Tuve un sueño extraño que me hizo inspirarme para esta pequeña historia, espero los divierta un poquito. Realmente no debería ponerme la soga al cuello así ya que apenas puedo con dos historias ahora agregar otra, RIP. Planeo hacer esta historia algo corta. Guardiana del Rayo va para largo, en cuanto a La chica de la cafetería, aun no lo sé.


En una tierra antigua durante la época feudal de Japón. Aquella donde los demonios y sacerdotes peleaban constantemente por el poder. Diferentes clanes eran conocidos por sus dotes espirituales. En cada linaje nacían monjes y sacerdotisas con grandes poderes sagrados, con el fin combatir a los demonios que amenazaban con la paz. Estas castas eran el Uchiha, Uzumaki, Hyuga, Senju y Haruno. Cada uno poseedor de diferentes y grandes habilidades, mantenían el balance entre el mundo de los seres oscuros y los humanos.

Los seres oscuros que habitaban ese mundo, eran demonios. Los cuales podían ser desde bestias enormes lanza acido, hasta aquellos de nivel superior que adoptaban una forma casi humana. Estos seres eran poseedores de una belleza inigualable y una energía tan enigmática que les era fácil corromper corazones humanos. Solo aquellos con gran poder divino podían combatir contra demonios nivel superior o también llamados alfas.

Todas estas castas vivieron en armonía por siglos hasta que el líder del clan Uchiha, el cual era conocido como la familia con el linaje más poderoso, se enfrentó a una alfa muy poderosa, dotada con habilidades oscuras y un fuego que quemada todo lo que tocaba. En esa batalla apostando ambos sus vidas, Fugaku Uchiha perdió el combate cayendo casi moribundo al suelo. Listo para morir en las manos de ese ser maligno, sin embrago sorpresivamente su vida fue perdonada por aquel ser de la oscuridad. Con el tiempo solían encontrarse por las casualidades del destino, y siempre terminaban en batalla, no obstante, ella siempre perdonaba su vida. Los anos pasaron hasta que él se enamoró de ese demonio nivel superior. Que pesar de ser fría como el hielo y cruel con el resto de los humanos, cuando se trataba del líder del clan Uchiha, ella dejaba aflorar sus emociones más puras, que incluso un demonio no podía o debía tener. aquella alfa poseía una belleza inigualable, tenacidad, fuerza y la capacidad de quemar todo a su paso, su nombre era Mikoto.

En su afán de violar las reglas el líder de la casta Uchiha, deserto a su matrimonio arreglado y traiciono la confianza entre los clanes sin que ellos lo supieran. Todo con el fin de estar al lado de su amada.

Con el tiempo Fugaku y Mikoto tuvieron a su primer hijo y vivieron juntos en secreto sin que nadie supiera. Cansado de no estar lo suficiente con Mikoto y su hijo Itachi. El líder Uchiha sintió la necesidad de darle estabilidad a su nueva familia. Aun en contra todas las reglas se casó con aquella alfa dándole la espalda al clan.

Cuando este se enteró del acto cometido, los segundos a cargo del clan no dudaron en traicionarlo en cuanto se descuidará. Ya que, a los ojos de cualquier casta, toda aquella relación con un demonio era considerado traición y esta debía ser pagada con la muerte. El segundo monje más poderoso del clan tomo el poder como nuevo líder. Dicho sacerdote que no tuvo piedad hacia Fugaku era llamado Danzo.

En cuanto a Mikoto y su primogénito de tan solo cuatro años de edad, sufriendo un gran dolor por la pérdida de Fugaku, huyeron de las tierras gobernadas por los Uchiha. La pelinegra con un nuevo ser creciendo en su vientre, busco un lugar lejano donde pudiera criar a sus dos hijos. En una choza pequeña cerca de un rio y alejado de todo. Con todo su esfuerzo trato de brindarles una vida lo más normal que pudo a sus hijos, dándoles todo el amor y aprecio que Fugaku le enseño a ella. Vivieron en paz y felices por anos.

Un día al cumplir cinco años su hijo menor, la familia fue atacada por los miembros de los clanes Haruno y Hyuga. Mikoto combatió a muchos de los guerreros, pero ella ya no era el demonio alfa que era antes, al embarazarse dividió su poder con sus hijos y perdió una cantidad masiva de energía. Como era de esperarse después de una larga y exhaustiva pelea la madre demonio perdió la vida protegiendo a sus dos hijos Itachi y Sasuke.

Ambos hermanos fueron separados y puestos en prisiones de las diferentes castas. El primero fue tomado prisionero de los Hyuga y el segundo de los Haruno. Esos pequeños a pesar de ser mitad humanos y criados con el amor de su madre, eran considerados peligrosos a los ojos de los grandes líderes de los demás clanes. Ambas familias los mantuvieron con vida sometidos a constantes torturas y a la oscuridad de la celda por tres años. En ese transcurso despertaron sus poderes demoniacos, que al igual que su madre quemaban lo que tocaban.

Sasuke el menor de los hermanos, era prisionero en la casa de los lideres principales de los Haruno, encerrado en lo más recóndito de la residencia Haruno. Pocos eran conocedores de la presencia del joven Uchiha en la mansión.

Los líderes de dicho clan eran Kizashi y Mebuki Haruno, ambos portadores de un gran poder espiritual, con habilidades sanadoras y de generación de barreras. Los dos eran padres de una niña con gran poder sagrado. Su nombre era Sakura, con cierto parecido a su padre, el cabello de la jovencita era de un color peculiar rosado pálido y sus ojos verdes como el jade. Dotada con muchas habilidades sagradas desde muy temprana edad, la joven era sometida a grandes sesiones de entrenamientos con su madre la cual fue una gran sacerdotisa.


Un día posterior a su entrenamiento se encontró curioseando por las habitaciones de la mansión, camino sin rumbo por los largos pasillos, muy pronto Sakura tendría su primera misión de eliminación de demonios y a pesar de haber sido entrenada desde sus cuatro años de edad, sentía algo de pavor a lo desconocido. Su casta esperaba mucho de ella, al ser nombrada prodigio desde su muy temprana edad. Sin saber cómo termino en el camino que iba hacia el calabozo. Ya que ella nunca había estado ahí, continuo su camino hasta llegar frente a la entrada de este oscuro lugar, donde se centró con dos grandes barreras que cubrían la entrada.

NO pudo evitar cuestionarse el porqué de las dos poderosas barreras convocadas en ese lugar. Una idea le paso por la mente y con gran habilidad la ojijade de diez años logro atravesar dichas barreras puestas seguramente por su madre. Una vez del otro lado, bajo por unas escaleras, donde encontró otro pasillo aún más oscuro, donde se miraba una división de celdas vacías, inspecciono cada una hasta llegar a la última donde existía una barrera contra entes malvadas. NO podía ver casi nada a través de la barrera de energía, más al enfocar agudamente hacia el interior, pudo apreciar a un niño sentado en una esquina dándole la espalda.

"¿Qué hace un chico aquí? ¿se encontrará bien? "No pudo evitar pensar pelirrosa.

Coloco las manos en la barrera y con uso de su poder espiritual logro crear un gran hueco en está dejándole acceso a los barrotes, y una mejor vista con la finalidad de poder divisar mejor al infante. Coloco sus manos en las vigas y acerco su rostro con lentitud...

—Oye quien. — Llamo la heredera Haruno, más fue interrumpida con una presión en su cuello. El joven que hace un segundo se encontraba en la esquina, ahora sujetaba su cuello con una gran fuerza, sin dejarse caer presa del pánico, miro los brazos lastimados del jovencito, sus ojos se abrieron enormemente al ver tantas heridas recientes, acerco sus manos a los bracitos del niño y comenzó a emanar energía. El pequeño pelinegro apretó con más fuerza su cuello, pero ella resistió y siguió con su trabajo, de pronto el agarre se aflojo un poco y noto que las heridas de los brazos del joven desaparecían. Sin previo aviso el morocho lanzo a la pelirrosa al piso y este cayo de sentón sobre su trasero, tomo una gran bocanada de aire y comenzó a toser mientras se agarraba el cuello.

Cuando por fin recupero el aliento, volvió a fijar su vista en el pequeño. El observaba sus brazos ya sanados con asombro. Era bajo de estatura, con cabello largo y negro, no podía mirar bien su cara debido a la oscuridad. Aspear de lo recién ocurrido tomo valor y se acercó de nuevo con el propósito de encararlo, aunque este le dio la espalda.

— ¿Por qué estás aquí? — Mas no hubo respuesta. — ¿Por qué estabas tan lastimado? – Hubo aun silencio, no obstante, lo intento de nuevo. — ¿Cómo te llamas? — Y Nada… — ¿No sabes hablar o qué? —Hablo ya molesta.

Haciendo un puchero con frustración – Si no vas a hablar bien, no tiene caso que me quede aquí. — Se puso de pie y comenzó sacudirse su hakama sucia por tanto polvo y comenzó a caminar por donde llego.

— ¿Por qué me curaste? —La voz baja del joven fue escuchada y Sakura sonrió al orillo por primera vez hablar y regreso al frente de la celda.

—Así que si sabes hablar. — Volvió a crear el hueco entre la barrera y las vigas.

—Claro que sí, no ha respondido mi pregunta. —

—Por que parecían dolorosas. —Menciono la ojijade sonriéndole con pena.

—Hmp—

— ¿Por qué estás aquí? —

—Porque soy un monstruo—La ojijade lo aprecio mejor, sin embargo, para ella se miraba de los más normal, sucio y con ropas rotas pero normal.

—Yo te veo muy normal. —

—No lo soy. —

—Yo tampoco, así que tenemos eso en común. — Sonrió tiernamente. — Oye ¿tienes hambre? —

—No.—

—Vaya que pena porque tengo dos bolas de arroz deliciosas. – Y dicho esto saco uno de sus mangas el alimento mencionado.

—Hmp— Volteo la cara sin prestarle atención.

—Bueno debo irme. — La pelirrosa se acercó y coloco las bolas de arroz envueltas por una hoja de plátano sobre el suelo de la celda y se retiró.

Sasuke solo se quedó contemplando hacia donde ella se había ido. Tomo las bolas de arroz y comenzó a devorarlas con rapidez, pues de todo tenía dos días sin comer y sentía que las fuerzas le fallaban.

Al día siguiente después de la cena, la pequeña Haruno procuro guardar algo de comida entre su ropa, corrió su habitación y tomo una manta. Con mucho cuidado durante la noche y cuando todos dormían, se escabullo al calabozo. Cuando arribo, observo al joven pelinegro acostado en la esquina dándole la espalda.

"Otra vez vino" Pensó el joven Uchiha al sentirla llegar.

—Te traje esto. Se que no es mucho, pero son unos tomates que robé del jardín y un poco de arroz, también traje una manta para que no tengas frio. Tengo que irme antes de que se den cuenta que no estoy. Buenas noches. – Corrió la pequeña con prisa.

—Hmp— Sasuke contemplo la comida y comenzó a comerla rápidamente, cuando termino tomo la manta y se envolvió en ella, tendría que esconderla bien con el objetivo de que cuando vinieran los guardias, no vieran que tenía algo nuevo.

Sakura continúo visitándolo todos los días llevándole comidas diferentes y a veces solía quedarse ahí con él unos minutos, él no le dirigía la palabra. Sin embargo, ella no podía evitar no quedarse hacerle compañía. Ya que ella sabía que debía estar muy solo.

Un día como otros llevo más cosas de los normal, cargaba un diminuto canasto con todo dentro, con una sonrisa de alegría llego al calabozo, donde se encontró al pequeño pelinegro que aun ni su nombre se dignaba a darle.

—Hola. — Saludo amablemente mientras sacaba las cosas de la canasta y se las colocaba dentro de la celda a través de los barrotes. — Hoy traje más comida y agua, también unos dulces. Y mira una manta limpia. — Señalo risueña su manta favorita. — También traigo ¡Tara! — Señalo unas velas. La celda era un lugar muy oscuro y apenas podía a ver a donde caminaba. —Pero no traigo como encenderlas. —Confeso a penada

—Colócalas en el piso. — Pidió el azabache. Sakura hizo lo pedido y las puso en el suelo. El niño apunto con su dedo y una de las velas se encendió. Sakura no pudo evitar aplaudir emocionada. al volver su vista hacia el pequeño se asombró de lo lindo que era, aun a pesar de tener su ropa sucia y desgarrada. Tetania facciones hermosas y unos ojos ónix bellísimos.

— ¿Cómo te llamas? —Pregunto de nuevo la misma pregunta que le hacía cada día.

—Sasuke. — La ojijade sonrió enormemente.

—Yo soy Sakura. — Dijo feliz. — ¿Cuánto año tienes? —

—Ocho— Dijo cortante.

—Vaya yo tengo diez, oye ¿cómo encendiste la vela? —

—Mi mama me heredo ese poder. —

—Es asombroso. —El la miro sorprendido, luego volvió a poner su mirada en el piso.

—Destruye todo lo que toca. —

—NO seas negativo, es asombroso poder hacer algo así. Sabes no entiendo por qué estás aquí, pero no deberías estar aquí tu solo. —

—Hmp. —

—Sasuke. — Llamo la ojijade, el pelinegro sintió una sensación extraña al escuchar su nombre después de tantos años. — No vendré a verte por unos días. —

— ¿Por qué? —Pregunto rápidamente.

—Iré con mis padres a purificar un lugar lleno de miasma. —

—Hmp. —

—Pero no te preocupes regresare y te traeré muchos recuerdos. — Se levanto del piso y una mano le sujeto su brazo. —

— ¿Prometes que volverás? —

—Así es. Lo prometo. —Se acerco a la celda y paso su mano por los barrotes, tomo la mano de Sasuke y recargo su cuerpo en la pared que estaba atrás de ella. –Hoy pasare la noche aquí. – Cerro sus ojos y no soltó la mano del Uchiha el cual no la rechazo y se recostó a un lado de ella. Ambos durmieron cómodos y felices a pesar de las circunstancias.

Por meses la pequeña Haruno iba a visitar a Sasuke, era extraño cuando no lo hacía, a veces solía dormir recargada en los barrotes de la celda con el propósito de brindarle compañía. no entendía por qué más, sin embargo, le agradaba estar con el infante y el parecía estar de igual de cómodo a su lado.

Un día al termina su baño, camino cerca de los aposentos de sus padres. Durante el trayecto pudo escuchar a su padre hablar con uno de los sacerdotes Haruno llamado Kabuto, se acercó a la puerta con el fin de escuchar mejor.

—Itachi ha escapado de la prisión de los Hyuga, no tardara en venir por su hermano, así que ya no hay razón por la que debamos mantener al niño con vida, deberíamos ejecutarlo lo más pronto posible. Si ambos están juntos podrían ser un peligro, Hacia todos y más aún para el clan. –

–Es solo un niño. –Menciono con pena Mebuki también presente.

–Un hibrido hijo de una de las alfas más poderosas. Es un riesgo hacia todo el clan. –Volvió a expresar el monje.

—Debemos pensar que es lo mejor para nuestra gente. –Hizo una breve pausa. – Lo ejecutaremos al amanecer. Da la orden Kabuto. —Hablo la cabeza de la casta.

El corazón de la niña comenzó a latir desenfrenado, su padre haría que mataran a su nuevo amigo, la respiración se le hacía pesada a cada segundo. poso sus pequeñas manos en su aun plano pecho, y con decisión corrió a su habitación. tomo uno de sus pañuelos grandes y metió algunas de sus argollas valiosas, mantas y yukatas de color masculino. Al llegar la noche cambio su ropa a una hakama tradicional, asalto la cocina y guardo lo que le quedaba.

Enseguida corrió con rapidez a los calabozos. Atravesó las barreras y al llegar, se encontró con Sasuke que la contemplo extrañado, ya que no era normal que ella fuera a visitarlos a esas horas de la noche. Sakura genero un hueco aun grande en la barrera de la celda, con su poder espiritual concentro energía con el fin de romper los barrotes, mas no pudo.

— ¿Qué estás haciendo? — Pregunto aun algo adormilado.

—No hay tiempo de explicar ayúdame, calienta los barrotes para poder doblarlos. —Ordeno la ojijade con voz alterada.

—Pero. —

–Solo hazlo— Exigió la infanta.

Sasuke concentro su poder en sus manos e inicio a calentar los barrotes que antes no podría haber tocado por la barrera, estos cambiaron a un color rojo y Sakura junto con las manos del Uchiha ayuda a doblar las vigas de metal. Chillo al sentir como sus manos se quemaban por el gran calor de los barrotes.

— ¿Qué haces? –. El morocho aparto las manos de la pelosa. – Te has quemado. — Menciono preocupado al ver sus manos heridas de la pelirrosa.

—Me curare más tarde, ahora no hay tiempo, vamos. — Extendió su mano hacia el morocho, Sin embargo, esta la miro confundido.

—Si no deseas morir ven conmigo, te ayudare a escapar. —Pidió desesperada la ojijade.

— ¿Por qué? —

—No deseo que mueras, ahora corre. —Demando la ojijade.

Tomo la mano Sakura y salió por primera vez en años de esa celda, la joven Haruno atravesó la barrera sin problemas más este repelo a Sasuke, el cual cayo sentado. Llena de frustración, sin otra opción activo unos sellos y destruyo ambas barreas protectoras.

"Mama se dará cuenta enseguida, debemos apurarnos "Pensó la pequeña pelirrosa.

Volvieron a tomarse de las manos y Sakura guio a Sasuke por todo el lugar, cuando por fin salieron de la residencia, siguieron alejándose de ese lugar el cual había sido la prisión de Sasuke por tres años. Después de un rato corriendo al fin se alejaron lo suficientemente de las tierras de gobernada por los Haruno. Sakura paro su andar y el azabache la imito sin saber que ocurría, la observo extrañado.

—Si sigues un kilómetro adelante abra un rio, ahí encontraras a un lugar alejado de la gente. –Hizo una breve pausa mientras le extendió el bulto con las cosas que recolecto para él. – Espero esto te ayude por un tiempo. No creo que volvamos a vernos así que solo te pido que vivas por favor. No mueras Sasuke. Y por favor te ruego que jamás regreses – Rogo la ojijade con lágrimas en los ojos.

—Sakura…—Las pisadas de caballos siendo montados se podían escuchar a la distancia, los guardias ya debían de estarlo buscando. La pelirrosa lo miro con terror.

— ¡Yo estaré bien! ¡Solo vete Sasuke! ¡Corre Sasuke! ¡corre! —

El joven Uchiha fijo su oscura mirada en ella por última vez y a continuación le dio la espalda y comenzó correr tanto como sus pequeños pies le permitieron. No supo hasta qué punto o cuanto tiempo duro corriendo, sin embargo, cuando escucho un rio y finamente llego a la orilla de este. Se tiro al piso recuperando el aliento, tomo un poco del agua del rio e intento calmarse, siguió el rio cuesta abajo a paso calmado. Pensando en que a pesar de estar libre y respirar el aire limpio del bosque, no podía evitar pensar en Sakura, la persona que lo había salvado. Y la única en haberle brindado el calor de una amistad.


Los guardianes de los sacerdotes lanzaron a Sakura contra el piso, al levantar la vista, otros sublíderes del linaje Haruno se encontraron presentes frente a ella, sus padres entre ellos. Estos tenían una mirada de vergüenza y decepción puestos en ella. Sakura sintió como su pecho se le comprimía, sabía que había hecho algo incorrecto a los ojos de los líderes y que algo estaba a punto de pasarle, no obstante, no importaba si eso significaba que Sasuke estaría bien, el viviría.

—¿Tienes idea de lo que has hecho? —Hablo su padre por primera vez.

—¿Salvar una vida? —Surero la joven sobre sus rodillas.

—Salvar a un monstruo, deshonrarte y más grave traicionar a tu clan. —Bramo Kabuto mirándola con frialdad.

—Yo no quería traicionar a nadie. — "Él no es un monstruo" Reprimió ese pensamiento de salir de su boca.

—Relacionarte con un demonio es traición y esta debe ser pagada con la muerte. —Kabuto se acomodó sus gafas mientras la observaba de los más calmado.

—No.— Llamo la madre y esposa de la cabeza de los Haruno. — Sabes que hay otra manera Kabuto. Sakura es una sacerdotisa muy hábil más de lo que yo lo fui, el poder que guarda es necesario para mantenernos a salvo de los demonios, y lo sabes. —

—Aunque sé que ella es invaluable mi señora, traición es traición a los ojos del clan. Incluso si la dejamos con vida, si los demás clanes se enteran, intentaran asesinarla. —

—Nosotros seremos los traidores en lugar de ella entonces. — Hablo el líder y jefe de la familia Haruno. Toso los sublíderes miraron a Kizashi asombrados. Sakura quiso vomitar al escuchar a su padre. Intento levantar y crear chai ellos, pero un guardia la sometió contra el piso, sin poder liberarse de la fuerza del hombre, con impotencia las lágrimas comenzaron a bañar su cara.

—¿Están dispuestos a sacrificarse por una traidora? — Presunto el monje.

—Por nuestra hija cualquier cosa. —Llamo Kizashi. — Manda llamar a Tsunade Senju, debe borrar la memoria de Sakura y evitar que algo así vuelva a ocurrir. A partir de ahora ella será la encargada de nuestra hija hasta que pueda ser la nueva cabeza. Nadie debe de hablar de lo sucedido esta noche, si alguien lo hace será traición hacia el clan. ¿He sido claro? – Hablo intimidando a todos.

–Si señor– Rugieron todos.

– ¿La mandara con el clan Senju, mi señor? – Cuestiono con molestia Kabuto.

–Es mi hermana después de todo y también tía de Sakura, será lo mejor ya que solo ella podrá guiar a Sakura a conseguir controlar su poder al máximo. –Hablo firme, tenía su vista puesta en su hija que yacía en el piso. Le dolió no poder ir a abrazarla.

—Muy bien a la mañana serán ejecutados, frente al clan, y esta noche jamás habrá ocurrido, llévense a la niña. —Exigió Kabuto.

—¡Madre! ¡Padre! ¡NO! —Gimió pequeña ojijade llorando, arrastrándose sin poder llegar a sus amados padres. —No se suponía que debía pasar esto. Matéenme a mí a ellos no.—Sakura estiro su mano hacia ellos, el guardia al ver esto observo a los líderes y estos lo miraron asintiendo, este golpeo la nuca de la pelirrosa y este cayo inconsciente.

A la mañana siguiente Kizashi y Mebuki Haruno fueron llevados frente al clan, acusados de traición, y deshonrados, ambos pagaron siendo decapitados. Tsunade acudió sin demora por su sobrina y bajo la indicación de Kabuto borro cada memoria de Sakura. Esta al despertar fue informada por Kabuto, que sus padres eran unos traidores y que tuvieron que morir. Nadie más le informo nada, ni siquiera su tía, Sakura fue llevada a las tierras de los senju, mientras que Kabuto tomo el control de su casta.


Mientas tanto Sasuke se mantuvo como pudo con lo dado por la Haruno, evitaba pueblos grandes y los territorios de pertenecientes a los grandes clanes, y más aún evitaba usar su poder. Duro así por un tiempo...

Un día mientras cocinaba un pescado recién pescado sintió una presencia que jamás creyó que volvería a sentir, al voltear hacia la dirección, encontró con la mirada oscura de su hermano, el cual ahora tenía el cabello en uno coleta, era más alto y portaba ojeras que antes no tenía. Sus ojos ónix se llenaron de lágrimas y rápidamente corrió hacia el siendo recibió por los brazos fuertes de Itachi, lloro por unos minutos y sonrió como cuando su madre vivía, como cuando jugaba con su familia y como cuando Sakura paso la noche en el calabozo con él, tomando su mano tiernamente.

—Hermano creí que jamás volvería a verte. —Las lágrimas no poder para de correr por su bella carita.

—Me alegro tanto de que estés bien. — Itachi sonrió acariciando la cabeza de su hermano menor con ternura. — Estamos juntos ahora ya nadie podrá hacernos nada. —

– ¿Cómo es que estas aquí? – Cuestiono aun confundido. El semblante pacifico de su hermano cambio a uno serio y frio.

–Alguien me salvo. –Dijo cortante.

– ¿Quien? –

–Después te lo presentare Sasuke–El pequeño azabache no estuvo muy convencido ante lo dicho por su hermano, apunto de respingar, una presencia oscura se hizo presente en el lugar y un escalofrío paso por su espalda, Itachi suspiro pesadamente y tomo a Sasuke firmemente de los hombros y le dio vuelta. –Bueno parece que lo conocerás ahora. –

Un hombre imponente y alto apareció frente a los hermanos, el hombro poséis una cabellera larga y ojos rojos como la sangre, tenía ambos brazos cruzados y los observaba fríamente, se acercó a paso lento hacia los dos y los encaro.

–Tú debes ser Sasuke. – El morocho asintió intimidado. –Te pareces mucho a Mikoto. Mi nombre es Madara. – Observo a Itachi y este le devolvió la mirada. – Ya que estamos todos creo que es necesario estipular lo que se hará a partir de hoy. –

– ¿Y eso es? – Exigió Itachi

—Entrenarlos duramente con el fin de que algún día, recuperen lo que es suyo por derecho. —

—¿De qué habla hermano? —Sasuke levanto la vista para ver el rostro de su hermano.

—Se convertirán en verdaderos demonios y clan Uchiha será nuestro. — La enorme sonrisa llena de malicia no pudo pasar desapercibida por el Uchiha mayor.


¿Reviews o Una patada en el trasero?