, no podía estar más atraído a Potter de lo que podía haber invocado la luna con un Accio.
Pero algo había cambiado, casi de la noche a la mañana. Después de un problema privado del que todavía no hablaría. Potter se había aplicado más al trabajo. Cesando su fanfarronería, y se convirtió en serio, respetable y aterradoramente inteligente. Había empezado a llamar a la Mansión Malfoy por otras razones que el tener que inspeccionar sus sótanos por si había cualquier signo de artefactos oscuros, y actualmente escuchaba y era capaz de contribuir cuando Draco hablaba sobre la fabricación de pociones.
Draco no estaba enamorado todavía, una cosa buena cuando no tenía ni idea de si Potter estaría de acuerdo en salir con él. Pero el podría estarlo.
"¿Algo está mal?" Potter se puso de pie y se acercó a Draco con un largo paso. Cuando se paró en frente de Draco, él tembló involuntariamente. Potter tenia consigo mucho poder, y verlo moverse era como mirar una tormenta moverse, lo que hizo que su parada brusca pareciese antinatural. "¿Alguien ha molestado a tu familia de nuevo?"
La voz de Potter era lenta y calmada, pero sus dedos se deslizaron hacia su varita y la apretó. Draco sintió una agitación de admiración y lujuria, y espero que ninguna emoción estuviera tan desesperanzada como él se veía. Hizo un esfuerzo para limpiar su garganta y hablo casualmente.
"No. Yo tengo—algo personal que hablar contigo. Espero que no te molestes conmigo por venir a tu oficina para algo como esto"
Potter fijo sus afilados ojos en Draco, como si, por alguna razón, temiera que estaba tratando de ocultar su preocupación bajo una fuerte fachada. Luego, él se tranquilizó, y se relajó con una sonrisa. Esta era más atractiva que su ceño, aunque menos evocadora de poder. Draco sintió su espalda flexionada, aunque estaba muy lejos de la temporada que sus alas se manifestarían.
"No del todo. Aunque yo no sé si yo estoy calificado para dar consejos en materia del corazón" Potter ladeo la cabeza y espero que Draco siguiera.
Draco asintió, tosió, y dio un paso atrás. Potter se sentó en una silla que estaba frente a su escritorio. Y él se sentó detrás del escritorio a su vez. La garganta, los pulmones, el pecho, la ingle y los pezones de Draco estaban apretados. Dios, el hombre no debe tener la menor idea de cómo se veía. Pero su olvido era más fácil de entender que el olvido de los demás. Draco se preguntó por qué nadie lo había agarrado en mucho tiempo.
Bajo los ojos enfocados de Potter, la simplicidad parecía la mejor ruta a tomar. Draco sólo tuvo que aclararse la garganta una vez más antes de hablar. "Me preguntaba si querrías salir conmigo."
Ahí. Estaba hecho ahora, y no importaba su reacción, Draco no tenía ese miedo intenso que sentía antes de hablar. Se echó hacia atrás y esperó la reacción de Potter, que desesperadamente esperaba que fuera positivo.
Había sido preparado para el rechazo, o eso se dijo. Él no se había preparado para que Potter se empujara detrás de la mesa como si estuviera prendida en llamas, mirando a Draco con la boca ligeramente abierta, y luego mover la cabeza con furia y decir: "No, ni aunque fueras el último mago vivo."
Draco sintió a su boca abrirse ligeramente "¿Qué he hecho?", Preguntó él, también sorprendió al ser herido. "Qué-"
"No tiene nada que ver contigo como persona", dijo Potter, mirando a otro lado, a pesar de las sacudidas que sus tensos hombros dieron, Draco estaba seguro de que lo hizo. "Todo tiene que ver con la sangre. No salgo con Veelas".
Draco parpadeó y tocó su cara con una mano, medio preguntándose si las plumas habían empujado a través de su piel y la revelación de su herencia. Entonces recordó que le había dicho a Potter sobre él mismo, una noche de borrachera en el Caldero Chorreante.
Potter lo estaba mirando ahora, pero él apartó la mirada cuando Draco trató de llamar su atención. La comisura de la boca torcida en lo que parecía odio. Draco se levantó lentamente. Eso fue todo, entonces. Nada de lo que pudiera decir, nada que pudiera cambiar.
"Gracias por dejarme saber", dijo.
Potter no respondió. Draco se dio vuelta e hizo una caminata a la puerta, que ahora parecía mucho más lejos de lo que era cuando entró por primera vez a la oficina.
Había llegado a la puerta y, de hecho puso la mano en el pomo antes de la injusticia de lo que había oído se moviese dentro de él. Potter se levantó por los derechos de los vampiros y hombres lobo; su incidente más notorio en el año pasado había participado él invadiendo una reunión "secreta" del Wizengamot para abolir las preservas de los centauros, con el respaldo de los propios centauros. No había manera de que él se negaría a salir con una Veela sin una maldita buena razón.
Draco se dio la vuelta. Potter había iniciado la reordenación de los papeles sobre su escritorio, pero levantó la vista cuando oyó que Draco se detuvo, con el rostro inexpresivo. "¿Qué pasa, Malfoy?", Preguntó, su tono más distante de lo que había sido incluso esos últimos años en Hogwarts. "Como puedes ver, estoy bastante ocupado."
Draco negó con la cabeza. "No acepto eso", dijo.
"¿No aceptas que estoy ocupado?" Potter cogió una pila de informes y se dio la vuelta para que Draco pudiera ver de cerca que eran esos papeles. "Creo que la evidencia habla por sí mismo."
"No creo que usted no sale con Veelas simplemente porque les disgusta." Draco se acercó más. Potter dejó caer los informes y apoyó las manos sobre el escritorio, respirando profundamente. Draco observó el esfuerzo que le tomó para no alcanzar su varita y sacudió la cabeza. "¿Por qué no me dices la verdadera razón?"
"Debido a que la verdadera razón no es, francamente, de tu incumbencia", dijo Potter, con la débil sugerencia de un grito en su voz. Draco apostó a que eso envía a los jóvenes Aurores a correr, pero él no era un joven Auror, y él quería una respuesta, maldición. "Voy a salir con quien quiera. ¡Fuera de mi oficina"
"No" Draco dio un paso más. Él tenía la ventaja ahora, y la curiosidad obstinada pura, nada como los instintos diplomáticos sutiles que él había asumido que iba a necesitar. "Dime. No es como si tú fueras prejuicioso"
"Alguien puede pensar que un hombre lobo merece ser tratado como un ser humano y todavía no lo iba a querer alrededor durante la luna llena." La frente de Potter empezó a sudar.
Draco dio un paso más cerca de nuevo.
Potter saltó por encima de la mesa y se quedó con la varita dirigida a la garganta de Draco. Sus ojos eran salvajes, pero muy centrados. Draco sabía que podía luchar, a pesar de que su salvajismo le sugirió que él quizá no estuviera en control de sus acciones.
"Te lo dije," susurró Potter. "Yo malditamente te dije . ¿Por qué no te largas de aquí y solo lo tomas, sin explicaciones, de la manera en que yo te lo di?"
Draco tragó, lo que hizo que el borde de la garganta golpeara con la varita. Levantó las manos con exquisita lentitud. Potter se quedó mirándolo, pero no hizo ningún movimiento, y Draco pensó que era una buena señal.
Efectivamente, cerró los ojos, bajó su varita, la metió en el bolsillo de su túnica, y le dio la espalda. Draco sabía por el movimiento de sus brazos que se había llevado las manos a la cara. Estaba temblando.
"Tuve a un puto Veelas en mi cama una vez," susurró Potter. "Contra mi voluntad. Eso fue más que suficiente"
Draco se puso rígido. Nunca podría haber imaginado que esta fue la razón, y no estaba seguro de si quería que presionarlo más. Pero parecía que su silencio incitó a Potter tan eficazmente como una pregunta lo haría. Tal vez debería haber salido por la puerta cuando tuvo la oportunidad.
"Podría resistir la atracción," Potter susurró, con una voz que simplemente siguió, corriendo sobre sí misma, como granos de arena goteando en una bolsa. "Él odiaba eso. Cuando llegó la Estación Ardiente, supuso que necesitaría tener el control de mí por el bien de su lado Veela, y no pudo. Él fue más allá, y se aseguró que yo fuese atacado. Me desperté después de unos días y lo arrestaron. Pero ese fue el final de cualquier posibilidad de que yo saldría con alguien que pudiera controlarme de esa manera"
Se dio la vuelta, y sus ojos estaban cansados, pero se las arregló para sonreír a Draco. "Nunca pensé que iba a tener que decirle a alguien que no lo supiese ahora. Nunca pensé que la oportunidad de dormir con otro Veela apareciese" Se encogió de hombros. "Así que ya sabes. Me gustaría salir contigo si no fuera por eso. Te conozco mejor ahora. Pero no hay manera de que pueda suceder. Lo siento."
Draco estaba luchando violentamente para controlar sus emociones. Flexiona la espalda de nuevo, y él sabía el motivo. Las alas estaban destinadas como escudos de gran alcance para el elegido de un Veela. Draco quería agarrar a Harry y cobijarlo detrás de murallas de plumas de plata que se no se separaría por nada, ni siquiera el atractivo de otro Veela.
Pero Harry sólo reaccionar mal si hacía eso, y Draco tuvo que reprimir su instinto.
Estaba luchando con su horror, también. La mayoría de las veces, el atractivo era suficiente. Pero la gente como Harry, que pudo resistir la maldición Imperio, también podría resistirse a eso. Y entonces un Veela podría ir más allá y hacerle a una persona un Ataque-Veela, forzar el conocimiento del placer y el control del Veela en la mente y el cuerpo del mago resistente. Se convertiría en nada más que un juguete sexual, capaz de ser destruido y disfrutando en cada momento.
Nadie ético podría hacer tal cosa. Pero había Veelas que fueron lo suficientemente perversos para hacerlo, así como hubo magos que muestran las alas de un Veela en sus paredes como trofeos.
Draco no podía haber previsto que Harry sufriría tal cosa. Por el momento, sin embargo, se sentía como si él debería haberse ido y nunca molestar a Harry con su presencia.
Ahora que lo pensaba, podía recordar un estremecimiento que había recorrido el cuerpo de Harry cuando Draco confesó el secreto de su sangre. Pero que podría haber significado muchas cosas, y la neblina en su cabeza por la bebida había hecho que fuera fácil descartarlo de la memoria.
Draco volvió en sí mismo para encontrar a Harry alejándose de él de nuevo. Draco parpadeó. No creía que sus alas se extenderían; seguían onduladas, ya que sólo lo hicieron cuando estaban por debajo de su manta de piel.
Entonces se dio cuenta de que estaba haciendo un sonido suave un canturreo agudo que pretende tranquilizar a los niños traumatizados y otras personas que habían sufrido. La reacción de Harry le hizo pensar acerca de cómo amante Veela infiel de Harry lo podría haber usado.
Las náuseas que subían por su garganta se detuvieron con el canturreo. Harry se enderezó, con la cara amarilla, y sacudió la cabeza.
"No puedo hacerlo", susurró. "Yo sé que no tienes que salir conmigo, que los Veelas no están vinculados a una sola persona. Encuentra a alguien más."
Draco lo miró con tristeza y asombro y un anhelo que sólo se había intensificado. Luego se tragó y dijo: "Quiero ayudarte. Quiero sanarte"
Harry le lanzó una mirada asesina, una mirada que Draco no sabía que era capaz de hacer. "Estoy tan curado como alguna vez lo voy a estar. Y no necesito tu jodida piedad"
"No estaba ofreciendo eso!" Exclamó Draco, aunque podía sentir la pena levantarse en la garganta como las lágrimas. "Quiero decir, quiero ofrecerle algo que va a compensar lo que te hizo. Algo caliente y grande que abarca todo. Algo que le dará algo de lo que has perdido" Él sabía que estaba balbuceando, pero que no creía que pudiera detenerse.
Harry se detuvo, viéndose paciente y tolerante, hasta que Draco terminó. Si no fuera por la forma en que sus dedos se clavaron en su escritorio, Draco incluso podría haber creído su presentación de calma inflexible. "No es algo que necesitas compensar", dijo Harry al fin. "No sabías. No se podría haber evitado — lo que hizo" Su cuerpo se estremeció por un momento, luego se calmó de nuevo. "Está hecho, y yo estoy viviendo con eso. No lo puedes deshacer ofreciendo me—¿qué? ¿Sexo?" Se rió, pero era una risa seca, como el murmullo de las cenizas.
"Entonces yo estoy ofreciendo esto por mí," dijo Draco. "Porque quiero curarte, salir contigo, hacer lo que pueda para ayudarte."
Harry se detuvo, la cabeza inclinada hacia un lado, como si estuviera escuchando una voz que le diga la diferencia entre las palabras Draco, y los que quería decir, y luego asintió. "Eso tiene más sentido", dijo. "Pero eso no significa que pueda. Esto no quiere decir que tengo que dejarte"
Draco negó con la cabeza. Sus alas estaban a punto de estallar de nuevo. Había tenido sólo una persona en ellos antes—Pansy, con quien una vez había salido y había creído que sería la única para él, pero sabía que la atracción lo suficientemente bien, y no tenía ninguna duda de su efecto. Quería ayudar a Harry, y esta era la mejor manera.
Bueno, para una persona común, lo fue. Pero los ojos de Harry se dirigieron sobre todo su cuerpo, que se fijan en los omóplatos, brazos, manos, piernas, de manera que Draco no se había dado cuenta hasta que empezó a prestar atención. Harry estaba buscando signos de las características del cuerpo no humanos, y Draco tenía la sensación de que correría si él los vio.
"Deja que te ayude," susurró Draco, lo único que pudo decir.
Harry resopló. "No veo por qué es importante. Como dije, estoy tratando con eso, y no se puede esperar que alguien que ha sido —violado— se levante por sí mismo y siga como si nunca hubiera sucedido." Dijo una palabra en particular entre dientes, por lo que Draco se preguntó cuánto tiempo lo había llevado a aprender por sí mismo a decirlo. "Lo estoy haciendo—lo suficientemente bien. Yo me encargo de esto. No necesito a perder el miedo a dormir con un Veela. No es importante para mi vida, mis amigos, mi trabajo, o cualquier otra cosa"
"Es importante para mí," dijo Draco. Había otras palabras, sabía que habían estado, pero se habían secado e ido con el viento.
Harry levantó las cejas ligeramente, y su boca casi, pero no del todo, sonrió. "Pero podemos ser amigos sin tener que dormir contigo."
"Te quiero," dijo Draco, impotente, sin procesar. Las palabras habían vuelto ahora, pero todavía no eran poderosas, las palabras elocuentes que había esperado para convencer a Harry. "Y te quiero más ahora que antes de saber."
La sonrisa de Harry se congeló. "¿Por qué?", Preguntó, a través del hielo que brilla de la misma. "¿Te gustan las sobras? ¿Debido a que adoras el desafío de someter a alguien que otro Veela no pudo someter?"
Draco negó con la cabeza. No sabía las palabras. No sabía los toques. Él podría haber utilizado sus alas en otro persona, simplemente para mantenerlos quietos y tranquilo mientras buscaba las palabras, pero eso no era una opción aquí. Él no quería ni acercarse más, debido a la desconfianza en los ojos de Harry y la forma en que se encogió.
Tuvo que usar las palabras que no conocía, pero que presiona en el interior de su boca, su lengua, sus mejillas, en su lugar.
"Te quiero", dijo, "porque sé más de ti. Te deseaba antes porque me gustabas. Eras poderoso, guapo, alguien que me defendía. Alguien que era un buen candidato para una cita"
Harry miró a otro lado, tratando de forzar su tono en una horrible palidez. "A continuación, ve y proponte al Auror que acaba de ganar los Juegos Interdepartamentales. Lo he visto mirándote de una manera que sugiere que le gustas, de todas maneras"
Draco negó con la cabeza. Se sentía casi de ensueño, frenado, aislado, de las emociones que había vertido a través de él antes. Se sentía como cuando estaba volando.
"Te quiero porque quiero ayudarte y curarte", susurró. "Debido a que está mal, lo que te pasó, y que merece vivir una vida plena. Porque quiero verte sonreír y caminar sin miedo a nada"
"Tengo miedo", dijo Harry. "Durante todo el tiempo." Él estaba dando golpecitos con los dedos sobre la mesa, en un ritmo rápido, nervioso ahora, la cabeza vuelta para que pudiera mantener una vigilancia sobre Draco desde el rabillo del ojo. "De magos oscuros. De hechizos que me podían matar. De uno de mis mejores amigos morir de repente. No me puedes impedir eso"
"Pero yo te puedo ayudar con un miedo y una herida que nunca deberían haberte sido infringidas" dijo Draco.
"No puedes" dijo Harry, tan agudo que Draco sintió que las palabras cortaban en su cuerpo como cuchillos. "Eres un Veela. Era un Veela. Tal vez podría aguantar la mayor parte del año, si yo no sabía lo que eran, pero la ¿Estación Ardiente? No."
Draco bajó los ojos. Veelas tenía un parentesco con las aves, y la Estación Ardiente eran las pocas semanas de cada primavera cuando se manifestaron como los machos cortejando a las hembras: creció deslumbrantemente su plumaje, las alas se separaban, llevaban comida y atención a sus parejas.
Ninguna de estas cosas era lo que Harry estaba objetando, sin embargo. La Estación Ardiente hacia a los Veelas atrevidos, presuntuosos. Dominante. Tenían que cuidar de aquellos bajo su protección. Se ponían violentamente celosos, y les molestaba cualquier intento de sus parejas de ponerse de pie sobre sus propios pies. Si tenían sexo, el Veela tenía el control, siempre.
Fue sólo durante unas pocas semanas. Pero Draco ya sabía, sin preguntar, que Harry se había convertido en Atacado-Veela durante la Estación Ardiente. No había manera de que él sería capaz de aguantar a Draco durante eso.
Pero Draco todavía quería.
"¿Me das una oportunidad?", preguntó, ya que era lo único que podía pensar. "Sólo para ayudarte? Sería hasta que tu quieras ir sin ir más lejos de eso. Totalmente suyo, lo prometo" Miró hacia arriba y vio los ojos de Harry, tratando de mirar la sinceridad en ellos. "No tendría que salir conmigo en la forma en que estás pensando. No tienes que dejar que te toque, a menos que eso era algo que pensó que ayudaría. Pero yo quiero que seas capaz de superar este miedo" Él sonrió, aunque sus labios se agrietaron, que habían ido tan seco. "Quiero que seas capaz de caminar a mi lado sin estar constantemente mirando sobre su hombro."
Harry se quedó tan quieto que Draco podía sentir su propio latido del corazón estremeciéndose a través de su piel. Entonces Harry levantó la mirada y negó con la cabeza. "¿Por qué quieres hacerlo?", Preguntó. "¿Por qué te importa?"
"Debido a que eres infeliz" dijo Draco, su voz cargada con todas esas emociones de nuevo, pero bajo un control razonable, esta vez. "Lo que me importa."
Harry se detuvo de nuevo, pero esta vez con una relajación más natural; Draco podía distinguir el encogimiento de hombros y la forma en que sus ojos se movieron. Luego dijo: "Voy a pensar en ello. No me presiones ahora"
Draco asintió, dijo: "Espero que te sientas mejor, y lo siento por presionarte tanto", y salió de la oficina. Fue lo mejor para los dos en ese momento, o al menos para Harry. A Draco le hubiera gustado quedarse.
Estaban en noviembre, faltaban meses hasta de la Estación Ardiente. Draco debería ser capaz de mantenerse a sí mismo suave, gentil, de la forma en que Harry lo necesitaba.
Las alas quemadas bajo sus omóplatos. El canturreo ardía en su garganta. Cada músculo le dolía como si se inclina con fuego.
Es más fácil decirlo que hacerlo. Pero lo haré.
