Hola! En primera quiero pedirles disculpas por ausentarme mucho, no era mi intención, pero como ya saben tuve depresión y hacía que me sintiera muy mal, pero gracias a Dios y a mis padres ya la estoy superando, bueno como disculpa por eso, les traigo una historia Sasusaku que espero que les guste, la historia ya la tengo avanzada como 9 capítulos y está publicada en wattpad, la historia trata de que Madara encuentra a una bebé y esa bebé es Sakura y la adopta y bueno, la historia será Sasusaku con un poco de Madara xOc y espero que les guste!

Lean el primer capítulo y díganme si la debo seguir.

Resumen: En una noche de 28 de marzo en que Madara Uchiha reveló sus sentimientos a su amante Mikoto Uchiha, su cuñada y esposa de su hermano menor Fugaku, Mikoto, no tuvo piedad y rechazó cruelmente a Madara…

-Mi-Mokoto, por fa-favor, dame una oportunidad, yo te amo y…-Madara se vio interrumpido por la risa de Mikoto.

-Jajajaja, ¿Qué te hace pensar que te voy a dar una oportunidad? Nunca, óyeme bien, Madara, nunca te daría una oportunidad, te dejé bien claro desde la primer vez, que lo que había entre nosotros era sólo sexo y nada más.-

Después de ese rechazo, Madara se fue a su casa para ahogarse en wiski, pero nunca pensó que en esa noche que lo rechazaron y que estaba lloviendo, encontraría a una bebé que lo haría feliz y le daría el amor de Padre y tampoco pesó que su hija, en un futuro tendría una historia con su sobrino Sasuke Uchiha.

"No es la carne ni la sangre, sino el corazón lo que nos hace padres e hijos."

J. Schiller

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Prólogo.

10 Años Atrás.

Era una noche de 28 de marzo , había una gran tormenta en la ciudad de Konohagakure, llovía demasiado, el cielo oscuro se iluminaba con los grandes relámpagos que el Dios del trueno hacía caer a la tierra. Todos los perros callejeros y los vagabundos que abundaban las calles frías de Konoha corrían en busca de refugio.

La gran tormenta traía consigo el viento más frío y mortífero para las personas que estaban en las calles.

Esta gran tormenta también traía dolor y sufrimiento para Madara Uchiha, uno de los herederos de la gran familia Uchiha, él estaba en la mansión de su hermano menor Fugaku enfrentando y revelando sus sentimientos a Mikoto Uchiha, su cuñada y amante, los ojos de Madara de 30 años estaban empapados por sus lágrimas, lágrimas que lo hacían ver débil.

-Mi-Mikoto, por fa-favor, dame una oportunidad, yo te amo y…-Madara se vio interrumpido por la risa de Mikoto.

-Jajajaja, ¿Qué te hace pensar que te voy a dar una oportunidad? Nunca, óyeme bien, Madara, nunca te daría una oportunidad, te dejé bien claro desde la primer vez, que lo que había entre nosotros era sólo sexo y nada más.-

-Pero…-

-Pero nada, nunca dejaría a Fugaku, él es más rico y es una mina de oro, no como tu, que sólo obtuviste una casucha de la herencia de tus padres.-

-¡No digas tonterías! Y-Yo pu-puedo darte lo que quieras, te-tengo un trabajo estable y…-Otra vez Madara fue interrumpido por Mikoto

-¡Que no, maldita sea!-Gritó la mujer.-Tu sólo fuiste un juguete para mí, solo fuiste mi juguete de placer mientras Fugaku estaba en Suna.-

-Só-Sólo m-me utilizaste…-Le costó decir a Madara y pudo ver la sonrisa de Mikoto que lo confirmaba, solo eso fue para ella, un juguete.

-¡Hasta que por fin lo entiendes!-Exclamó Mikoto.

-Me utilizaste…-

-Te utilicé, te seduje, te embrujé, llámalo como quieras.-Dijo Mikoto-Nunca te prometí amor, nunca te dije que dejaría a Fugaku por ti, tu muy bien sabías que solo era sexo lo que había entre nosostros, sabes que amo a Fugaku.-

-No lo amas, tu sólo amas su dinero…-Dijo Madara.-Eres… Eres una zorra.-

Mikpto no soportó el insulto de Madara y le dio una bofetada.

-No te permito que me llames así, lárgate de mi mansión.-

Madara solo vio a Mikoto y después se dirigió a la salida. De pronto todo en amor que sentía por Mikoto se esfumó, se rompió en millones de pedazos, ahora sólo la odiaba

-Sólo dime una cosa… ¿Sasuke… Es hijo de Fugaku o mío?-

-Es de Fugaku.-Respondió Mikoto.

-Hmp.-Pronunció Madara y después salió de la mansión.

Con la lluvia mojándolo caminó hasta su auto, puso el motor en marcha y se alejó de esa mansión, con lágrimas aun condujo su auto, Mikoto le había roto el corazón, pero también se dio cuenta de la bruja que era, comenzó a odiarse a él mismo por caer en las garras de esa nujer. Comenzó a odiarse por haberse enamorado de ella.

Condujo hasta llegar a su pequeña casa que su madre le había heredado, entró a su casa y caminó hasta llegar a un pequeño mueble donde tenía guardadas sus botellas de wiski y vodka, abrió el pequeño mueble y de ahí agarró una botella de cristal y comenzó a beber de ella. El líquido le quemaba la garganta pero eso no le importaba. Quería olvidarse de todo lo ocurrido en la mansión de su hermano. Quería olvidarse de Mikoto.

-Demonios, ¿Porqué no puedo ser feliz?-Murmuró mientras se sentaba en su pequeño sofá.

Desde que Madara había nacido, su padre lo había odiado, nunca lo quiso, al único que amaba era a su hermano Fugaku, sólo su madre lo había amado, pero cuando ella y su padre habían muerto en el avión que los iba a llevar a un fin de semana en una isla turística, perdió a la única persona que lo había amado, lo había dejado solo y triste, luego cuando el abogado que sus padres habían dejado a cargo para que les dieran su herencia a él y a Fugaku, lo único que recibió de herencia fue la pequeña casa que fue de su madre. Su hermano menor fue el único que heredó toda la riqueza de los Uchiha.

-Te extraño, mamá…-Susurró Madara.-Sólo tu fuiste la única que me ha amado..-

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Corría por las calles de Konoha, una mujer rubia, en sus brazos llevaba un bulto pequeño, sus lágrimas escurrían por sus mejillas despareciendo con las gotas de la gran lluvia. Giró su vista hacia atrás y vio que sus perseguidores estaban detrás de ella. Los hombres que la perseguían querían matarla a ella y a su pequeña bebé que apenas esa noche ella había dado a luz.

Su novio y padre de su hija había muerto en manos de los hombres que la perseguían.

¿Porqué la perseguían? Porque los padres de su difunto novio y lo de ella se opusieron a su unión, los dos enamorados eran de los barrios bajos, cuando ella conoció a su novio en una tiendita en la que ella trabajaba se enamoró a primera vista, él venía de una familia pobre como ella, pero la familia de él no la querían, decían que no era apropiada para él. Lo mismo decían la familia de ella de su enamorado, pero a ellos no les importó lo que sus padres opinaba, siguieron con su relación y después ella quedó embarazada y su embarazo fue el detonante de que sus familias tomaran medidas drásticas y mandaran a asesinarlos a ellos junto son su bebé.

Corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a la entrada de una casa. Entonces hizo lo que su corazón de madre le dictó se separó de su hija, puso a la pequeña bebé en unas cajas y por último le dio un beso en la pequeña frente de su hija.

La bebé comenzó a llorar al no sentir el calor de su madre.

-No, no llores, mi florecita…-La madre de la bebé trataba de ser fuerte y no llorar.-Lo hago por tu bien, alguien te encontrará y te… Te dará el amor de una madre y un padre, el amor que tu padre y yo no te podremos dar…-Fueron las últimas palabras de la mujer rubia, para después correr lejos de su hija.

La bebé comenzó a llorar con más fuerza al oír a lo lejos el disparo de un arma que le quitaba la vida a su madre.

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Madara seguía sentado en su sofá, ahora estaba con la segunda botella. Sus lágrimas seguían brotando, lanzaba maldiciones hacia Mikoto. Deseaba que esa asquerosa mujer muriera, que muriera por haberlo herido y rechazado cruelmente.

-¿Porqué no puedo ser feliz, porque no puedo ser amado…-De repente un rayo calló a la tierra, interrumpiendo a Madara.

Con ese rayo llegó un llanto que hizo que Madara se parara de donde estaba sentado. Extrañado salió de su casa en busca de aquello que provocaba esos llantos. Caminó sin importarle que se mojara hasta llegar a las cajas que él había sacado. El llanto llegaba de ahí.

Se sorprendió, pues, en las cajas había un bebé de cabellos rosas.

-¿Ho-Hola?-Dijo buscando con la mirada algún rastro de gente, no vio a nadie más que a la bebé.-No llores…-Susurró Madara, mientras tomaba a la bebé en brazos.-Ya, todo está bien…-Dijo Madara y comenzó a caminar a su casa con la bebé en brazos.

Madara no sabía que la bebé que llevaba en brazos se convertiría en su hija y la fuente de su nueva felicidad…

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Espero que les guste y si veo por lo menos dos comentarios subo el siguiente capítulo!

No olviden que será SASUSAKU :3 con MadaraxOc